tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post2445434766743026603..comments2023-11-02T10:39:14.940+01:00Comments on A bordo del Otto Neurath: LA CRISIS DE VOCACIONES CIENTÍFICAS: UN ESTUDIO ESTADÍSTICOJesús P. Zamora Bonillahttp://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comBlogger71125tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-1235869590775515862009-08-26T21:20:14.464+02:002009-08-26T21:20:14.464+02:00Miguel, aunque el título del libro disuade bastant...Miguel, aunque el título del libro disuade bastante de interesarse por él, he leído la reseña que comentas, y francamente...<br />¿Es lo mismo la "razón" que la "ciencia"? Yo creo que no, aunque es se escamotee un tanto mencionando "la razón científica" de vez en cuando.<br />¿Es lo mismo el declive de las matrículas en carreras científicas que el el declive de "la razón" y "la ciencia" en la sociedad? Yo creo que no.<br />Finalmente, y a salvo de no haber leído el libro, por lo que pido disculpas de opinar sobre una reseña (bueno, es que estoy opinando sobre la reseña, no sé lo fiel que sera al libro)... ¿no sería más sencillo, obvio, científico y empírico que, antes de ponernos a analizar las etéreas influencias de los mass media sobre tan deplorables sucesos, no hicieramos un cálculo coste-beneficio del esfuerzo y recompensa respectivos de la carrera científica <i>vs.</i> por ejemplo Derecho o Publicidad? Porque a lo mejor no es más que eso.Aloenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-65922067355998846872009-08-26T19:07:29.137+02:002009-08-26T19:07:29.137+02:00Carlos Elías, periodista, científico y profesor un...Carlos Elías, periodista, científico y profesor universitario, ha retomado los resultados de este estudio para su libro "La razón estrangulada", en el que analiza precisamente el fenómeno de la crisis de vocaciones científicas. <br /><br />Aquí os dejo <a href="http://divulgauned.es/spip.php?article136" rel="nofollow">un enlace a una reseña bibliográfica</a> sobre el libro mencionado.Antonio Sardohttps://www.blogger.com/profile/08170067352816017521noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-2843674114946751482009-08-24T19:01:04.869+02:002009-08-24T19:01:04.869+02:00Ah, Raus, en medio de tu grafomanía se me ha pasad...Ah, Raus, en medio de tu grafomanía se me ha pasado lo de la media y la bajada de rendimiento escolar. <br />Te lo voy a explicar, y a ver si en agradecimiento a mis desvelos evitas el seguir insultándome por costumbre ;-): que tu dices que yo me reboto (lo que no es verdad, si no me divierto no escribo) pero debe ser un caso de proyección, porque el que no para desde el principio de hacer comentarios personales peyorativos hacia mí eres tú. <br /><br />Mira, majo, cuando no se sabe palote de estadística hay que andar con cuidado interpretando lo que no se entiende. <br />Te voy a poner un ejemplo simplificado para que entiendas que la Consejera no dice nada distinto que yo (dice de hecho lo mismo) y que el que no ha comprendido lo que dice eres tu.<br />En mi ejemplo simplificado, érase que había una sociedad de escolarización escasa, en la que un 30% de población de clase alta y media decentita recibía educación y tenía éxito en proporcion considerable (digamos un 70%) porque las condiciones sociales, educativas y económicas de sus familias lo hacían fácil o posible para la mayoría. Teníamos además otro 10% procedente del resto de la población, que por ser especialmente espabilados, listos o afortunados metía la cabeza en el grupo aventajado, y cuyo éxito era también del 70% (porque por eso estaban ahí, por ser los más listos, esforzados y bien adaptados entre los desfavorecidos). <br />Por lo tanto, tenemos que el 40% de la población accede a esa educación, con una tasa de éxito del 70% de <b>esa</b> población, lo que nos da un 28% de éxito en el <b>total</b> de la población, o sea, que tenemos <b>dos tasas distintas</b>, según que contemos a todo el mundo o sólo a los que estudian.<br /><br />Pasa el tiempo, y la educación se hace obligatoria y universal para ese grupo de edad. Así que ese 60% que quedaba fuera, ahora está dentro.<br />Pero como gran parte de los que quedaban fuera son los que tienen un considerable handicap social, familiar y económico para estudiar (por eso estaban fuera antes), resulta que de ese 60% de "nuevos estudiantes" sólo tiene éxito un 40%, en ausencia de cualquier adaptación del sistema a sus necesidades mayores, de cualquier esfuerzo de las autoridades en suplir sus deficiencias, etc. Así que el 40% del 60% es el 24% del total de la población.<br />Teniendo en cuenta a los dos grupos, 28+24= 52: El 52% de la población total tiene éxito ahora.<br /><br />¿Ha bajado el rendimiento? <br />No, no lo ha hecho. El criterio de las calificaciones para determinar el éxito hemos quedado en que no ha bajado, y el 70% de éxito entre los "viejos alumnos" no ha bajado, porque sigue siendo el mismo. <br />La media de éxito, sin embargo, <b>sobre la población escolar</b> sí ha bajado, pasando del 70% al 52%.<br />Pero claro, es que la población de ahora es <i>toda</i>, y la de antes era <i>la parte más afortunada</i>.<br /><br />De hecho, si medimos la tasa de fracaso del sistema <i>no</i> sobre la población escolar <i>sino</i> sobre la población total, la tasa de fracaso del sistema ha pasado del 72% al 48%.<br />Si la medimos exclusivamente sobre la población escolar, ha pasado del 30% al 48%.<br /><br />¿Te ha quedado claro o necesitas un dibujo?Aloenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-49670630850992091082009-08-24T13:56:16.271+02:002009-08-24T13:56:16.271+02:00LA EDUCACION FORMAL:
Te equivocas completamente, ...LA EDUCACION FORMAL: <br />Te equivocas completamente, Raus, negando el continuismo de la educación formal: es su característica más sobresaliente.<br />Tú te dejas liar por oropeles, collares y abalorios distintos: pero es el mismo perro con otro collar, o la misma mona vestida de Prada.<br />Los cambios que inevitablemente se han producido en la escuela han sido porque los actores han cambiado (alumnos, profesores y padres), pero esos cambios han sido <i>fuera</i> de la escuela.<br /><br />Es falso que "en cada centro haya diversos profesionales que apoyan a los profesores para que lso alumnos (...) no se rezaguen". Está el Departamento de Orientacion y punto, que de ninguna manera da refuerzos ni dedica mucho tiempo a ningún alumno. Aproximadamente cuenta con una persona por cada 200-300 alumnos, así que su labor no es esa.<br /><br />Es falso que la formación del profesorado se tome en serio. Yo se lo que es formación continua tomada en serio y te lo puedo asegurar. <br /><br />Es falso que los profesores, en su mayoría, se tomen en serio o sepan lago de psicopedagogía y tal, y que todo eso que cuentas se aplique: se aplica con seriedad en Infantil 3-5, en Primaria un poquito, en Secundaria <b>cero</b>.<br /><br />No ha habido ningún medicamento nuevo, ni con sobredosis ni sin ella. Tu descripción del alumno de antes, que salía adelante o fracasaba él solito, sigue siendo <b>exactamente igual</b> de válida. Habría que añadir la ayuda de la familia cuando puede darla, claro, pero también lo mismo antes que ahora.<br /><br />En cuanto a la actitud de los profesores, da bastante risa lo que dices (tengo bastante edad para reirme porque he visto a conocidos y parientes recibir de uñas la Logse desde el principio, quedarse bastante aliviados después de que no cambiara nada, como temían, y entrar poco a poco en la moda de los lamentos jeremíacos "la culpa es de la Logse" que viene cojonudamente para no tener que buscar las causas del fracaso cuando se sienten fracasados. <br />A tal respecto, una lectura excelentemente útil (y cortita) para dar contexto, que encontré en el agregador de blogs "Planeta educativo" (altamente recomendable él mismo): <br /><a href="http://elcafedeocata.blogspot.com/2009/05/blob.html" rel="nofollow">El blob</a>Aloehttps://www.blogger.com/profile/15322770597801436976noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-83035157275824486232009-08-24T13:31:31.596+02:002009-08-24T13:31:31.596+02:00TELEBASURA: Yo ahí no me meto: no conozco ni a un ...TELEBASURA: Yo ahí no me meto: no conozco ni a un solo personaje de los que mencionas y no tenía idea de que fueran reverenciados y tal. Así que tendrás razón en lo del mal ejemplo de payaso televisivo como opción de vida más atractiva que ser científico. <br />Pero Raus ¿es la telebasura o es la sociedad en general? porque tendrias la misma o más razón si hablaras de futbolistas o músicos pop, si lo aplicaras a especuladores inmobiliarios y otros vividores en los entresijos del poder... Es el <i>chou bisnes</i>, y es el sistema económico entero. Aunque Messi y Botín fueran buenas personas de gusto y moral impecables, me temo que sería lo mismo.<br /><br />Yo no permito a mis hijos ver telebasura, pero muchos padres no tienen el mismo criterio sobre lo que es malo que tú o que yo. Es un problema de diferencias de opinión, ideología y criterios educativos. Si fuera por mi gusto o el tuyo, no verian telebasura, pero por la misma razón, si fuera por mi gusto no recibirían tampoco adoctrinamiento religioso, que me parece todavía más pernicioso.<br />Es inevitable que educar a los hijos de los demás nos parezca facilísimo, y no veamos más que defectos en lo que hacen los padres. Pero las diferencias de criterio educativo son inevitables.Aloehttps://www.blogger.com/profile/15322770597801436976noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-83280076171472341022009-08-24T13:16:41.594+02:002009-08-24T13:16:41.594+02:00LA LEY DEL PENDULO: Por muchas comillas que les po...LA LEY DEL PENDULO: Por muchas comillas que les pongas a las palabras como <i>familia</i> y demás, los excesos de hoy son <b>los mismos</b> que los excesos de ayer: autoritarismo, clericalismo, sociedad jerárquica y desigual, machismo, asimetria de poder y de acceso a la información. <br />Esas cosas se defienden menos, o se defienden menos abiertamente, pero siguen existiendo y dominando. Puede que algunas un poco menos, eso sí.<br /><br />Por cierto, el problema de que las menores se embaracen solo es un problema en la modernidad que deploras y en la infantilización que desapruebas. Antes las adolescentes se embarazaban pero no era problema ninguno. Por tanto, que <i>yo</i> lo considere un problema está claro, pero <i>tú</i> no sé por qué lo ves como problema.<br /><br />EL PASADO SIEMPRE PRESENTE: Muy bien, raus. Tu crítica del presente no tiene que ver con la nostalgia de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Acepto pulpo como animal de compañía. <br />Y como yo también creo que los malos tratos a menores son un mal contra el que hay que luchar, pues estamos de acuerdo.<br />Ahora, luego no te vuelvas atrás de esa posición y empieces de nuevo con lo de que los padres han empeorado ¿eh? <br />Porque de esas afirmaciones tuyas venía mi oposición.Aloehttps://www.blogger.com/profile/15322770597801436976noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-87542999139490444402009-08-24T13:06:28.051+02:002009-08-24T13:06:28.051+02:00Huy, Raus, lo que te da de sí el verano, no había ...Huy, Raus, lo que te da de sí el verano, no había visto el testamento que te has largado aquí. <br />Solo algún comentario, pero realmente con cansancio, porque cuando no se quiere ver ni escuchar, hay poco que hacer.<br />COMIDA BASURA: La mayoría de la población no ha interiorizado ni conoce suficientemente y de forma coherente la información dietética que le atribuyes. Cambiar los <b>hábitos</b> de toda la vida requiere mucho más que haber oído campanas sin saber donde, aunque las campanas sonasen a diario.<br />Requiere un propósito sostenido y difícil (como dejar de fumar), requiere mucha más información que algunos programas divulgativos, requiere cambiar las prioridades famialires y requiere gastar más dinero en comida.<br />Lo que tú defiendes ¿qué es? Si la población 1) no es tonta, 2) está bien informada y 3) es partidaria fanática de la salud y la delgadez, tu explicación de los hechos ¿exactamente cuál es?Aloehttps://www.blogger.com/profile/15322770597801436976noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-38339163830200933932009-07-22T23:37:42.749+02:002009-07-22T23:37:42.749+02:00PADRES BIENINTENCIONADOS, PERO INEFICACES.
Tampoc...PADRES BIENINTENCIONADOS, PERO INEFICACES.<br /><br />Tampoco es pertinente hablar de “maldad” en los padres que adoptaron ese “laissez faire” de tan lamentables consecuencias. Nada de eso. Muy al contrario. La infancia está idolatrada. Probablemente no ha habido una generación de padres tan preocupada por sus retoños, de que no les falte de nada, de procurarles una existencia entre algodones y felicidad ilimitada. <br /><br />Pero a la vista está que los resultados no se corresponden con las intenciones. Es el momento de usar la brújula, de que los padres dirijan a sus hijos, que combinen amor y disciplina, que sepan hacer responsable de sus actos al niño.<br /><br />Yo, por lo tanto, no percibo mala fe en los planes progresistas de cuando se implantó la LOGSE. Ni creo que el grueso de los profesores se cruzara de brazos ante las nuevas dificultades. Tanto los que creían en la LOGSE como los que no, hicieron lo posible para sacar la cosa adelante. Ciertamente, los cambios eran tan extremados en el espíritu y la letra de la Reforma, que ya hubo quien predijo el desastre venidero. No obstante, concedamos que muchos no vieran el error desde un principio. De acuerdo, concedido. Pero ya no ha lugar a más concesiones. ¡Ya no! Errar es humano, porfiar en el error, de necios, de ésos que tropiezan infinidad de veces en la misma piedra. No más autoengaño.<br /><br />Lo que cansa y preocupa, pues, de todo esto no es que las ideas y métodos “educativos” masivamente empleados por las familias españolas y la escuela sean erróneos (constituyen legión las familias que tienen la LOGSE metida en casa). Aquéllas y éstas han sido corresponsables a la vez que víctimas de la cultura de la permisividad. Lo que cansa es la reluctancia de muchos para deshacerse del modelo de enseñanza permisivo pese a los malos resultados que producen a ojos vista. En vez de pararse a pensar que “algo estaré haciendo mal” y buscar la solución en uno mismo, es preferible echar culpas a los demás. <br /><br />Hace unas décadas, el psicoanálisis (especialmente de Fraçoise Dolto) y la pedagogía recogieron el espíritu progresista de la época y lo vocearon a los cuatro vientos: “sea el mejor amigo de su hijo; no frustre sus deseos; dialogue con él; déjelo hacer: la naturaleza es sabia; sea comprensivo; no le dé órdenes: sugiérale las cosas; trátelo como a su igual; jamás le dé un cachete, aunque él patee la espinilla del abuelo: sería maltrato; evite todo signo de autoritarismo: queremos educar, no adiestrar…” Sin embargo, ya hay voces discordantes en la misma psicología desde hace años. Psicólogos que han comprendido el error; que, ahora, escriben libros para alertar a la población de cuán contraproducentes son las prácticas permisivas instauradas en colegios y hogares. También hay ya programas de televisión que hablan y tratan problemas educativos, que enseñan a los padres a decir “no” a sus hijos con la firmeza necesaria, a cómo conseguir que los menores se sientan responsables de sus actos. <br /><br />Por desgracia, encontramos en todos lados una oposición incompresible y ya decididamente contumaz, con las calderas del autoengaño trabajando a toda máquina. <br /><br />No necesitamos extremos. Ya hemos tenido bastantes. Ni una educación formal esclerótica ni una educación formal infinitamente “plástica” o, mejor dicho, “líquida”. El esfuerzo debe exigirse a todos: a padres, profesores y alumnos. Y precisamos, con urgencia, que los padres –en especial los padres- se hagan responsables de las conductas de sus hijos; y que todos los adultos –en especial los padres- enseñemos a los niños y jóvenes a responsabilizarse de sus actos, tanto si hablamos de estudios como si hablamos de conducir sobrio las noches de los sábados. Y a encajar las frustraciones inherentes a la vida. Nuestro problema –quizá nuestro mayor problema- es que concebimos la libertad como ausencia de responsabilidad y de deberes. La libertad es justo lo contrario.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-89595597034580331212009-07-22T23:35:31.466+02:002009-07-22T23:35:31.466+02:00ERRAR ES HUMANO; PORFIAR EN EL ERROR, DE NECIOS.
...ERRAR ES HUMANO; PORFIAR EN EL ERROR, DE NECIOS.<br /><br />Nunca he creído que la Reforma se concibiese con mala fe o por intereses espurios. Estoy seguro de que quienes la idearon creyeron de buena fe que los cambios que proponían eran necesarios. Que la parte de la población infantil que abandonaba los estudios tras la etapa obligatoria, tenía derecho a otro tipo de escuela, más humana y preocupada por ajustarse a la idiosincrasia y necesidades particulares de cada alumno. Que era necesario cambiar las estructuras obsoletas de la educación formal, acoger a todos, brindar las mismas oportunidades a los menos pudientes o necesitados, reconocer la dignidad intrínseca de los niños, etc. Y el sistema –así lo creo- hizo (hace) lo que pudo. Hoy hay activos profesionales que tratan de ayudar al profesor a vérselas con la diversidad: niños de extracción social humilde, o inmigrantes, o con problemas familiares y emocionales, o de otras culturas y lenguas extrañas, o con diversas taras físicas, psíquicas o intelectuales… <br /><br />Y estoy seguro de que los profesores que creyeron en la Reforma hicieron un notable esfuerzo por estar a la altura del reto a que se enfrentaban: el reto de intentar motivar a una población de alumnos más heterogénea, efectivamente “difícil” por unas y otras razones. Y no dudo de que la mayoría de ellos tratara de formarse pedagógicamente mediantes cursos y demás estudios, de ponerse al día, de conocer técnicas para facilitar el aprendizaje a los educandos (véanse los datos que ofrece un estudio de la OCDE al inicio de este artículo). Hay que recordar que los profesores en este país no son profesionales de la enseñanza. Es decir, ellos mismos son, ante las tremendas dificultades educativas actuales, víctimas de unos gobiernos (o una sociedad si se prefiere) que han destinado pocos recursos a la formación pedagógica de base de sus educadores. Por eso, un 89% de los profesores participa en cursos de formación, y un 55% demanda más formación de la recibida.<br /><br />Luego, claro está, tenemos a los profesores que nunca congeniaron con la Reforma. Los que, sí, quizá veían buenas intenciones en ella, pero poco más. Quienes vieron venir el trágala sin poder hacer nada. Quienes comprendieron que, sin duda, la enseñanza necesitaba un cambio importante, pero no en el sentido y los extremos pergeñados en la LOGSE. ¿Mala intención, maldad de los legisladores? No. Los reformadores creyeron sinceramente que la promoción automática del alumno, con independencia de su rendimiento, motivaría al alumno. <br /><br />Creyeron en la libertad, y que ésta no era otra cosa que espontaneidad. Cortar la espontaneidad del niño sería, por tanto, obrar contra su libertad. Creyeron en todas esas cosas. Creyeron en la bondad del “laissez faire”.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-42481645851610599302009-07-22T23:28:41.754+02:002009-07-22T23:28:41.754+02:00EDUCAR SIN AUTORIDAD: PERMISIVIDAD Y AGRESIVIDAD.
...EDUCAR SIN AUTORIDAD: PERMISIVIDAD Y AGRESIVIDAD.<br /><br />La escuela anterior a la Reforma necesitaba cambios importantes, pero no los que trajo la Reforma (o no todos). Con unas ideas psicopedagógica que sitúan al niño en el trono, padres y profesores tratan de escribir derecho sobre renglones torcidos. De todo hay, claro está, pero yo diría que tanto profesores como padres hacen lo que pueden: simplemente su margen de acción es limitado, porque así creen, confundidos como están, que debe serlo. ¿Qué puedo hacer para clavar un clavo sin martillo ni nada parecido? Sin los instrumentos de autoridad necesarios para educar, tanto la escuela como los hogares se han visto desbordados e impotentes ante críos idolatrados por el “laissez faire” de inspiración roussoniana y providencias políticamente ultracorrectas cada vez más extremistas. <br /><br />Tanto en los hogares como en las aulas, la autoridad del adulto se ha visto mermada por una corriente ideológica que demoniza la disciplina y el deber, y bendice el diálogo y la imitación social como principales instrumentos educativos. “Si mi hijo me ve comer verdura, comerá verdura”. “Si mi hijo me ve leer, leerá". “Si le explico a mi hijo las bondades de la verdura, tomará verdura.” Por desgracia, no es tan sencillo. ¿Por qué habrían de imitar los niños a sus mayores? Los niños –como los adultos- imitan a quienes admiran o respetan. Y son muchos los padres que no se hacen respetar de sus hijos porque una red invisible de falsas creencias se lo impide. <br />Hoy sabemos que muchos padres, maestros y profesores acaban agotados tras unas pocas horas (o minutos) de estar con los niños, tras infinitos intentos de que les escuchen o imiten. Literalmente agotados, de los nervios, a punto de estallar. Andan continuamente buscando las palabras adecuadas que hagan sonar la flauta. Repiten mil veces el mismo mensaje trémulo y amoroso, ya suplicante, con la esperanza vana de que el crío coma verduras, lea, haga sus deberes, la cama, recoja los juguetes, vuelva a sus horas, deje la Play, deje de ver la tele,… Temen la rabieta del niño, que les chantajee emocionalmente, que les grite el temible “¡no te quiero!”, que les coja manía, que se frustre, que se enoje… Como nada de esto funciona, la vista se espesa, se les deja hacer… o se recurre a los gritos y los golpes. <br /><br />Pues, para colmo de males, las prácticas permisivas, masivamente empleadas en nuestros hogares, suelen acabar en violencia verbal y física, tanto de los adultos como de los niños y jóvenes. Las palabras, por sí solas, no funcionan. Los padres, al final, suelen recurrir al expeditivo azotazo, a gritos y enfados. Pero el grito y el cachete desesperados no solucionan nada cuando ya estamos ante niños que, desde la cuna, saben por experiencia que a base de rabietas, palabrotas y discusiones consiguen la mayoría de las cosas que antojan. Las luchas de poder entre menores y mayores ya están establecidas, bien arraigadas.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-7868017618843984342009-07-22T23:27:19.476+02:002009-07-22T23:27:19.476+02:00SOBREDOSIS Y CARICATURA ACTUAL.
El modelo de ense...SOBREDOSIS Y CARICATURA ACTUAL.<br /><br />El modelo de enseñanza propuesto por la Reforma es, sin duda, la imagen invertida del anterior: ahora el responsable único (o casi) del éxito o fracaso en los estudios es el sistema: los profesores, sus formas de enseñar, de explicar, de “motivar”… Si el alumno fracasa, la culpa es del sistema, que no se ha implicado lo suficiente: no ha motivado al alumno. Del alumno responsable de su suerte, se ha pasado al alumno a-responsable. Del sistema inocente de toda culpa se ha pasado al sistema sospechoso o culpable del fracaso del alumno. Ya no hay alumnos torpes o vagos. Hay diversidad: son “especiales” o “difíciles”, jamás torpes o vagos.<br /><br />¿Cómo mantener en el sistema a niños de toda condición y procedencia (diversidad)? El factor clave, para los reformadores, era la “motivación” del alumno. Para que ésta no decayese, se arbitraron medidas que lenificaran la estancia de niños y adolescentes en clase:<br /><br />- Se propagó la idea de que el sistema no buscaba formar empollones. Éstos fueron desacreditados: aprendían de memoria, no aprendían significativamente, olvidaban lo estudiado tras el examen… El esfuerzo, la voluntad y la memorización tesonera quedaron, pues, en la cuneta. El que no fuera capaz de hincar los codos, seguiría, no obstante, formando parte de la proteica y “enriquecedora” diversidad del grupo.<br />- Los empollones, además, desalentaban al resto. Suscitaban envidias, representaban la estructura piramidal y jerárquica de tiempos pasados.<br />- Las notas numéricas en las evaluaciones también desalentaban. Recordaban a la escuela de la que se venía: una escuela de “listones” para alumnos competidores. Se ideó lo de “progresa adecuadamente y necesita mejorar”, metiendo en el mismo saco lo normal, lo bueno, lo notable y lo excelente.<br />- Los suspensos, cómo no, también desalentaban al personal. <br />Por eso, los gobiernos que implantaron la Reforma permitieron que los alumnos pasasen de curso automáticamente (esto hasta el 2003). <br />- Además, lo importante ya no sería tanto el rendimiento académico del alumno como que fuera feliz, solidario, colaborador, democrático, tolerante, progresista...<br /><br />Estas medidas, y otras, nos llevaron a la progresiva institucionalización de “vista gorda”, en un régimen educativo más centrado en las actividades y “procesos” que en los resultados y el rendimiento. Cuando digo “vista gorda”, digo autoengaño causado por la impotencia. La media del rendimiento bajó forzosamente desde la retención forzosa en clase de alumnos que, de ser por ellos, no estarían allí. Inevitablemente, también “había” que bajar el nivel, exigir menos para no desmotivar y provocar deserciones prematuras. Pero muchos alumnos, a quienes ya no se les exigía hincar codos, seguían descolgándose. Sus cuerpos estaban físicamente presentes, pero no su imaginación. Procedía, de nuevo, bajar el nivel. ¿Cómo es posible que los críos se desmotivaran en una escuela que les ponía (que les pone) las cosas tan fáciles? Muy sencillo: porque lo que no cuesta, no se valora; y lo que no se valora, no se respeta. Lección sencilla que, sin embargo, parecen desconocer los reformadores de la LOGSE.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-63024202563634240722009-07-22T23:25:21.679+02:002009-07-22T23:25:21.679+02:00LAS DOS CARICATURAS DE NUESTRA EDUCACIÓN FORMAL.
...LAS DOS CARICATURAS DE NUESTRA EDUCACIÓN FORMAL.<br /><br />No podemos hablar de continuismo en educación. Estaríamos faltando a la verdad. Ha habido muchos cambios, pero la mayoría erróneos por su desmesura. El modelo anterior a la Reforma convertía al alumno en (casi) el único responsable de sus éxitos o fracasos. Si le aprobaban, era porque estudiaba (empollaba) o era inteligente. Si suspendía, porque era vago, torpe o no valía. Era él quien tenía que “moverse”. Dicho con alguna exageración: el maestro explicaba la lección, si el alumno no la entendía o asimilaba, allá él. Esto, llevado al extremo, fue fatal para muchos alumnos que, simplemente, estaban emocionalmente apartados del sistema, con independencia de su nivel intelectual. El sistema no sólo “expulsaba” a los vagos o torpes: también a alumnos que, aunque capaces, repudiaban unos métodos más o menos escleróticos de enseñanza, aliñados, no pocas veces, con el vinagre de la crueldad. Muchos –demasiados- se quedaban por el camino. Los derechos del niño eran cosa desconocida. Era necesario un cambio para hacer disminuir el fracaso y el abandono escolares. Ése fue, en parte, el objetivo de la Reforma. Cuestión de humanidad, justicia y rentabilidad para todos.<br /><br />¿Cambió el espíritu del sistema educativo? Por supuesto: por fortuna, ya ningún maestro o profesor se atreve a imponer castigos físicos a ningún alumno (ni puede por ley); en cada centro hay diversos profesionales que apoyan a los profesores para que los alumnos con necesidades educativas especiales (acnee) no se rezaguen. La Administración imparte de continuo cursos para formar pedagógicamente a los maestros y profesores. En las academias que preparan a opositores de psicopedagogía, se hace gran hincapié en que los pupitres deben estar en forma de U invertida para fomentar la comunicación y la participación del alumnado; en que las clases deben ser activas y participativas; en que hay que buscar la manera de motivar al alumno; en que hay que formar grupos de trabajo, de debate, de investigación; en que el aprendizaje no debe ser meramente memorístico, sino significativo… Mas, como en tantas otras cosas de la vida, lo malo no era el (nuevo) medicamento, sino la dosis: la sobredosis.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-86872083845088095932009-07-22T23:23:13.777+02:002009-07-22T23:23:13.777+02:00TELEBASURA PARA NIÑOS Y JÓVENES.
En realidad, no ...TELEBASURA PARA NIÑOS Y JÓVENES.<br /><br />En realidad, no hace falta inculcación ideológica para que los niños y jóvenes coman alimentos sabrosos (los muy calóricos y grasientos), consuman drogas, retocen sin engorros profilácticos, vistan como quieran, no hagan nada si no están “motivados”, etc. Basta con que se aplique el consabido y catastrófico “laissez faire” glorificado por la antipsiquiatría y por psicólogos y pedagogos progres de la hornada sesentera. <br /><br />El colmo es cuando ese “laissez faire” es reforzado por ideologías afines a las inclinaciones naturales de niños y jóvenes, irreflexivos de por sí. ¿Algo más “natural” que el deseo sexual, por poner un ejemplo? La excarcelación de ese deseo nos lleva al disparate de encumbrar y a afamar a “actores” y “actrices” porno, como si de eminencias se tratara. Enciendo la televisión y veo a la famosísima Lucía Lapiedra haciendo de periodista, preguntando, en un plató de televisión, a no sé quien sobre cuestiones de curandería. ¿Qué pinta ahí esa mujer? Antiguamente hubiese sido cruelmente vituperada y estigmatizada; hoy es reverenciada por ser un símbolo del placer carnal, del hedonismo y el narcisismo más exacerbados. Imposible imaginar gilipollez más acabada. Cuando un crío vea estos insólitos encumbramientos en la “educativa” televisión que tenemos, no podrá extrañarnos que desee ser futbolista, puto/a de relumbrón, o cocinero con fundamento, o periodista de prensa amarilla. Son oficios que dan fama, vidilla a la entrepierna, gusto al paladar y materia prima para cotillear. Gran rentabilidad a cambio de “poco” esfuerzo. ¿Nos puede extrañar que haya una crisis de vocaciones científicas en nuestro país?<br /><br />Pero la televisión que tenemos es, la más de las veces, la que nos merecemos, pues en ella quedan reflejados los deseos, las maneras, y las ideas de buena parte de la población: la chabacanería en el hacer y el decir, el narcisismo de los cuerpos, la fama arrabalera, la mitificación de la pornografía, la violencia gratuita, el analfabetismo como bandera de “igualdad”, los tacos sin cuento, la procacidad, la libertad sin límites, el pan y circo, la demagogia barata, la mentira, los chismorreos, las tonterías sin fondo.<br /><br />La televisión también maleduca. ¿Lo digo (sólo) yo? No, también Arturo Canalda, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. Muchos niños ingieren comida-basura, y muchos ven televisión-basura. ¿Quiénes son los responsables? Evidentemente: los padres. Ellos deberían impedir que sus hijos viesen programas y teleseries vomitivos. ¿Por qué no lo impiden? Canalda nos dice que muchos padres no protegen a sus hijos de esas teleseries horripilantes “ideadas” para niños y jóvenes, como, por ejemplo, “Física y Química”. Son series en que se encanija la autoridad de los padres, o se les ridiculiza.<br /><br />Sí, la televisión que tenemos es horrible, pero es responsabilidad de los padres evitar que los niños vean lo que no deben ver, o de que vean esos programas con la presencia crítica de un adulto que cuestione los contenidos emitidos.<br /><br /> http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=5600&accion=extRaushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-60116386737183099752009-07-22T23:21:25.268+02:002009-07-22T23:21:25.268+02:00EL PASADO SIEMPRE PRESENTE.
Dices, Aloe:
“Los mal...EL PASADO SIEMPRE PRESENTE.<br /><br />Dices, Aloe:<br />“Los malos tratos son un mal grave. En mi opinión, son un mal mucho menos extendido que antes, lo que significa que nos preocupa mucho más que antes. A mi y a casi todo el mundo. No entiendo donde ibas a parar sacando eso a colación ni qué tenía que ver con nada, excepto intentar acusarme de dios sabe qué.<br />¿O acusar a los padres en general? Sinceramente no entiendo ni qué defiendes ni a donde quieres llegar.<br />¿Que hay malos padres? Efectivamente. <br />¿Que hay una nueva epidemia de malos padres, como pareces querer decir?<br />No, no la hay, antes los padres maltrataban más, te he contestado yo.<br /><br />¿Viene eso al caso de nada? Creo que no, salvo intentar acusarme de algo, sea lo que sea, y por traído de los pelos que esté.<br /><br />Hablando en general, si tus argumentos respecto a lo mal que va todo y la catástrofe que nos estamos buscando no se basan en que "antes esto no pasaba", no sé a qué otra finalidad argumentativa pueden responder. ¿Que esa no era tu finalidad argumentativa, defender en general que ahora los padres son peores padres, la sociedad es una sociedad peor y el bienestar ha disminuido?<br />Pues vale, pues me alegro. Entonces no estamos discutiendo de nada, porque ni tu mismo sabes a donde quieres llegar y lo que quieres defender.”<br /><br /><br />De verdad, Aloe, que ya me da grima volver a la misma explicación que, al parecer, estás ideológicamente incapacitada para entender. Pero te lo voy a explicar con un ejemplo que, la fortuna lo quiera, te ayude a comprender mi cansancio cuando, una y otra vez, sorda e impenitente, vuelves con la cantinela de comparar el presente con el pasado.<br /><br />Juan es un ingeniero aeronáutico, de ésos que trabajan en coches de fórmula 1. El director del proyecto llama a todos los ingenieros y mecánicos para hablar del modelo que han hecho.<br /><br />Director: - ¿Cómo va el nuevo modelo?<br />Juan: -Va muy bien, señor.<br />Pedro (otro ingeniero): -Bueno, va bien, pero los frenos dejan algo que desear. Al frenar, las ruedas de atrás hacen un pequeño extraño. Hay que averiguar la causa y corregirlo.<br />Juan: -¿Acaso no son mejores los frenos de este coche que los del anterior modelo?<br />Pedro: -sí, no digo que no, pero el problema que señalo hay que tratar de eliminarlo. También hay algún problema con la aerodinámica del alerón. Presenta un exceso de resistencia al aire. Todavía no sabemos por qué.<br />Juan. -¿Me estás diciendo, acaso, que la aerodinámica del modelo anterior era mejor? Ofrecía mucha más resistencia al aire. No sé cómo puedes decir tal cosa. ¿Es que quieres que volvamos a diseñar en modelo anterior?<br />Pedro:- Vale, ¿pero qué sacamos con esa comparación? Lo que tenemos que hacer es centrarnos en el problema presente e intentar solucionarlo: hacer un buen diagnóstico, diseñar nuevas piezas si fuera necesario, ponerlas a prueba y evaluar el rendimiento del coche en esos aspectos. No propongo incurrir, ni por asomo, en los fallos del anterior modelo, sino mejorar el de ahora.<br />Juan: -Qué pronto te olvidas de los problemas tremendos que nos dio el anterior modelo: corría menos, frenaba peor, no era fiable en las curvas, no era competitivo, los pilotos salían del coche arrugados como pasas… No sé dónde quieres ir a parar.<br />…Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-50413121936853054962009-07-22T23:19:35.834+02:002009-07-22T23:19:35.834+02:00LA LEY DEL PÉNDULO.
Pero con esto no estoy dicien...LA LEY DEL PÉNDULO.<br /><br />Pero con esto no estoy diciendo que la ley del péndulo no haya de ser tenida en cuenta a la hora de explicar lo que está pasando. Al contrario: es una ley de gran poder explicativo. Simplemente no es aplicable al caso de la obesidad infantil que padecemos.<br /><br />En efecto: el “destapismo” y el nudismo han sucedido a una época de cuerpos tapados de cabeza a pies; a la represión sexual le ha seguido el amor libre y la pornografía; al machismo, el feminismo de igualdad o el de género (“hembrismo”); a las relaciones sociales jerárquicas, el igualitarismo; al influjo eclesial, el laicismo; a la era del deber, la era de la seducción; a los valores carpetovetónicos, la anglofilia y el gusto por lo exótico; a la homofobia, la “homofilia”; al ninguneo de los menores, su idolatría; a la familia tradicional, los divorcios, las parejas de hecho, la “familia” “monoparental”; a la reprobación de los “vicios”, la pública exhibición de las adicciones; al autoritarismo, la permisividad; a la distancia entre padres e hijos, el ensalzamiento de la amistad entre aquéllos y éstos; a los arrepentimientos, la desvergüenza; a la era de la voluntad, la de la motivación y la abulia…<br /><br />Sí, las sociedades (no sólo la sociedad española) occidentales de hoy son, en gran medida, la imagen invertida de las sociedades de ayer, su negativo. Lo malo del asunto es que los excesos del pasado han sido sustituidos por excesos opuestos, pero excesos al fin y al cabo. A una caricatura (a una forma de irracionalidad) le ha sucedido otra, la del signo contrario. En muchas cosas se ha ido de extremo a extremo, haciendo caso omiso de la moderación y el buen juicio. Los rasgos represivos de antaño se han reconvertido en rasgos liberadores, pero sin contención, rozándose el simple y llano libertinaje. <br /><br />Cuando yo llamo la atención sobre los problemas y excesos de hoy no es con la intención de hacer un velado o explícito elogio del pasado, ni una ponderación de sus virtudes. Nada de eso, y a las pruebas me remito. Deploro los despropósitos de entonces y deploro los de ahora. Lo que quisiera es ver la manera de solucionar los problemas que hoy nos toca vivir. Cuando hago referencia a nuestro pasado (la hago ahora), no es para tomarlo como modelo a recuperar, sino para explicar que de sus excesos han nacido los de signo contrario.<br />Sí, pero el pasado no nos sirve para justificar nada. Una cosa es explicar y otra justificar. Los seres humanos tenemos cabeza no sólo para llevar sombrero, y debemos ser conscientes de que un dislate social o histórico no se enmienda con el dislate inverso. <br /><br />No nos vale el pasado como coartada: ni para justificar la obesidad de los críos ni para excusar ningún otro desatino de la educación que reciben los niños y los jóvenes. El pasado podría excusar el presente si simplemente fuésemos animales irracionales que, sin juicio ni reflexión, huyésemos de un extremo para caer en el opuesto. El problema es que, en muchas ocasiones, obramos a la manera de criaturas irracionales. Evidentemente, nos podemos exigir más.<br /><br />Los 11.000 embarazos anuales de nuestras menores no pueden ser justificados con el “argumento” de que, hace décadas, reinaba la represión sexual. Tampoco la obesidad infantil se justifica así, ni de otra manera. Ni ningún otro problema actual. La necesidad de huir de los fantasmas del pasado es comprensible, pero no que la huida sea ciega y torpe, como la practicada hoy.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-31302814144400055182009-07-22T23:17:46.987+02:002009-07-22T23:17:46.987+02:00OBESIDAD.
Parece, Aloe, que aplicas aquí la famo...OBESIDAD.<br /> <br />Parece, Aloe, que aplicas aquí la famosa ley del péndulo. Otrora se pasó hambre (hasta los años 50, me apuntas). Eso traumatizó a nuestros padres, abuelos o bisabuelos, quienes transmitieron a sus retoños hábitos dietéticos compensadores: el gusto por las comidas calóricas y grasientas. Y así, rulando las generaciones, hasta los rollizos críos de hoy.<br />Probemos la misma fórmula con otros problemas. En tiempos de Franco hubo una gran represión sexual. El sexo fuera del matrimonio era motivo de escándalo, escarnio y censura. <br /><br />Esta represión fue traumática para nuestros abuelos o bisabuelos, quienes transmitieron a sus descendientes ideas o conductas sexualmente liberales. Eso explicaría por qué, hoy, se producen unos 11.000 embarazos no deseados entre nuestras menores.<br />¿Es descabellado este planteamiento? En el caso de la obesidad infantil lo es por diferentes razones:<br />- Los niños no necesitan ser “entrenados” para que coman comida-basura. Ellos –como los adultos- están naturalmente inclinados a comer alimentos híper calóricos y grasientos. Más bien, necesitan lo contrario. <br />- Los padres podrían reforzar esa inclinación natural de los críos, desde luego; pero, si lo hacen, no es porque, en general, carezcan de la información dietética necesaria. Las bondades de la dieta mediterránea han sido divulgadas a bombo y platillo. Los perjuicios de la comida-basura también. Cualquier persona en sus cabales sabe qué significa la terminante expresión “comida-basura”. Creer otra cosa es suponer a la gente no ya inculta, sino imbécil.<br />- Los mensajes médicos y publicitarios pro-delgadez inundan las revistas, los anuncios, los programas de televisión....<br />- Los mensajes públicos (médicos o estéticos) contra la gordura y sus riesgos se cuentan por millones.<br />- La obsesión por estar delgado es patente y manifiesta. Incluso peligrosa.<br />- Salvo alguna persona obesa resignada con su peso, nadie hace apología de la gordura. Cuando se hace, es a modo de autodefensa.<br />- Hay personas de noventa años que, pese a haber pasado penurias en su juventud y carecer de estudios, se mantienen voluntariamente delgadas.<br /><br />Es decir, probablemente, no ha habido en la historia humana una época tan ferozmente enemiga de la gordura como la nuestra. No sólo la de España, sino, en general, la de Occidente. España es el tercer país en que más operaciones de cirugía plástica se hacen al cabo del año, sólo por detrás de EE.UU. y Brasil.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-11591069282370670132009-07-22T23:13:06.834+02:002009-07-22T23:13:06.834+02:00DATOS Y NO PAMPLINAS.
¿Podrías alegar algo contra...DATOS Y NO PAMPLINAS.<br /><br />¿Podrías alegar algo contra las razones que te he presentado? Supongo que para ti siguen siendo pamplinas. Tú quieres pruebas, datos. Haciendo caso omiso de la lógica, te aferras al prejuicio ideológico de que el rendimiento y los conocimientos no han bajado. Eso sí, reconoces que los datos que tú manejas no permiten concluir nada: no son concluyentes. Dices que son lo que hay. ¿Qué podemos hacer, entonces? ¿Simplemente conjeturar? ¿Y si preguntamos a alguien que, en buena lógica, sí disponga de datos más fiables y seguramente concluyentes?<br /><br />¿Qué tal si le preguntamos a Mar Moreno, Consejera de Educación en el Gobierno andaluz, sobre esta cuestión?<br /><br />(PERIODISTA): -“¿PARA INCLUIR A MUCHOS SE HA BAJADO EL NIVEL?”<br /><br />(MAR MORENO, CONSEJERA DE EDUCACIÓN): -“NO HEMOS BAJADO EL NIVEL, BAJA LA MEDIA. LOS BUENOS ALUMNOS SIGUEN TENIENDO ÉXITO PERO LAS MEDIAS BAJAN CUANDO EL RENDIMIENTO DE LOS QUE SE INCORPORAN ES PEOR. SE HA DEMOCRATIZADO EL ACCESO, AHORA TENEMOS QUE DEMOCRATIZAR EL ÉXITO.”<br /><br />http://www.elpais.com/articulo/espana/Mar/Moreno/regresa/Gobierno/andaluz/consejera/Educacion/elpepuesp/20090422elpepunac_12/Tes<br /><br />Exactamente lo que dije yo. Lógica e inevitablemente, la media baja. Ahora bien, tú, Aloe, puedes seguir pensando que la respuesta de esta consejera de educación es otra pamplina. Tú sabrás. Pero yo tengo bastante claro que Moreno no tiene ningún interés político (ni de otro tipo) en afirmar que la media de rendimiento ha bajado. No lo puede tener quien, precisamente, pertenece, muy de lleno, al partido político que aprobó la LOGSE para nuestras aulas. <br /><br />La contestación de la consejera de educación no es, a ojos vista, interesada, sino honrada y sincera. Y suponemos que sí debidamente informada. <br /><br />¿Y el rendimiento de los mejores qué? Ya lo he explicado: es imposible que lleven el ritmo anterior a la Reforma, debido a que el paso de los alumnos forzosos es más lento o mucho más lento. Siguen teniendo éxito, claro, pero respecto de una media más baja que la de antes de la LOGSE. ¿Tiene algún sentido negarse a aceptar esta evidencia?Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-37422145304025102192009-07-22T23:11:33.118+02:002009-07-22T23:11:33.118+02:00SOBRE EL RENDIMIENTO DE LOS ALUMNOS.
Es evidente ...SOBRE EL RENDIMIENTO DE LOS ALUMNOS.<br /><br />Es evidente de todo punto que la media del rendimiento ha bajado significativamente con respecto a antes de la Reforma. Pero esto, insisto, no constituye una crítica, de por sí, a la Reforma. Era totalmente previsible. Si escogiésemos dos muestras aleatorias de estudiantes anteriores a la Reforma y comparásemos su rendimiento académico con otra muestra aleatoria de jóvenes de hoy, aquéllos les darían sopa con onda a éstos. La razón es clara y sencilla de entender: A partir de la LOGSE las aulas se llenan de chicos que, si por ellos fuera, no estarían allí. Es decir, se extiende la escolarización obligatoria hasta los 16 años, para todos. Esto significa que el profesor se va a enfrentar a una clase con una porción de alumnos que, en general, estará poco entusiasmada con verse allí, que será “difícil”, que se negará a estudiar. Por supuesto, una parte de esos alumnos es, sencillamente, torpe para los estudios, y requeriría una atención especial del sistema. Cuando el profesor tenga que explicar la fotosíntesis, se encontrará con que los “fáciles” entienden y asimilan el fenómeno con bastante rapidez, bien por entendederas, bien por hábitos de estudio sólidos; pero que una parte de los incorporados por la fuerza no lo entiende con tanta facilidad. En consecuencia, el profesor deberá emplear tiempo y energía extras en intentar que los forzosos anden al paso de los voluntarios. Es decir: se ralentiza la marcha de los mejores, de modo que el programa, seguramente, no podrá ser visto en su totalidad, ni con la hondura propia de antes de la Reforma. <br />No sólo baja la media del grupo: también baja el rendimiento del subgrupo de los mejores por un efecto de “lastre” o “ralentización”.<br /><br />Por otra parte, la desgana de los forzosos se transmitirá, seguramente, a más de uno de los buenos, que tornarán a ser alumnos forzosos.<br /><br />Sin embargo, tú, Aloe, nos dices que los mejores de hoy son mejores que los de antes. ¿Cómo es eso posible? ¿Por arte de magia? ¿Por intervención divina? ¿Cómo es posible que pienses que la incorporación forzosa de alumnos “difíciles” no ha bajado la media grupal y la de los “fáciles”? Para que se mantuviera el rendimiento medio de los “fáciles”, el sistema (¡y los alumnos!) tendría que haber hecho un sobreesfuerzo tremendo. Empero, lo que tú afirmas es:<br /><br />1. Que hay “una absoluta continuidad sin salto en el sistema educativo”. <br /><br />2. Que el sistema no ha hecho absolutamente nada.<br /><br />En otras palabras: que el sistema educativo no se ha adaptado o esforzado para mejorar el nivel de los alumnos. Podemos llamarle “inmovilismo” del sistema educativo.<br /><br />Tenemos, entonces, lo siguiente:<br /><br />- Una situación de clase objetivamente más difícil para el profesor que antes de la incorporación de los alumnos difíciles (antes de la LOGSE). (¡Supongo que reconocerás que estamos ante una situación objetivamente más difícil!)<br /><br />- Una absoluta continuidad sin saltos del sistema educativo (inmovilismo), según tú.<br /><br />- Un sistema educativo que no ha hecho, a tu juicio, absolutamente nada.<br /><br />Pese a todas estas premisas (mucha mayor dificultad pedagógica en el aula y absoluto inmovilismo del sistema), tú, Aloe, afirmas que el rendimiento académico de los alumnos de hoy es mejor que el de los alumnos de antes de la Reforma. Eso es, sencillamente, imposible. Si lo es, soy todo oídos.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-87023657438295226462009-07-22T23:09:33.837+02:002009-07-22T23:09:33.837+02:00DATOS OFICIALES Y CURRÍCULO OCULTO.
Dices, Aloe: ...DATOS OFICIALES Y CURRÍCULO OCULTO.<br /><br />Dices, Aloe: <br />“Si tú crees que "probablemente" los alumnos que tienen éxito ahora tienen menos nivel que los que tenían éxito antes, demuéstralo. NO tienes datos para ello." <br /><br />"Mientras tanto, yo puedo decir que "probablemente" el nivel de esos alumnos no ha bajado, para lo cual me atengo: a los curriculos oficiales, a los temarios de los libros de texto, al mayor número de asignaturas, a la absoluta continuidad sin saltos que ha habido en el sistema educativo, y al hecho de que en algunas materias que antes se daban extraordinariamente mal (música e inglés, por ejemplo) el nivel no ha variado demasiado, pero en lo poco que lo ha hecho ha sido indiscutiblemente para mejor y no para peor.<br />No son datos concluyentes, pero son los que hay.” <br /><br /><br />Aloe, andas muy escasa de imaginación. Los currículos oficiales, los temarios de los libros de texto, el mayor número de asignaturas, etc., no indican, en rigor, nada. Te olvidas de una cosa que llamamos “currículo oculto”: los profesores pueden hacer muchas cosas para facilitar la tarea de aprobar a sus alumnos, sin despeinarse, incluso con el programa delante de las narices, aparentando “ceñirse” a él: pueden soltar indirectas sobre qué apartados o epígrafes saldrán en el examen; pueden recortar material para el examen u obviar determinadas preguntas complejas; pueden hacer preguntas de lo más fáciles; pueden sobrevalorar la nota de un examen en atención al esfuerzo (real o supuesto) que haya hecho el alumno; pueden hacer la vista gorda ante determinadas contestaciones en los exámenes que corrigen, pueden sobrevalorar el rendimiento, etc. Puede enmascararse el fracaso de muchos alumnos con la licencia para pasar de curso con varias asignaturas (no marías) suspensas (de hecho, la LOGSE impuso la promoción automática incluso para secundaria). Los planes pueden ser, en teoría, lo complicados que se quiera. Otra cosa es que se cumplan.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-4801863213586211872009-07-22T23:07:43.967+02:002009-07-22T23:07:43.967+02:00¿PROFESORES A LA BARTOLA?
Hablas de, quizá, un 20...¿PROFESORES A LA BARTOLA?<br /><br />Hablas de, quizá, un 20% de profesores currantes. Éstos son tus datos de buen cubero. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) nos ofrece algunos de los suyos. Expongo los relativos al profesorado español:<br /><br />- El informe realizado por la Organización para la Cooperación y del Desarrollo (OCDE) con el apoyo de la Comisión Europea para evaluar la calidad de la enseñanza en 23 países, que incluye a España pero deja fuera a Estados miembros como Francia o Alemania, señala la falta de incentivos y el mal comportamiento en las aulas como los dos elementos fundamentales que dificultan la labor pedagógica de los profesores de educación secundaria obligatoria en los países estudiados. Tres de cada cuatro profesores consultados "sienten que les faltan incentivos para mejorar la calidad de su trabajo", mientras que las aulas de tres de cada cinco centros escolares se ven alteradas por el mal comportamiento de los alumnos.<br /><br />- El 16% del tiempo lectivo es empleado por los profesores a poner orden en clase. A mandar que se callen, que no molesten…<br /><br />- En las aulas de tres de cada cinco centros escolares se ven alteradas por el mal comportamiento de los alumnos.<br /><br />- El portavoz de la OCDE también ha indicado que el 89% de los profesores encuestados participa en acciones de formación y que, además, el 55% de los docentes demanda más formación de la que reciben, especialmente en el uso de tecnologías de información y comunicación o cómo responder a las necesidades específicas de un tipo de alumnado. En el caso de España, el 16% de los profesores debe asumir el coste del 100% de los gastos que suponen este tipo de cursos, una cifra que dobla la media del informe. Sólo el 54,8% recibe formación sin que le suponga coste alguno, mientras que la media es de un 65%.<br /><br />http://mitarima.wordpress.com/2009/06/17/uno-de-cada-cuatro-profesores-dedica-el-30-de-la-clase-a-hacer-callar-a-sus-alumnos/<br /><br />¿Es ésta la casta de los intocables, de epulones?<br />¿Dan a entender estos datos que el profesorado español sea vago, irresponsable o poco currante? Rotundamente no.<br />¿Y son malvados los padres españoles? No, jamás he dicho eso. El problema, tanto de profesores como de padres, es otro, muy otro. Principalmente de ideología errónea (la cultura de la permisividad) en materia de educación, la cual afecta a ambos conjuntos por igual (aunque, por razones obvias, el profesorado se percata antes del error de la ideología que subyace a la educación actual). Lo lamentable, como intentaré explicar, no es el manifiesto error en que se incurre al tratar de educar a los niños, sino que, contumazmente, ese error se dilate en el tiempo, que se haga la vista gorda y espeso el oído, que no se esté dispuesto a reaccionar de una vez por todas.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-80142679234737538502009-07-22T23:04:45.756+02:002009-07-22T23:04:45.756+02:00PREGUNTA: - ¿SON RESPONSABLES LOS PADRES (O EN QUÉ...PREGUNTA: - ¿SON RESPONSABLES LOS PADRES (O EN QUÉ MEDIDA) DE LA OBESIDAD (SALUD) DE SUS HIJOS?<br />RESPUESTA: -¡FRANQUISTA!<br /><br /><br />“MUCHOS SON UNA MINORÍA.”<br /><br />¿Tiene significado “mucho” en sentido absoluto, Aloe? Veo una bandada de 200 pájaros y digo: “Muchos pájaros van ahí”. Mi acompañante ve otra cosa: “Bah, son pocos pájaros”. ¿Quién lleva razón? “Mucho” es sólo una apreciación personal, ni más ni menos, pero carente de sentido si no se justifica. ¿”Mucho” en relación a qué? ¿Por qué un 20% de departamentos es mucho en sentido absoluto? Se dice que “mucho” es lo abundante, lo que sobrepasa lo normal. ¿Estamos por encima de lo normal en estos bienes? No lo sabía. En otras palabras: que no pasa nada si tenemos un 80% de universidades sin departamentos de investigación buenos, o sin departamentos. Con que tengamos un 20% está bien, porque eso supera lo normal. <br /><br />Los profesores universitarios responsables de buenos departamentos y de enseñar a investigar, ¿en qué sistema educativo aprendieron? ¿Se convirtieron en buenos profesores-investigadores bajo los planes de la Reforma? ¿Surgen por generación espontánea? ¿En la excelencia de su formación no tuvo nada que ver la escuela y la secundaria? Si son investigadores provectos, entonces estuvieron formados en el sistema anterior a la Reforma. Si son investigadores jóvenes (de la Reforma), sus formadores recibieron su educación en las aulas tradicionales. Lo mires como lo mires, el sistema que tú tanto deploras está necesariamente detrás de la investigación actual. Tú, Aloe, hablas peyorativamente de continuismo del sistema educativo. Ya, pero ese continuismo –que tú denuncias pero que es inexistente- es también el origen de esos departamentos de investigación internacionalmente competitivos. Reconocer las virtudes –sean pocas o muchas- de lo que, en general, no nos agrada, no es hacer un acto de apología, sino de llana justicia.<br /><br />No es difícil comprender cuál es la fuente de tus manifiestas contradicciones, Aloe. Te debates entre dos odios o fobias que nublan la sindéresis. Por un lado tenemos tu obsesión contra el pasado franquista, al que tienes como referente absoluto para tratar cualquier problema social actual, venga o no a cuento. Esa obsesión te inspira todas tus declaraciones acerca de lo buena que es hoy la enseñanza en comparación con la del pasado. Por otro lado está tu fobia a quienes tú atribuyes privilegios de casta intocable: los maestros y profesores (o, para ser más exactos: maestras y profesoras, que son mayoría). Les achacas todos los males de la educación. Cuando ensalzas la educación actual frente a la pasada, satisfaces tu primer odio. Pero, claro, se te queda pendiente y contrariado el otro. Entonces “matizas” tu primer mensaje como puedes.<br /><br />1. Los estudiantes salen hoy mejor preparados hoy que los de antes. (Primera tirria satisfecha. Insatisfecha la segunda)<br /><br />2. El sistema no ha hecho absolutamente nada. (Segunda tirria satisfecha)<br /><br />1. Ahora hay muchos departamentos de investigación, antes ninguno. La investigación era risible. (Primera tirria satisfecha. Insatisfecha la segunda)<br /><br />2. Esos departamentos constituyen una minoría. (Segunda tirria satisfecha).Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-28327264959309097472009-07-02T02:30:51.991+02:002009-07-02T02:30:51.991+02:00Y ahora vamos a terminar con el asunto de la respo...Y ahora vamos a terminar con el asunto de la responsabilidad de los padres.<br />Yo creo que la responsabilidad de la crianza y la educación de los hijos la tienen (la tenemos) fundamental y principalmente sus padres.<br />Creo que la responsabilidad de que coman bien, estén bien atendidos, se instruyan, estén protegidos, se sientan seguros y queridos, la tenemos sus padres. Así como de educarlos para la responsabilidad, la autonomía y principalmente ser buenas personas (en la medida en que podamos).<br />Creo que es nuestra obligación enterarnos lo mejor que podamos de todo lo que debamos saber para hacer mejor todo ello, sin perder de vista que quererlos es la principal garantía de hacer las cosas bien, o medio bien.<br /><br />Ahora bien:<br />¿El Estado (y la sociedad) cree que esto es suficiente? <br />No, no lo cree, porque estipula un montón de obligaciones concretas que debemos cumplir, desde escolarizarlos hasta vacunarlos y muchas más, porque tiene sólo una relativa fe en que lo hagamos bien dejados a nuestra voluntad y nuestras fuerzas.<br /><br />¿Tiene razón el Estado en creer esto? Pues hasta cierto punto sí, porque hay algunos padres malos, que no ponen voluntad en hacerlo bien si no se los obliga, e incluso hay algunos padres tan malos que no se merecen ni deben tener a sus hijos con ellos. Esto no se aplica a la mayoría, pero las normas para proteger a los niños deben tener en cuenta a los peores casos, no al promedio.<br /><br />¿Además de la maldad hay algún otro motivo para meterse en la crianza y educación de los niños por parte del Estado? Pues sí, hay otra mucho más extendida que la mala voluntad, y es la insuficiencia: si no tienes educación ni saber bastante, habrá muchas cosas que harás peor de lo que podrías. Si no tienes medios bastantes (salud, dinero, tiempo) hay muchas cosas adonde no puedes llegar, aunque pongas la mejor voluntad. Por ejemplo, pagar colegios privados, o médicos privados, o saber que el exceso de grasa y la comida industrial son malos, o muchas otras cosas.<br /><br />¿Cumple bien el Estado cuando se mete a suplir la insuficiencia de los padres (o a evitar su mala voluntad)? Pues cumple bastante mal, si:<br />- Da educación obligatoria para que todo el mundo la pueda tener, pero luego la da mala y realmente no suple la insuficiencia de los padres mal dotados para darla ellos (sino que sólo la da medio suficiente a los que de todas maneras la tendrían).<br />- Cae, cuando los niños están bajo su custodia, en los mismos males que caen los padres de "capacidad insuficiente" en ciertos aspectos: como darles el propio Estado comida basura, p.e.<br />- ¿Tiene sentido que, ya que hay padres con algunas capacidades insuficientes que lo hacen medio mal, que sus propios empleados y agentes sean también "insuficientes" en esos mismos aspectos? No, eso no es admisible, porque los padres son como son y hay entre ellos de todo (por eso el Estado se mete por medio), pero los agentes que emplea y paga para suplir las insuficiencias de algunos padres se supone que los emplea para que hagan eso: suplir, y si no son suficientemente buenos y están suficientemente formados para no caer en esas deficiencias, mejor que no se metiera a arreglar nada, para hacerlo igual de mal o peor.<br /><br />O resumiendo: un profesor cobra porque ha estudiado lo bastante -se supone- para tener un conocimiento profesional cualificado en determinados asuntos, conocimiento cualificado que la generalidad de la población no tiene, o bien porque no disfrutó de educación adecuada (caso de la comida basura) o bien porque no tiene por qué tenerla (caso de enseñar matemáticas). Si no tiene ese conocimiento y no se esfuerza, no debería estar ahí.<br /><br />El Estado no nos deja escoger a los padres qué educación queremos para nuestros hijos: nos obliga sí o sí a tomar la que nos ofrece, y a dejar nuestros hijos en un centro. La única justificación para eso es que lo haga mejor de lo que lo haríamos nosotros (o al menos igual de bien que los padres "suficientes") y si no es capaz, que renuncie a imponernosla... y admita el fracaso social que eso significa.Aloenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-23347922925474964102009-07-02T01:51:02.340+02:002009-07-02T01:51:02.340+02:00Raus, yo me escandalizo de pocas cosas, y si las m...Raus, yo me escandalizo de pocas cosas, y si las madres son las que maltratan a sus hijos y los matan, y no porque estén más tiempo con ellos, pues vale. la condición humana no me produce grandes ilusiones. Perdonarás, no obstante, que no me crea tales cosas hasta que me des datos fiables. Porque los que yo conozco dicen que casi el 90% de los homicidios y delitos violentos los cometen los varones, y aunque puede ser que los niños sean una excepción, prefiero tener datos que avalen eso, si no te importa.<br /><br />Los países que llegaron antes a la abundancia de comida llegaron también antes a la obesidad infantil. En esos países, por otra parte, hay una relación muy clara entre la clase social media-alta y la magnitud del problema (menos obesidad = llevan más tiempo comiendo suficiente y tienen más educación). <br />Es posible que los niños de ahora vivan menos que sus padres (no lo sabemos) pero sus padres están viviendo muchísimo más que las generaciones anteriores: la relativa pobreza de pequeños protegió a muchos de ellos de la sobrealimentación, y la prosperidad de mayores les ha dado mayor esperanza de vida que la de sus padres. Son una generación de transición, y en ese aspecto (no en otros) han tenido lo mejor de las situaciones anterior y actual. <br />Y aun asi, eso es sólo cierto si nos limitamos a una generación y nos olvidamos de los que ahora son abuelos: si nos olvidamos de todos sus hermanos que murieron de pequeños, y si hacemos abstracción de la calidad de vida de muchos mayores, que se resiente de la dureza de la que han padecido.<br />Nada hay en lo que dices, por lo tanto, que contradiga lo que he dicho yo. En España ha habido hambre hasta bien entrados los cincuenta, si quieres fechas. Y atención médica mala y escasa hasta bien entrados los setenta, como mínimo.<br /><br />Por otra parte, yo no intento justificar nada. Intento comprender. Los males como la obesidad infantil tú los tratas como si vinieran del cielo de repente porque los sabios padres de antes se hubieran vuelto padres de ahora tontos y malvados. Y como si los males sociales fueran una novedad y antes no hubiera: yo digo que resolver un mal trae males nuevos, aunque con suerte menos graves que los anteriores, y que muchos males sociales no se extinguen de repente, sino que van aminorándose poco a poco, a menudo cambiando su manifestación externa en el camino.<br /><br />Los malos tratos son un mal grave. En mi opinión, son un mal mucho menos extendido que antes, lo que significa que nos preocupa mucho más que antes. A mi y a casi todo el mundo. No entiendo donde ibas a parar sacando eso a colación ni qué tenía que ver con nada, excepto intentar acusarme de dios sabe qué.<br /> ¿O acusar a los padres en general? Sinceramente no entiendo ni qué defiendes ni a donde quieres llegar.<br />¿Que hay malos padres? Efectivamente. <br />¿Que hay una nueva epidemia de malos padres, como pareces querer decir?<br /> No, no la hay, antes los padres maltrataban más, te he contestado yo.<br /><br />¿Viene eso al caso de nada? Creo que no, salvo intentar acusarme de algo, sea lo que sea, y por traído de los pelos que esté.<br /><br />Hablando en general, si tus argumentos respecto a lo mal que va todo y la catástrofe que nos estamos buscando no se basan en que "antes esto no pasaba", no sé a qué otra finalidad argumentativa pueden responder. ¿Que esa no era tu finalidad argumentativa, defender en general que ahora los padres son peores padres, la sociedad es una sociedad peor y el bienestar ha disminuido?<br />Pues vale, pues me alegro. Entonces no estamos discutiendo de nada, porque ni tu mismo sabes a donde quieres llegar y lo que quieres defender.<br /><br />Pienso sinceramente que en los males sociales que mencionas no se ve un cambio social en conjunto a peor, pero por otra parte los males son reales, y tenemos que luchar para disminuirlos. Si no defiendes que "antes todo era mejor" pues estamos de acuerdo y no hay nada más que decir.Aloenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-14650655284669978832009-07-02T01:10:31.609+02:002009-07-02T01:10:31.609+02:00Sí, Raus, yo soy de una familia con tres generacio...Sí, Raus, yo soy de una familia con tres generaciones de bachillerato, y fui una alumna bastante "fácil" y con bastantes buenas notas. Procuro no olvidarme de que eso fue una suerte y un privilegio en una generación en la que eso no era la norma, y en gran parte sigue sin serlo. Procuro no olvidarme tampoco de que a mis compañeras y a mi nos pegaban habitualmente en el colegio, sin que mis padres se enteraran nunca de ello: hay que desconfiar de las apariencias de "extraordinaria placidez", por emplear el lenguaje de nuestros próceres, donde no hay libertad.<br /><br />Si yo me dedicara a prejuzgar sin interesarme por la verdad, me habría quedado en esa sensación de lo "fácil" que era estudiar y sacar buenas notas, y en la aparente felicidad de un tiempo en el que los males se escondían debajo de la alfombra, y sólo conocías los que te afectaban directamente, sin saber nada más. Yo creo que eso -prejuzgar sin tener ningún interés por la realidad- es precisamente lo que haces tú. <br /><br />La investigación científica universitaria es de las pocas cosas del sector educativo que se viene midiendo hace mucho tiempo de manera internacionalmente homogénea y bastante fiable. Y lo que se deduce de esos datos es indiscutible: antes la investigación era risible, en cantidad y calidad, y ahora es bastante mejor, sin llegar ni de lejos a lo que debiera ser. Si tienes datos mejores, dilos.<br /><br />Y sí, puede haber "muchos" en número absoluto y ser una minoría. ¿Donde ves tú el problema, salvo que manejes tan mal tu lengua materna como lo demás?<br /><br />Si tú crees que "probablemente" los alumnos que tienen éxito ahora tienen menos nivel que los que tenían éxito antes, demuéstralo. NO tienes datos para ello. <br /><br />Mientras tanto, yo puedo decir que "probablemente" el nivel de esos alumnos no ha bajado, para lo cual me atengo: a los curriculos oficiales, a los temarios de los libros de texto, al mayor número de asignaturas, a la absoluta continuidad sin saltos que ha habido en el sistema educativo, y al hecho de que en algunas materias que antes se daban extraordinariamente mal (música e inglés, por ejemplo) el nivel no ha variado demasiado, pero en lo poco que lo ha hecho ha sido indiscutiblemente para mejor y no para peor.<br />No son datos concluyentes, pero son los que hay. <br />Podemos añadir el nivel de conocimientos de la población adulta, que es innegablemente pobre en general, incluso en los que estudiaron bachillerato.<br />Ahora bien, puedo equivocarme. Pues dame datos REALES mejores si los tienes, no pamplinas, y cambiaré de opinión.<br /><br />Tú tienes una equivocación de partida considerable, y es seguir en la idea (bastante extendida) de que un sistema escolar es un <b>ente pasivo</b>, que se limita a subir o bajar listones, pero donde la calidad y el esfuerzo lo ponen los alumnos solos, porque los "listones" se limitan a la exigencia de los profesores en los exámenes, no a lo que ellos mismos proporcionan para alcanzarlos.<br /><br />Es precisamente lo contrario. Los alumnos son lo que son, fáciles y difíciles, buenos, medianos y malos.<br /> La diferencia la da el propio sistema escolar, que donde es bueno no se limita a poner pasivamente listones, sino que se esfuerza en que los alumnos consigan los objetivos: Si un alumno es disléxico, no se limita a suspenderlo, sino que lo diagnostica y se adapta a sus ncesidades. Si es inmigrante, no se limita a suspenderlo, sino que le enseña el idioma y se adapta a sus necesidades. Si viene de una familia que no le motiva, no se limita a suspenderlo, sino que se esfuerza en rescatarlo de eso y motivarlo. <br />Luego lo hará mejor o peor, y siempre habra fracasos, pero no considera de entrada que sus obligaciones se limitan a poner listones y el que pueda que los salte sólo: porque para eso nos sobra la enseñanza y los profesores, sólo necesitamos examinadores.<br /><br />En cuanto a que el sistema ha hecho lo que ha podido, la desgracia es que precisamente no ha hecho eso: realmente no ha hecho nada en absoluto.Aloenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-32650666299780303212009-07-01T15:25:40.899+02:002009-07-01T15:25:40.899+02:00“¿Disminuye eso la responsabilidad de los gestores...“¿Disminuye eso la responsabilidad de los gestores y los profesores de la enseñanza obligatoria? Creo que no, que más bien la aumenta, porque ellos son de la élite que sí recibió educación y que cobra de ella, y no suple en absoluto las carencias de las familias, suplencia que es además la única justificación de que exista enseñanza obligatoria.”<br /><br />No, por favor, cómo va disminuir la responsabilidad de éstos. Lo que yo quisiera saber es si tú atribuyes alguna responsabilidad a los papás. Veo que no, que la culpa es el cambio de una época a otra y que carecen de educación.<br /><br />“¿Sabes qué venden en el IES de mi hijo para comer algo en la maratoniana jornada intensiva que tiene? Pues basura envasada de máquina expendedora, ninguna otra cosa porque ya no hay cafetería ni cantina. (¿Para qué? Ya no harían negocio, con 20 minutos de recreo y el centro cerrado a las 3)<br />¿Y quien ha protestado de eso? Pues algunas madres. ¿Y que´les han dicho? Pues la callada por respuesta, y una cara que significa: "más madres histéricas, ufff".”<br /><br />¿Cómo no haber caído antes? Si era previsible: la culpa la tienen los IES. ¡Cómo no! Sí, porque cuando los críos toman vacaciones de verano y quedan al cuidado dietético de sus papás, enseguida se comprueba cómo van recobrando la esbeltez perdida en los comedores escolares. Para cuando llega septiembre, las carnes superfluas se han esfumado bajo el régimen paterno de frutas, verduras, pescado y carreras lúdicas a que quedan sometidos los infantes.<br /><br /><br />“Y esos son los que están obligados a saber lo que hacen: porque es su trabajo, porque cobran de ello y porque el Estado nos obliga a dejar nuestros hijos en sus manos.<br /><br />¡¡¡Ésos son los que están obligados a saber lo que hacen!!! ¡Ahí queda eso! Dicho de otra manera: “los padres no están obligados a saber lo que hacen: porque no es su trabajo, porque no cobran de ello.”<br /><br />¿Es concebible canto más entonado a la negligencia paterna?<br />En resumen: puesto sobre la mesa el problema de la obesidad infantil en España, Aloe resuelve que:<br /><br />1. “Antes” la cosa era peor. Había hambre, reúma infantil...<br />2. Es consecuencia de pasar de la penuria a la abundancia.<br />3. Los padres quieren dar a sus hijos lo que a ellos les faltó.<br />4. Los padres tienen poca educación.<br />5. Los padres no están obligados (los maestros y profesores sí) a saber lo que hacen, porque no es su trabajo ni cobran de ello.<br /><br />Tantas teclas para decir, a lo llano, que los padres no son responsables ni culpables de la obesidad de sus hijos.<br />La interpretación que también hace Anónimo de que yo estaba cotejando lo de ahora con los tiempos de franco, es gratuita, estúpida, ridícula y malintencionada. Condeno rotundamente el régimen franquista. Ya lo hice en mi primer mensaje. Lo cual no es incompatible con condenar la repugnante negligencia paterna que defiende la corrección política de Aloe y compañía. La cuestión era la que era, no la que vosotros os dé la gana que sea.<br />Sencillamente, sois incapaces de responder claramente a la pregunta de si los padres son o no responsables de la obesidad de sus hijos. Os limitáis a hacer comparaciones que no estaban sobre el tapete. Bueno, sí que lo sois: respondéis que no. Sois peligrosos.Raushttps://www.blogger.com/profile/12682821094537766123noreply@blogger.com