tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post4994767566655344330..comments2023-11-02T10:39:14.940+01:00Comments on A bordo del Otto Neurath: POR UNA ESO FLEXIBLEJesús P. Zamora Bonillahttp://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-1114859138273556632008-11-26T23:26:00.000+01:002008-11-26T23:26:00.000+01:00Anónimo:pues, estadísticamente hablando, sí. No po...Anónimo:<BR/>pues, estadísticamente hablando, sí. No por desprecio a la formación profesional, sino porque creo que la universidad debería ser una opción muy minoritaria y extraordinariamente selectiva. De hecho, la mayoría de los que hoy estudian en la universidad obtienen una formación que les va a valer para desarrollar un trabajo para el que no se necesitaría de ninguna manera ser universitario. Eso es un engaño. Lo que habría que hacer sería reconvertir tres cuartas partes de la universidad española en centros de formación profesional superior.<BR/><BR/>Por otro lado, ¿quién puede estar en contra de los nobles objetivos que planteas? Yo no, desde luego. Ya quisiera yo que los chicos acabaran la ESO sin cometer faltas. Pero ni el "sistema" ni la mayoría de ellos hacen ningún esfuerzo por conseguirlo.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-73652837211037977452008-11-26T21:29:00.000+01:002008-11-26T21:29:00.000+01:00Jesús, ¿se desprende de tus palabras que los chico...Jesús, ¿se desprende de tus palabras que los chicos que deben optar por la formación profesional son los que escriben con muchas faltas, los que escriben con ninguna, los que escriben con menos que los que optan por la opción de la universidad? Parece que das por sentado que la opción profesional es más bien para los torpecillos (no lo discuto en determinadas circunstancias, pero sí como generalización asumida). Por mi parte preferiría que los chicos que, llegado el momento, tuviesen que elegir por una u otra opción tuviesen todos (de media, claro está) muy pocas faltas o ninguna. Que cada uno eligiese en función de sus aspiraciones, de su vocación, de su talento, de aquello que les va a proporcionar felicidad durante el resto de sus vidas, y no de la incompetencia de un sistema incapaz de enseñar a escribir a los jóvenes.Anonymousnoreply@blogger.com