tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post6482004688426264352..comments2023-11-02T10:39:14.940+01:00Comments on A bordo del Otto Neurath: LO QUE DICE JESÚS SOBRE EL ABORTO (JESÚS MOSTERÍN, DIGO)Jesús P. Zamora Bonillahttp://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comBlogger52125tag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-44894484045658272632010-03-04T09:58:34.115+01:002010-03-04T09:58:34.115+01:00la sensación es condición necesaria pero no sufici...<i>la sensación es condición necesaria pero no suficiente para determinar un concepto moral que eludes</i><br />No lo eludo: lo que digo es que no hay NINGUNA JUSTIFICACIÓN RACIONAL para pensar que los juicios que hacemos con ESE concepto que "va más allá" de las sensaciones morales, es "objetivamente verdadero".<br />.<br /><i>Reduces la moral a un elemento que es tan terminal, movible, insuficiente y recalificable (“ilusión perceptiva”) como las sensaciones</i><br />No lo "reduzco" a eso. Le doy un papel a la razón: el de hacer inferencias y eliminar contradicciones a partir de sensaciones morales "primarias"; pero lo que afirmo es que la razón (o sea, la capacidad de hacer inferencias correctas) es incapaz, por sí misma, de "justificar" ningún juicio moral, si no parte, como premisa, de ALGUNAS de esas sensaciones morales; lo que ocurre es que no hay GARANTÍA LÓGICA, NI TRASCENDENTAL, de que los juicios a los que llegue la razón de ese modo sean universalmente aceptables ni totalmente consistentes entre sí.<br />.<br /><i>Hay bien y mal objetivos: el hombre se mueve por el bien, aunque no lo discierna bien, no por el placer</i><br />Mi teoría moral no es HEDONISTA, te tenía que haber quedado claro (pensaba): una cosa es el sentimiento de PLACER (o dolor), y OTRA COSA DIFERENTE es el sentimiento de aprobación (o rechazo) moral. La moral tiene que ver con la "gestión" de ESTOS sentimientos, no los de "placer" (que, como todos los otros sentimientos, pueden entrar como "input" en el razonamiento moral en la medida en que, A SU VEZ, despierten en nosotros unos u otros sentimientos morales).<br />Tú distingues "gustos" de "juicios morales"; y yo también, lo que pasa es que digo que los segundos se basan TAMBIÉN en sentimientos... pero en OTROS sentimientos.<br />.<br /><i>No entiendo, por fin, qué entiendes por “relativo”</i><br />Sencillamente, que el hecho de que un hecho sea bueno o malo no depende de las cualidades intrínsecas de ese hecho, sino de qué sentimientos morales despierte en cada sujeto (y no hay ninguna necesidad LÓGICA o "transcendente") de que vaya a despertar los mismos sentimientos en los mismos sujetos (aunque, RELATIVAMENTE a nuestra constitución genética, tal vez la inmensa mayoría de los humanos compartimos UNAS POCAS reacciones morales). Si hubiéramos tenido OTRA constitución genética, haríamos juicios morales distintos (o tal vez ni siquiera haríamos algo que mereciera llamarse "juicios morales", aunque fueramos sumamente inteligentes en otros aspectos). Digamos que la moral es un ACCIDENTE EVOLUTIVO.<br />.<br /><i>Yo también creo en y quiero leyes también morales/jurídicas/políticas también porque me parece mejor: esto es lo que significa para mí “criterio objetivo de moralidad” o “valor moral objetivo”</i><br />Coincido en todo, salvo en lo último: reconozco que cuando digo "ME PARECE MEJOR A MÍ", no estoy haciendo una afirmación que tenga la garantía absoluta de poder demostrarle a todo el mundo que la mera razón le va a llevar a que le parezca lo mismo que a mí.<br />.<br /><i> habría que distinguir sentidos de “preferencia”; hay preferencias y preferencias; unas fundadas y buenas, otras incluso peregrinas o malsanas</i><br />Naturalmente, hay preferencias que, si las sigues, llegas a resultados que son contrarios a los de OTRAS preferencias. Pero siempre lo juzgas desde ALGUNAS preferencias, que podrían ser diferentes de como de hecho son. Como digo, yo también distingo tipos de preferencias: las hay gastronómicas, musicales, sexuales, deportivas... y MORALES.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-15948394363872963532010-03-03T23:35:33.225+01:002010-03-03T23:35:33.225+01:00Sobre tu 27 de febrero de 2010 10:56
--"infor...Sobre tu 27 de febrero de 2010 10:56<br />--"informarte" de eso significa averiguar que esas acciones producen OTRAS consecuencias QUE TE PRODUCEN LA SENSACIÓN, SENTIMIENTO O EXPERIENCIA DE "REPUGNANCIA MORAL"… “No dudo que tal vez hay sistemas morales que conducen a una coherencia mayor que otros. Pero eso no los hace menos RELATIVOS.”<br />La cuestión (moral, objetiva) aquí es que la sensación es condición necesaria pero no suficiente para determinar un concepto moral que eludes y que sería más fácil de dilucidar que el de “deber y derecho”: el de bien, bueno. Hay sensaciones positivas que son “malas”: producen muchas sensaciones negativas, al igual que lo contrario: sensaciones negativas (dolores, por ejemplo mismo) que son “buenas”: producirán muchas sensaciones positivas. Y además resulta que (ya salió en otro momento) la sensación (de repugnancia moral, por ejemplo) depende del juicio y de “consecuencias” que aún no son hechos sino ideas, posibilidades, quizá imaginaciones. Reduces la moral a un elemento que es tan terminal, movible, insuficiente y recalificable (“ilusión perceptiva”) como las sensaciones, como ya descubrió en la misma física la epistemología neopositivista, llegando a cuestionar incluso que haya “hechos” puros. Al fondo: me parece sumamente dudosa e insuficiente la metateoría sensacionista o el emotivismo moral que defiendes. Pero la metateoría no es inocua ni neutra: de su adecuación o errancia depende el logro del bien o del mal. Porque, si el emotivismo (o hedonismo, claro) moral es refinado (moral del bien como cálculo de placeres), ya introduce elementos que no se captan en su papel directivo, principal. Hay bien y mal objetivos: el hombre se mueve por el bien, aunque no lo discierna bien, no por el placer, que es sólo un ingrediente de su fórmula (para mí, B=GxJ, es decir: el bien es producto del gusto justo). Conocerlos o no redunda en acierto o error moral que tiene consecuencias, por supuesto, sensuales o sensitivas. Y, además, resulta que pueden aparecer fenómenos y objetividades morales que estén por encima del bien y el mal utilitarios y subjetivo-particulares: deber, derecho, dignidad.<br /><br />No entiendo, por fin, qué entiendes por “relativo”, cuando en tu propia exposición de la tarea moral como esfuerzo de coherencia hay un criterio objetivo y normativo. Parece que asoma aquí, en “relativo”, un equívoco análogo al que te he recriminado sobre “subjetivo”.<br /><br />--“PREFIERO vivir en una sociedad en la que hay leyes, y leyes que en su mayor parte coinciden con las que a mí me parecen mejor”<br /><br />Yo también creo en y quiero leyes también morales/jurídicas/políticas también porque me parece mejor: esto es lo que significa para mí “criterio objetivo de moralidad” o “valor moral objetivo”. Sólo que no lo explico reductivamente a mera o arbitraria preferencia. Dicho de otro modo: también habría que distinguir sentidos de “preferencia”; hay preferencias y preferencias; unas fundadas y buenas, otras incluso peregrinas o malsanas. Y hay una regla objetiva que descubrir para aplicar estos calificativos. <br />Ciertamente en cierto sentido creo que los disensos son cuestiones semánticas. Pero, al igual que pasa con las tautologías y con las metateorías, no todas son triviales ni inocuas. Nos lo jugamos todo en la palabra (lógos). Somos seres de palabra como guía de nuestra vida. Palabras con sentido coherente, relativo al sistema de la realidad progresivamente perceptible, no meramente “relativo” o indiferente en absoluto.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-46884791117690572832010-03-03T21:12:08.736+01:002010-03-03T21:12:08.736+01:00la noción misma de regularidad no es acreditable e...<i> la noción misma de regularidad no es acreditable en hechos, sucesos ni fenómenos;</i><br />Efectivamente. Es una HIPÓTESIS.<br />.<br /><i>no sólo significa asociación frecuente..., sino, estrictamente, secuencia o asociación que sigue regla o ley universal y necesaria</i><br />Lo que significa es que SE CUMPLE SIEMPRE. Es INDISTINGUIBLE para nosotros una regularidad que se cumple siempre, de una regularidad que se cumple siempre NECESARIAMENTE. Por lo tanto, la necesidad SOBRA. Lo único necesario en la hipótesis es la UNIVERSALIDAD.<br />Por otro lado, te recuerdo que, aunque necesitemos SUPONER que se cumple alguna regularidad, ello no implica que la regularidad que supongamos que se cumple sea DETERMINISTA: puede ser ESTADÍSTICA (es decir, puede determinar sólo las PROBABILIDADES O FRECUENCIAS con que los sucesos están conectados).<br />.<br /><i> la mente, en su dimensión estrictamente normativa, la pone o presupone necesariamente</i><br />Usar ahí el concepto de lo "normativo" es confundente. No hay ninguna razón para pensar que lo que queremos decir con "normativo" ahí tiene realmente algo relevante que ver con lo que queremos decir al hablar de la normatividad de las leyes morales. Así que entiendo que en este caso, "normativo" significa que "nuestro cerebro necesita suponer que hay alguna regularidad".<br />.<br /><i>sin el a priori del principio de causalidad es que no habría siquiera experiencia objetiva</i><br />No digo que no, pero lo ÚNICO imprescindible es la hipótesis de que hay alguna regularidad, no la de que se cumple NECESARIAMENTE. De hecho, imagina dos universos, uno en el que se cumplen SIEMPRE ciertas leyes, pero no necesariamente, y otro en el que se cumplen siempre, y además lo hacen necesariamente; no podemos averiguar en cuál de los dos universos estamos, luego la hipótesis de necesidad sobra.<br />.<br /><i>el único supuesto imprescindible para usar un lenguaje causal NO es la regularidad empírica, sino el principio racional mismo de legalidad causal</i><br />Confundes la suposición de que hay UNA DETERMINADA regularidad empírica (saber cuál es siempre es a posteriori) con la suposición de que hay ALGUNA regularidad (aunque no sepamos cuál es). Esto último es a priori (lo que quiere decir, en todo caso, que es una HIPÓTESIS.... ¡¡¡¡que a lo mejor es falsa!!!).<br />.<br />Tus comentarios siguientes me temo que no los entiendo bien. Te agradecería que me los aclarases.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-91652509715911457312010-03-03T20:52:23.835+01:002010-03-03T20:52:23.835+01:00Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 Y CUATRO
B: Ni...Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 Y CUATRO<br /><br />B: Niegas que la “causa” de que experimentemos obligaciones morales sean lo que llamo leyes o valores morales objetivos, cuando ello no implica reduplicación ontológica ninguna ni misterioso soporte o dictador de la ley moral sino sólo lo que significa: legalidad moral, obligación universalIZABLE y necesaria. Y sin embargo pones como causa, de nuevo, nuestro hardware neurológico y la dinámica sináptica. No puede aceptarse, a mi juicio. Porque, si así fuera, convertiríamos en unívocamente determinada la experiencia moral (o sea, la anularíamos en su fenoménica y fáctica especificidad, así como anularíamos su reconocida plasticidad), y porque, repito, no creo que los hechos avalen semejante tesis: con las mismas disposiciones neurológicas (más que efectivas pero lábiles conexiones sinápticas) se dan reacciones morales en un espectro muy vario, desde la degenerada aberración moral hasta la santidad.<br /> En cualquier caso, al igual que tú te ves abocado, pese a tu lábil epistemología, a CREER, si quieres, en la objetividad física que persigue la ciencia (sin la cual su tarea carecería de sentido), yo manifiesto también creer en la objetividad de los valores morales, por sinuosa y errática, histórica y biográficamente, que sea su búsqueda. Se trata, entonces, de jerarquizar las creencias sobre la realidad, más allá de la lógica y la matemática, so pena de privar de sentido a toda la lucha humana, moral y política, incurriendo en un relativismo y un todo vale… si subjetivamente me place. Es decir, Jesús, creo que no toda educación es válida.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-50848770906503187922010-03-03T20:50:59.535+01:002010-03-03T20:50:59.535+01:00Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 TRES
--“¡¡¡Es q...Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 TRES<br /><br />--“¡¡¡Es que yo NO identifico "deberes" con "gustos"!!!...”<br />Vale, sólo que matizas dos cosas.<br />Una, que, aunque son lo que son (deberes y no gustos) “son igual de subjetivos que los gustos”. Creo que aquí hay un equívoco que “debe” disolverse: son igualmente subjetivos, como todo lo que cae en el ámbito de experiencia de los sujetos conscientes, pero no igual de subjetivos, porque (ya lo intenté notar antes) “subjetivo”, a su vez, es término equívoco. De modo que diría: esta tesis tuya me parece, en sentido lato, trivial; y en sentido estricto, errónea.<br />Otra cosa es (matiz tuyo Dos) que no te parece que reconocer la especificidad de los deberes implique que "la CAUSA de que los experimentemos” sea que “exista en el universo como un hecho objetivo la obligatoriedad de experimentarlos así", sino el hecho de que nuestras configuraciones sinápticas nos han llevado a reaccionar con esos sentimientos, en vez de con otros”. Dos aclaraciones críticas (B y A):<br />B: no veo el inconveniente de reconocer que exista en el universo como un hecho objetivo la obligatoriedad de experimentarlos así, puesto que esto significa lo que significa, y que es un hecho: el de que experimentamos deberes como deberes… SI SE DAN LAS CONDICIONES ADECUADAS, como investiga la ciencia en cada caso o fenómeno (trivial ejemplo: claro que nadie ve sin microscopio electrónico a Plutón, pero es algo que puede verse en el universo por cualquier sujeto… que cumpla los requisitos oportunos; por ejemplo, además de saber “la leche” de ciencia –como tú dirías graciosamente--, un microscopio adecuado).<br />Ahora bien, defiendes una contingencia contraria a la obligatoriedad, es decir, dices que podríamos no experimentarla, sino que sólo de hecho es así. Y aquí es donde noto la insuficiencia del positivismo, abocado a un escepticismo que convierte la legalidad buscada por la ciencia en una ilusión: no se trata de meros hechos (contingentes) sino de estrictas regularidad o conexiones necesarias, de causas. Yo sostengo que, al igual que en la pura y simple lógica formal o analítica, si se entiende bien el principio de no-contradicción, no puede negarse, aunque de hecho se haya negado, como se niega actualmente en España, por parte del Gobierno central y muchos autonómicos, que “los españoles tienen derecho a estudiar en español en España”. Eso es ya un problema no lógico sino psicológico; no objetivo sino subjetivo. Y sostengo que igual ocurre con los valores, principios y leyes morales: si se captan adecuadamente, no pueden dejar de reconocerse como una necesidad o legalidad específica dondequiera que hubiera seres racionales, y aunque no lo hubiera habido ni los hubiere en el futuro en absoluto.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-51478411071393034742010-03-03T19:59:42.657+01:002010-03-03T19:59:42.657+01:00Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 DOS
--“El ÚNICO...Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 DOS<br /><br />--“El ÚNICO supuesto imprescindible para usar un lenguaje causal es QUE LAS REGULARIDADES SE SIGAN CUMPLIENDO…”<br /><br />NOOOO (como tú me dirías graciosamente). En esta cuestión epistemológica de principio no puedo estar de acuerdo. Netamente: por 1 y 2.<br /><br />1: la noción misma de regularidad no es acreditable en hechos, sucesos ni fenómenos; no sólo significa asociación frecuente (aunque ésta sea una de sus corrientes acepciones), sino, estrictamente, secuencia o asociación que sigue regla o ley universal y necesaria: como es supuesto imprescindible de la ciencia.<br /><br />2: por tanto la experiencia no origina la noción de regularidad o legalidad, sino que la mente, en su dimensión estrictamente normativa, la pone o presupone necesariamente, y no como mero hábito contingente. Las cosas son al revés, como notó Kant a Hume: sin el a priori del principio de causalidad es que no habría siquiera experiencia objetiva o significativa, como es el hecho que la tenemos, en lugar de un caos rapsódico e impresionista. Así que, al contrario de lo que sostienes, el único supuesto imprescindible para usar un lenguaje causal NO es la regularidad empírica, sino el principio racional mismo de legalidad causal (y no sólo de lógica analítica) que hace posible tanto la experiencia objetiva (ordenada, regular, significativa: de modo relativo y corregible) como la ciencia física.<br /> Estamos con el problema del sentido y la justificación del “lenguaje” causal (ése sí que no es modificable por condicionamiento, experiencia o educación alguna: forma parte del Sistema Operativo básico de la mente humana… en tanto correlativo del sistema operativo básico de la experiencia objetiva misma. La circularidad o irresolución de este magno problema ineludiblemente meta//físico en la tradición empirista de Hume a J. S. Mill es conocida. Lo que no quiere decir que no esté respondido en Kant y la tradición metafísica del trascendentalismo en la línea que he insinuado.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-24911869536447719782010-03-03T19:35:06.413+01:002010-03-03T19:35:06.413+01:00lo neurobiológico no es causa o condición SUFICIEN...<i> lo neurobiológico no es causa o condición SUFICIENTE para explicar conductas conscientes y experiencia moral de normas, reglas respetables, deberes y derechos</i><br />Teniendo en cuenta que ignoramos prácticamente todo sobre la estructura de las redes neuronales que "soportan" nuestro pensamiento sobre estas cosas, admitirás que es, cuando menos, precipitado el determinar si ello puede o no ser "suficiente" para explicar TODA la conducta humana.<br />Como digo en la entrada de mañana, <b>ninguna</b> otra teoría sobre la mente ofrece una explicación alternativa sobre CÓMO se las apaña la mente (consista en neuronas o en polvo de hadas) para hacer las cosas tan curiosas que hace (permitirnos montar en bicicleta, aprender solfeo, contar una película, dictar una sentencia, jugar al ajedrez...). Así que no tenemos <b>ninguna</b> "explicación suficiente" de esas cosas. Por lo que rechazar la explicación neurobiológica POR ESO implica rechazar también todas las demás. Lo que yo opino es que eso no es razón para rechazar una teoría: para que una teoría sea aceptable, debe explicar algo, y cuanto más, mejor, pero no "todo".<br />.<br /><br /><i> los motivos que me lleven a ello trascienden la estructura física, neurológica o muscular</i><br />¿Y por qué estás tan SEGURO de ello? ¿Porque te lo ha dicho al oído Zeus esta mañana? ¿O porque conoces un argumento SOBRE LAS POSIBILIDADES DE LAS REDES NEURONALES que lleva a la conclusión de que no pueden generar motivaciones por sí mismas? Yo, al menos, no conozco tal argumento.<br />.<br /><i>Mi conciencia de leyes morales (de derechos y deberes “inalienables” e “inviolables”, no de gnomos ni duendes ni dioses) puede REOBRAR sobre las estructuras neurológicas y físicas. </i><br />Muy original lo del "reobrar", si supiera lo que quiere decir. El caso es que, duendes o no, supones que hay algo capaz de hacer que una neurona transmita una corriente a otra POR CAUSAS DIFERENTES a las que la harían transmitirla SI LAS ÚNICAS INFLUENCIAS FUESEN FÍSICO-QUÍMICAS. O sea, magia.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-33123034120205612772010-03-03T19:34:59.065+01:002010-03-03T19:34:59.065+01:00La discusión que tenemos al respecto es si hay ley...<i> La discusión que tenemos al respecto es si hay leyes morales objetivas (necesidad intersubjetiva) como motivos, es decir; razones en sentido estricto, a diferencia de gustos</i><br />Efectivamente, esa es la discusión. Y mi respuesta es "no". Mientras no haya argumentos para justificar la INEVITABILIDAD de asumir la existencia de tales cosas, la navaja de Occam nos sugiere no aceptarlas.<br />Por otro lado, sospecho que "razones en sentido estricto" sólo son las inferencias lógicas, pues son las únicas en las que se cumple lo que hace de algo ser "estrictamente" una "razón" (que, si las premisas son verdaderas, la conclusión es inevitablemente verdaderas); TODO lo que no es la lógica, es aceptable sólo COMO HIPÓTESIS.<br />.<br /><i> no estoy de acuerdo con tu reduccionismo biologicista al explicar la conducta humana</i><br />Mañana precisamente publico una entrada sobre ello, así que me remito a lo que digo allí.<br />.<br /><i> la indeterminación (relativa) de las sinapsis, su carácter lábil.</i><br />¿¿¿??? Por supuesto, las redes neuronales son, por su propia constitución, bastante flexibles (no son iguales en cada individuo, ni en el mismo individuo en dos momentos distintos); pero eso significa que dos redes DIFERENTES pueden responder de manera diferente ante estímulos iguales, mientras que lo relevante en la discusión sobre el "biologicismo reduccionista" es que, DADO EL ESTADO DE UNA RED NEURAL, sólo puede responder COMO LO HACE ante un estímulo determinado. No hay aquí "labilidad" alguna. Y si la hay, se debe a la indeterminación heisenbergiana, lo que significa que, en el "fondo", algunas reacciones neuronales ocurren POR AZAR.<br />.<br /><i> El hecho decisivo a que fenomenológicamente apelo es la existencia y operatividad de normas y necesidades no físicas, y no sólo contingencias psicológicas</i><br />En primer lugar, no hay NINGUNA razón para atribuir "poder causal" a las descripciones fenomenológicas. Por definición, la descripción fenomenológica es CÓMO NOS PARECE que suceden los fenómenos mentales, pero la CAUSA (sea en el sentido que compartimos de "causa", o en el que no) de que nos PAREZCA así, no la observamos fenomenológicamente (lo he comentado más a fondo <a href="http://abordodelottoneurath.blogspot.com/search?q=amanece+leche" rel="nofollow">aquí</a>). Así pues, que NOTEMOS que una norma "nos impulsa" a hacer algo, no significa que la norma CAUSE en algún sentido "no físico" nuestra conducta; sencillamente, esa experiencia fenomenológica PUEDE tratarse del modo en que el cerebro representa conscientemente ciertos aspectos de un proceso cuyos detalles ignoramos en su mayor parte. Por otro lado, el hecho de que NOTEMOS una <i>sensación</i> de obligatoriedad al pensar en una norma (lo que nos lleva a atribuirle validez universal... aunque sea la norma de lapidar a tu hija si sale a la calle sin velo), no IMPLICA, por supuesto, que eso que pensamos y atribuimos SEA VERDAD "en las cosas mismas", y además, el que lo NOTEMOS no deja de ser una "contingencia psicológica".<br />.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-18241999663651746442010-03-03T18:53:44.907+01:002010-03-03T18:53:44.907+01:00Veo que ya hay otros dos posts tuyos; luego los af...Veo que ya hay otros dos posts tuyos; luego los afronto; sigo contra reloj respondiendo a lo de antes:<br /><br />Sobre 17 de febrero de 2010 10:49 UNO<br /><br />--“El hecho de que sean subjetivas no hace que no sean reales ni les quita su fuerza como motivación”<br /><br />Estamos de acuerdo, entonces: hay significaciones diferentes de “subjetivo”; todo lo que afirma un sujeto es subjetivo, pero puede ser “meramente” subjetivo, particular y contingente, o puede ser intersubjetivo, o sea, objetivo, o sea, tener o presumírsele un carácter necesario, lógico, legal, científico. La discusión que tenemos al respecto es si hay leyes morales objetivas (necesidad intersubjetiva) como motivos, es decir; razones en sentido estricto, a diferencia de gustos. Ahora bien, no estoy de acuerdo con tu reduccionismo biologicista al explicar la conducta humana:<br /><br />La clave aquí, pese a los “detalles” a que aludes, es la indeterminación (relativa) de las sinapsis, su carácter lábil. Tú mismo lo reconoces: las conexiones sinápticas, y por tanto los gustos y reacciones, son modificables. Por tanto no es cierto que mis gustos o valoraciones respondan a necesidades neurológicas “totalmente involuntarias”, como parcialmente tú mismo notas. Sin embargo, cuando apelo a la conciencia moral de presuntos valores objetivos, a leyes morales, no recurro a la “magia”. El hecho decisivo a que fenomenológicamente apelo es la existencia y operatividad de normas y necesidades no físicas, y no sólo contingencias psicológicas: el mundo-3 que (muy platónicamente) reconocía Karl Popper junto al físico y el psicológico. Estamos, sencillamente, tocando el problema de la relación entre mente y cerebro, y es un hecho reconocido fenomenológicamente, aunque no comprendido sin enigmas pendientes, la bilateralidad de su influencia: un dolor me produce una idea pesimista, tanto como una idea optimista hace remitir el dolor; es un hecho la asociación entre ideas (sean lo que sean: también Newton reconocía ignorar y no importarle la “esencia” o consistencia de la fuerza gravitatoria) y sinapsis neurológicas con su reflejo en “la conciencia”. <br /><br />Ahora bien, lo neurobiológico no es causa o condición SUFICIENTE para explicar conductas conscientes y experiencia moral de normas, reglas respetables, deberes y derechos. Que sea necesaria, por supuesto, sí que me parece ahora a mí algo tan innegable como trivial, como indiferente es relativamente para el funcionamiento de un software la naturaleza y estructura física del hardware, como avisan hoy la cibernética y los estudios de Informática e Inteligencia Artificial. Lo que yo digo es que, chino, inglés o morenito como Usain Bolt, yo puedo aprender chino, inglés y quizá convertirme en atleta de élite si me lo propusiera. Pero entre los motivos que me lleven a ello trascienden la estructura física, neurológica o muscular, de la que tienen que valerse para realizarse. Mi conciencia de leyes morales (de derechos y deberes “inalienables” e “inviolables”, no de gnomos ni duendes ni dioses) puede REOBRAR sobre las estructuras neurológicas y físicas.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-72639538860550479242010-03-03T17:55:12.193+01:002010-03-03T17:55:12.193+01:00.
Si no hay conexión causal no hay ciencia ni cond....<br /><i>Si no hay conexión causal no hay ciencia ni conducta que merezca el calificativo “racional” frente a cualquier otra.</i><br />Si por "conexión causal" quieres decir "regularidad contrastable", estoy totalmente de acuerdo. Pero si quieres decir "una cosa 'MU' profunda, totalmente incontrastable, y que es la 'verdadera y absoluta razón' por la que esa regularidad ocurre como ocurre", permíteme que afirme que a la ciencia le va cojonudamente sin dichas hipótesis (hasta Newton lo dijo).<br />.<br /><br /><i>hay muchas cosas que no son susceptibles de ser vistas, que no son sensaciones ni imaginaciones, sino algo captable por la “razón”, empezando por la razón o conciencia misma </i><br />Bueno, la razón y la conciencia no son lo mismo. Por otro lado, claro que hay cosas que no se pueden ver: los quarks, los agujeros negros, los anillos conmutativos, pero eso son también enunciados de "es", no de "debe".<br />.<br /><i> si resulta que, antes de unirse efectivamente (“actualmente”) los gametos ya pueden considerarse una unidad sistemática porque están determinados legal y necesariamente a unirse (están en proceso de ello), entonces, cómo no, y con regocijo, concedo: son ya una unidad</i><br />Fantástico. Pero entonces admitirás que follar con preservativo es MORALMENTE EQUIPARABLE a un asesinato, pues impides desarrollarse a lo que, en potencia, es un niño. Es más, dadas las leyes físicas, si yo violase ahora a esta chica que pasa a mi lado, un espematozoide DETERMINADO iría a fecundar a uno de sus óvulos (naturalmente, no es así en todos los casos, pero en un cierto porcentaje de chicas con las que me cruzo, sí); y por lo tanto, de ahí se sigue que LA TENGO QUE VIOLAR, SI NO QUIERO COMETER EL ASESINATO QUE CONSISTE EN NO DEJAR DESARROLLARSE COMO UN NIÑO FORMADO AL SISTEMA QUE, EN POTENCIA, LO ES YA.<br />.<br /><i> Tú expresas un significado con una palabra, yo con otras, pero lo relevante es el significado</i><br />Efectivamente, pero en el caso que discutimos, el significado que AMBOS aceptamos es que el de que "entre A y B se da una regularidad empíricamente contrastable". Tú añades algo que yo no admito: "hay algo esencialmente incontrastable -tanto directa como indirectamente- que es la RAZÓN por la que ocurre esa regularidad". Lo que yo digo es que no hay NECESIDAD ALGUNA de admitir eso... y que, además, tampoco de ahí se sigue ninguna conclusión moral.<br />.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-31496539240956104512010-03-03T17:47:50.768+01:002010-03-03T17:47:50.768+01:00si no queremos, incongruentemente, trivializar la ...<i>si no queremos, incongruentemente, trivializar la realidad en mera sucesión de fenómenos sucesivos pero independientes o/y, a la vez, reconocerlo como un misterio impenetrable</i><br />Lo único que podemos saber de una serie de fenómenos es si se dan regularmente o no; si DE HECHO se dan, no son "independientes" (sin conectados por esa regularidad).<br />La cuestión no es si el embrión se <i>convertirá</i> en un niño (lo que, si lo quieres llamar "niño en potencia", por mí como si lo llamamos "niño futuro pero no presente"), pues eso lo acepta todo el mundo (siempre que se den ciertas condiciones, claro), sino si algo que no es un niño en acto pero sí en potencia merece el mismo trato moral que algo que es un niño en acto. Los contrarios a la criminalización del aborto pensamos que no, que lo que es "en potencia" no tiene por qué tener los mismos derechos que lo que es "en acto" (si a ti te robo una bellota recién germinada, no me pueden condenar a pagarte el valor de un roble centenario).<br />.<br /><i>Sólo si “tener” se entiende en sentido positivista simplificador que allana la realidad y significación de toda diferencia</i><br />Puedes INVENTARTE todos los sentidos de "tener" que te dé la gana, pero no me puedes obligar a que acepte el significado que le das tú. Por otro lado, no es tan "allanador": lo que tiene las cualidades X en el momento t, tendrá las cualidades Y en el momento t', dadas las leyes de la naturaleza; así que, desde el punto de vista de lo que podemos contrastar empíricamente, MI sentido de "tener" tiene exactamente las mismas consecuencias que el tuyo. El tuyo sólo te sirve para aceptar cosas AÑADIDAS a lo que podemos contrastar, esto es, cosas IMAGINARIAS.<br />.<br /><i> para conectarlos, hay que ofrecer más amplias consideraciones lógicas (conectivas).</i><br />No significa ESO. Lo que significa es que para convencerme de ciertos "debe", es inevitable que partas de aglunos "debe" que compartimos los dos. No puedes convencerme de un "debe" si lo ÚNICO que compartimos son enunciados fácticos.<br />.<br /><i>Con la pura lógica formal y abstracta no podríamos expresar racionalmente o con sentido vinculante más que tautologías del tipo 2X2=4</i><br />No digo que las únicas reglas de inferencia que YO acepto sean las de la lógica (p.ej., acepto argumentos inductivos, hipotético-deductivos, y otros no reducibles a la lógica de primer orden). Pero hay MUCHAS más formas de razonamiento que NO acepto... por el simple hecho de que TIENEN TANTOS CONTRAEJEMPLOS que utilizarlas es engañoso (nunca podemos saber si las consecuencias que sacamos con ellas se siguen REALMENTE de las premisas que utilizamos).<br />.<br /><i>No me parece ahora a mí muy relevante notar que de un zigoto puedan resultar dos para negar el carácter humano o personal del zigoto</i><br />No es para negar el carácter humano del zigoto, pero sí para negar el carácter PERSONAL: evidentmente, el zigoto humano que se divide en dos era humano antes de dividirse, pero ¿era una PERSONA o dos? La pregunta, obviamente, no tiene sentido: no era ni una, ni dos, es decir, no era una PERSONA.<br />.<br /><i> captar la unidad sistemática (orgánica o biológica o no) de un conjunto de fenómenos tiene la consecuencia de reconocer, manejar y relacionarse apropiadamente con los distintos seres y cosas.</i><br />Siempre que no me quieras colar en el "apropiadamente" algo así como "lo que a José Ramos le sale de las narices pensar que es apropiado", puedo estar de acuerdo. Con ese matiz, tu afirmación me parece trivial (hay que considerar las cosas en su conjunto para entenderlas mejor, claro). Lo que no acepto es el lenguaje de las "esencias".Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-48024897796191066622010-03-03T16:30:55.581+01:002010-03-03T16:30:55.581+01:00Lo que respondiste el “26 de febrero de 2010 17:35...Lo que respondiste el “26 de febrero de 2010 17:35” ya está reconocido y discutido como procede en lo anterior. En cuanto a tu respuesta que hablaba del “criterio”, de “26 de febrero de 2010 09:23”, es más abstracta o metateórica y la dejo para después, aunque la estoy discutiendo “transversalmente”. Voy ahora a tus últimas ¡¡SEIS!! respuestas (lo haré, como tú, en varias entradas), desde “27 de febrero de 2010 10:30” a “27 de febrero de 2010 22:35”. Para agilizar la comunicación, lo haré en conjunto y sin citas para las dos primeras, alineando mis respuestas.<br /><br />Por supuesto que imagino que sabes la diferencia entre gameto y zigoto, al igual que entre 8 y 80: se trataba de una consideración a efectos de reconocimiento, no de conocimiento. Lo que dices sobre esto me enseña algo interesante que asumo y en realidad sólo detalla y amplía mi tesis, como tú mismo reconoces en la última frase de tu última entrada de “27 de febrero de 2010 22:35”: si resulta que, antes de unirse efectivamente (“actualmente”) los gametos ya pueden considerarse una unidad sistemática porque están determinados legal y necesariamente a unirse (están en proceso de ello), entonces, cómo no, y con regocijo, concedo: son ya una unidad; “potencialmente”, diríamos Aristóteles y yo; son una unidad orgánica en estado o realidad potencial: es el acto de una potencia, está actuando su potencia, ya activada, para unirse. Desconocía la información o consideración que ofreces. Pero, como tú, lo que intento es ser no “presentista”. No hay desacuerdo ni ninguno incurre en este punto crucial en ser “chusco” en su razonamiento. Así que “miel sobre hojuelas”. Tú prefieres hablar de “sistema” y yo hablaba de “sujeto” o “unidad orgánica. Por lo demás, la dimensión biológica es real como la física, si es que no queremos ser reduccionistas. En cuanto a que desde la consideración física las partículas del zigoto están más disgregadas que antes de su estado zigoto: tú mismo has notado antes la mayor relevancia de la consideración sistemática respecto a la consideración particularista. Lo relevante, aunque tú has ampliado la perspectiva relevante que me interesa en la discusión, es, en física, biología o moral (conciencia humana), no tanto lo elemental y discreto cuanto la conexión sistemática u orgánica.<br /><br />Dices que hay palabrería que no aceptas. Y luego argumentas que “no es” necesidad “esencial” sino “consecuencia” física. Bueno, aclarémonos: yo creo o acepto, con la filosofía analítica contemporánea, que es mejor sobre cualquier cosa (por ejemplo “Dios” o “leptón” o “libertad”) preguntar qué significa que declarar, ante la palabra o su posible referencia objetiva, si “es” o “no es” (no “si Dios existe” y luego explicitar su esencia o atributos sino, como planteaba perspicazmente A. Flew, preguntar qué significa “Dios” y si su significado es consistente). Tú expresas un significado con una palabra, yo con otras, pero lo relevante es el significado, que no es trascendente ni “metafísico”; en tal caso, se trata de preferencias terminológicas argumentalmente no decisivas.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-77348205030967309872010-03-03T10:38:55.785+01:002010-03-03T10:38:55.785+01:0026 de febrero de 2010, 17:32, parte segunda:
--“N...26 de febrero de 2010, 17:32, parte segunda:<br /><br />--“No reconoces sujetos…Efectivamente, no lo reconozco. Un embrión que se divide en dos”<br /><br />No me parece ahora a mí muy relevante notar que de un zigoto puedan resultar dos para negar el carácter humano o personal del zigoto: se trata de creación o multiplicación de realidad, como la que ocurre constantemente entre los seres vivos (en todos, pero bueno). “Todos” nos reproducimos o multiplicamos; lo que discutimos es el carácter o “esencia” de lo multiplicado y el hecho de que se trata de multiplicidad y no aglomeración de masa, es decir, que lo que se crean son individualidades personales en el caso humano.<br /><br />--“no reconoces el hecho de la unidad…sí lo reconozco (es trivial). Lo que niego es que tenga repercusiones morales”<br /><br />A mí me parece algo más y anterior a “morales”, y por esto también “morales”, Jesús: captar la unidad sistemática (orgánica o biológica o no) de un conjunto de fenómenos tiene la consecuencia de reconocer, manejar y relacionarse apropiadamente con los distintos seres y cosas. Saber que una incisión en un núcleo atómico es algo más que un rasguño o rajita en una cosa pequeñita implica que nos vayamos al búnker, recemos, nos dispongamos a dejar esta vida o lo que sea… o que sigamos como si nada hasta enterarnos, aunque sea tarde, de lo que era y pasaba.<br />--“Efectivamente, no veo "conexión causal". Y no sólo no la veo, sino que es imposible verla. Algunos se la imaginan, pero no hay NINGUNA RAZÓN para pensar que algo en la realidad corresponde a ella, y que hay algo ADEMÁS de la sucesión….// en un milagro laico…<br />Efectivamente. Y ninguna respuesta a ese enigma tiene ninguna razón”<br /><br />Si no hay conexión causal no hay ciencia ni conducta que merezca el calificativo “racional” frente a cualquier otra. Otra cosa es cómo se analiza y entiende “causalidad” y racionalidad. Pero es que hay muchas cosas que no son susceptibles de ser vistas, que no son sensaciones ni imaginaciones, sino algo captable por la “razón”, empezando por la razón o conciencia misma (que trasciende a la ciencia, como es reconocido por ella misma): no puede verse lo que imanta los imanes, ni la presencia de un muro eléctrico, etc.; y, si miramos con instrumentos sofisticados, no vemos sino puntos discretos, como enseña hoy la ciencia a raíz de su desarrollo cuántico: no es “visible” lo “esencial”: la conexión entre los cuantos o su “cuantidad” energética; la materia no es la energía, pero sin energía (como sin “mente” o idea) no habría nada. Porque de la nada, nada sale: todo es ya desde el principio de alguna manera: como potencia o energía o fuerza y, antes, como ley, razón o idea.<br /><br />--“…cuando no tiene NADA de actividad cerebral, no tiene mente…”<br /><br />Ya he cuestionado lo de “nada” y “tiene”.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-17820906165659122862010-03-03T10:35:16.782+01:002010-03-03T10:35:16.782+01:0026 de febrero de 2010, 17:32, parte primera:
--&qu...26 de febrero de 2010, 17:32, parte primera:<br />--""Lo que digo es, sencillamente, que a algo que no tiene sensaciones, sentimientos, deseos, etc., no es un "sujeto moral".""<br /><br />Vale. Es lo que me está dando que pensar o repensar. La clave está en el significado de “tiene”, si es único o múltiple, y si las diferentes acepciones son “triviales”, irrelevantes o no. A eso venía la noción aristotélica de “potencia”, si no queremos, incongruentemente, trivializar la realidad en mera sucesión de fenómenos sucesivos pero independientes o/y, a la vez, reconocerlo como un misterio impenetrable. Aristóteles, que en realidad era, como todos los filósofos (mejores o peores), un filósofo analítico o esclarecedor del lenguaje (de lo que decimos y lo que queremos decir), notaba que “ser” tiene muchos sentidos. Y el de la “potencia” descubrió que es uno principal de ellos, rescatándolo de su confusión reductiva con el mero “no-ser” o “no-tener” (actual o plenamente). Definía precisamente al ser humano como “animal que tiene lógos” (zoón logón ejón), pero si ese tener o ser no se entiende como potencial (insisto: real pero en proceso), pocos humanos podríamos identificar o reconocer, puesto que, del principio al fin de la vida humana, el lógos o la racionalidad (y palabra, etc.) se muestra en mayor o menor grado o actualidad.<br /><br />--"que algo que en cierto momento tendrá mente, sea un zigoto antes de tenerla, no hace que el zigoto tenga mente."<br /><br />Sólo si “tener” se entiende en sentido positivista simplificador que allana la realidad y significación de toda diferencia. Un bolígrafo ni tiene ni podrá tener nunca mente, pero un ser como el zigoto humano la tendrá seguro porque puede realmente y está en proceso hacia ello, a no ser que se ab//orte (se aniquile desde su orto o comienzo). A mí no me parece una diferencia trivial o irrelevante. A este respecto (contra Mosterín también, al fondo) insisto en la diferencia entre un sembrado de lo que sea y un saco de semillas o piedras: si me cargo el sembrado me estoy cargando la plantación aunque no haya crecido del todo, y así lo entendería y diría un hablante estándar (y sería o estará penalizado, sin duda, en su justa medida); cosa distinta de decir que quien tira el saco se está cargando un sembrado: el habla ordinaria no lo diría porque no es lo mismo, aunque se quiera (Mosterín, por ejemplo) igualar falaz y simplistamente las dos cosas.<br /><br />--"Lo que niego es que, POR EL HECHO de que la mente del ser humano dependa orgánica y diacrónicamente de lo que pasa en el embrión, eso NOS OBLIGUE MORALMENTE a considerar el embrión como un sujeto CON LOS MISMOS DERECHOS que una persona."<br /><br />Advierto en el fondo de este planteamiento un entendimiento estrecho de la moralidad, que depende unilateral y exclusivamente del tema de la “falacia naturalista” señalada por Hume. Que lógicamente un “debe” no se siga de un “es” significa que, para conectarlos, hay que ofrecer más amplias consideraciones lógicas (conectivas). Con la pura lógica formal y abstracta no podríamos expresar racionalmente o con sentido vinculante más que tautologías del tipo 2X2=4 (en base 10). Si te atienes a esta noción de racionalidad es cuando te quedas sin fundamentación, como te decía, no sólo para la moralidad, sino para la lógica científica y cualquier otra. Dicho de otro modo: la racionalidad no se reduce a afirmaciones analíticas o al despliegue de definiciones estipulativas y convencionales que introducen previamente en la definición las conexiones o síntesis que manejamos pero que no tendrían fundamento o correspondencia en la realidad. Otra cosa es justificar racionalmente, como se planteó lúcidamente Kant, nuestras síntesis y sus diversas clases. No vamos a resolver el problema epistemológico y ontológico que trajo en jaque a la filosofía moderna, y sigue en la contemporánea, en cuatro líneas, pero creo que, con reconocer al menos el sentido y la complejidad no trivial del problema sería suficiente para proseguir profundizando y alcanzado claridad.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-53361681039278707112010-02-27T22:35:37.471+01:002010-02-27T22:35:37.471+01:00mientras que al principio reconocías muchas objeti...<i>mientras que al principio reconocías muchas objetividades menos la moral, al final te has desdicho o contradicho, pues las has enviado a todas, junto a ella, al sumidero de la nada onto/lógica (ni esencia ni causa), de la ilusión y la creencia</i><br />¿Dónde he dicho yo eso? Lo único que digo es que el conocimiento de los hechos es conocimiento EMPÍRICO (basado, si acaso, en la HIPÓTESIS de que existen regularidades en la naturaleza), pero, empírico o no, admito que es OBJETIVO (en el sentido de que, el hecho de que la luna sea esférica no depende de lo que nosotros creamos sobre ella; en cambio, el asesinato es malo SÓLO EN EL SENTIDO de que a "nosotros" nos parece repugnante moralmente; si no hubiera seres a los que le pareciera así, no sería moralmente malo; en cambio, la luna seguiría siendo esférica aunque no hubiera nadie para pensarlo).<br />.<br /><i> Le has quitado la objetividad a la misma ciencia física y a la lógica</i><br />No veo por qué. La objetividad lógica, por otro lado, se basa en que sólo afirma trivialidades. Y con respecto a la objetividad de la física, hay que distinguir la objetividad de los HECHOS de los que se ocupa la física, y la FALIBILIDAD de TODAS nuestras teorías sobre esos hechos; ambas cosas, objetividad y falibilidad, se pueden mantener simultáneamente, y yo las mantengo. No sé de dónde sacas que niego la objetividad. Lo que niego son las bobadas disfradas de conceptos serios, como "sustancia", "sujeto", "accidente", "esencia", etc.<br />.<br /><i>: o hay razón y ley como algo más que hechos inconexos, o no la hay. Si la hay, en cambio, también la hay moral, aunque sea peculiar.</i><br />Bueno, eso requiere MUUUUUCHA demostración, y me temo que casi cada paso de la demostración será LA LECHE de discutible.<br />.<br /><i> voy a tu argumento sobre la conciencia como esencia (bueno, perdona, como rasgo o hecho) del valor moral absoluto de la persona como sujeto de derechos que debo respetar me guste o no me guste (no veas la retahíla de conceptos imprescindibles que a la vez niegas y afirmas en nuestra discusión). Me cojo tu parte ilusa de convenir la regla de que tienen sentido. ¿Tengo réplica o lo acepto (aborto libre hasta un número de semanas de gestación)?</i><br />Tal vez sea porque escribes a altas horas de la madrugada, pero confieso que me cuesta seguir la frase.<br />.<br /><i> la ¿misteriosa? idea de que de alguna manera la persona ya está en el zigoto </i><br />Claro que es "misteriosa". Es que NO ESTÁ. Lo que ESTÁ es el hecho de que, dadas las regularidades de la naturaleza, el zigoto se convertirá en un ser desarrollado si se dan ciertas condiciones. Igual que, cuando se ha puesto sólo la primera piedra de un edificio (y se han hecho los planos), el edificio no tiene tejado (aunque seguramente lo tendrá).<br />.<br /><i> la conexión buscada ... entre el zigoto y la conciencia sería el genoma como plan en ejecución</i><br />.<br />Esto es trivial, ¿cómo negarlo? (aunque NO SÓLO hace falta el genoma: también hace falta que se den un montón de otras condiciones). Lo que pasa es que tú das un salto injustificado que yo no doy: tú pasas de la afirmación de que el zigoto se convertirá en algo con mente, a la conclusión de que hay que respetarlo como algo que ya tuviera mente.<br />.<br /><i> nada aparece de la nada, ni se desarrolla (despliega) si no estaba.</i><br />Precisamente por ese motivo el SISTEMA formado por los DOS gametos ANTES de unirse (pero que, dadas las leyes físicas, se VAN a unir), tendría que merecer el mismo respeto que un embrión o que un adulto.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-7621581240602464632010-02-27T11:02:11.166+01:002010-02-27T11:02:11.166+01:00¿Cómo puedes querer reglas y creer a la vez que a ...<i> ¿Cómo puedes querer reglas y creer a la vez que a la voluntad no la mueve regla sino caso o acaso?</i><br />.<br />Por la misma razón que prefiero que el futbol tenga reglas y no que cada jugador haga lo que le parezca en cada momento: porque es más satisfactorio vivir en un juego organizado según ciertas reglas, y prefiero el juego que resulta de aplicar ciertas reglas, en vez del que resulta de aplicar otras. Por otro lado, ¡claro que las reglas influyen en el comportamiento! Si sabes que hay una regla que dice que te van a llevar a la cárcel si no pagas los impuestos, es más probable que los pagues (p.ej.).<br />.<br /><i>¿Cómo puedes esperar “respeto” a las reglas que no sea la seducción del gusto, si además el gusto o la querencia es un lábil acaso?</i><br />Ya he explicado que "respeto", "obligación", "condena", y otros sentimientos morales, son sentimientos DIFERENTES del "gusto". Pero que sean diferentes no hace que no sean sentimientos, y como tales, meramente subjetivos. Por otro lado, lo que me hace ESPERAR "respeto" es, sencillamente, mi conocimiento del funcionamiento psicológico de los demás, y lo que me hace DESEAR "respeto" son mis propios sentimientos morales. Por último, creo que hay matices poéticos en tu frase que se me escapan.<br />.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-72194028487437947812010-02-27T10:56:53.939+01:002010-02-27T10:56:53.939+01:00si creyera o me informara de que son malas, dejarí...<i>si creyera o me informara de que son malas, dejaría de hacerlo</i><br />Claro, pero "informarte" de eso significa averiguar que esas acciones producen OTRAS consecuencias QUE TE PRODUCEN LA SENSACIÓN, SENTIMIENTO O EXPERIENCIA DE "REPUGNANCIA MORAL".<br />.<br />Naturlamente, puesto que somos seres racionales (o sea, con capacidad de razonar, no siempre bien), nuestro sistema cognitivo nos compele a ser lo más coherentes posibles en nuestros juicios. Puede ocurrir, por lo tanto, que haya situaciones en las que experimentemos tanto sensaciones morales positivas como negativas, y en ese caso intentaremos revisar nuestros "principios" (o sea, sencillamente aquellos juicios que nos sentimos MENOS dispuestos a cambiar) para aumentar la coherencia de nuestros juicios morales. No dudo que tal vez hay sistemas morales que conducen a una coherencia mayor que otros. Pero eso no los hace menos RELATIVOS.<br />.<br /><i> “hay que” discutir (¿un caso de la falacia naturalista que luego niegas verbalmente?) “para” (creía que creías que no hay causas, ni motoras ni finales, aunque me resulta increíble) establecer ¡¡”reglas”!!, nada menos</i><br />Vamos a ver: yo no niego que HAGAMOS juicios morales; lo que niego es la TEORÍA METAÉTICA según la cual los juicios morales DEBEN corresponder a algo así como "la verdad moral". No niego que haya causas, sino que DE TODO LO QUE ACEPTAS TÚ SOBRE LA CAUSALIDAD, yo me quedo (como lo único imprescndible) con el supuesto de que hay regularidades en la naturaleza (y el objetivo de la ciencia es descubrirlas, y el de la tecnología utilizarlas). Tampoco niego que haya INTENCIONES (es un hecho biológico innegable). Y, por supuesto, tampoco DESEO que la sociedad no se rija por reglas; PREFIERO vivir en una sociedad en la que hay leyes, y leyes que en su mayor parte coinciden con las que a mí me parecen mejor, que en un mundo sin reglas o con reglas que yo rechazo.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-10016676112188328522010-02-27T10:49:47.111+01:002010-02-27T10:49:47.111+01:00¿qué valoración subjetiva te merecen las valoracio...<i> ¿qué valoración subjetiva te merecen las valoraciones subjetivas: buena, mala, indiferente? </i><br />Depende. El hecho de que Rajoy defienda la libertad política en Cuba, me produce una valoración subjetiva (como toda valoración) positiva. El hecho de que de Juana defienda la independencia del País Vasco por la vía de las armas, me produce una valoración subjetiva negativa. El hecho de que un hincha del Bayern juzgue que su equipo es el mejor del mundo, me produce una valoración subjetiva indiferente.<br />No veo cuál es el problema. La mayoría de las valoraciones que uno hace son TOTALMENTE INVOLUNTARIAS. Yo no puedo evitar que me guste el chocolate, y no puedo evitar que me parezca repulsiva la esclavitud (aunque supongo que habrá técnicas psicológicas para conseguir que algunas de mis valoraciones cambiasen, entre ellas, la educación). El hecho de que sean subjetivas no hace que no sean reales ni les quita su fuerza como motivación.<br />.<br /><i>¿No sabes ni te importa por qué te repugnan o agradan ciertos hechos o reacciones morales?</i><br />¡¡¡Por supuesto que me importa!!! Pero la respuesta a esa pregunta la da la biología (o sea, por qué RESULTA que mis neuronas funcionan de tal manera que ciertas cosas me producen el sentimiento de respeto y admiración, y otras el de odio y repulsa). Cualquier otra explicación es MAGIA, porque hace que mis neuronas (que son cositas hechas de átomos) se muevan por causas DISTINTAS de aquellas por las que un átomo se puede mover (que es la fuerza electromagnética que sufre por los átomos que le rodean).<br />.<br /><i>No vale recurrir a configuraciones neuronales, puesto que, siendo las mismas en los humanos, las reacciones morales son contrarias ante los mismos hechos</i><br />¡¡¡¡GRAN ERROR!!! Una cosa es la similitud de la organización cerebral básica, y otra cosa son los DETALLES. El cerebro de un hablante nativo de inglés no tiene LAS MISMAS CONFIGURACIONES SINÁPTICAS que el cerebro de un hablante nativo de chino (es más, ningún cerebro tiene las mismas configuraciones sinápticas que otro, ni las mismas que unos minutos antes). Decir lo contrario es tan tonto como decir que Usain Bolt no puede correr más que yo, porque ambos tenemos los mismos músculos y huesos.<br />.<br /><i>para no creer en la causalidad tienes un uso generoso e interesado de la noción de causa</i><br />Claro. Todo el uso que permite la noción de causalidad como SUCESIÓN REGULAR. Lo que no acepto son ESPECULACIONES INCONTRASTABLES acerca de las "esencias" que hacen que las regularidades empíricas sean las que son.<br />.<br /><i>rechazar una u otra causa particular no equivale a cancelar el principio de causalidad en general, sin el que no podríamos pensar ni hablar.</i><br />Eso me parece trivial. Pero el supuesto NECESARIO no es que hay "un algo" que "produce esencialmente" las regularidades que se cumplen en la naturaleza. El ÚNICO supuesto imprescindible para usar un lenguaje causal es QUE LAS REGULARIDADES SE SIGAN CUMPLIENDO (y a hacer puñetas las HIPÓTESIS sobre por qué). Por otro lado, que nosotros NECESITEMOS pensar que X es verdad, no es una premisa de la que se pueda inferir que X es verdad. También percibimos el mundo inevitablemente como un espacio euclidiano, y eso no signfica que lo sea.<br />.<br /><i>hay cosas que quiero hacer aunque no me gusten; las hago porque creo que son buenas o son deberes </i><br />¡¡¡Es que yo NO identifico "deberes" con "gustos"!!! Lo que digo es que los deberes (que SON deberes, NO SON gustos, es decir, se EXPERIMENTAN como obligaciones, no como deseos), son IGUAL DE SUBJETIVOS que los gustos. O sea, que la CAUSA de que los experimentemos no es que "exista en el universo como un hecho objetivo la obligatoriedad de experimentarlos así", sino el hecho de que nuestras configuraciones sinápticas nos han llevado a reaccionar con esos sentimientos, en vez de con otros (naturalmente, eso tendrá a su vez otras causas, como la educación que hemos recibido, las mutaciones que tuvieron nuestros antepasados, etc.).Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-45919841668034698292010-02-27T10:34:27.933+01:002010-02-27T10:34:27.933+01:00accidente es lo que le ocurre, sin cambiar su unid...<i>accidente es lo que le ocurre, sin cambiar su unidad y esencia</i><br />De nuevo palabrería que no acepto. Eso podía aceptarse antes de que se supiera que todo son combinaciones químicas de átomos y partículas elementales. La NECESIDAD por la que una célula se desarrolla como se hace no es una "necesidad esencial u originaria", sino sólo una CONSECUENCIA FÍSICA de las leyes físicas por las que se atraen o se repelen unas a otras las partículas elementales de las que esa célula está formada.<br />.<br /><i> por los hechos los conoceréis, según mi maestro Jesús</i><br />Sabio empirismo.<br />.<br />Con respecto a las críticas a Mosterín, harías mejor en dirigírselas a él; yo no voy a defenderlo, pues él se sabrá defender mejor de lo que lo defienda yo.<br />.<br /><i> que me han encarecido su publicación, por el medio que fuera, como estoy haciendo.</i><br />¿¿??<br />.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-71634506551626706152010-02-27T10:30:02.653+01:002010-02-27T10:30:02.653+01:00Un gameto no es un zigoto
Me achacas, supongo que ...<i>Un gameto no es un zigoto</i><br />Me achacas, supongo que sin mala fe, la confusión de un zigoto con un gameto, cuando de lo que yo estoy hablando es EL SISTEMA FORMADO POR EL ÓVULO Y EL ESPERMATOZOIDE que VAN a unirse. Considerar ese SISTEMA FÍSICO como una unidad SÓLO en el momento en el que están fusionados (¿cuándo?, ¿cuando penetra la cabeza del espermatozoide?, ¿cuando empiezan a unirse los cromosomas de ambos?, ¿cuando terminan de unirse?, ¿cuando se el zigoto se ha dividido la primera vez?) es un sesgo PRESENTISTA tan chusco como el que me achacas tú al decir que no considero las potencialidades del zigoto. Dado que los movimientos de los gametos son deterministas, ya forman un sistema ANTES de unirse (Dios sabe perfectamente que, dadas las leyes físicas, ESE óvulo se fusionará con ESE espermatozoide). El hecho de que estén separados unos centímetros unos instantes antes de fusionarse, no les hace MENOS constituir un SISTEMA. (Tu punto de vista se basa en que consideras relevantes sólo las leyes de la biología, cuando lo auténticamente relevante en la naturaleza son las leyes de la FÍSICA).<br />Insisto, no estoy comparando el zigoto con el gameto, sino el zigoto DESPUÉS de haberse fusionado los gametos, con el zigoto ANTES de haberse fusionado. Y repito: en ese momento anterior, la distancia relativa entre ellos es mucho más pequeña que la distancia que hay entre los átomos del zigoto; o sea, el zigoto, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES, está INCREÍBLEMENTE MÁS "DISGREGADO" que lo que lo están el óvulo y el espermatozoide antes de unirse.Jesús P. Zamora Bonillahttps://www.blogger.com/profile/07054631110263426886noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-58007069351349412262010-02-27T02:59:14.133+01:002010-02-27T02:59:14.133+01:00DOS B: Esta posición tuya, Jesús, que acabo de res...DOS B: Esta posición tuya, Jesús, que acabo de resumirme es realmente poco racional ni razonable; es de un escepticismo y relativismo deletéreo de toda cohesión humana. Pero además, al exponerlo o resumirlo, si no me equivoco demasiado, ha salido que, mientras que al principio reconocías muchas objetividades menos la moral, al final te has desdicho o contradicho, pues las has enviado a todas, junto a ella, al sumidero de la nada onto/lógica (ni esencia ni causa), de la ilusión y la creencia. Le has quitado la objetividad a la misma ciencia física y a la lógica. Realmente es un hecho: es deletéreo el relativismo humeano como metateoría. Desde luego, para mí (como para Kant, maestro del pensamiento según mi valoración subjetiva), la razón práctica y la teórica, la científica y la moral, van en el mismo tren, tienen el mismo destino (como se pudo ver ya con Hume): o hay razón y ley como algo más que hechos inconexos, o no la hay. Si la hay, en cambio, también la hay moral, aunque sea peculiar.<br /><br />Pero voy a tu argumento sobre la conciencia como esencia (bueno, perdona, como rasgo o hecho) del valor moral absoluto de la persona como sujeto de derechos que debo respetar me guste o no me guste (no veas la retahíla de conceptos imprescindibles que a la vez niegas y afirmas en nuestra discusión). Me cojo tu parte ilusa de convenir la regla de que tienen sentido. ¿Tengo réplica o lo acepto (aborto libre hasta un número de semanas de gestación)? A ver: mi argumento apelaba a la conexión entre zigoto y conciencia, que no es simultánea, pero reivindicaba la noción, bien entendida (no como Mosterín o tú), de ser o esencia en potencia: paradójicamente, ya activa, aunque no realizada (“acto/actuación/activación/ejercicio/energía de la potencia en tanto potencia”: esa es la vida o el movimiento, según notó Aristóteles con mucho sentido). Es decir, yo apelaba a la ¿misteriosa? idea de que de alguna manera la persona ya está en el zigoto en virtud de su genoma como dispositivo y plan en ejecución. Lo demás no sería cuestión de esencia (que, no lo he dicho hasta, pero para Aristóteles y John Locke es el sistema de potencias de un ser o unidad orgánica, o sea, compleja, primero implicada y luego explicada, pero siempre presente de alguna manera), sino de apariencia y de conocimiento o discernimiento del observador. De otra manera, para entenderme: la conexión buscada (y que tú no encuentras para poder hablar de sujeto personal permanente al que respetas o te cargas) entre el zigoto y la conciencia sería el genoma como plan en ejecución, como diseño ya activo, existente y vivo: como un plan pero ya en movimiento, no como una idea, una posibilidad, una ilusión. Huum… me sigue (me sigo) convenciendo. En el genoma está toda la persona, toda la esencia, porque nada aparece de la nada, ni se desarrolla (despliega) si no estaba. El sistema nervioso como vehículo de la conciencia expresa, sensible y notable está ya en el genoma, que es un proyecto (personal: ésa es la diferencia con un genoma de gato) que quiere o tiende (está tendiendo) a realizarse plenamente si el resto del Universo lo deja, empezando por su madre.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-8090735604518956052010-02-27T02:51:40.137+01:002010-02-27T02:51:40.137+01:00Bueno, Jesús, pues resulta que no sólo tengo pendi...Bueno, Jesús, pues resulta que no sólo tengo pendientes de responder dos entradas tuyas, sino otra anterior que me pasó desapercibida con tanta entrada y respuesta. Repasándolas, he ido componiendo una sinopsis más allá de puntos discutibles menores. Y mi balance actual o estado de opinión tras el balanceo va por aquí:<br />He entendido y me parece un argumento muy serio tu tesis de que una persona es una conciencia con sentimientos y proyectos, y que eso no existe o no es posible creer que exista sin su base física precisa de carácter neurológico. Antes, sólo se trataría de materia orgánica, viva, sí, pero no ser humano en tanto que persona o vida consciente reconociblemente semejante a la que tiene sentido reconocerle un igual derecho a la vida, de acuerdo con la Constitución (“todos tenemos derecho a la vida”). Ahí estaría la raya de lo que habría que considerar objetivamente “homicidio” (repugne o agrade). A cuyo hecho objetivo (o científico) y denominación adecuada añades tu querencia, “valoración subjetiva” (expresión inadecuada, porque depende de valores como pautas objetivas en las que no crees) o beligerante propuesta de respetar su derecho. Dos comentarios hasta aquí, a reserva de afrontar más puntuales respuestas a lo pendiente, ya que tengo sueño, es tarde y mañana me voy de viaje.<br /><br />Uno: este razonable argumento no aparece ni en la ministra de igual da, ni en la ley recién aprobada ni en su ideólogo Mosterín. Sólo me lo habéis argüido tú y otro filósofo amigo.<br /><br />Dos (y principal) A (luego vendrá un B): tu propuesta es un hecho, pero aún sin justificación o creencia ilusa que pueda generar misteriosamente la convicción que persigues, porque niegas que haya, junto a objetividad o legalidad física, lógica, matemática y estética, una objetividad o valor moral, sino sólo valoraciones o reacciones subjetivas. Más aún o mejor dicho: porque no hallo respuesta posible en tu discurso para la pregunta (que ya he hecho y has eludido) “¿por qué debo respetar ningún derecho o adquirir aversión contra las convenciones llamadas ‘crímenes’ por las ‘leyes’ del Estado?” O ¿por qué debo hacer nada, si derechos y por tanto deberes son relativos, subjetivos, variables con la adecuada ingeniería psicológica o sociológica o de cualquier tipo? O ¿por qué razón debo nada de nada si la razón es una ilusión, una contingente convención más, que no esconde sino una querencia o preferencia o gusto resbaladizo, sin raíz ni fundamento, que se desliza sobre nada, sobre ninguna esencia o “consistencia” (que diría Ortega)? ¿Por qué no al homicidio y sí al pollicidio? Dicho de otro modo, Jesús: tu relativismo moral es incongruente con una defensa coherente de ninguna reacción moral determinada frente a otra, por lo que la transgresión de acuerdos, reglas, derechos no merece juicio ni reproche alguno (que no sería sino un juego de palabras, entre otros juegos lingüísticos, diríase con el segundo Wittgenstein). De modo que ante el holocausto nazi, por ejemplo, o los cien millones de homicidios cometidos por el comunismo (añádelo uno más, quizá: el del cubano sobre el que escribió estos días) sólo cabría decir con sentido (aunque un sentido relativista, que se inventa, movedizo, inasible, inconsistente, etéreo): “cosas que pasan; esto es lo que hay y punto pelota; no sé por qué pero no me gusta, como no sé por qué te quiero, aunque confesártelo pueda tener la indeseada consecuencia de que me mandes a la porra y no me quieras porque con ello te doy una razón para no quererme que es el no ver razonable quererte”.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-82515915394944184612010-02-27T01:04:34.334+01:002010-02-27T01:04:34.334+01:00(Respuesta "y 2" a tu entrada de 26 de f...(Respuesta "y 2" a tu entrada de 26 de febrero de 2010 a las 13:25.) En todo caso, dices que hay que discutir para establecer reglas para discutir ("cuando hay discrepancias"). Porque, si no (lo dices tú mismo, no sé si te das cabal cuenta), “no tiene sentido”. Por supuesto: mentira que fuera que haya ser o esencia, sujeto, causa o regla, no tenemos más remedio que CREER en ellos y apelar a ellos regularmente, necesariamente, constantemente (o sea, con Kant versus Hume: hay regla, necesidad, ley, causa, aunque, envuelto en ellos, la reflexión de Hume, absorta sobre los hechos sensibles, sentimentales y volitivos, no alcance a verlos). Jesús, en serio (aunque nada de lo anterior era broma), ¿no te parece esto un “indicio” o “prueba” de algo; algo más que el caso, el acaso, la casualidad; algo distinto y que gobierna la voluntad o la querencia misma en lugar de estar sujeto a ella? ¿No prueba que hay algo más que querencia o valoración subjetiva, o que en la valoración subjetiva late algo más que lo subjetivo?<br />¿Para qué invitar a reflexionar si las conclusiones salen –dices-- de “ahí” (o sea: no de su propia lógica o de una verdad objetiva, de carácter legal y no sensible, que se nos impone y nosotros reconocemos)? Claro que no se trata de adoctrinar, sino de invitar a descubrir reflexivamente LA VERDAD. Desde nuestra subjetividad, por supuesto, pero como algo que la sustenta y está más acá o en el centro o más allá de ella.<br />Hay, pues, según tú, sentido, pero no verdad objetiva. Bueno, pero además de hechos, entonces, hay “sentido”. Y el sentido tiene un sentido, es decir, unas reglas. Es un hecho, entonces, que además de hechos caSUales que se suceden misteriosamente, hay reglas de sentido y hay creencia en ellas, en que son caUSales; creencia de que influirán en la voluntad o el “quiero”. ¡¡Entonces crees lo mismo que yo, que me imagino que no es superfluo creer que haya una realidad objetiva (legal, normativa, no sensible y contingente o casual) que rigen las valoraciones subjetivas (bien o mal, con coherencia o incoherencia, corregible desde la conciencia reflexiva de esas mismas reglas)!! No obstante, oh incongruencia, oh escepticismo autoescéptico humeano, consideras una “ilusión” esa creencia, esa reconocida tendencia psicológica a creer en la lógica y en todo tipo de legalidad, a pensar legalmente, o sea, a pensar (recuerdo: lógos=ley, lógica, locución, logia). Una ilusión operativa, una falsedad que produce creencia, una irrealidad que crea hechos.<br />Consideras una liberación tomar conciencia de que se trata de una ilusión (pero, ¿es una ilusión el hecho de su eficacia, de su potencia para producir hechos y reacciones y valoraciones subjetivas que pueden establecer reglas y cambiar la sociedad, como de hecho la han cambiado?). Pero no dices por qué ni dices qué libera o de qué nos libra. Más (o menos): discrepo de que no vaya a ocurrir que la sociedad pierda la creencia en esa “ilusión” de una objetividad normativa o una norma objetiva; apelo a los hechos: es lo que está pasando, empezando por un Presidente del Gobierno que, tras jurar la Constitución, contraviene su principio de que todos los españoles tienen derecho a estudiar en español en España, por no hablar de que “todos tenemos derecho a la vida”, pues considera, como más gente de la cuenta para mi gusto (o criterio de lo justo: es lo que discutimos) que el que va a nacer no tiene derecho a la vida porque su vida está sometida al derecho subjetivo de una adolescente de 16 años. Según tu lectura, España se habría dado ya cuenta, a través de sus representantes, de que el derecho a la vida es meramente subjetivo: y lo está poniendo en práctica (para mí, un caos o cortocircuito cognitivo). ¿Se habrá dado cuenta o será una ilusión cognitiva? Según la epistemología que manejas, no puede saberse o es una cuestión de igual da. Tenemos una ministra humeana.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-70772458763105554302010-02-27T00:05:48.630+01:002010-02-27T00:05:48.630+01:00Respuesta 1 (habrá "y 2")a tu entrada de...Respuesta 1 (habrá "y 2")a tu entrada de 26 de febrero de 2010 a las 13Si no hay reacciones morales buenas ni malas sino sólo valoraciones subjetivas, ¿qué valoración subjetiva te merecen las valoraciones subjetivas: buena, mala, indiferente? (A ver si te cojo por ahí en el reconocimiento de criterios “objetivos” morales o NORMATIVOS internos en el amplio campo de la mente o lo subjetivo, distintos de los deseos, imaginaciones, etc.; aunque no creo; sigo). ¿No sabes ni te importa por qué te repugnan o agradan ciertos hechos o reacciones morales? No vale recurrir a configuraciones neuronales, puesto que, siendo las mismas en los humanos, las reacciones morales son contrarias ante los mismos hechos. Por cierto, te pasa como a Hume, claro (la contraposición de principio en que puede que nos metamos al final, si nos quedan fuerzas, ganas o tiempo): para no creer en la causalidad tienes un uso generoso e interesado de la noción de causa. Pero, como Hume (lo mostré en mi tesis doctoral, de la mano de Kant), no te percatas de que rechazar una u otra causa particular no equivale a cancelar el principio de causalidad en general, sin el que no podríamos pensar ni hablar.<br />De todos modos: no me parece cierto o un hecho que el conocimiento del porqué me gusta algo no influya en que me guste, aunque no influya en todos los casos (lo cual se deberá a más causas, concausas o variables por descubrir; nunca a negar ni el principio de causalidad ni el hecho de que mis gustos son variables dependientes de la variable “conocimiento de la causa”). Hay miles de ejemplos posibles, no sé…me gustan las caricias a ojos cerrados; pero si me informan, aunque sea falso, de que me está acariciando la tía Eduvigis soy capaz de vomitar. Hum, otro: hay cosas que quiero hacer aunque no me gusten; las hago porque creo que son buenas o son deberes (por ejemplo, tener un blog y dialogar en otros; o madrugar para trabajar); si creyera o me informara de que son malas, dejaría de hacerlo. Las creencias (los “conocimientos”, los pensamientos) influyen en los deseos, querencias y “valoraciones subjetivas”, sin la menor duda; al menos también lo crees, pese a que no te percates reflexivamente de ello: crees que escribir este blog puede influir en las creencias de otros y, a través de ellas, en sus “valoraciones subjetivas”, cosa que sin duda valorarías muy positivamente; de otro modo, no lo escribirías (o la causa sería otra, la veas o no).<br />Dices que “el sentido de discutir” aunque no haya criterios objetivos que influyan en la discusión es que “quieres” ciertas cosas, que (¿”porque” o no?) ése es el caso; o sea, que ocurre; cosas que pasan. Según dices, las razones no importan (aunque te había entendido que para ti no hay razones como algo diferente de deseos opacos, brutos o casuales –“es el caso”—. No obstante, dices que “hay que” discutir (¿un caso de la falacia naturalista que luego niegas verbalmente?) “para” (creía que creías que no hay causas, ni motoras ni finales, aunque me resulta increíble) establecer ¡¡”reglas”!!, nada menos. Pero ¿no sostienes que no crees en esencias ni potencias ni sujetos ni causas ni más regla que las ciegas querencias o casuales valoraciones subjetivas, o sea, que no hay regla sino casos, sucediéndose misteriosamente? ¿Cómo puedes querer reglas y creer a la vez que a la voluntad no la mueve regla sino caso o acaso? ¿Cómo puedes esperar “respeto” a las reglas que no sea la seducción del gusto, si además el gusto o la querencia es un lábil acaso? Ah, aaah: como Hume, creencia sin razón ni ciencia; confianza laica en que el misterioso acaso me sea propicio; creencia en la misteriosa causalidad de la No-Causa; un Dios oscuro, arbitrario, des//figurado. Son las tantas de la noche y no sé si me estoy rallando o me ralla tu discurso o te estoy rallando. Sigo abajo en "Y 2".José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5918791314866668362.post-45162012233817670522010-02-26T22:37:59.622+01:002010-02-26T22:37:59.622+01:00Uff, Jesús, esto está creciendo descomunalmente. N...Uff, Jesús, esto está creciendo descomunalmente. No da abasto a responder. Te había respondido sólo al primer párrafo de tu antepenúltimo mensaje. Voy a tener que imitarte, ir al grano y sacrificar la retórica. Estoy pensando seriamente tu visión, más allá de las interferencias semánticas. En fin. Voy ahora con tu segundo párrafo de la entrada de las 13:08 del día de hoy 26 (“Sobre la potencialidad… realidad… el mismo respeto…”) A la vista de tus respuestas posteriores (que intentaré responder concisamente después), omito lo primero que iba a discutir y voy a lo segundo.<br />En ese segundo párrafo deslizas un mal argumento, un grueso equívoco, un non sequitur que he visto, pasmado, en textos feministas chuscos (“baratos”), pero que no esperaba en tu discurso. Creo que conviene notarlo para pulir herramientas conceptuales y argumentales. Es esto: Ni muchísimo menos es semejante la “potencialidad” de un gameto humano que la de un zigoto humano para desarrollar una vida humana. Un gameto no puede desarrollarla. Un zigoto, por supuesto que sí, a no ser que le quites la vida. Un gameto no es un zigoto. 8 no es lo mismo que 80. ((Por eso, perdona que corrija este dato --ya sé que no presumes, como tu “maestro” Mosterín, de ser experto en el argot de Aristóteles-- ni mucho menos es “accidental” la separación física de gametos antes de con//stituirse en cigotos (una unidad, un sujeto, organismo, ser esencialmente distinto): accidente es lo que le ocurre, sin cambiar su unidad y esencia --el conjunto de sus potencias--, a un ser-sujeto… u organismo, como quieras; si aún no hay tal sujeto, no le ocurre nada; muy distinto es el sentido de la expresión “un accidente” o algo “accidental” como algo que ocurre o accede a la existencia, por ejemplo: que ocurra la unión de gametos próximos y con ello se genere otro ser.)) Confundes, como se suele, la “potencialidad” real, actual, viva, la que tiene todas las condiciones que se requieren para actuar o desarrollarse, con la posibilidad lógica abstracta parcial, a la que faltan dichas condiciones. Es una fácil confusión en la que incurre hasta tu “maestro” Jesús (Mosterín), que se cree mejor entendido en Aristóteles que nadie o que la Iglesia entera, según su pretencioso artículo que tanto “valoras” –no sé con qué criterio objetivo y dirimente, más allá de que te guste lo que defiende— pero que da gato por liebre: simplismo de atrevida ignorancia por sabia simplicidad. Aunque las apariencias pueden engañar, es de sabios rectificar; para eso está la reflexión y la vida del pensamiento. Tú y yo al menos estamos filo//sofando; o sea, dialogando, como enseñaba el maestro Sócrates. Mosterín, en cambio (me remito a los “hechos”; y por los hechos los conoceréis, según mi maestro Jesús, no el Papa ni Mons. Camino), repite el mismo discurso desde hace un cuarto de siglo sin cambiar una coma, copiándose a sí mismo y sin integrar ninguna réplica: compara su artículo en El País de 18-10-86 (http://www.elpais.com/articulo/opinion/roble/bellota/aborto/elpepiopi/19861018elpepiopi_11/Tes), así como su “Historia de la Filosofía”, y el reciente artículo de marras. Te remito a la réplica que ya entonces le hizo, sucinta, un amigo filósofo ya fallecido, con fecha 30-10-86 (http://www.elpais.com/articulo/opinion/Aborto/analogia/elpepiopi/19861030elpepiopi_14/Tes/).Y yo le he mandado a su email oficial del CSIC mi réplica, a la que no se ha dignado responder; está claro que su valoración no coincide con la de los catedráticos universitarios, uno miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que me han encarecido su publicación, por el medio que fuera, como estoy haciendo.José Águilahttps://www.blogger.com/profile/04148413292399732797noreply@blogger.com