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Como prometía, os pongo la traducción de las dos primeras entradas.
I.
La verdad ha sido, y aún es, uno de los temas más
importantes en la historia del pensamiento filosófico. Cómo distinguir lo
verdadero de lo falso, cómo acercarnos a la verdad, o la conexión entre la
verdad, la sabiduría y el sentido de la vida, todo ello ha sido objeto de
interminables debates. La propia naturaleza
de la verdad es una de las cuestiones centrales en la filosofía: qué tipo de
propiedad es, qué tipo de entidades la poseen, etc. Para quien busque
respuestas muy profundas a estas cuestiones, este artículo será un poco
decepcionante, pues lo que voy a hacer es presentar la más “minimalista” (y
reciente) teoría sobre la verdad: la teoría conocida como “pro-oracional”.
Antes de explicar la noción de “pro-oración” en la que se
basa esta teoría, es útil comenzar planteando una pregunta aparentemente
simple, no directamente relacionada con el concepto
de verdad, sino con las palabras
“verdad” o “verdadero”: ¿qué ganamos por el hecho de tener esas palabras en
nuestro lenguaje? Es decir, ¿qué cosas podemos decir, o expresar, gracias a esos términos, que no podríamos decir
si no los poseyéramos? Esta pregunta parece un poco ridícula; al fin y al cabo,
si no tuviéramos la palabra “verdadero”, no podríamos decir que tal o cual cosa
es verdadera, ¿no?
Por desgracia, no está tan claro. Uno puede reconocer que
“verdadero”, como casi cualquier otra palabra, es una palabra un poco redundante porque uno podría
sustituirla, cada vez que aparece, por su definición o por una perífrasis. Pero
en el caso de “verdadero”, podemos justificar que esa redundancia es mucho más
profunda. Pues, al fin y al cabo, lo que queremos decir cuando decimos algo
como “el teorema de Euclides es verdadero”
es exactamente lo que el propio teorema de Euclides dice, o sea, que hay infinitos números primos. Expresamos exactamente el mismo hecho acerca de los
números al afirmar que hay infinitos números primos que al afirmar que es
verdad que hay infinitos números primos. Esta propiedad del término “verdadero”
es tan importante que ha sido tomada (al menos por el lógico Tarski y quienes
le siguen en el análisis lógico-semántico del concepto de verdad) como un
requisito que cualquier definición del término debe cumplir, a saber:
La oración “X” es verdadera si y sólo si X
lo que se conoce como “esquema de Tarski”. Con un ejemplo:
La oración “hay infinitos números primos” es verdadera si y sólo si hay
infinitos números primos
La teoría
pro-oracional de la verdad comparte con otras concepciones modernas sobre el
tema no sólo la idea de que éste es un requisito necesario que debe cumplir una
definición aceptable del término “verdadero”, sino que es lo único que debe cumplir. Es decir, que el esquema de Tarski es todo lo necesario para entender el
concepto de verdad. A estas teorías se las conoce como “desentrecomilladoras”,
porque según ellas lo que hace el término “verdadero” es algo así como
transformar la proposición “X” con comillas en algo que es equivalente a la
proposición X sin comillas. También se las llama “deflacionistas”, porque
afirman que cualquier otra cosa que añadamos al concepto (algo metafísico o
epistemológico, p.ej.) es superfluo para nuestra comprensión de la verdad.
Así, no es
sólo que el significado de la palabra “verdadero” podría expresarse mediante
una perífrasis en vez de con esa
palabra (lo que sucede en la mayoría de las palabras); lo curioso en este caso
es que añadir el término “verdadero” a una proposición parece no añadir absolutamente nada a lo que esa proposición dice.
Así que nuestra primera pregunta sigue siendo pertinente: si al afirmar que la
oración “hay infinitos números primos” es verdadera expresamos exactamente el
mismo hecho acerca de los números que al afirmar que hay infinitos números
primos… ¿para qué demonios nos preocupamos en tener en nuestro lenguaje el
predicado “es verdadera”?
Por
supuesto, un poquito de reflexión nos muestra que hay casos en los que el uso
de esa expresión no es tan
redundante. Imaginemos que la adolescente Susana le ha contado a su madre
Carmen lo que hizo en la fiesta de anoche; como Carmen no se fía mucho de su
hija, le pregunta a la Laura, la amiga de Susana, y Laura contesta:
Lo que ha contado Susana es verdad
Laura podría haber contado, en vez de eso, todas y cada una de las
cosas que contó Susana a su madre, pero habría sido cuando menos aburrido. Es
mucho más sencillo decir que todo ello
era verdad. Más importante: hay casos en los cuales aún sería más difícil decir
todo lo que hay que decir en este caso. P.ej., Laura podría haber dicho:
Todo lo que te cuente en el futuro Susana es verdad
incluso si Laura todavía no sabe lo que Susana contará en el
futuro a su madre. (Nota importante: para nuestra discusión es por completo
irrelevante si lo que cuentan Susana
o Laura es verdadero o falso, pues sólo estamos preguntándonos por lo que quiere decir Laura cuando usa la expresión “es verdad”).
Pero es que
hay casos aún más interesantes, en los que es directamente imposible saber de
antemano qué dicen las proposiciones de las que decimos que son verdad; p.ej.
Todas las consecuencias lógicas de axiomas verdaderos son verdaderas
Si las predicciones de una teoría no son verdaderas, hemos de rechazar
la teoría
En estos
dos casos, no podemos sustituir la expresión “verdadero” con aquellas proposiciones
de las que decimos que son verdaderas… porque no sabemos qué proposiciones son,
en la mayoría de los casos. Nuestros dos ejemplos son enunciados que se
refieren a un conjunto posiblemente infinito de otras proposiciones, no algo de
lo que podamos ofrecer una lista. Así, el término “verdadero” parece que acaba
siendo menos redundante de lo que parecía. De
hecho, es menos redundante que muchos otros términos, pues invito a los
lectores a hallar una perífrasis con la que sustituirlo en nuestros dós últimos
ejemplos. Verán que no es tarea fácil.
II
Pasemos a
ver qué dice exactamente la teoría pro-oracional de la verdad, y veamos en
primer lugar qué es eso de una “pro-oración”. La idea básica es que las
pro-oraciones son a las oraciones como los pronombres son a los nombres. Consideremos
esta frase:
Si tiramos una piedra al agua, ella se hundirá
¿Cuál es la
función gramatical de “ella” en esta frase? Obviamente, está directamente
relacionada con la expresión previa “una piedra”, pero curiosamente, no podemos
sustituir “ella” por la expresión a la que sustituye, pues esta frase no
significa lo mismo que la anterior:
Si tiramos una piedra al agua, una piedra se hundirá
(pues, si la primera frase es verdadera, también lo es la
segunda, pero no al revés). Este ejemplo muestra que la función de “ella” es
indicar que estamos hablando del mismo
objeto en la primera parte de la frase (cuando decimos “una piedra”) y en
la segunda (cuando decimos “ella”). Esta
relación entre una expresión que se refiere a una cosa, y otra expresión (en
este caso, un pronombre) que se refiere a la misma cosa que la primera
expresión, se conoce como “anáfora”. Pero no son los pronombres las únicas
formas lingüísticas que pueden estar en
relación anafórica con otras. Por ejemplo:
Juan estaba pintando su casa; mientras lo hacía, le llamaron por
teléfono.
Aquí el
verbo “lo hacía” se refiere a la misma acción que “estaba pintando”. Podríamos
decir que “hacer”, cuando sustituye a otro verbo, funciona como un “pro-verbo”.
Pensemos también en el siguiente diálogo:
-¿Cómo era de grande la pizza?
- Así [separando las manos 40 cm]
“Así”
funciona en este caso como un pro-adjetivo, si bien el adjetivo al que se
refiere (la descripción el tamaño de la pizza) es implícito. En fin, la
cuestión es, ¿puede haber elementos lingüísticos que estén en relación
anafórica, no con un elemento sub-oracional, como un nombre, un verbo, un
adjetivo, etc., sino con una oración completa? Y la respuesta obvia es:
Sí
En efecto, “sí”
y “no” son los casos más sencillos de pro-oraciones. En este caso, “sí”
reemplaza a la oración “puede haber elementos lingüísticos que estén en
relación anafórica con una oración completa”: yo podría haber respondido con la
frase entrecomillada, en vez de con “sí”, pero en ambos casos habría
transmitido exactamente la misma información. Otro ejemplo sería:
Susana dijo que había estado con su amiga, y Carmen creyó lo que decía Susana.
En este
caso, “lo que decía Susana” se refiere, naturalmente, a “he estado con mi amiga”
(dicho por Susana), y tiene una relación anafórica con esta última frase. Pero “lo
que decía Susana”, al contrario que “sí” en el ejemplo anterior, no funciona como una oración (es sólo una
forma de nombrar una oración, no de afirmarla). Una pro-oración será, por
tanto, una expresión que sustituye a una oración y que funciona como una
oración, es decir, que al pronunciarla o escribirla estamos afirmando la
oración a la que esa oración sustituye (es lo que ocurre en el caso de “sí”, y
también, obviamente, en el de “no”, aunque en ese caso sustituye a la negación
de la oración en cuestión).
Es
importante tener clara la diferencia entre estos dos tipos de expresiones.
Veámoslo con un ejemplo más:
La primera oración de la Metafísica
de Aristóteles
Esta última
expresión no es una oración, sino el “nombre” de una oración (la oración “Todos los
hombres desean por naturaleza conocer”), o una forma de referirse a ella. Exactamente lo mismo sucede con
“Todos los hombres desean por naturaleza conocer”
que tampoco es una
oración, sino una forma de referirse a esta
oración:
Todos los hombres desean por naturaleza conocer
La
diferencia entre los dos casos está indicada, obviamente, por el hecho de que
la expresión que es una oración no necesita comillas. Esta diferencia es fácil
de entender fijándonos en que podemos construir una oración gramaticalmente
correcta con la primera de estas expresiones como sintagma nominal, pero no con
la segunda. Es decir, esto es gramaticalmente correcto:
“Todos los hombres desean por naturaleza conocer” tiene siete palabras
Pero esto no:
Todos los hombres desean por naturaleza conocer tiene siete palabras
Nótese que esto, en cambio, sí que es correcto:
La primera oración de la Metafísica
de Aristóteles en español tiene siete palabras
En resumen,
los lenguajes naturales (y también muchos de los formales) nos dan la posibilidad
de referirnos a oraciones o enunciados, y para ello usan nombres de esas oraciones (o pronombres, perífrasis, etc.). Podemos
llamar “nominalización de enunciados” a este procedimiento mediante el que se
construye el nombre de una oración. Si estás empezando a gruñir porque todo
esto parece que no tiene absolutamente nada que ver con el tema de esta
entrada, ni con la filosofía ni con la metafísica, sólo tienes razón en parte:
quizá no tenga mucho que ver con la metafísica, pero tiene todo que ver con la
verdad. Pues considera cuál es la ventaja de poseer “nombres de oraciones”:
obviamente, poder decir cosas sobre
esas oraciones (como en nuestro ejemplo inmediatamente anterior). Pero, espera:
¿qué ocurre si lo que queremos decir usando el nombre de un enunciado no es
algo sobre ese enunciado, sino, en
cambio, lo que el enunciado dice? Por
ejemplo, ¿qué podemos hacer para decir, con ayuda del nombre-de-enunciado “la
primera oración de la Metafísica de
Aristóteles”, justo eso que esa oración afirma? Pues muy sencillo: podemos usar
este truco lingüístico
La primera oración de la Metafísica
de Aristóteles es verdadera
O, de modo equivalente:
“Todos los hombres desean por naturaleza conocer” es verdadero
Los dos
últimos ejemplos son pro-oraciones
que están en relación anafórica con el enunciado:
Todos los hombres desean por naturaleza conocer
Así pues,
el predicado “es verdadero” desempeña justo la función inversa a la “nominalización-de-enunciados”,
y por lo tanto, podemos llamar a esa función “denominalización-de-enunciados”,
algo directamente relacionado con lo que en la primera parte llamamos “desentrecomillar”.
Dicho de una manera un poco más compleja: el
predicado “es verdadero” permite transformar el nombre de una oración en una
pro-oración semánticamente equivalente a la oración que ese nombre nombraba.
Combinando
esta idea con el hecho de que el nombre-de-oración al que se aplica el predicado
“es verdadero” puede ser una expresión con la que nos referimos a proposiciones
no específicas, arbitrarias, desconocidas, etc., podemos ver fácilmente de qué
forma ese predicado nos ayuda a construir frases como la que vimos arriba:
Todas las consecuencias lógicas de axiomas verdaderos son verdaderas
que se puede reformular como:
Para todo par de proposiciones p y q, si p es verdadera, y q se sigue lógicamente de p, entonces q es verdadera
Tener en cuenta que “p” y “q” no son proposiciones, sino
nombres de proposiciones (o sea, “variables”, en términos lógicos), por lo que
una expresión parecida, como la siguiente, no
sería correcta gramaticalmente:
Para todo par de proposiciones p y q, si p, y q se sigue lógicamente de p, entonces q
aunque el dialecto de las clases de lógica pueda hacer que esa
frase nos suene bien.
En las siguientes
entradas veremos las consecuencias filosóficas de esta explicación del
significado lingüístico del predicado “es verdadero”.
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Sigue aquí.
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Sigue aquí.
Jesus Zamora,
ResponderEliminarSi lo que usted llama una teoria de la verdad, acaba reduciendose a lo que al final de la entrada establece como “explicación del significado lingüistiico del predicado es verdadero”, pues comprenderá que estoy totalmente de acuerdo que resulte un poco (para mi un mucho) decepcionante; como usted bien dice, para quiene busque respuestas muy profundas.
También, y a la espera de más entregas (al parecer de caracter más filosófico), comprenderá que la afirmación de que “cualquier otra cosa que añadamos al concepto (metafisico o epistimologico. p.ej.) es superfluo para nuestra comprensión de la verdad”, me parezca totalmente gratuita. Aunque seguramente redefinirá comprensión, o que es superfluo y que no...que en última instancia, cosa habitual en usted, significa “que comprender que algo es verdad es lo mismo que decir que algo es verdad si se comprende como lo que es verdad en la teoria de verdad que "yo" establezco”.
Y si sus proximas entregas no son más, como hasta ahora, que las propias de Barrio y su “verdad desestructurada” , su opción de que un analisis linguistico-logico del predicado veritativo es lo mismo que una teoria metafisica de la verdad pero sin bobadas superfluas, me parece una afirmación esencialmente gratuita. Obviamente si el interes es mostrar que lo “añadido metafisicamente “ al concepto de verdad no es necesario (y de hecho no se utiliza) a efectos operativos , pues vale. Pero eso ilumina poco lo que desde siempre nos hemos preguntado sobre que es verdad.
De todas formas creo que me aventuro en adelantar mi opinión Espero nuevas entregas, y ver como redefine a su convenencia que es semantica, que es conocer , que es metafísica...
Un saludo.
Quedamos emplazados. Saludos
ResponderEliminarRedundancia. La verdad es redundante.
ResponderEliminarPor cierto, Enric, te faltan muchos acentos ortográficos (éstos dan la verdadera entonación (altura) a lo que se escribe, no a lo que se habla, que va implícito).
.Redundancia. La verdad es redundante
EliminarEso precisamente es lo que quiero ver como se justifica. A la espera estamos.
Siento lo de los acentos. Pero no es descuido, es más bien ignorancia ortográfica. TAl vez no debería estar por estos lares.
Saludos,
Ojo, que lo que digo en la entrada es que el término "verdadero" NO es redundante, pues nos permite DECIR cosas que no podríamos decir sin él (p.ej. "Todas las consecuencias lógicas de proposiciones verdaderas también son verdaderas")
EliminarJesús, comentas:
ResponderEliminar-«¿Cómo era de grande la pizza?
- Así [separando las manos 40 cm]
“Así” funciona en este caso como un pro-adjetivo, si bien el adjetivo al que se refiere (la descripción el tamaño de la pizza) es implícito».
Será implícito la palabra "así", pero no la comunicación no verbal "[separando las manos 40 cm]", que es totalmente explícita. ¿No?
Obviamente
EliminarPara mí, los topos son esos bichillos que hacen túneles en la tierra.
ResponderEliminarPodemos decir que hay proposiciones que son verdaderas pero que no sabemos si son verdaderas o falsas, así que, eso en lo que consiste que sean verdaderas, no tiene NADA que ver con que alguien lo sepa o lo deje de saber.
Esto me evoca un pensamiento que creo que está relacionado. El Ununseptio es un elemento sintético que la naturaleza no puede crear por si sola. La última frase que he escrito es falsa para algunos. Debería escribirse así: El ununseptio en el universo sólo puede existir, no por la gracia exclusiva de la nucleosíntesi estelar, sino por una especial congregación de átomos (la humanidad) que son capaces tras un proceso "evolutivo y cultural" de elaborarlo. Del mismo modo que en los inicios del Big Bang no podía existir carbono, el ununseptio tampoco podría existir sin el paso del tiempo suficiente,como para que el proceso natural del cosmos no hubiera dado tiempo a desarrollar la "evolución humana". ¡La historia de ununseptemio es respectiva al hombre !. Es respectiva al hombre (o seres extraterrestres de cierto tipo), porque su existencia requiere de dicho hombre para ser. Igual que los áomos de carbono lo son a las estrellas masivas.
ResponderEliminarTal vez, eso que usted nombra como "las proposiciones o la relevancia de si son verdaderas o falsas" sean cosas de ese estilo. Necesitan del hombre para existir, pero no son dadas exclusivamente por el hombre sus razones existenciales. Son el modo formal de relacionarse ciertos aspectos del hombre con el resto del universo (el universo con una parte de tal universo). No es que sean verdad o no por serlo en el hombre, sino que es el modo en que el universo muestra su verdad o no en una parte del propio universo, el hombre. Igual que se elaboró la existencia del ununseptio.
Yo a eso me gusta llamarlo así: la verdad es respectiva al hombre. Si quitamos al hombre, como usted propone, no queda verdad. Pues la verdad es respectiva al hombre, es la misteriosa abertura del universo en una parte suya que llamamos hombre o humanidad. Y si desaparece el hombre desaparece la verdad, del mismo modo que si no hubiese habido cierta antisimetria (un tanto misteriosa a tenor de nuestros concoimientos actuales) en los origenes del Big Bang, el universo sería solo luz, no habría materia, y no habría posibilidad de existencia de átomos, ni de hombre, ni de proposiciones verdaderas o falsas...
saludos,
Jordi, la cuestión de "dónde existirían" las proposiciones, números, etc., si dejáramos de existir los humanos, es el tema de la 4ª y última entrega de la serie (lo que está publicado aquí son las dos primeras), así que, si te parece, dejo ese tema para entonces. Aunque, para ir adelantando, la cuestión básica es que la proposición "en Marte hay piedras" CONTIENE EXACTAMENTE LA MISMA INFORMACIÓN, DICE EXACTAMENTE LO MISMO, que la proposición "la proposición 'en Marte hay piedras' es verdadera". Así que decir lo segundo es SÓLO UNA FORMA DIFERENTE DE EXPRESAR que en Marte hay piedras. Lo ÚNICO importante es que en Marte hay piedras; decirlo de manera retorcida mencionando proposiciones es irrelevante, no añade nada ni cambia absolutamente nada en la superficie de Marte.
ResponderEliminarEnric
ResponderEliminar¡La historia de ununseptemio es respectiva al hombre !
Efectivamente. Como la de los destornilladores. Pero no la del hidrógeno: habría habido hidrógeno igualmente aunque nosotros no llegáramos a existir, y tendría las mismas propiedades que tiene.
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eso que usted nombra como "las proposiciones o la relevancia de si son verdaderas o falsas" sean cosas de ese estilo. Necesitan del hombre para existir
Como le digo a Jordi, la existencia de entidades abstractas la trato más adelante en la serie, así que prefiero no discutirlo de momento. Pero de momento basta con darse cuenta que entendemos perfectamente la proposición que dice "hay proposiciones verdaderas que nadie pensará nunca" e incluso "hay lenguajes posibles que nadie hablará nunca"; malamente pueden depender de alguien que las piense o los hable si lo que decimos de ellos es, preciasmente, que los hay AUNQUE nadie las piense o los hable.
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es el modo en que el universo muestra su verdad o no en una parte del propio universo, el hombre.
Bueno, para empezar, yo me estoy refiriendo al concepto "verdadero" en un sentido en el que sólo es válido aplicarlo a proposiciones o enunciados (no, p.ej., en el sentido de "un cuadro verdadero" o "un amigo verdadero" o "un diamante verdadero"). El universo no sería, en ESE sentido, algo de lo que tenga sentido decir que "muestra su verdad"; el universo, si acaso, existe, o es así o asá, pero no es "verdadero" EN ESE sentido. Naturalmente, uno es libre de usar cada palabra como le plazca, pero a mí me place restringir la discusión a ESE sentido (el sentido en el que decimos que un enunciado es o no es verdadero).
Por otro lado, incluso suponiendo que "verdad" en tu ejemplo se expresa mejor como "realidad" ("el modo como el universo muestra su realidad al hombre", p.ej.), no llego a entender muy bien qué quieres decir por "modo". Entiendo claramente que el SONIDO que hace un rayo (el trueno) se me muestra de un modo distinto a como se me muestra la LUZ que produce (el relámpago), pero más allá de eso, creo que el concepto de "modo como se muestra" es innecesariamente oscuro y se debería sustituir por expresiones más claras, más fácilmente analizables y criticables.
Saludos
Jesús Zamora,
ResponderEliminar.Pero no la del hidrógeno: habría habido hidrógeno igualmente aunque nosotros no llegáramos a existir, y tendría las mismas propiedades que tiene
Ya hemos discutido eso cansinamente... Entiende ser respectivo, exclusivamente (que también), como que su existencia es otorgada por el hombre, o que hay una relación causal con él. Yo por ejemplo soy respectivo a las supernova que formó algunos átomos que me constituyen, y la supernova existió antes de mí, obviamente.
."Hay proposiciones verdaderas que nadie pensará nunca"
Hay proposiciones que dicen que hay proposiciones verdaderas que nadie pensará nunca. Sin lo primero eso son manchas de negro sobre blanco. ¿Quién piensa la primera? No intente sacar al hombre de las proposiciones para buscar el sentido de “verdad”, es imposible, hará lógica o lingüística, pero nada de interés para el sentido radical de verdad. El acudir a un metalenguaje para definir verdad en el lenguaje (tarskianamente) no captura el ámbito en que creo que habita lo metafísico del concepto de verdad.
.Bueno, para empezar, yo me estoy refiriendo al concepto "verdadero" en un sentido en el que sólo es válido aplicarlo a proposiciones o enunciados
Eso ya lo sé. Pero yo me estoy refiriendo precisamente aquello que realmente me parece más interesante del concepto de verdad, como algo más que un simple predicado lingüístico que hay que analizar.
.Naturalmente, uno es libre de usar cada palabra como le plazca, pero a mí me place restringir la discusión a ESE sentido (el sentido en el que decimos que un enunciado es o no es verdadero).
Eso ya lo veo. Pero mis dudas (o prejuicios) están en que creo que su pretensión es hacer inoperante el sentido metafísico de verdad desde su "sentido particular de verdad", y a la expectativa estoy de ver como niega la metafísica (de que la realidad es portadora de verdad), desde su sentido particular y poco radical,desde mi punto de vista. Lo que usted llama verdad, yo lo llamaría explicación del significado lingüístico del uso del predicado verdadero, y eso, con lo que se ha discutido toda la vida es poco o nada, hasta dudo que tenga que ver con el concepto de verdad discutido toda la vida en filosofía. Pero es interesante, eso sí.
."Modo como se muestra"
Recuerda nuestra discusión sobre el hierro en la estrella. El modo como se muestra la "verdad de la existencia" de ese hierro en la humanidad, es a partir de espectros que podemos construir, de las matemáticas que inteligimos, de inferencias que hacemos, de...en fin de eso sabe más que yo. Ya le dije que la verdad de ese hierro se patentiza en el hombre al descubrirlo con sus artimañas instrumentales e intelectivas. Por eso decimos, al ratificarnos en nosotros "es verdad que hay hierro en esa estrella" algo más que simplemente decir "hay hierro en esa estrella". El hombre debe estar poseído por la verdad de la realidad para dar cuenta de ella como verdad, y la realidad del hierro en la estrella no le posee, sí que lo hace todo eso (espectros, inferencias,...) que ratifican en el hombre la existencia de tal hierro. Por ejemplo, el pastor de mi pueblo, no puede ratificar la existencia del hierro de la estrella en él, porque no puede hacerla respectiva a sus creencias, no sabe física, ni matemáticas, ni que es un espectro... Dicho de otro modo, la verdad del hierro en la estrella no es solo que hay hierro en la estrella, es el modo como se ratifica en el hombre esa existencia, es el "modo como se muestra".
Bien ya sé que usted no habla de eso en su concepción deflacionaria de la verdad, pero yo sí.
Saludos
http://tache4cash.files.wordpress.com/2006/09/obelix.jpg
ResponderEliminarIls sont fous ces metaphysiens
EliminarEnric
ResponderEliminarLo que usted llama verdad, yo lo llamaría explicación del significado lingüístico del uso del predicado verdadero
Exactamente, pero no me parece una cuestión baladí: ¿qué cosas nos permite DECIR el predicado "es verdadero" que no podríamos decir sin él? Resulta al menos chocante el hecho de que miles de años de historia de pensamientos "radicales" sobre la verdad no hayan sido capaces de dar respuesta a una cuestión tan sencilla.
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Hay proposiciones que dicen que hay proposiciones verdaderas que nadie pensará nunca. Sin lo primero eso son manchas de negro sobre blanco
No exactamente: piensas en las proposiciones como FRAGMENTOS DE ESCRITURA, pero obviamente, la frase VERDADERA "hay proposiciones que nunca se escribirán, ni dirán, ni pensarán", puesto que es verdadera, implica que no todas las proposiciones son fragmentos de escritura. Naturalmente, no puedes decir eso sin decirlo, pero no necesita que lo digas para ser verdad, es decir, para que HAYA esas proposiciones.
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no captura el ámbito en que creo que habita lo metafísico del concepto de verdad.
No digo yo que lo haga. Pero sospecho que ese ámbito está más vacío que mi cuenta corriente a fin de mes... Al menos, mientras no se me demuestre con argumentos sólidos lo contrario..
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El resto de los temas, como digo, prefiero dejarlos para la siguiente entrada.
Saludos
Jordi
ResponderEliminarsi entendiera lo que quieres decir, a lo mejor podría comentarlo.
Jesus Zamora,
ResponderEliminar.Resulta al menos chocante el hecho de que miles de años de historia de pensamientos "radicales" sobre la verdad no hayan sido capaces de dar respuesta a una cuestión tan sencilla.
Lo chocante para mi es que usted se crea que lo soluciona con su teoria. Esperemos en que sentido.
.piensas en las proposiciones como FRAGMENTOS DE ESCRITURA
Hombre, la expresión manchas negra sobre blanco era metáforica !. Solo quise decir que no hay signo sin interpretante (a lo Peirce)
.no puedes decir eso sin decirlo, pero no necesita que lo digas para ser verdad, es decir, para que HAYA esas proposiciones.
Pues eso es lo que discuto, no que las diga o las piense o... sino que sean posibles adscribirles "sentido de verdad" sin la humanidad. Pero mejor esperemos más entradas, si le parece.
.Pero sospecho que ese ámbito está más vacío que mi cuenta corriente a fin de mes.
A mi esa sospecha me pasa con su ámbito de verdad. Pero esperemos las futuras entradas mejor.
Saludos
Enric
ResponderEliminarLo chocante para mi es que usted se crea que lo soluciona con su teoria. Esperemos en que sentido.
¿¿¿??? Pues claro que se soluciona ESO. Otra cuestión es que a ti eso que se soluciona te parezca que no es algo que merezca la pena solucionar.
El "eso", te recuerdo, es algo bastante simple: gracias a predicados como "es verdadero" podemos decir cosas como "todo lo que sale en los papeles de Bárcenas es verdad, salvo alguna cosa".
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no hay signo sin interpretante (a lo Peirce)
Claro, pero las proposiciones no son signos; usamos signos para expresar proposiciones, pero una proposición no necesita que alguien se refiera a ella mediante un signo para existir. Sigues empeñado en no dejar entrar en tu cabeza la trivialidad de que hay infinitas proposiciones que nadie pensará ni escribirá nunca; y obviamente, sin sacar las consecuencias que se siguen de ahí. Te da miedo, parece.
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Saludos
Jesús Zamora,
Eliminar. Pues claro que se soluciona ESO
Si tu lo dices será así. Me temo que debo repensar mi interpretación de su teoria. TAl vez me estoy precipitando y no acabo de entenderla bien.
Por otro lado:
¿Que una proposición no es un signo ?. ¿¿¿???. Es un signo dicente odicisigno. Le recomiendo un curso elemental de semiotica.
.una proposición no necesita que alguien se refiera a ella mediante un signo para existir
Eso es lo que discuto. Que si lo necesita. No a un alguien concreto (humano o no), sino a un interpretante (en el sentido de Peirce).
.Sigues empeñado en no dejar entrar en tu cabeza la trivialidad de que hay infinitas proposiciones que nadie pensará ni escribirá nunca; y obviamente, sin sacar las consecuencias que se siguen de ahí. Te da miedo, parece.
Lo siento, pero yo no veo esa trivialidad. Para mi lo trivial es lo contrario. Digame una proposicion, solo una, que pueda decirse (no por decirse o escribirse o pensarse, sino en su contenido, en el sentido de proposición) que no sea respectiva ( mirelo como relacionada de algún modo con... ya que no se molesta en entender que es la respectividad)) a la humanidad. Solo una. Una no más.
Respecto al miedo, no sé a que se refiere. Estoy muy tranquilo pensando lo que pienso y lo contrario. ¿¿¿¿????
saludos,
El naos de la filosofía zamorana se encuentra dos salas más adentro.
Eliminar- ¿Qué es una proposición? - recitan los fieles al unísino.
- Haberlas haylas, aunque nadie las piense. - responde el sacerdote, completando la letanía.
Dicen las malas lenguas que tras el velo, en la oscuridad del sancto sanctorum, oculta a la mirada del hombre, reposa una modesta interpretación de los espacios muestrales en la teoría de probabilidades.
Enric
ResponderEliminarTAl vez me estoy precipitando y no acabo de entenderla bien.
Es posible, porque seguramente estás intentando buscar en ella respuestas a preguntas que no son las que se hace esa teoría. Insisto, el objetivo principal de la teoría es responder a una pregunta bastante más sencilla que la de que "¿cuál es la naturaleza de la verdad?", a saber, la pregunta "¿qué cosas podemos decir en un lenguaje que posee el predicado '....es verdadero' (o la expresión 'ocurre que...', o alguna expresión análoga), que NO PODRÍAMOS EXPRESAR si no tuviéramos esa expresión?".
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Que una proposición no es un signo ?. ¿¿¿???. Es un signo dicente odicisigno. Le recomiendo un curso elemental de semiotica.
Un signo es un objeto (como unos trazos de tinta en un papel), o un proceso (como la emisión de ciertos sonidos). Pero el objeto: ESTO QUE ESTÁS LEYENDO ES PARTE DE UN BLOG
es diferente, es OTRO objeto que el objeto siguiente:
esto que estás leyendo es parte de un blog
Esos dos objetos son signos, son DOS signos, dos signos iguales, naturalmente, pero que ambos REPRESENTAN la misma proposición. La proposición representada por esos signos NO ES ninguno de los dos signos que la representan, pues ella es una, y los signos son dos.
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Digame una proposicion, solo una, que pueda decirse (no por decirse o escribirse o pensarse, sino en su contenido, en el sentido de proposición) que no sea respectiva ( mirelo como relacionada de algún modo con... ya que no se molesta en entender que es la respectividad)) a la humanidad.
Obviamente no puedo DECIR una proposición de las que SÍ puedo decir que EXISTEN PERO NO PUEDO DECIRLAS. P.ej., cualquier proposición que fuera expresable con algún lenguaje que hubiera sido POSIBLE que evolucionara en otros planetas.
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Lo del miedo era una broma, naturalmente
Saludos
Jesús Zamora,
ResponderEliminar. el objetivo principal de la teoría es responder a una pregunta bastante más sencilla que la de que "¿cuál es la naturaleza de la verdad?"
Pues a eso voy, que no contesta lo que creo que de interesante hay en una teoria de la verdad. Gustan en confundir explicacion del significado delpredicado "verdadero", con una teoria de la verdad. Y no solo eso, sino que acto seguido parecen vanagloriarse de decir que no es necesaria teoria alguna de la verdad. Obviamente no debo entender a que se refiere, dejeme más tiempo.
Por otro lado,
Confunde signo con representamen (sigo en la teoria semiótica de Peirce) .El representamen de un signo cierto es que a menudo se le llama ya "signo, pero el signo no es su representamen (sonidos, grafia...). Le sigo recomendadndo un curso de introducción a la semiótica.
Finalmente,
Es incapaz de decirme una sola proposición del tipo que le exigia.... pues entonces ¿Que de trivial hay en decir que "hay proposiciones que existen no respectivas a la humanidad"?. Insisto, a mi lo trivial me sigue pareciendo lo contrario. Es como si al llamar a la puerta de una sala desde dentro contestan, NO HAY NADIE, es absurdo.
saludos,
Enric
ResponderEliminarGustan en confundir explicacion del significado delpredicado "verdadero", con una teoria de la verdad
Bueno, a algunos no nos parece una confusión, sino que no imaginamos qué otra cosa mejor se puede proponer como teoría de la verdad que una teoría sobre qué función tiene en nuestro lenguaje el predicado "...es verdadero". Una vez que entiendes por qué se molestan los lenguajes en tener ese predicado, puedes ver que tal vez todo lo demás que se ha vendido como "teoría de la verdad" a lo mejor es una teoría sobre OTRA COSA, es decir, no sobre la cosa que es la FUNCIÓN PROPIA E IRREEMPLAZABLE del predicado "...es verdadero". Esa otra cosa (si quieres, todo aquello que a ti te parezca que se puede decir sobre la verdad y que sea interesante) ya veremos si es realmente aceptable o no mediante razonamientos claros y objetivos; no niego que pueda serlo, pero queda la cuestión de por qué llamarlo con la palabra que utilizamos para decir cosas como "todo lo que hay escrito en esos papeles es verdad, salvo alguna cosa". Tal vez fuera mejor usar palabras DIFERENTES, o tal vez haya una conexión que yo no alcanzo a ver.
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Confunde signo con representamen
Bueno, teorías semióticas las hay a patadas, y no hay ninguna que me parezca lo suficientemente bien fundamentada como para no decir "a lo mejor es así, y a lo mejor no".
Lo que quiero decir es que, como podemos decir que hay proposiciones que no ha pensado nunca nadie, pues malamente pueden NECESITAR las proposiciones de alguien para existir. Ocurre lo mismo con los números: puesto que hay infinitos números naturales, pero los humanos y cualesquiera otros seres capaces de hacer matemáticas sólo pueden construir y pensar un número finito de signos a lo largo de su existencia, sabemos con certeza que hay infinitos números que nunca habrán sido pensados por nadie, por lo que malamente pueden ser signos esos números, si el signo es algo que requiere alguien que lo esté pensando.
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Es incapaz de decirme una sola proposición del tipo que le exigia
Es que lo que me exiges es algo tan absurdo como si, a mi tesis de que existen muchísimas cosas que nadie mencionará nunca (tesis que me parece trivialmente verdadera), tú replicaras: "¿ah, sí?, pues mencióneme al menos una de ellas". El que yo no pueda mencionar una cosa que nadie mencionará nunca no es un argumento serio contra la tesis de que existen cosas que no serán mencionadas nunca por nadie.
Pues lo mismo con las proposiciones: es un hecho trivial el que podrían haber evolucionado lenguajes muy distintos a los que conocemos, y que en esos lenguajes habrían podido expresarse cosas que no se pueden expresar en los lenguajes que conocemos (y es más, que algunas de esas cosas serían verdaderas, otras falsas, y otras ni lo uno ni lo otro). Luego podemos afirmar que HAY proposiciones que habrían podido expresarse si aquellos lenguajes hubieran evolucionado, pero que no pueden expresarse en los lenguajes que tenemos. La EXISTENCIA de esas proposiciones es, por tanto, independiente de que nosotros y los lenguajes que hemos desarrollado existamos o no, y NO PUEDE, por tanto, ser "respectiva" a nosotros (al menos en los sentidos de "respectivo" que yo entiendo).
Saludos
Jesús Zamora,
ResponderEliminarBien, mis objeciones al deflacionismo son ajenas al deflacionismo en si, son más bien una objeción a la extrapolación ( que no sé si usted hace) de ver en él la capacidad de considerar innecesario el sentido metafísico y antropológico de verdad que pongo sobre la mesa (y tal vez otros sentidos) (piense que la verdad es un concepto y no solo el predicado verdadero, y usamos verdad en diversidad de sentidos y en diversidad de relaciones semánticas con otros conceptos).
Podemos centrar la discusión, tratando de ver si realmente la teoria deflacionaria es necesaria y suficiente para explicar el uso del predicado verdadero, lo cual dudo (más intuitivamente que por conocimiento). Y también podemos preguntarnos si los sentidos metafísicos de verdad, diversos que se han ido proponiendo, se ven afectados por una teoría sobre el significado de predicado verdadero como la que usted propone. Es lo que discuto.
Pero repito, respecto a si es necesaria y suficiente la concepción deflacionaria para lo que sobre el predicado verdadero podamos decir, se lo dejo a usted y a sus compañeros de profesión. Yo no me atrevería a afirmar si la teoría deflacionaria está o no sujeta a esos parámetros de necesidad y suficiencia, se escapa a mis posibilidades, intuitivamente me parece que no capta completamente el significado que le damos al predicado verdadero, pero creo que eso requiere una respuesta de carácter más técnico que filosófico, y que no estoy en condiciones (por falta de conocimiento) de defender.
Respecto al resto:
.Bueno teorías semióticas las hay a patadas, y no hay ninguna que me parezca lo suficientemente bien fundamentada como para no decir "a lo mejor es así, y a lo mejor no".
¿Como teorias de la verdad no?. Pero para nuestra discusión por ejemplo, creo que preferir una semiótica triádica (como la de Peirce) a una aparentemente diádica (Saussure por ejemplo) me parece no baladí para las discusiones sobre el tema de la verdad (dentro de los sentidos en que yo uso el término verdad)
.Lo que quiero decir es que, como podemos decir que hay proposiciones que no ha pensado nunca nadie, pues malamente pueden NECESITAR las proposiciones de alguien para existir.
Veo que según usted, no ser pensada por alguien (o no dichas, supongo) significa que no NECESITAN de alguien para existir. Y lo que yo digo en su sentido más radical, es que en la realidad exclusivamente no humana (optando por algún realismo, sea del tipo que sea) “no hay” proposiciones. Decir que “el sol emite neutrinos” es una proposición que es respectiva al hombre, al margen de si el hombre la piensa o la dice, por el simple hecho ya de ser una proposición. Si la humanidad no hubiese aparecido en este rincón del cosmos, no existiría la proposición “el sol emite neutrinos”, no porque no hubiera nadie que la pudiese decir o pensar, sino porque no habría en el universo proposición alguna. Observe que, usando de nuevo la semiotica de Peirce, podríamos decir que no habría interpretante de “la proposición”, es decir, no habría signo, es decir, no habría proposición. Lo que quedaría, es aquello inefable (objeto dinamico lo llamaría Peirce), que hace posible que el hombre en su relación con ello, en su abrirse a la realidad, y desde la hermenéutica de un lenguaje con el que piensa y habla al mundo, y las directrices de constructos teóricos, y dentro de un horizonte histórico y cultural, construya proposiciones siempre e inevitablemente respectivas al hombre mismo. Una proposición es, COMO MíNIMO, “formalmente ya”, “estructuralmente”, algo propio de la intelección humana en respectividad al cosmos y la cultura humana . No como algo que “habla” de lo que es el cosmos sin más, sino que “habla” del cosmos, desde cómo se da el cosmos en nosotros; no habla “puramente” del cosmos, sino del cosmos desde y por la inteligencia humana, desde el sentir y comprender propiamente humanos.
Sigo….
Sigo…
ResponderEliminar.Ocurre lo mismo con los números: puesto que ...
No es lo mismo saber que hay infinitos números que saber los infinitos números. Decir que hay un numero primo que no conocemos y que existe (el siguiente al último numero primo descubierto) es decir que existe un numero que no podemos signar como los conocidos, ni escribir, ni expresar, pero no significa que no sea respectivo a nosotros.
Lo de que el signo es algo que requiere de alguien que lo esté pensando, lo dice usted, no yo. No sé que entiende por interpretante de un signo , ¿Algo que forzosamente realiza un interprete humano, tal vez?; si fuera así, lo que hace un ordenador al buscar el último número primo conocido sería no respectivo al hombre, ya que no estaría siendo pensado o dicho por nadie. Pero no es el caso, aunque ningún hombre haga, ni piense esa búsqueda del ultimo primo por descubrir, ni sea capaz de hacerla con su pensar y decir, cuando el ordenador hace ese cálculo numérico, está siguiendo un montón de directrices signicas humanas en su proceder. Los interpretantes que gobiernan ese flujo electrónico, aunque solo estén en el ordenador y no en ningún hombre, son respectivos al hombre (ya que los ha puesto en los algoritmos computancionales ).
Bien, usted pensará que decir por ejemplo “en el Big bang se formó hidrógeno” no requirió ningún interpretante humano en su seno para que sea formase el hidrogeno (cosa muy diferente al calculo numérico del siguiente primo). Y obviamente yo acepto esa objeción; perono debe olvidarse que sí lo requiere para ser signado como una proposición. Es decir, creer que el hidrogeno creado en el Big Bang no es respectivo al hombre es falso, ya que esa proposición es respectiva a un innombrable número de interpretantes que hay que construir, no para poder solo decir eso, sino para que pueda existir eso que ocurrió sin nosotros. Lo que se dice del mundo con proposiciones, es siempre e inevitablemente ya poner un interpretante respectivo a la humanidad, es ya un resultado, del modo formal, de la dimensión, con que la estructura de la inteligencia humana intelige el cosmos. Incluso para la simple proposición “existe algo que no conocemos ni conoceremos jamás que aunque no dijéramos que tal vez existe, existe”.
.Es que lo que me exiges es algo tan absurdo como si...
Pero si lo que le pido es más sencillo. Puede decirla, no le niego de antemano que la diga, sino que al margen de si la dice o no, el contenido de la misma no sea respectivo o no tenga ninguna relación con la humanidad. Dígala, y yo ya la interpretaré como si su lenguaje fuera el de un alienígena, solo me fijaré en el contenido.
.El que yo no pueda mencionar una cosa que nadie mencionará nunca no es un argumento serio contra la tesis de que existen cosas que no serán mencionadas nunca por nadie.
“existen cosas que no serán mencionadas nunca por nadie”. ¡¡¡ Pero quien niega eso !!!. Lo que digo, es que la posible existencia de cosas que nadie ha pensado, es respectivo al hombre, por el simple hecho de ser “posibilidad de existencia”. Sin el hombre, déjeme decirlo con metáforas ya que no hay otro modo posible de hacerlo (es prelingüistico lo que trato de expresar, es anterior a la predicación de lo dado) no hay posibilidad de existencia. Aparece la existencia, lo que hay, desde una apertura de la oscuridad a la luz y ver humano, y dentro ya de esa luz, de ese ver, desde ese iluminar lo que no-es-luz y no se puede ver sin nuestra luz , aparecen, salidas de la dimensión de lo oscuro, lo existente. Pero siempre bajo la luz del hombre. Sin el hombre, solo hay “oscuridad y silencio”, necesita de nuestra luz para abrirse a la existencia y ser calificado de existente previo a la luz. La existencia se abre con el hombre, y todo lo que creamos como absolutamente independiente de nosotros lleva en su seno “algo propio y estructural” de esa apertura, algo de nuestra luz. Incluso al decir que algo existe aunque no sepamos jamás nada de ello. Lo inefable es respectivo al hombre.
Saludos,
Enric
ResponderEliminarsegún usted, no ser pensada por alguien (o no dichas, supongo) significa que no NECESITAN de alguien para existir
No solo dichas: pensadas. Y en efecto, me parece trivial, puesto que sabemos que existen infinitos números primos, pero los seres pensantes que existan en el universo nunca podrán pensar más que un número finito de ellos, se sigue que hay infinitos números primos que nadie pensará nunca. Luego malamente pueden ser pensamientos, o algo que dependa del pensamiento para existir.
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Lo mismo ocurre, p.ej., con la serie decimal de pi: nadie la ha pensado ni la pensará nunca (es decir nadie ha pensado UNA SERIE INFINITA DE DÍGITOS que sea la serie decimal de pi), luego no es algo que consista en "ser pensado".
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lo que yo digo en su sentido más radical, es que en la realidad exclusivamente no humana (optando por algún realismo, sea del tipo que sea) “no hay” proposiciones
Veo que lo dices. Lo que no veo es por qué admitirlo.
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. Si la humanidad no hubiese aparecido en este rincón del cosmos, no existiría la proposición “el sol emite neutrinos”
Creo que un aspecto importante de mi teoría, que creo que ha pasado desapercibido por mi culpa, es que la teoría TAMBIÉN es "deflacionaria" a propósito de las proposiciones (en la última entrada de la serie se dice algo en general sobre las "entidades abstractas", no sobre las proposiciones en particular, pero lo que digo allí es aplicable a ellas).
En resumen, lo que decimos de las proposiciones es bastante superfluo. Igual que con el concepto de "es verdad que...", tenemos el concepto de "proposición" (dicho de muchas maneras) como un MEDIO DE EXPRESAR cosas que sería difícil expresar de otra manera, pero no añade gran cosa a ESAS COSAS QUE EXPRESAMOS gracias a él. P.ej., puedo decir "lo que ha dicho fulanito se puede decir de esta otra manera"; es un truco lingüístico para permitirnos hacer "clases de equivalencia" entre enunciados. En fin, espero poder expresarlo un poco mejor en alguna próxima entrada.
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sigo
sigo
ResponderEliminarno habría en el universo proposición alguna
Es que en el universo NO HAY ninguna proposición. Como tampoco hay ningún número. Existen infinitos números primos, pero el 7, p.ej., está entre el 8 y el 9, no está en ningún sitio del universo.
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Una proposición es, COMO MíNIMO, “formalmente ya”, “estructuralmente”, algo propio de la intelección humana en respectividad al cosmos y la cultura humana .
Tu teoría dice eso. Pero como eso implica que no tiene sentido decir cosas como "existen proposiciones que se podrían formular en algún lenguaje que podría haber evolucionado pero que no ha evolucionado, y algunas de esas proposiciones son verdaderas acerca del universo físico, de modo que, como ese lenguaje no ha evolucionado, nunca nadie pensará esas proposiciones ni sabrá que son verdaderas", pues prefiero aceptar una teoría que permita mostrar que este enunciado es trivial, en vez de expresar algo imposible.
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No como algo que “habla” de lo que es el cosmos sin más, sino que “habla” del cosmos, desde cómo se da el cosmos en nosotros; no habla “puramente” del cosmos, sino del cosmos desde y por la inteligencia humana, desde el sentir y comprender propiamente humanos.
Lo siento, pero decir cosas así (que suenan muy profundas pero que no veo cómo analizarlas para poder argumentar a su favor o en su contra) es justo el tipo de cosas que yo personalmente pretendo evitar al hacer filosofía. Soy consciente de que eso hace que mi filosofía sea muy ramplona, pero no me sale de otra manera.
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No es lo mismo saber que hay infinitos números que saber los infinitos números.
Eso justo es lo que digo. Sabemos que hay infinitos números, pero la mayor parte de ellos no serán pensados nunca. Su existencia no puede consistir en ser pensados. Y no se me ocurre ninguna manera sensata de explicar que nuestro pensamiento los crea sin pensarlos. MI pensamiento, al menos, no tiene poderes tan mágicos.
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Los interpretantes que gobiernan ese flujo electrónico, aunque solo estén en el ordenador y no en ningún hombre, son respectivos al hombre
Las proposiciones de un lenguaje que habría evolucionado en Marte si ahí se hubieran desarrollado seres inteligentes no son respectivas, obviamente, a ningún intérprete humano. Y puesto que los marcianos no se han desarrollado, tampoco son respectivas a ELLOS. Pero ese detalle no hace que dichas proposiciones no existan, como queda claro en la afirmación "existen proposiciones que habrían podido ser expresadas por un lenguaje que podría haber evolucionado en Marte".
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al margen de si la dice o no, el contenido de la misma no sea respectivo o no tenga ninguna relación con la humanidad.
Pues, p.ej., eso que dicen esas proposiciones de un posible lenguaje marciano que acabo de decir que existen.
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la posible existencia de cosas que nadie ha pensado, es respectivo al hombre, por el simple hecho de ser “posibilidad de existencia”.... Aparece la existencia, lo que hay, desde una apertura de la oscuridad a la luz y ver humano, y dentro ya de esa luz, de ese ver, desde ese iluminar lo que no-es-luz y no se puede ver sin nuestra luz , aparecen, salidas de la dimensión de lo oscuro, lo existente
De nuevo, suena bonito, pero no es el tipo de tesis que yo sabría qué hacer con ella, así que prefiero no preocuparme por ella. Para mí es poesía (a falta de argumentos objetivametne criticables), y para poesía, prefiero a los poetas de verdad, no a los filósofos.
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Saludos
Jesús Zamora,
ResponderEliminarLas proposicones y los marcianos:
Argumento de que existen proposiciones no respectivas a la humanidad:
.“Las proposiciones de un lenguaje que habría evolucionado en Marte si ahí se hubieran desarrollado seres inteligentes no son respectivas, obviamente, a ningún intérprete humano”
Unos imaginarios marcianos que utilizan proposiciones articuladas en un lenguaje son unos marcianos muy humanos. Además que no sean realizadas por un interprete humano, no significa que los interpretantes ficticios de los marcianos sean no respectivos al hombre. (busque Interpretante y Peirce en la Wikipedia si no me entiende)
.“Y puesto que los marcianos no se han desarrollado, tampoco son respectivas a ELLOS.”
Bueno,
eso significa que los marcianos son ficticios y que la existencia de las proposiciones que elaboraron esos ficticos marcianos también lo son. En todo caso yo diría que existen proposiciones articuladas en un lenguaje de manera ficcionada por unos ficcionados marcianos (muy humanos en su articular proposiciones en un lenguaje y por el hecho de ser ficcionados).
.“Pero ese detalle no hace que dichas proposiciones no existan, como queda claro en la afirmación "existen proposiciones que habrían podido ser expresadas por un lenguaje que podría haber evolucionado en Marte"
Claro que existen, existen de modo ficcionado por usted en unos marcianos ficcionados, que paradójicamente y ficcionadamente se les hace no existir y que actúan de manera muy humana al articular proposiciones en un lenguaje.
Proposición no respectiva a la humanidad:
.“Pues, p.ej., eso que dicen esas proposiciones de un posible lenguaje marciano que acabo de decir que existen”.
¿¿¿ ???
Saludos,
Enric
ResponderEliminarEn la última entrada de la serie hablo de existencia y de ficción. Si te parece, l emplazamos hasta entonces
Jordi
ResponderEliminardeflación es lo contrario de inflación (que a su vez es la acción de inflar; deflactar sería, por tanto, lo mismo que deshinchar). Se llaman "deflacionistas" a las teorías que intentan mostrar que otras teorías introducen elementos o consideraciones innecesarias para explicar algo.
Sr. ZAMORA, me ha gustado leer sus textos sobre la ta deflacionaria prooracional. Es la primera vez , tras algunos intentos baldíos, que logro entender algo de la misma. Reciba mi reconocimiento.
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