Hay quienes piensan que lo que DEFINE a una especie biológica es un conjunto de características, que se podrían dar a priori en una lista, y que luego sería cuestión de investigar si hay en el universo físico algún bicho que posea esas características (y por lo tanto, pertenezca a la especie así definida9, o no las posea (y por lo tanto, no pertenezca a ella).
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Pensar así implica ignorar la definición de "especie biológica" que da la biología moderna, a saber, un grupo de seres vivos capaces de cruzarse entre sí, es decir, capaces de engendrar descendencia fértil. Esta definición IMPLICA que las especies no son conjuntos DEFINIDOS por la posesión de una serie de características (aunque, obviamente, pertenecer a una especie IMPLICARÁ poseer ciertas características y no otras; pero es importante ver que la posesión de estas características es una CONSECUENCIA de la definición de especie, y no una PARTE de la definición). En cambio, las especies sólo pueden definirse de manera CONVENCIONAL, es decir, partiendo de la designación ("deíctica") de un conjunto CONCRETO de individuos, y definiendo la especie con los que podrían cruzarse y engendrar descendencia fértil CON ESOS individuos.
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En el dibujo lo ejemplifico con la especie "ratón" (mus musculus). Para definir esa especie no partimos de una serie de características, sino de un CONJUNTO DETERMINADO de individuos determinados a los que hemos decidido llamar "ratones" y que constatamos que ELLOS sí que pueden fecundarse con éxito. Ese es el conjunto A. El conjunto E(A) es el de los miembros de la "especie biológica" de los ratones, es decir TODOS Y SOLO aquellos organismos que podrían tener descendencia fértil si se cruzaran con los individuos del conjunto A. Naturalmente, habrá cietas características que todos y sólo los individuos que pertenecen al conjunto E(A) poseen (y esas podemos decir que son las características "esenciales" de la especie mus musculus), pero esas características las extraemos DESPUÉS de definir la especie, no al revés.
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¿Por qué digo que el conjunto E(A) es "arbitrario" (en el sentido de que presupone una cierta convención que podría haber sido de otra manera)? Pues es muy fácil verlo. Supongamos que señalamos OTRO conjunto de ratones (de los que hemos definido como "ratones" según el procedimiento anterior), el conjunto B. Puesto que B está incluido en E(A), no cabe duda de que SON ratones, miembros de pleno derecho de la especie mus musculus. B puede ser, p.ej., un subconjunto del conjunto de antepasados de miembros de A que vivían hace 100.000 años, o un subconjunto del conjunto de los descendientes de A, que vivan en las Malvinas dentro de 100.000 años.
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Ahora definamos ahora la especie a la que pertenecen ESOS individuos, los miembros de B: o sea, la especie formada por todos los organismos que podrían cruzarse con éxito con los miembros de B. Ese será el conjunto E(B)... ¡¡¡Y lo interesante es que E(A) no es el mismo conjunto que E(B)!!! Pues hay individuos que podrían cruzarse con los miembros de A pero no con los de B (no olvidéis que la relación "los miembros de X pueden cruzarse con los miembros de Y" no es transitiva). Por supuesto, pertenecer a E(B) implicará tener una serie de características determinada, pero esas características serán en alguna medida diferentes de las que son necesarias para pertenecer a E(A).
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Ahora bien, los miembros de B son tan "ratones", tan miembros de la especie mus musculus, como los miembros de A, así que, ¿cuál es la VERDADERA "especie" mus musculus? La respuesta obvia es que ¡¡¡ninguna!!! E(A) es la "verdadera" especie SI partimos del conjunto A como "muestra paradigmática de lo que queremos decir con 'ratón doméstico'", pero si elegimos el conjunto B como paradigma, entonces E(B) será la "verdadera" especie. No hay NADA que determine que A sea un paradigma "mejor" que B. Por lo tanto, no hay NADA en la naturaleza de los hechos, o de nuestros conceptos, que determine que un conjunto u otro (ni, por lo tanto, una lista de características u otra) es la "verdadera y únicamente correcta" especie mus musculus.
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¿Significa esto que el concepto de especie es "inútil"? ¡En absoluto! Los miembros de E(A) son lo suficientemente parecidos entre sí como para que podamos distinguirlos de otros conjuntos definidos de manera semejante a partir de animales que no se pueden cruzar con los del conjunto B (p.ej., las ratas de agua, o los sapos parteros), y las relaciones causales entre los miembros de E(A) y entre sus características son también lo suficientemente significativas y robustas como para que, p.ej., si averiguamos algo sobre una muestra del conjunto E(A), tengamos suficiente garantía de que será aplicable a la inmensa mayoría de los miembros de E(A), no sólo a esa muestra.
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Ver artículo sobre el tema en Feelsynapis
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Ver artículo sobre el tema en Feelsynapis
Supongo que te das cuenta que todo es bastante más complicado. El conjunto A, por ejemplo. Sus individuos ¿se pueden cruzar (i) todos entre sí o (ii) el individuo 1 con el 2, el 2 con el tres y así hasta abarcar todos? La definición no lo precisa.
ResponderEliminarIncluso partiendo de una población de ratones que se pueden cruzar entre sí de la manera que se quiera definir (sea A que satisface (i) de arriba), la definición de aquellos que se pueden cruzar con los de A (sea E(A)) tampoco está bien definida.
¿Cualquiera de E(A) se debe poder cruzar con cualquiera de A?
¿Cualquiera de E(A) con alguno de A?
Estamos suponiendo implícitamente que cuando hablamos de cruce se refiere a "con uno del sexo opuesto", claro (a no ser que simplifiquemos y tengamos reproducción asexual). Pero entonces mejor si requerimos que en A haya por lo menos un macho y una hembra.
Y habrá que decir algo acerca de los estériles ¿son de otra especie? Y qué pasa con las crías ¿cambian de especie al crecer y hacerse fértiles?
Claro, José Luis, todo eso añade complejidad al asunto. Lo he dejado al margen a propósito.
ResponderEliminarParto del supuesto de que todos los del conjunto A se pueden cruzar con todos los demás de ese conjunto (siempre que sean del sexo opuesto), y lo mismo para el conjunto E(A) (aunque en este caso el asunto sería más delicado).
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El problema de la definición "platónica" de especie es que no tiene en cuenta que la relación "x se puede cruzar con y" no es transitiva.
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Sobre los estériles, lo que se hace normalmente es no incluirlos en principio en E(A), y luego preguntarse si poseen las características 'principales' de E(A).
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Pero como ves, todas estas complicaciones lo que hacen es forzarnos a reconocer que para definir una especie hace falta tomar MÁS decisiones arbitrarias todavía.
(1/2) ¡Hombre! Un tema interesante y por el que siento una especial debilidad, aunque sólo sea por los dolores de cabeza que me ha dado. Voy a escribir un comentario porque creo que tengo cosas que aportar como taxónomo, aunque siempre me da un poco de reparo hablar con filósofos porque me acabo enfangando con la terminología, y casi parece que hablamos de cosas distintas así que disculpa si cometo algún exceso en ese ámbito.
ResponderEliminarLo primero, aclaro que la postura que voy a defender es la que comparten varios biólogos que han escrito sobre el tema (que cito al final), pero como es natural, hay otros que no opinan lo mismo y no hay un consenso, aunque sí se han dicho cosas muy interesantes últimamente. En resumen: la delimitación de especies puede ser, en ocasiones, resbaladiza, pero no es arbitraria. La taxonomía trata de reconocer entidades que son sincrónicamente discretas y preexistentes al criterio de los taxónomos.
El caso hipotético que propones con los ratones es posible (se llaman especies anillo, y una muy conocida se da en un <a href="en.wikipedia.org/wiki/Greenish_Warbler”>mosquitero asiático</a>, pero no es representativo como caso general, es decir, que podríamos tener dudas sobre si en tu ejemplo son una o dos especies de organismos , pero de forma sincrónica, no todos los mamíferos están formando un continuo gradual de diagramas de Venn solapándose unos sobre otros, sino que están “fragmentados” de forma discreta. Es más, los casos como el expuesto se interpretan como procesos de especiación en curso y que posiblemente anteceden a aislamientos reproductivos potenciales.
Asumes sin más el concepto biológico de especie (CBS). Vale que es el más conocido, pero se sabe desde hace mucho que es muy problemático precisamente porque no se puede usar como algo general: funciona razonablemente bien con los vertebrados (Mayr era ornitólogo), pero ignora a la inmensa mayoría de la biosfera. En las plantas, los híbridos fértiles no sólo son frecuentes, sino un proceso de sobra conocido de surgimiento de nuevas especies. Eso por no hablar de hibridación fértil en animales (que la hay), organismos sin reproducción sexual, en los que el CBS es inaplicable, etc.
El aislamiento reproductivo es una característica habitual de las especies de vertebrados y se puede usar como indicio para su delimitación, pero es una herramienta. <b>Al aferrarte a la definición te olvidas de cuál es el verdadero objetivo: detectar entidades discretas reales y no arbitrarias</b>. En tu juego lógico (que no está exento de interés), habría una especie por cada conjunto de ratones que tomáramos para experimentación (A, B, C, D...) aprovechándote de la anomalía que supone la existencia de “poblaciones periféricas” anómalas, que por el motivo que sea, no pueden reproducirse con el conjunto de turno, pero este abuso de la definición no está buscando el entendimiento de la realidad biológica, sino precisamente, juguetear con un concepto que ya se sabe que es muy resbaladizo.
La clasificación biológica a todos los niveles, y por lo tanto al nivel de especie también, tiene que basarse en la genealogía (filogenia). Todos los organismos forman un continuo de forma diacrónica, pero en cualquier corte sincrónico del árbol filogenético de los organismos se detectarán discontinuidades. Reconstruir la filogenia es algo que podemos hacer mediante diversas aproximaciones (modelos de evolución morfológica de acuerdo con los caracteres homólogos, filogenia molecular con secuencias de ADN, registro fósil, etc). Nuestra aproximación podrá ser mejor o peor, pero lo que está claro es que existe una filogenia que es “la buena”, la que tuvo lugar de verdad, y por lo tanto una clasificación no arbitraria en unidades discretas (obviando los casos concretos de especiaciones en proceso, especies anillo, etc, en las que la búsqueda de una convención que puede ser arbitraria en pos del pragmatismo). La identificación de esas “unidades” discretas es el objetivo de la taxonomía, aunque a veces (y creo que también ocurre en tu entrada) se confunde conceptualización y delimitación.
ResponderEliminarDe conceptualización ya hemos hablado un poco: así en abstracto, las especies son la consecuencia de la evolución, de la divergencia de los clados. Pese a que coexisten más de 20 intentos modernos de definir en palabras qué es una especie, todas ellas coinciden en afirmar que son eso, entidades discretas de organismos, fruto de la evolución (luego ya, cada autor elige una característica distinta para enmarcarlas).
La delimitación es un trabajo muy distinto y muy complicado que se enfrenta con problemas de otra índole, no abstractos, sino concretos. La mayor parte de las veces es un trabajo muy limitado por los recursos experimentales pero que busca precisamente discontinuidades como buenamente se puede (discontinuidades en un morfoespacio, en un espectro de cantos, en matrices de ADN... etc), pero ojo, esto no tiene por qué estar limitado a una comparación con los conjuntos A y B de tu ejemplo (o si se hiciese así, sería bastante mediocre), sino que, buscando una muestra lo más representativa posible (intentando abarcar toda la variabilidad morfológica, geográfica, etc) se pretenden detectar discontinuidades producto de la filogenia. Los “síntomas” de estas discontinuidades son los que coinciden con las distintas definiciones de especie, y mayormente, suelen coincidir (aunque como ya he comentado, hay casos problemáticos en los que si quieres nos podemos centrar más adelante).
Lo que desde luego no se hace (o no se debe hacer) es definir la especie en función de un grupo concreto. Una cosa es que el trabajo experimental tenga sus limitaciones y no tengamos acceso a todos los organismos y por lo tanto no quede más remedio que suponer que la muestra que hemos conseguido es representativa.
Sobre las disputas entre conceptos de especie hubo encendidas (y soporíferas) disputas sobre todo en los 80 y 90. Como ha sido un tema que me ha interesado y creo que te puede pasar a ti, déjame recomendarte algunos artículos:
ResponderEliminarPigliucci, M. 2003. Species as family resemblance concepts: The (dis-)solution of the species problem? Bioessays 25: 596-602
Este me gusta porque en el fondo critica al “esencialismo” vigente que trata de buscar una definición con palabras para todo. Para Pigliucci buscar una definición de un párrafo del concepto de especie es un error y lo aborda desde el punto de vista de las familias de conceptos de Wittgenstein.
De Queiroz, Q. 2007. Species Concepts and Species Delimitation. Syst. Biol. 56: 879-886
En este se discute que en realidad, los conceptos de especie comparten unas bases comunes y que lejos de estar enfrentados, sus definiciones no son excluyentes, sino que son características habituales en las especies que, sin embargo, se adquieren de forma gradual durante el proceso de especiación (y de ahí todo el jaleo).
También creo que te podría gustar el libro de John Wilkins sobre el concepto de especie a lo largo de la historia de la filosofía y la ciencia: http://www.ucpress.edu/book.php?isbn=9780520271395
Un saludo, y perdona la extensión, pero creo que te podía interesar
Zapatero a tus zapatos. Bien, Copépodo. La diferencia entre ciencia y palabrería
ResponderEliminarPues los comentarios de Copépodo aclaran bastante el tema. Pero no estoy de acuerdo en que la entrada de Jesús sea palabrería, como dice el de más arriba.
ResponderEliminarCopépodo:
ResponderEliminarme has pisado la entrada siguiente, en la que iba a mostrar de qué manera la cladística ofrece la mejor solución (o mejor dicho, disolución) al "problema" de las especies. En efecto, lo único "objetivamente real" a nivel biológico (quiero, decir, relevante para este asunto) son las relaciones de filiación entre organismos. El problema principal con los conceptos de especie es que piensan que tienen que "capturar" una especie de realidad "intemporal" (sea al modo clásico, platónico, sea fijándose en un MOMENTO de la evolución, una instantánea detenida), mientras que la realidad de la evolución es más bien el cambio.
El hecho es que, si tomamos el arbol filogenético de los seres vivos (representando el tiempo en el eje vertical) y hacemos un corte horizontal (que representará a los organismos existentes en un momento determinado), éstos estarán bastante claramente agrupados en conjuntos diferenciables, pero su "diferenciabilidad" (la de los leones frente a los gatos domésticos, p.ej) es el resultado un tanto ilusorio de cómo han ido cambiando los individuos de dos series filogenéticas que han partido de lo que hace millones de años era una especie indiferenciada, y nunca podemos estar seguros de si dentro de lo que ahora tomamos como una especie no se estará gestando una diferenciación en varias especies futuras.
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Ahora bien, hay tres puntos en los que discrepo de lo que dices. Lo de la definición "sincrónica" de especie, p.ej., admitirás que es algo MUUUUUY relativo: ¿cuánto de sincrónica exactamente? ¿Se considerará que los bisabuelos de mi caballo, hace unos treinta años, no eran de la misma especie que mi caballo? Supongo que no. El corte temporal del árbol filogenético que se supone en la definición "sincrónica" es, más que un plano bidimensional, una especie de "loncha gorda", que abarca de hecho muchos años en la práctica (tal vez el periodo histórico: pongamos 4000 o 5000 años al menos).
Segundo, sí que creo que para definir una especie se parte de un conjunto de individuos: aquellos que resultan más FAMILIARES, sea porque los biólogos los han estudiado, sea porque es una especie muy común y nos referimos a los bichos con su nombre coloquial.
Tercero, no dudo que haya algunos biólogos empeñados aún en encontrar "la esencia del mus musculus", pero a estos aún no les ha llegado lo suficiente el soplo del darwinismo.
Por cierto, y vaya por delante que lo que llamo "el concepto biológico de especie" no pretende tampoco reflejar "la verdadera esencia de las especies", sino mostrar más bien que cualquiera de esos conceptos es meramente una herramienta de análisis.
ResponderEliminarCopépodo:
ResponderEliminaruna cuestión más: es cierto que el fenómeno de las "especies anillo" está causado por el hecho de que la relación "pertenecer a la misma especie biológica" no es una relación transitiva. Pero varios organismos pueden estar relacionados por una relación no-transitiva así, sin que ello genere NECESARIAMENTE un "anillo" (para ello, sería necesario también que el "círculo" se cerrase en algún momento, lo que puede ocurrir o no ocurrir.
No veo nada de esencialmente diferente en las especies biológicas, como Drosophila o Chimpancé, con respecto a los demás conceptos con los que intentamos capturar los hechos, tales como electrón, molécula, anticiclón, civilización, refuerzo, etc., como no sea en grado de complejidad. Tenemos una "realidad" cambiante, instante a instante, pero no hay manera de entenderla más que organizándola con conceptos de entidades individuales que aglutinan diversos fenómenos puntuales similares, individuos que se organizan en especies, etc. Estos conceptos (que la ciencia usa sistemática e inevitablemente) no tienen nada de especialmente arbitrarios ni por el hecho de que podrían usarse otros en su lugar ni por el hecho de que quizás mañana nos veamos llevados a postular otros. En cada momento usamos aquellas construcciones conceptuales de entre las infinitas posibles que mejor organizan los fenómenos, y las diversas descripciones posibles, aunque sean sucesivas (en cambios de paradigmas) lo son siempre por razones no arbitrarias, puramente teoréticas.
ResponderEliminarTampoco supone ninguna arbitrariedad que dentro de una especie se puedan encontrar tantas subdivisiones como se quiera: eso se puede hacer con los números reales y nadie diría que son arbitrarios.
Además, no hay ninguna descripción genealógica posible si no hay conceptos para cada uno de los estados de esa genealogía. Así que una descripción genealógica es paralela pero no contradictoria con una clasificación específica. Al contrario, cualquier descripción genealóigica usará una u otra forma de especies o conceptos de estados sincrónicos (y el hecho de que la sincronicidad se pueda afinar siempre, insisto, no implica ninguan arbitrariedad, como no es arbitrario R porque entre cada dos números reales haya infinitos otros).
Hasta ahora no conozco ningún criterio ontológico, para la ciencia, mejor que el llamado "de indispensabilidad" (defendido por un nominalista extremo como Quine), que nos obliga a reconocer tantas entidades como una ciencia particular se vea obligada a usar como valor de una variable ligada. El día, pues, en que vea a los biólogos prescindir de las nociones de Drosophila o Chimpancé, como el día que vea al físico prescindir de Electrón, diré que esas entidades no son postuladas por la ciencia natural y, por tanto ,de acuerdo con nuestra mejor teoría hasta el momento, no existen implementaciones de esos conceptos en este mundo. Pero ni siquiera eso no supondrá en ningún momento que se trataba de nociones arbitrarias ni relativas.
Ahora, está claro que un positivista-relativista, por más que la biología siga usando las nociones de especies, si está metafísicamente e ideológicamente empeñado en combatir algo, le va a dar igual lo que hagan los científicos, porque es él quien legisla sobre lo que es real o no. Siempre puede sostener que un concepto arbitrario e incluso inconsistente (ilusorio) es, sin embargo, muy útil para la ciencia.
Pero que no se crea que recibe ningún apoyo de la ciencia, cuando hace ideología o metafísica pura y dura (aunque de pobre calidad).
Vaya, no era mi intención pisarte nada, es que soy un poco susceptible cuando se dice que la delimitación de especies es arbitraria, como si diese igual una cosa u otra, pura invención; y de hecho hay gente con esta opinión incluso en el ámbito de la biología, ¡con lo árida e ingrata que es la taxonomía!
ResponderEliminarSobre los puntos de discrepancia:
1. A efectos prácticos se considera que la loncha temporal abstracta "actualidad" es suficientemente fina, incluso contando desde el inicio de la taxonomía y nomenclatura "oficial" en el siglo XVIII. A nadie se le escapa que esto no es cierto estrictamente hablando, pero en el ámbito de la delimitación ordinaria es una aproximación suficientemente buena. A lo que me refería con sincronía es que es de esa forma como se detectan las discontinuidades, si metemos el factor tiempo, lógicamente, todo acaba siendo un continuo, pero incluso con una loncha más o menos grosera, las discontinuidades se detectan. Como decía, el trabajo de delimitación es difícil porque los medios son muy limitados. Como siempre, son modelos mejorables.
2. Para describir especies se parte de conjuntos de individuos, correcto, pero la buena praxis taxonómica (que tiene ya mucha experiencia con lo puñetera que es la variabilidad intraespecífica) nos aconseja que nuestra muestra de individuos sea lo más amplia posible. Otra cosa distinta (y no sé si vas por ahí) es que normalmente se designa un "espécimen tipo" (que se custodia en un museo o herbario) con el que debe compararse en última instancia un individuo problemático. El espécimen tipo suele ser "familiar" o al menos, representativo desde el punto de vista del taxónomo, pero en realidad su función es la de ostentar el nombre de la especie formalmente (por si luego hay un cambio de criterio, se descubren nuevos datos, etc, el nombre original lo ostenta el tipo). Sin embargo, esta costumbre está destinada a la nomenclatura y no a la taxonomía en sí. Cuál y cómo de familiar sea el espécimen tipo no afecta a la clasificación ni a la delimitación de especies, sino a cómo las llamamos (y eso sí es arbitrario).
3. Te sorprenderías de la cantidad de taxónomos que no se detienen a reflexionar sobre estas cuestiones. Tristemente.
Sí, he dicho especies anillo, pero quería incluir también las que no tienen forma de anillo (como la del mosquitero ese), no sé si reciben un nombre distinto.
Pues nada, espero la siguiente entrada, un tema muy interesante.
Juan Antonio:
ResponderEliminarclaro que hay algo RELEVANTE en el caso de las especies que no lo hay en el caso de los electrones: los electrones no surgen unos de otros por un proceso evolutivo, sino que todos son EXACTAMENTE iguales a los demás (o eso, al menos, dicen nuestras mejores teorías sobre ellos). El concepto de especie es en eso más parecido al de "continente": la superficie terrestre no está dividida OBJETIVAMENTE en "continentes", sino que la distinción entre un continente y una isla es totalmente convencional, arbitraria y relativa. ¿Madagascar es una isla o un continente pequeño? ¿India es un continente pegado a Asia, o es una parte de Asia? La respuesta es que... DA IGUAL. Cada fragmento de la superficie tiene las características que tiene, y que los agrupemos de una manera o de otra no depende sólo de cómo son ellos, sino de lo que nos interesa a nosotros distinguir.
Con las especies biológicas es lo mismo: cada organismo tiene las características que tiene, y las comparte con los demás en función de sus RELACIONES FILOGENÉTICAS, no en función de si "pertenece a una especie o a otra". Si tomas el arbol filogenético (eje vertical: tiempo) y lo partes con un corte horizontal ahora, te salen unos grupos de animales; si haces el corte hace 1 millón de años, te salen otros, que serán más o menos parecidos o más o menos diferentes. Por dónde haces el corte es UNA DECISIÓN ARBITRARIA, en cambio, las relaciones filogenéticas han sido las que han sido, objetivamente, no hay ninguna decisión arbitraria relevante ahí por nuestra parte para definirlas.
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Naturalmente, dado un corte determinado, habrá una definición de cada especie que sea la más útil para organizar los seres vivos que hay en esa época, pero esos conceptos son útiles porque nos interesa organizar ESOS animales, más que el conjunto formado por sus antepasados de los últimos 500.000 años, p.ej.. Si hacemos el corte en otro sitio, serán otros los conceptos más apropiados, y lo mismo si, como digo en el texto, elegimos un subconjunto distinto de organismos como "muestra paradigmática". En todo caso, lo más relevante es que PRECISAMENTE PARA COMPRENDER la realidad biológica de los seres vivos, la CONCEPTUALIZACIÓN mediante "clados" REFLEJA MUCHO MEJOR ESA REALIDAD BIOLÓGICA que su conceptualizacion mediante "especies", que es una conceptualización mucho más PROVINCIANA (o sea, dependiente de nuestra perspectiva).
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Lo de las subdivisiones de las especies falla el tiro: si te fijas en el dibujo, no se trata de que E(A) lo puedas subdividir de varias maneras (claro que puedes, pero eso no es relevante; eso serán las "razas", tal vez, o "subespecies"). La cosa es que E(A) y E(B) SON ESPECIES DIFERENTES (aunque solapadas), pero no "subespecies de una misma especie" (no lo son, porque la UNIÓN de E(A) y E(B) NO ES UNA ESPECIE -sus miembros no pueden fecundarse TODOS entre sí).
El criterio de indispensabilidad aquí es totalmente aplicable, pero NO LLEVA A LA CONCLUSIÓN CONTRARIA a la que yo estoy llegando. ¡¡¡Claro que existe la especie de los chimpancés, la de la drosophila, etc., etc.!!! Si el problema no es que esas especies NO existan... ¡¡¡es que existen DEMASIADAS!!! En mi ejemplo, tanto E(A) como E(B) existen con plena existencia objetiva (o sea, dada la definición biológica de especie, AMBOS CONJUNTOS representan especies biológicas). La cuestión es que no hay NINGÚN CRITERIO OBJETIVO por el que decir que el término "mus musculus" se refiere MÁS a E(A) que a E(B).
ResponderEliminarEs PRECISAMENTE lo que sabemos gracias a la ciencia acerca de las relaciones filogenéticas, por lo que la ciencia saca la conclusión de que las denominaciones de las especies son IRREMEDIABLEMENTE ARBITRARIAS; esta es una conclusión "indispensable", y hay que aceptarla.
Fíjate la diferencia y la semejanza con el caso de los electrones: la física dice que no podemos prescindir del concepto de "una realidad física que contiene cosas COMO los electrones, o sea, entidades con tales y cuales propiedades SIEMPRE IGUALES"; pues la biología dice que no podemos prescindir del concepto de "una realidad biológica que está dividida en organismos cuyas relaciones básicas entre ellos NO SON LAS DE SEMEJANZA SINO LAS DE FILIACIÓN, y que por lo tanto, aunque forman agrupaciones FÁCILMENTE IDENTIFICABLES, no son agrupaciones ABSOLUTAMENTE IDENTIFICABLES".
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Así que sigue todo el tiempo que quieras basándote en que en el ÍNDICE de los libros de biología aparece la palabra "especie", pero sin molestarte en LEER LO QUE DICEN los capítulos correspondientes. ¡Menuda forma de aplicar el criterio de indispensabilidad!
Copépodo:
ResponderEliminarcuando se dice que la delimitación de especies es arbitraria, como si diese igual una cosa u otra, pura invención
Gracias a ti por comentar aquí. Soy un viejo admirador de tu blog.
En fin, al grano: tal vez mi elección de "arbitrario" es un poco desafortunada. Lejos de mí la intención de identificar "arbitrario" con "que da igual una cosa que otra, una pura invención". Al contrario: arbitrario significa que REQUIERE UNA DECISIÓN (un "arbitrio"), o sea, que no depende SÓLO de cómo son las cosas, sino también de nuestros intereses, perspectivas, etc. Pero obviamente no podemos definir las especies de CUALQUIER modo. Lo que señalo es que las podemos definir DE MÁS DE UNA FORMA, y no hay nada en la naturaleza que haga que, de entre ESAS FORMAS BIOLÓGICAMENTE POSIBLES, una sea "más correcta" que las demás. ¡¡¡Pero obviamente, cada una de esas formas posibles de definir una especie es MÁS correcta que una definición simplemente hecha al tuntún!!!
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Sobre el grosor de la loncha: obviamente, yo no niego que haya discontinuidades, aunque la loncha sea muy gorda (hay especies que cambian poco a lo largo de millones de años); simplemente señalo el caracter convencional de la definición.
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Que la muestra tenga que ser "lo más amplia posible" es razonable y sensato, claro está. Pero no deja de ser una muestra (¡compara el número de moscas estudiadas por los biólogos con el número de moscas que ha habido a lo largo de la historia!).
. Y precisamente el hecho de que se exija que los especímenes estudiados sean "familiares" apunta a eso que decía yo en la entrada: que partimos de nuestro conocimiento "cotidiano" de las especies (al menos, de las que son más familiares para nosotros). Naturalmente, a veces esto lleva a descubrir que lo que nos parecía que era una especie resulta que es más de una (p.ej., chimpancé y bonobo).
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En lo que sí que estoy en desacuerdo es en lo de si "como de familiar sea el especimen" afectará o no a la clasificación. Yo creo que sí: si hubieramos estado más familiarizados con los bonobos, la especie la habríamos definido al principio según las características de los bonobos, y los chimpancés nos habrían parecido al principio una raza un poco más extraña. Y no te digo nada si los hubieramos cogido a unos o a otros mucho más cerca del momento en el que sus especies divergieron.
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Por último, no me sorprende nada lo de que los taxónomos no reflexionen sobre estas cosas. Y admito también que es una pena. A los científicos les vendría bien un poquito de filosofía (de la buena).
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A mí me parece irrelevante que unas especies "procedan" de otras, porque se trata de clasificar enteidades sincrónicamente consideradas. Existen muchas entidades compuestas, o que surgen de transformación de otras.
ResponderEliminarLas propiedades que comparten los chimpaces entre sí no tiene nada que ver con la filogenia.
No es arbitrario por dónde dividas, aunque puedas dividir por varios lugares o grosores según lo que estás interesado en observar. La subdivisibilidad no implica arbitrariedad: te recuerdo otra vez el ejemplo de los números reales. Cada número real tiene una definición precisa, y puedes coger un conjunto más o menos pequeño, pero todos ellos tienen definiciones precisas.
No es verdad que la filogenia explique mejor. es una explicación simultánea, diacrónica. La prueba más evidnete es que la teoría de la evolución no ha mandado las especies con el flogisto. Ni podría hacerlo, porque para entender una historia o geneaología hace falta un conjunto de conceptos discretamente definibles que sirvan como momentos de esa historia.
No he tenido en cuenta lo que dices en la entrada por la sencilla razón de que me parece inadecuada la definición de especies según la fecundidad. (Incluso se podría pensar en especies biológicas alienígenas que no tuvieran ningún tipo de reproducción).
El criterio de indispensabilidad, como parte de la naturalización de la epistemología, consiste en que tenemos que respetar las entidades que postule el científico. Así que mientras el biólogo no pueda prescindir de conceptos de especies, es pura ideología decir que no existen las especies.
Y es que yo no sé dónde ves la contradicción entre que haya diferentes especificidades (llegando hasta a los individuos) y que unas procedan de otras. El resultado natural de lo que dices sería una indiscernibilidad, porque, para definir a un ser vivo habría que describir toda su genealogía sin utilizar ningún nombre de especie.
El evolucionismo no mostró que no existen las especies (mucho menos tiene nada que ver con la cuestión metafísica de si las especies son universales trascendentes o no), sino que los individuos de una han nacido de individuos de otras. Igualmente, el evolucionismo del cosmos, no significa que no existen las partículas actuales porque procedan de otras o de un estado muy "singular".
J.A.
ResponderEliminarA mí me parece irrelevante que unas especies "procedan" de otras, porque se trata de clasificar entidades sincrónicamente consideradas.
Aquí hay dos errores: no "se trata" de eso exactamente; se trata de averiguar qué características de los seres vivos (y qué FORMA DE RELACIONAR UNAS CARACTERÍSTICAS CON OTRAS) nos permiten comprenderlos mejor, y lo de la "sincronía" es muy relativo, pues, al fin y al cabo, es perfectamente habitual en paleontología discutir si tal especie duró tantos o cuantos millones de años, luego no es una cuestión reducible a las relaciones sincrónicas.
Segundo, aunque fuera verdad eso, de todas formas no es verdad EN ABSOLUTO que PARA AVERIGUAR ESO sean irrelevantes las relaciones de filiación. ¡Todo lo contrario! Sin comprender esas relaciones, no puedes comprender la realidad "sincrónica" de los seres vivos.
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Las propiedades que comparten los chimpaces entre sí no tiene nada que ver con la filogenia
¡¡¡Claro que tienen que ver!!! Para empezar, las propiedades que comparten, las comparten A CAUSA de la filogenia, y las que no comparten, TAMBIÉN.
En todo caso, yo no digo algo así como que las relaciones filogenéticas tengan que entrar en la lista definitoria de las características de la especie (¡ni falta que hace!). Lo que digo es que el considerar el HECHO de que los animales están relacionados filogenéticamente permite entender por qué no tiene sentido considerar que HAY UNA LISTA CERRADA DE CARACTERÍSTICAS que define cada especie biológica.
Tú ya estás dando por asumido que existe una ÚNICA ESPECIE (un ÚNICO conjunto de características) que serían las que "definen" a los chimpancés, ¡¡¡y lo que muestra el argumento que he dado es que eso no es verdad!!! Tú lo que haces, primero, es identificar a UNOS CUANTOS ESPECÍMENES que, como los ves BASTANTE PARECIDOS entre sí, y BASTANTE DIFERENTES de otros bichos, consideras como una conjetura falible que son representantes de una misma especie, y LUEGO defines la especie (si eres un biólogo) como el conjunto de todos los organismos que se pueden reproducir con esos y entre sí.
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No es arbitrario por dónde dividas, aunque puedas dividir por varios lugares o grosores según lo que estás interesado en observar.
ResponderEliminarSi puedes dividir IGUAL DE LEGÍTIMAMENTE por varios lugares, ESO es a lo que yo llamo "arbitrario" (como le he dicho a Copépodo: "arbitrario" no significa "al tuntún", sino que significa que NO DEPENDE SÓLO DE LA NATURALEZA DE LO QUE ESTAMOS CLASIFICANDO, sino también de ALGUNAS decisiones nuestras que pueden ser de varias maneras diferentes).
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La subdivisibilidad no implica arbitrariedad
Te repito que mi argumento no tiene ABSOLUTAMENTE NADA que ver con la "subdivisibilidad". No se trata de que E(A) se pueda "subdividir", sino que NO HAY NADA en el conjunto de los seres vivos que DETERMINE que la especie "mus musculus" es IDÉNTICA a E(A) en vez de a E(B).
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Cada número real tiene una definición precisa,
¡Pues va a ser que no!
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No es verdad que la filogenia explique mejor. es una explicación simultánea, diacrónica.
¿¿¿??? Una explicación, ¿de qué?
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La prueba más evidnete es que la teoría de la evolución no ha mandado las especies con el flogisto
Insisto, confundes el hecho de que el concepto de "especie" sea TOTALMENTE LEGÍTIMO, con la cuestión de si las definiciones de cada especie son (hasta cierto punto) arbitrarias o no. ¡¡¡Claro que existen las especies!!! No observamos un CONTINUO en las variaciones de los seres vivos, sino que los vemos agrupados. ¡¡¡Pero SABEMOS que no existe ninguna LISTA DE CARACTERÍSTICAS DETERMINADA DE UNA SOLA MANERA que permita definir DE FORMA ABSOLUTAMENTE UNÍVOCA esas "agrupaciones" cuya existencia es lo que queremos explicar!!!
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para entender una historia o geneaología hace falta un conjunto de conceptos discretamente definibles que sirvan como momentos de esa historia
Es que los conjuntos están definidos discretamente CON TOTAL RIGOR: es lo que hace el concepto de "clado" (un clado es el conjunto formado por un organismo y todos sus descendientes; la definición no puede ser más rigurosa). Las especies aparecen al cortar los clados en lonchas horizontales, pero lo que sabemos GRACIAS a la biología moderna es que, ADEMÁS del criterio filogenético para determinar si un organismo pertenece o no a una de esas lonchas, NO HAY NINGÚN CRITERIO BASADO EN UNA LISTA DE CARACTERÍSTICAS que permita determinar con precisión los límites de cada "agrupación".
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me parece inadecuada la definición de especies según la fecundidad
ResponderEliminarBueno, ese es tu problema.
(Naturalmente, la definición no es adecuada para organismos con reproducción asexual... pero en esos casos la cuestión es MÁS difícil todavía, no MENOS -si se quiere definir la "especie" mediante una lista de características-, y en cambio el criterio cladístico es igual de aplicable).
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(Incluso se podría pensar en especies biológicas alienígenas que no tuvieran ningún tipo de reproducción).
Por supuesto. Y precisamente porque serían un sistema natural MUY diferente de los sistemas biológicos terrestres, habría que buscar criterios de clasificación y de explicación APROPIADOS para ellos; tal vez esos seres tendría más sentido clasificarlos al modo "taxonómico" tradicional, pero porque son como son; en cambio, los animales y plantas terrestres, JUSTO POR TENER EN CUENTA CÓMO SON, tenemos que reconocer cuáles son los mejores modos de explicarlos, clasificarlos y entenderlos.
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mientras el biólogo no pueda prescindir de conceptos de especies, es pura ideología decir que no existen las especies.
¿¿¿Y quién dice que NO EXISTEN??? Lo que digo es que ESO A LO QUE EN BIOLOGÍA SE LLAMA "ESPECIE" no es una entidad cuya definición BIOLÓGICAMENTE CORRECTA (es decir, la que se toma como correcta en la mejor práctica biológica) venga dada por los criterios de Platón, Aristóteles o Linneo sobre cómo hay que clasificar los seres vivos.
¡¡¡Pero claro que HAY especies!!! Lo que pasa es que no es BIOLÓGICAMENTE ADECUADO interpretarlas como "definiciones de una taxonomía platónica ideal".
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yo no sé dónde ves la contradicción entre que haya diferentes especificidades (llegando hasta a los individuos) y que unas procedan de otras.
¡¡¡En ningún sitio!!! El argumento de esta entrada no tiene ABSOLUTAMENTE NADA que ver con la cuestión de si las especies son "divisibles hasta el individuo" o hasta la madre que lo parió.
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El resultado natural de lo que dices sería una indiscernibilidad, porque, para definir a un ser vivo habría que describir toda su genealogía sin utilizar ningún nombre de especie.
Esto demuestra simplemente que no has entendido de qué va la cosa. Nadie pretende "definir UN ser vivo". Lo que se pretende es EXPLICAR LA "GRANULOSIDAD" DEL CONJUNTO DE LOS SERES VIVOS EXISTENTES EN UN MOMENTO DETERMINADO (por qué están obviamente agrupados en conjuntos cuyos miembros son todos más parecidos entre sí que lo que se parecen a los de los otros conjuntos). Es decir, ¿por qué desde el punto de vista sincrónico la variabilidad no es continua, sino "a saltos", mientras que desde el punto de vista diacrónico sí que es mucho más continua?
Lo que tiene que hacer la biología es ENTENDER DE LA MEJOR MANERA POSIBLE ESOS "GRÁNULOS", y lo que SABEMOS actualmente es que esa mejor manera no consiste en la HIPÓTESIS de que todos los miembros de un "gránulo" responden a una "esencia común definible como una lista cerrada de características".
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aunque fuera verdad eso, de todas formas no es verdad EN ABSOLUTO que PARA AVERIGUAR ESO sean irrelevantes las relaciones de filiación. ¡Todo lo contrario! Sin comprender esas relaciones, no puedes comprender la realidad "sincrónica" de los seres vivos.
ResponderEliminarNadie ha dicho (que yo sepa) la burrada de que la filiación es irrelevante para comprender la historia de la vida. L oque se ha dicho es que no se puede prescindir de las nociones para especies.
Tampoco es verdad que para comprender la "realidad" sincrónica de los seres vivos, haga flata conocer su historia. Desde leugo, para conocerla completamente, sí. Pero también hace falta contar con conceptos de especies.
Lo que digo es que el considerar el HECHO de que los animales están relacionados filogenéticamente permite entender por qué no tiene sentido considerar que HAY UNA LISTA CERRADA DE CARACTERÍSTICAS que define cada especie biológica.
Y esto es completamente diferente de decir que las especies son arbitrarias (de lo que se deduciría que habría que prescindir de ellas).
Si puedes dividir IGUAL DE LEGÍTIMAMENTE por varios lugares, ESO es a lo que yo llamo "arbitrario"
es que no puedes dividir por donde quieras, aunque puedas dividir por cualquier sitio. Puedes dividir una tarata por donde quieras, pero si quieres repartirla equitativamente tienes que dividir por un sitio (aunque te cueste averiguar bien por cual).
Cada número real tiene una definición precisa, ---¡Pues va a ser que no!
Hombre, esto sí que es fuerte. Creo que cualquier científico, no ya biólogo, sino el más fundametnal de los físicos, se conformará con una arbitrariedad y ambigüedad como la de los números reales.
Juan Antonio:
ResponderEliminaradie ha dicho (que yo sepa) la burrada de que la filiación es irrelevante para comprender la historia de la vida
Ni yo te he respondido eso. Tú has dicho que te "parece irrelevante que unas especies procedan de otras", y yo te hago ver que NO ES IRRELEVANTE: nosotros sólo podemos entender cabalmente POR QUÉ SON los seres vivos como son, si entendemos qué relaciones filogenéticas hay entre ellos.
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decir que las especies son arbitrarias (de lo que se deduciría que habría que prescindir de ellas).
Eso lo deducirás tú. Yo desde luego parto de que cualquier persona inteligente que lea la entrada, comprenderá que el tema es la noción biológica de especie, que esa noción se utiliza en la entrada en referencia a la práctica científica habitual en la biología contemporánea, y por lo tanto, ese lector inteligente se dará cuenta de que el autor de la entrada está presuponiendo que en la biología contemporánea se utiliza (y se utiliza legítimamente) UNA CIERTA noción de "especie" (al menos). Luego difícilmente puedo estar proponiendo algo equivalente a "prescindir de la noción de especie".
Lo que digo es que esa noción de especie QUE ES IMPRESCINDIBLE en la ciencia biológica contemporánea, muestra, cuando se la comprende cabalmente, que NO PUEDE IDENTIFICARSE UNA ESPECIE CON UNA LISTA CERRADA DE CARACTERÍSTICAS, DADAS DE UNA VEZ PARA SIEMPRE EN UNA TAXONOMÍA IDEAL. Las especies biológicas, en cambio, son un TIPO DE COSA que no admite ESE tipo de construcción conceptual, sino OTROS tipos de construcción, que llevan inevitablemente a la conclusión de que CUALQUIER LÍMITE EXACTO que pongas a una especie será inaceptable. Es decir, CUALQUIER definición "taxonómica" que puedas proponer de una especie, cuando la aplicas al conjunto de los seres vivos (reales o posibles) te dará "errores" (bichos que pensaríamos que SON miembros de esa especie pero no encajan en la definición; bichos que encajan pero que no pensaríamos que son miembros de la especie; o conjuntos que no cumplen el criterio de que todos sus miembros podrían fecundarse con éxito unos a otros -los de distinto sexo).
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es que no puedes dividir por donde quieras, aunque puedas dividir por cualquier sitio
Nuevo error: yo no digo que puedas dividir la especie "por donde quieras". Digo, sencillamente, que según por donde empieces (según qué conjunto de especímenes tomes como "muestra paradigmática"), puedes terminar CON DOS ESPECIES DISTINTAS. Te ruego que te fijes en el diagrama, que está lo suficientemente claro: ¿cuál es la AUTÉNTICA especie 'mus musuculus', SEGÚN TÚ, la que se sigue a partir de la muestra A, o la que se sigue a partir de la muestra B? No olvides que para aquellas personas familiarizadas con los ratones de A (supongamos que son ratones españoles), cuando examinan los de B, constatan que son de la misma especie que los de A, y viceversa, luego, APARENTEMENTE, tendría que dar igual definir la especie fijándose en los ratones de A o en los ratones de B. Pero habría "ratones" (o lo que fuera) que son de la misma especie que los de B, y ratones que son de la misma especie que los de A, pero tales que los primeros NO SON DE LA MISMA ESPECIE que los segundos. La cuestión es, ESOS (los que pertenecen a E(A) pero no a E(B), o viceversa), ¿son "mus musculus" o no?
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Puedes dividir una tarata por donde quieras, pero si quieres repartirla equitativamente tienes que dividir por un sitio (aunque te cueste averiguar bien por cual).
ResponderEliminar¡Exacto! (Con una precisión: no tiene por qué ser por UN sitio determinado, sino con un ÁNGULO determinado: los cortes podrían estar en CUALQUIER sitio, con tal de que los trozos salieran iguales). En este caso pasa algo parecido: es como si tú estuvieras haciendo la hipótesis de que, si la tarta se divide en dos mitades, HAY NECESARIAMENTE UN ÚNICO SITIO por donde se puede cortar la tarta para que salgan dos mitades. Lo que ocurre en el caso de las especies es que HAY VARIOS CONJUNTOS DIFERENTES (y por lo tanto, listas de características diferentes) CADA UNO DE LOS CUALES es EXACTAMENTE IGUAL DE CONSISTENTE con el principio de que "los miembros de una especie tienen que poder fecundarse entre sí" (pues a ESO es a lo que se llama "especie" -en el caso de seres con reproducción sexual- en esos libros de biología a los que tan felizmente aplicas el criterio de indispensabilidad-), y no hay NINGÚN CRITERIO que diga que UNO de esos conjuntos es MÁS APROPIADO que otro.
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cualquier científico, no ya biólogo, sino el más fundametnal de los físicos, se conformará con una arbitrariedad y ambigüedad como la de los números reales.
¡La situación en la ciencia empírica suele ser MEJOR en este caso que en las matemáticas, porque el problema es que hay INCONTABLES números reales! El problema es que el lenguaje, aunque sea recursivo y por lo tanto pueda generar una cantidad infinita de fórmulas diferentes, las cuales utilizar para definir un número, sólo nos permite construir un conjunto de fórmulas que tiene LA CARDINALIDAD DE LOS NÚMEROS NATURALES; ¡¡¡pero el conjunto de los números reales es mayor (no hay ninguna función biyectiva entre N y R)!!! Por lo tanto, es matemáticamente imposible que exista UNA FÓRMULA DISTINTA PARA CADA NÚMERO REAL. La inmensísima mayoría de los números reales, por tanto, NO PUEDEN SER DESIGNADOS (es decir, definidos).