28 de abril de 2008

TELEVISIÓN IMPARCIAL


Andan debatiendo en Público sobre la parcialidad de las cadenas de televisión, poniendo el énfasis, claro, en las ciertamente impresentables Canal 9 y Telemadrid. Ninguna cadena pública está libre de pecado, naturalmente, pero la comparación entre Telemadrid y TVE (las dos públicas que puedo ver por estos lares) no permite dudar de cuál puede llamarse manipuladora con todas las letras: efectivamente, TeleEspe (también llamada TeleFacha), en general indistinguible de la COPE.
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Dándole vueltas al tema, se me ha ocurrido un mecanismo para poner remedio a esta vergüenza. Ya que conseguir una televisión imparcial es un sueño de cienciaficción (que decía Miguel Ríos), y además, nadie sabe qué querría decir tal cosa (bueno, en realidad, cada uno piensa que "imparcial" sería un informativo que dijera lo que él opina), creo que lo que hay que hacer es promulgar por ley el pluralismo informativo:
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Cuando se constituyeran los consejos de las cadenas públicas, con una representación proporcional a la de los parlamentos respectivos, cada grupo que forme el consejo (o cada coalición que se constituya) debería nombrar un equipo de informativos diferente (naturalmente, sin incrementar el presupuesto). Estos equipos trabajarían "en paralelo" durante toda la legislatura, y cada día, o cada semana, se echaría a suertes qué programas informativos le toca emitir a cada equipo (dando a cada uno una probabilidad proporcional a la representatividad que el grupo que lo ha nombrado tiene en el consejo).
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No me digáis que no sería chulo.
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6 comentarios:

  1. No me diga que no es de bobo solemne tener en cuenta los criterios de parcialidad de "Público".

    Además, puestos a gastar (las zanjas las hacen otros, ¿verdad?). Propongo una televisión pública para cada partido.

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  2. No sé si le veo mucho futuro: los informativos de cualquier día serían un desmentido constante de los del día anterior (o de cuando le tocase a otro equipo de informativos).

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  3. Salud:

    Los contenidos de las televisiones públicas, en vez de dedicarse a competir con el resto de cadenas privadas, se tenían que preocupar por la ciudadanía: su educación y formación (a distancia y homologada), realizar programas de "saber hacer..." (la declaración de la renta, la denuncia de un robo, el seguro de una casa, contratar a un profesional, fundar una empresa, etc.) y programas de análisis crítico y científico -nunca demagógico o político-. Los informativos deberían darse brevemente y lo más neutros posibles, sin interpretaciones ni opiniones; usando expresiones claras y sin matices.

    Las televisiones públicas no están para el lucro o la competencia, sino para el servicio común, que sirva a todos, que sea útil y promocione a la sociedad en general a la que sirve; elevando su interés científico y cultural a todos los niveles, desde los niños hasta el mundo adulto y la vejez.

    Todo lo demás, es basura de relleno.

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  4. Totalmente de acuerdo, Carlos; eso sería lo ideal, pero en tanto no fuera así, la idea que he sugerido tiene varias ventajas:
    1) no supone más gasto, pues lo que propongo es que el gasto actual se repartiera entre varios equipos de informativos;
    2) si los partidos deciden tener cada uno su equipo, sería entretenido ver el "diálogo" que se montaría entre ellos, y al menos, la gente tendría más elementos de juicio;
    3) y, por otro lado, supongo que la propia existencia de esta posibilidad les daría tanto pánico a los partidos, que preferirían ponerse de acuerdo en elegir por consenso un equipo de informativos más o menos "neutral".

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  5. Salud:

    Don Jesús, con respecto a su propuesta, permítame que presente mi humilde discrepancia.

    1º- Sobre el gasto: si es por eso, suprimámoslas y repartamos el dinero que cuestan entre los habitantes de España (proporcionalmente o linealmente, me da igual). Muerto el perro, se acabó la rabia.
    2º- Si tienen poco poder los partidos, ahora se lo quiere dar por ley. ¡Toma ya! Y a la sociedad civil que la zurzan... ¿Por qué no los eligen los periodistas democráticamente? ¿O los ciudadanos? ¿O las asociaciones de prensa? ETC. Aquí, menos soluciones democráticas, vale todo.
    3º- No. Los partidos no se ponen de acuerdo ni en materia de terrorismo , que se trata de la vida y muerte de las personas. ¿Qué le hace pensar que se van a poner de acuerdo en una 'menudencia' como la tele? Lo usarían como plataforma propagandística y lanzadera de sus líderes, a modo y manera de lo que están haciendo en estos momentos.

    Lo que hay que cambiar es el modus operandi y transformar el diseño estructural de lo público. Y he ahí donde se debe centrar el debate: ¿qué se entiende por público? (en el modo de televisión pública).

    Y otro debate distinto es qué se entiende por 'información', 'opinión', 'interpretación', 'análisis'... en el periodismo actual. Aunque bien es cierto que, lo que hacen algunos, bien se puede tildar de "esperpentos" (que dominan desde su etapa de estudiantes con tesinas sobre los mismos).

    Su propuesta, Don Jesús, adolece, en mi humilde opinión, de esos dos debates previos y, por ende, de profundidad. Ni siquiera tiene la ironía del perro muerto. Pero como vivimos en el país más absurdo del mundo, no me extrañaría nada que alguien la tuviera en consideración (aunque fuera para hacer una novela).

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  6. No me parece mala idea. Es preferible conocer las noticias sabiendo para donde tiran. Y si hay debate mejor.

    Creo que la oposición debería tener más posibilidades de crítica. Sobre todo en la actividad parlamentaria. Y ser ésta la que se reflejara en los informativos, no los comunicados de los partidos.

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