Laura Chaparro, de Divulgauned, ha elaborado una breve Guía sobre "¿Cómo hablar ante los medios?", para investigadores que quieran dar a conocer sus proyectos y resultados al público general.
A mi me parecen sensatos y elementales. Pero por muy elementales que sean seguro que a más de uno le vienen bien. Lo que no sé es a qué llama un "quitamiedos". ¿Pegarse unos lingotazos antes de salir, como hace el tertuliano católico, gordo y creacionista?
De todas maneras, la única forma de hablar bien en público es hacerlo muchas veces. Un investigador es normalmente un profesor universitario. Si fuera un buen profesor, tendría mucha práctica. Así que los que lo hacen mal no son -evidentemente- buenos profesores, sean investigadores buenos o malos
A mi lo que me parece difícil es salir con bien del trance cuando se trata de una entrevista en la que el periodista va a por el entrevistado porque es un tema polémico o por otro motivo: no dejarle hablar, ridiculizarle, hacerle preguntas tramposas... son los métodos habituales, y me parece muy difícl no salir derrotado en ese caso.
Parece un artículo de El Mundo Today. Sentarnos erguidos. No estamos obligados a dar nuestra opinión. No toser. ¿Es coña?
ResponderEliminarFoto para la portada del manual:
ResponderEliminarhttp://4.bp.blogspot.com/_uhwOgg1a_aM/SqAQLuNLCPI/AAAAAAAAABU/Zghz_KITsIw/s1600/15e9_HarpoMarx%5B1%5D.jpg
A mi me parecen sensatos y elementales.
ResponderEliminarPero por muy elementales que sean seguro que a más de uno le vienen bien.
Lo que no sé es a qué llama un "quitamiedos".
¿Pegarse unos lingotazos antes de salir, como hace el tertuliano católico, gordo y creacionista?
De todas maneras, la única forma de hablar bien en público es hacerlo muchas veces.
Un investigador es normalmente un profesor universitario. Si fuera un buen profesor, tendría mucha práctica.
Así que los que lo hacen mal no son -evidentemente- buenos profesores, sean investigadores buenos o malos
A mi lo que me parece difícil es salir con bien del trance cuando se trata de una entrevista en la que el periodista va a por el entrevistado porque es un tema polémico o por otro motivo: no dejarle hablar, ridiculizarle, hacerle preguntas tramposas... son los métodos habituales, y me parece muy difícl no salir derrotado en ese caso.