Hace tiempo que existe una fuerte demanda para que la Santa Madre Iglesia, y también el Vaticano, hagan lo necesario para enmendar la tradicional lista de "Obras de misericordia". De entre las muchas enmiendas propuestas, hoy toca hablar de la que se refiere a la primera de las obras espirituales: en lugar de
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"enseñar al que no sabe"
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las modernas tendencias de la pedagogía sugieren que se cambie por la más políticamente correcta:
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"aprobar al que no sabe".
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He recordado esta propuesta al echar un vistazo al documento que acaba de presentar el ministerio de Educación, como base para el diálogo sobre el "pacto educativo" que amenaza en el horizonte. No carece de cosas interesantes (que podemos discutir otro día), pero me he fijado en dos de las medidas que propone en materia de evaluación, a saber:
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46. En 6º de Educación Primaria y en 3º de Educación Secundaria Obligatoria se
realizará una evaluación de diagnóstico, por parte del Instituto de Evaluación, atodos los estudiantes que estén cursando las respectivas enseñanzas, del grado de
adquisición de las competencias básicas correspondientes. Esta evaluación tendrá
carácter formativo y orientador para los centros, el profesorado, las familias y el
alumnado.
47. La información obtenida de la evaluación realizada en el último curso de la
Educación Primaria permitirá a los centros organizar, al inicio de la Educación
Secundaria Obligatoria, las medidas específicas necesarias para el alumnado que
requiera reforzar el aprendizaje en algunas de las competencias básicas.
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O sea: se hará (o se seguirá haciendo) una prueba de evaluación en 6º de primaria, que permitirá a los profesores de secundaria averiguar qué cosas tenían que haber aprendido los alumnos que les llegan, pero no han aprendido, para intentar enseñárselas. A mí me habría parecido más lógico que la medida consistiera en que los alumnos no pasaran a la secundaria sin saber esas cosas... pero debe haber gente más experta que yo en pedagogía (y en misericordia) al mando de las propuestas ministeriales.
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En fin, supongo que con ello están pagando el peaje de la autopista hacia el cielo.
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Aunque, un poquito más abajo, y para ser justos, reconozco que me suenan a gloria celestial las siguientes propuestas:
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50. En el marco de los programas de cooperación territorial que se vienen
desarrollando entre el Ministerio de Educación y las Comunidades
Autónomas, se implantará un nuevo Programa de profundización deconocimientos dirigido al alumnado de Primaria y Secundaria con mayor
capacidad y motivación para aprender.
51. Promover la constitución de grupos de investigación en los diferentes campos
del conocimiento dirigidos a los jóvenes que cursan bachillerato o formación
profesional específica.
52. Para el desarrollo de los programas de profundización de conocimientos y la
constitución de los grupos de investigación se establecerán convenios con las
Universidades, y con diversas instituciones científicas y culturales.
53. Crear una nueva línea de incentivos dirigidos al alumnado con mejores
resultados.
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De hecho, me suenan tan bien que he tenido que leerlas varias veces para creerme lo que dicen (aunque no he llegado a creerme que se vayan a poner en práctica rápidamente y de manera eficaz; son muchos años de escepticismo... pero en fin, soñemos por una vez).
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Tu interpretación es bastante peculiar, aunque ya sé que esa peculiaridad es el mantra más repetido en España.
ResponderEliminarSupongamos simplemente que se sigue repitiendo curso en la misma proporción que ahora, que es lo predecible. Pues bien:
* Por un lado, ya tenemos ahora la proporción mas alta de repetidores del mundo y parte del extranjero.
* Por otro lado, tenemos que una cierta proporción de alumnos que llegan a secundaria arrastran carencias en competencias básicas, y las arrastran durante años.
(Según las leyes vigentes, los profesores de secundaria debieran dar enseñanza personalizada a estos, y debieran ocuparse de esas carencias. Evidentemente, salvo honrosas excepciones, no lo hacen)
Pregunta evidentes:
* ¿Por qué suceden simultáneamente las dos cosas de arriba? ¿Eso no le llama la atencion a nadie? ¿Se puede seguir diciendo en esas condiciones que se repite poco?
* ¿Dejará de suceder la segunda aumentando todavía más la primera? ¿Por qué, si tanto repetir, en ausencia de otras medidas, no parece evitarlo?
* ¿Hasta donde la aumentamos? ¿hasta que nos salgamos de la estadística OCDE y tengan que hacernos una planilla especial porque no cabe el gráfico?
¿Hasta que los de sexto de primaria se afeiten? ¿O se casen?
¿O hasta que los que llegan a secundaria sepan lo suficiente para que los profesores de secundaria estén contentos y trabajando todavía menos que ahora?
Y con lo otro lo mismo. Se supone que la enseñanza personalizada que deberían dar incluiría sacar de los mejores alumnos todo lo que puedan dar, y estimularles adecuadamente.
Que no se hace una mierda en ese aspecto lo demuestran las ingenuamente reveladores quejas habituales sobre que "baja el nivel general" y así "los buenos alumnos son perjudicados" (?).
En definitiva, las dos medidas mencionadas vienen a ser, en mi opinión, el reconocimiento de dos cosas:
* El sistema escolar no hace ni de lejos lo que dice la ley que debería estar haciendo.
* A ver si formalizando, con más reglamentos, burocracia y papeleo, lo que debiera de estar haciendo, conseguimos que empiece a hacerlo por fin.
Porque aparentemente, lo que digan las leyes que tienen que hacer por sí mismos los profesores y el centro da igual. Nadie se las ha tomado en serio hasta ahora. Lo que vale por lo visto es que haya una Circular de la Consejería al Centro donde se señale a Peláez concretamente con el dedo y se diga: "Tú figuras como un desastre oficialmente, y nos empeoras la estadística. Que sepas que cincuenta burócratas de la Consejería están pendientes de que para mayo hagas bien tal prueba, y rellenan estadillos contigo. Así que espabila, pedazo de mierda, que para eso te ponemos una hora extra a la semana de refuerzo con otro profesor cabreado e indiferente más, además de los doce que tienes."
(Esto del refuerzo así no me lo invento, es lo que llaman "refuerzo" en los centros públicos que conozco)
Desde mi punto de vista, no servirá para nada, porque lo que debiera cambiar es la actitud y la competencia de la propia burocracia y del propio profesorado.
Mientras los maestros de primaria no tengan una formación académica mucho más exigente, y los de secundaria no acepten que son maestros, y que su horario es de 30 horas a la semana, trabajando en el centro y ocupándose de las necesidades de sus alumnos (y no 14 como creen), no hay nada que hacer.
Ah, y mientras no se tome en serio lo de las "competencias basicas", dejando en cinco las materias obligatorias, o sea, esas básicas, tampoco.
Desde luego con profesores tal golfos, tan vagos y tan mal formados prto bien psgados. ya puede esmerarse ya la autoridad educativa (MEC, Comunidades, Inspección…), ya pueden echar como echan toda la carne en el asador los padres de familia para contribuir a la educación de sus hijos, y ya pueden tener los esforzados alumnos el potencial de todos los premios nobel de los últimos años, que no hay nada que hacer…. ¡Por la jornada de 30 o 35 horas para el profesorado! ¡Por la multiplicación por 10 del número de cursos impartidos a los profesores en los CEPs y otros reformatorios pedagógicos! ¡Por la eliminación del carácter funcionarial del profesorado –si no rinden, cumplen, etc. a la puta calle! PREGUNTO (pies soy lego en el asunto): ¿Es que no se han realizado estudios comparativos que expliquen el por qué de la diferencia entre nuestros resultados y los de el resto de los países europeos? Si es así, me interesaría conocerlos. Si no hay estudios de este tipo ¿para que leches sirven las pedagogías, psicopedagogias. etc.?
ResponderEliminarMauricio Patapalo
Qué malos sois, me hubiera encantado tener a mano a mi ex ( profesor de inglés en un instituto)para leerle vuestros comentarios e incordiarle un poco. Golfo era desde luego. Yo le solía llamar *pringado*, porque estaba todo el día haciendo chuminadas corrigiendo y preparando cosas y despotricando deprimido, porque según sus alumnos ( que el describia como una especie de delincuentes adolescentes, lo que confieso que a mí siempre me ponía un poco cachondo) no se enteraban de nada y acogían con indiferencia las actividades que el esmeradamente preparaba. Claro que era muy gruñón, también despotricaba de sus compañeros que según él tenían un inglés horrífono (él era bilingüe, supongo que la lengua bífida de la que disponía le facilitaría la cosa). Además debía padecer algún tipo de mal karma porque yo creo que estaba en el insti de ocho a dos más o menos.
ResponderEliminarJ.N.
loe:
ResponderEliminarlo que debiera cambiar es la actitud y la competencia de la propia burocracia y del propio profesorado
Y yo no puedo estar más de acuerdo. Pero creo que si no cambia, es porque están muy cómodos con la política soviética de "nosotros hacemos que te enseñamos, tú haces que aprendes, y nosotros fingimos que el título que te damos significa algo". Si el título de primaria (y el de secundaria, o el que fuere) fuese REALMENTE fiel a lo que dice (o sea, si se prohibiera a los profesores dar el título a alguien del que saben fehacientemente que no tiene las competencias mínimas que el título -según el BOE- dice que tiene que tener), no les quedaría más remedio que cambiar de actitud y adquirir las competencias que dices.
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Bueno, también hay que reconocer que el hecho de que los ciudadanos no clamen al cielo al recibir (ellos y sus vecinos) unos títulos que mienten como bellacos, pues hace que la situación actual sea un equilibrio difícil de mover.
Jesús:
ResponderEliminarParece como si la extensión de la educación padeciera todos los males de los bienes o servicios que se masifican, con pérdida de calidad y destrucción efectiva de lo que se quiere ofrecer, salvo para quienes se pueden pagar lo más caro y exigir que sea bueno.
Ha pasado con los viajes de turismo o las lineas aéreas de bajo coste, parece que pasa con la educación y puede pasarnos con la sanidad: todos tendremos acceso a un sucedáneo lejanamente relacionado con lo genuino.
El problema es doble: si es posible masificar la producción y mantener la calidad o aumentarla (véanse los coches, los ordenadores o los teléfonos móviles de los últimos veinte años) y si es posible encontrar agentes sociales o políticos capaces de realizarlo en la medida de lo posible.
Pero no hay solución si no hay conciencia del problema y parece que en grandes masas de población no la hay. Lo que hay en general es una aceptación como naturales o inevitables de situaciones basura como la comida basura, la televisión basura, la propaganda política basura, el vuelo basura (que te cobren por ir al baño, por ejemplo, como pretenden) y, ya puestos, la educación basura y la sanidad basura. Podremos llegar, con paciencia, a la economía basura con empleo basura, la seguridad interior basura y la seguridad exterior basura.
Empezamos por perder las manzanas con sabor a manzana y acabaremos siendo un país paria internacional si no actuamos.
Zamora, eo que dices no serviría para nada, salvo que a la vez pongas de patitas en la calle a los que más suspendieran (ponderando por la situación de partida, porque sacar adelante a un porcentaje equis en la Rosilla no es lo mismo que sacar adelante el mismo porcentaje en Majadahonda). En otro caso ¿qué más les da? ¿les importa algo a los de secundaria la tasa de fracaso escolar? (medido, como se hace oficialmente, por el porcentaje de los que no sacan ese título tan "regalado" y que son un tercio del total, nada menos)
ResponderEliminarPor otra parte, lo que pasa ahora ha pasado siempre. Con el tiempo, la mayoría de los alumnos se hacen adultos y redondean un poco lo que adquirieron en la escuela. Algunos, incluso aprenden por su cuenta cosas en serio.
Hay millones de personas en España que fueron a la escuela primaria hasta los doce años o catorce años y jamás adquirieron las competencias que suponemos corresponden al 6º de primaria. Los que han podido y querido las mejoraron después un poco. Los otros al menos saben leer y escribir, a diferencia de sus padres en muchos casos.
La primaria es indiscutiblemente mejor de lo que era hace treinta o cincuenta años. Que a pesar de todo no sea lo que debiera ser es cierto. Y que en Secundaria no hagan nada para llenar lagunas, más cierto aún.
Del caso del ex de J. yo me quedo con lo de que, excepcionalmente, sabía inglés como bilingüe: efectivamente eso es excepcional, porque lo tradicional de los profesores de inglés es que su inglés no les llegue ni para dar en inglés la clase, no hablemos de dominar el idioma. ¿Qué van a enseñar las criaturas? ¿Y qué inglés sabemos los adultos en general, como consecuencia? (El que hemos aprendido tarde y mal después, evidentemente)
Lo mismo pasa con tantas otras materias, solo que no es tan evidente como con el inglés.
Áloe:
ResponderEliminarefectivamente, habría que poner en marcha algún sistema para que a los profesores que no trabajan eficazmente se les pudiera despedir, como en cualquier otro trabajo (y como tendría que hacerse en el resto de la administración).
Áloe:
ResponderEliminarefectivamente, habría que poner en marcha algún sistema para que a los profesores que no trabajan eficazmente se les pudiera despedir, como en cualquier otro trabajo (y como tendría que hacerse en el resto de la administración).
Pues nada, propón algún sistema. Hay gente menos ilusa que cree en otras no tan grotescas, como algoritmos flotantes creadores de universos...
Hay quienes creen en sustancias mágicas e indivisas. ¿De cuál clase es tu preferida? ¿Spinoziana? ¿O a la Leibniz, con tropezones monádicos incluidos?
ResponderEliminarPués sí, Jesús Zamora, asi debería ser. Fácil no es, pero imposible tampoco debe ser, cuando lo hacen en otros países.
ResponderEliminarPero aquí ni siquiera se aceptan otras cosas mucho más fáciles: como exigir al menos el cumplimiento externo, de horarios y demás obligaciones (que eso sí que se puede documentar imparcialmente con pocas dificultades) so pena de ir a la calle.
O incluir en las pruebas de acceso otras más realistas (como p.e. de sanidad mental y de competencia verbal y discursiva) y las de conocimiento y prácticas hacerlas mucho más exigentes.
O, dado que el palo es dífícil de ejercer para valorar la calidad del trabajo, emplear al menos la zanahoria: pues nada, también los memos de siempre ponen el grito en el cielo diciendo que eso es "pagar por aprobar", como si no fuera para eso para lo que se le emplea y paga a un profesor.