Seguimos con la serie de argumentos en defensa del toreo. Vaya aquí uno muy breve:
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3. NO ES POR SU CAPACIDAD DE SUFRIR POR LO QUE LOS SERES NOS MERECEN RESPETO.
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El carroñeo nos parece una forma de alimentación moralmente aceptable (aunque poco higiénica, lo reconozco), salvo cuando los cuerpos que carroñeamos son humanos (eso sólo lo nos parecería admisible en casos de extremísima necesidad). Es decir, el cadáver humano nos parece más digno de respeto que el cadáver de un animal.
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Pero, obviamente, ninguno de los dos cadáveres sufre absolutamente nada por el hecho de que nos alimentemos de él.
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¿Qué tiene esto que ver con el toreo (veo que os estáis preguntando ya, ansiosillos), donde el problema moral fundamental se plantea precisamente porque el toro está vivo y sufre?
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Pues tiene que ver porque el ejemplo de los límites morales del carroñeo nos señala hacia el hecho de que AQUELLO que nos hace experimentar respeto hacia los humanos NO ES si sufren o no, ni siquiera si tienen la capacidad de sufrir, sino alguna otra cosa (¿el qué?, no lo sé; imagino que algún efecto de nuestro cableado neuronal, que tiene que ver con el reconocimiento de nuestros semejantes), que nos hace distinguir entre "humanos-(y-por-lo-tanto-dignos-de-respeto-moral)" y "no-humanos-(y-por-lo-tanto-menos-dignos-de-respeto)". Es DESPUÉS de haber establecido esta distinción, que las consideraciones sobre QUÉ acciones o hechos suponen una "falta de respeto" entran en juego.
Por supuesto, esa intrincada maraña de cables y chips neuronales que nos hace experimentar emociones morales, puede ser modulada por el entorno, y, de hecho, podemos llegar a sentir una gran repugnancia por alimentarnos de animales con los que hemos estado jugando y a los que hemos cogido cariño (todo este tema me recuerda y reconfirma en la hipótesis de que el instinto moral procede evolutivamente del instinto de la náusea), como también hay casos de culturas que han instituido el canibalismo (aunque normalmente en ausencia de otras fuentes asequibles de proteínas, y rodeando el consumo de carne humana de unas prácticas protocolarias muy especiales), pero todo ello no obsta para que, en general, clasifiquemos a los animales como "posible comida" y a los humanos no, y por tanto, a los segundos como más merecedores de respeto que los primeros.
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Más:
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Jesús:
ResponderEliminarEl tabú, la sacralización son limites sociales a ciertos actos. Una vez me contaban cómo habían criado a un ternero y cómo se lo iban a comer y me pareció repelente.
Se trata de trazar un límite que impida atacar a tus semejantes. su contenido puede ser el que sea, pero su función parece ésa. Y parece también una ventaja no destruir a tus parientes sino buscar alimento lo más lejos posible de tus propios genes y hacer posible una sociedad cooperativa.
salvo cuando los cuerpos que carroñeamos son humanos
ResponderEliminarZamparse el cadáver de un vegano debe clasificarse dentro de las actividades de riesgo. El pobre buitre espera reponer sus existencias de creatina, colina y cianocobalamina, y lo que obtiene es una carne con la consistencia de una suela de zapato y con sabor a celulosa. ¡No hay derecho!
De todos modos, no seas tan eurocentrista: a los papúes no les da tanto asquito merendarse a un familiar. Es cierto que sus mujeres pillaban el kuru por esta costumbre, pero sólo por golosas: por zamparse los sesos del occiso.
cómo habían criado a un ternero y cómo se lo iban a comer y me pareció repelente
Pues imagínate la escena: la familia ha criado a la Yésica o a la Yenifer con todo su cariño, pero la niña se ha ido de botellón con psilobices y la ha palmado de una sobredosis. Y luego, todo el poblado gitano llorando mientras se nutren con las dulces carnes de la Yesi, cargadas, eso sí, de alucinógenos y enteógenos dadas las circunstancias del fallecimiento de la víctima...
No digas más. Prefiero la historia del ternero.
ResponderEliminarSeré raro, pero el hecho de que quien quiera que se alimente de un muerto (humano) no me produce la más mínima reacción, ni a favor ni en contra. Se lo digo de verdad. Esto podría querer decir que si muchos fueran como yo, su premisa hoy sería falsa. Todo en condicional, por supuesto.
ResponderEliminarPor otro lado, la "fiesta" tampoco me produce nada especial, ni en contra, ni mucho menos a favor ;-)
Qué pesados con las jodidas corridas de toros. Lo que no tiene defensa por muchas vueltas que se le dé, no la tiene, sólo desde la psicopatía de... algún que otro filósofo o no filósofo.
ResponderEliminarJack Nicholson
Pues mira qué curioso, Jack, y qué destructivo para tu teoría: al psicópata "par excellence" no le van los toros (ni los encierros, dicho sea de paso).
ResponderEliminarLo que ocurre es que, como mucho de lo humano me es ajeno, considero el amor por las corridas (de toros) como una de las muchas formas que puede adoptar la tontería humana, tan respetable como el alimentarse exclusivamente de hierbajos o practicar el alpinismo. Y no veo necesidad de combatir este tipo de tonterías inofensivas para los espectadores.
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ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarMe parece que los antiguos Persas dejaban los cuerpos a los animales carroñeros.
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Respecto a comer humanos se supone que ocurre en cada misa, no?
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No le encuentro ningún atractivo ni arte a las corridas de toros. Vi algún que otra por televisión.
Los comentaristas de la corrida se quejaban que el toro no había puesto lo suyo.
Y el torero tuvo que clavarle el estoque mas de una vez porque el muy desagradecido no moría.
Los comentaristas decían que también fue falla del torero pero el salio vivo.
Es verdad que sentí esa asociación, que hace referencia Jesús, con el destino del toro y cierta ansiedad por su muerte inevitable.
Pero reconozco que no me importa en absoluto que cientos de vacas estén entrando a los mataderos en este momento. Seguramente porque no lo veo.
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Supongo que el argumento a favor de las corridas se puede aplicar a otros deportes como:
Riña de gallos, batallas de monos con navajas o Escopegato (un deporte donde se sueltan 50 gatos y dos equipos los matan a escopetazos, calificándose que tanto fue despanzurrado, o si la cabeza salio desprendida a determinada distancia) Podemos usar nombres alegóricos: por ejemplo, ya que Verónica esta usado, podemos llamar Margarita cuando un gato muera por vaciamiento de la cavidad abdominal intentando correr luego de recibir un escopetazo.
Kewois
los antiguos Persas dejaban los cuerpos a los animales carroñeros
ResponderEliminarLos seguidores de Zoroastro, vulgo, parsis (como la familia de Freddy Mercury).
Curiosamente, lo hacen para no contaminar la tierra y el agua, que los muy gilipollas consideran "sagrada" (a cambio, contaminan el aire).
Escopegato
Hombre, por mí, si es una costumbre arraigada, no veo por qué prohibirlo. Supongo que no se hace lo mismo con los gatos que con los toros porque nadie tiene toritos bravos en casa como mascotas, y porque el gato no es exactamente un manjar de raigambre celtíbera. Pero en los países donde se los coman... ¿O va a resultar que eres adorador de Bastet?
Respecto a las peleas de gallos, resulta que estos animalitos sí que se comen. Y la verdad, creo que los gallos se pegan entre ellos con bastantes ganas. Ni siquiera hace falta un humano para que pegue los puntazos. Me parece bastante hipócrita, de hecho, permitir toros y no permitir las peleas de gallos. As a matter of fact, creo que estas últimas están prohibidas por su carácter más privados: una corrida de toros necesita permisos, mientras que una pelea de gallos escapaba a la atención del señor rey, del señor Franco o del mandante de turno. Esas cosas son peligrosas, ¿sabes?, lo de darle demasiada libertad al populacho...
ResponderEliminarPor otra parte, ¿se diferencia mucho una pelea de gallos del boxeo? ¿O es que me vas a decir que los boxeadores, pobrecicos, ven mancillada su dignidad, como las putas, por falta de medios? A ver si vamos a tener que hacer con los boxeadores lo mismo que Ana Botella con las putas de Madrid: pagarles con dinerito público para que se queden en casa. Muy liberal medida, por cierto.
1) me parece que en el caso de las corridas o el escopegato o la lucha entre monos con navajas la cosa para por una emoción y no tanto por razones.
ResponderEliminarLos toros no estan cerca de la extinción. No se si hay problema de salubridad mas que para el toro y el torero. (reconozco que hay que tener valentia para ser torero)
2) Cada sociedad decidirá si las prohíbe o no basada generalmente en la respuesta emocional que genera tal espectáculo en la mayor parte de su población.
Kewois
Los argumentos contra el toreo sólo tienen sentido como caso particular dentro del movimiento general en favor de los derechos animales. Quienes se oponen a las corridas pero defienden los mataderos están defendiendo que los placeres del paladar son superiores a los del espíritu, o que es mejor una vida de establo atajada por una muerte rápida que una vida de dehesa atajada por una muerte no tan rápida. Pura inconsistencia.
ResponderEliminarQuienes defienden en general los derechos animales, en cambio, cuentan con argumentaciones no ya más rigurosas, sino directamente irrebatibles, como demuestran las obras de Singer. La razón es sencilla: cualquier rasgo que podamos elegir para fundar nuestros derechos y excluir de ellos a los animales (conciencia, lenguaje, miedo a la muerte, empatía, etc.) deja fuera también a muchos humanos aquejados de deficiencias mentales severas. La única escapatoria es postular que cualquier ser humano, por el mero hecho de serlo, de pertenecer a la especie homo sapiens, es más digno de respeto que cualquier otro ser. Pero esto, como seguramente estaremos de acuerdo, parece más un dogma que un razonamiento.
Pero esto, como seguramente estaremos de acuerdo, parece más un dogma que un razonamiento.
ResponderEliminar¿Y lo otro, no es también un dogma?
Hay mil y una posibles cláusulas de escapes contra el tratamiento de un deficiente mental como a una vaca.
En cualquier caso, lo absurdo es la pretensión de dar una base racional a la moral. En eso tiene toda la razón Kewois (a pesar de mostrarse reacio a mi punto de vista): la base de todo esto es, en buena medida, sentimental.
Y sigo echando de menos a los harristas-marvinistas (más exactamente, su tipo de argumentación) en esta discusión.
Freman:
ResponderEliminar¿Por qué es absurdo buscar un fundamento racional a la moral?
¿Qué criterios utilizamos para no aplicar a un deficiente mental severo el mismo trato que a una vaca en el matadero?
Por lo demás, estoy de acuerdo contigo: nuestros criterios éticos se basan más en el sentimiento que en la razón y, si me apuras, más en la imaginación que en la inteligencia. (Por eso en los debates sobre el aborto suelen utilizarse imágenes de fetos y no de mórulas).
¿Por qué es absurdo buscar un fundamento racional a la moral?
ResponderEliminarLee a Hume. No es por no explicártelo, pero Hume lo va a hacer mucho mejor que yo (y no, no me refiero a Desmond, sino a David).
para no aplicar a un deficiente mental severo
En el fondo, no se trata de razones, sino de sentimientos. Incluso a mí, a quien todos clasifican como sociópata, me queda clara, "emocionalmente", la distinción. Pero si se trata de buscar coartadas pseudoracionales, se me ocurren un buen puñado. La mayoría, lo reconozco, tiene que ver con la similitud genética, y pueden utilizarse mal en otros contextos. Pero, repito, se trata de coartadas para tranquilizar mis propias reacciones emocionales.
Por eso insisto en el carácter mayormente irracional de la moral (que no implica que haya que "liquidarla", ni nada parecido), y en la necesidad de contar con los costes de un cambio para cada propuesta de supuesta mejora.
Gracias por la recomendación, Freman, pero no era necesaria. No hace falta irse a Hume (David, claro, no Desmond David) ni a Wittgenstein para convencerse de que la razón no puede crear una moral. Basta con meditarlo unos minutos.
ResponderEliminarLo que sí puede hacer la razón, sin embargo, es fundamentar y desarrollar "racionalmente" una moral ya creada. Así, por ejemplo, la razón puede descubrir que uno de los principios morales de nuestra sociedad sería éste: "Es inmoral causar un sufrimiento evitable por mera diversión". Para descubrirlo, le bastaría echar un vistazo a algunas de nuestras leyes o al padre que riñe a su hijo por pegarle una patada a un gato.
Una vez descubierto este principio, que quizá tuvo un origen meramente sentimiental, la razón suele lanzarse a apuntalarlo con buenas razones y, lo que es más importante, a generalizarlo a otros casos: las corridas de toros, digamos.
Creo que no habría inconveniente en llamar "fundamentación racional de la moral" a este proceso de racionalización y sistematización de unos hechos en origen irracionales, como son los principios morales. Y una vez establecido esto, tampoco habría inconveniente en admitir que algunas racionalizaciones pueden ser mejores que otras (más coherentes, vaya), y por eso es frecuente que las sociedades traten de resolver sus conflictos morales mediante argumentos y contrargumentos. Así Jesús con los toros, por ejemplo.
fundamentar y desarrollar "racionalmente" una moral ya creada
ResponderEliminarPues no: es un juego estúpido y peligroso, porque sólo sirve para justificar lo que ya se asume y revestirlo de un falso carácter "racional". Además, si los elefantes vuelan, entonces la lluvia es rubia.
Pero si quieres, jugamos a eso:
Es inmoral causar un sufrimiento evitable por mera diversión
¿Quieres decir, sin beneficios? Pues resulta que yo creo que el toreo nos beneficia. En una sociedad de mindudis, semihombres y protomaricas como la nuestra, de gentecilla que ha perdido la voluntad de vivir, la demostración palpable de la crueldad real del mundo es, sin duda, un beneficio palpable.
Vivir es un equilibrio inestable, e implica transgredir las reglas de cuando en cuando para elevarse del suelo. El recordatorio de que la muerte existe, o como decimos en esperanto, "shit happens", nunca está de más.
Ah, y si necesitas un "razonamiento" menos Nietzcheano: simplemente, el placer de frustrar la alegría a los partidarios de las prohibiciones y enemigos de la libertad, hace que, al menos para mí, el toreo ya merezca la pena. Aunque no disfrute del espéctaculo en sí.
El post me ha quedado más espeso de lo habitual. Intento aclararlo.
ResponderEliminarUna moral suele definirse como un sistema de valores. La definición sirve para recordarnos que, como sistema que es, una moral tiene la obligación de ser coherente, y cuando no lo es se produce el conflicto, la contradicción.
En el caso de los animales, Singer ha descubierto una contradicción que, más tarde o más temprano, tendrá que ser corregida, como fueron corregidas esas contradicciones que hoy llamamos "segregación racial" y "discriminación de la mujer".
Por eso su obra nos inquieta, como nos inquieta la pregunta elemental de Bentham (el antiguo, no el de Lost): "La pregunta [sobre los animales] no es ¿Pueden pensar? sino ¿Pueden sufrir?". Querríamos tener una respuesta racional, una respuesta desde dentro del sistema, pero no la tenemos porque esa respuesta no existe.
Entre tanto, algunos nos conformamos con repetirnos la distinción de Bueno entre ética y moral para justificar el filete que nos zampamos. Una respuesta válida pero insatisfactoria, porque es una respuesta desde fuera del sistema.
Hombre, Freman, para recordarnos que la muerte existe sería mejor que volviera el circo romano. Más que nada por la semejanza genética y esas cosas que decías antes.
ResponderEliminarÁnimo, Ejecución Infinita. Freman es un hueso duro de roer. Antes acepta la vuelta del circo romano que rechazar las corridas :P
ResponderEliminarNo, si lo más gracioso es que yo también estoy en contra de que prohíban los toros, por lo menos mientras siga funcionando la industria cárnica. Las contradicciones del sistema moral son un chiste comparadas con las mías propias.
ResponderEliminarOs falta un elemento, chicos: el circo romano ya no existe. La plaza de toros sí (y probablemente es más antigua). Pero claro, yo soy, para estas cosas, un "conservador", y vosotros unos cachorrillos deseosos de convertiros en ingenieros sociales.
ResponderEliminarFreman dijo...
ResponderEliminarOs falta un elemento, chicos: el circo romano ya no existe.
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Y yo sin enterarme. Me pregunto qué protomarica consiguió que lo cerraran.
Pero vamos, tampoco hay inconveniente en cambiar el circo romano por el ahorcamiento de maricas y protomaricas en algunos países islámicos. Que no prohíban ningún memento mori. Evitemos el amariconamiento de las sociedades.
ResponderEliminar¿Cómo que si los animales pueden sufrir? He oído a taurinos decir: "Hoy he visto al toro llorar en la plaza".
ResponderEliminarSi son mamíferos, por favor. ¡Es el dolor de la tortura, estúpidos!, parafraseando a un célebre presidente. Y no hagáis la crítica fácil del caso.
Los que dicen que el toro desaparecería sin la lidia (vaya argumento), pues superviviría como las DEMÁS ESPECIES que habitan la dehesa...
Contra la sinrazón, no valen los argumentos "ad verecundiam", citando filósofos de antaño. ¿O sí?
Ejecución Infinita:
ResponderEliminar"No, si lo más gracioso es que yo también estoy en contra de que prohíban los toros, por lo menos mientras siga funcionando la industria cárnica."
Pues si antes de prohibir las corridas de toros tenemos que esperar a que nuestra moral (la moral de la mayoría) también rechace (en honor a la coherencia absoluta y a la simultaneidad moral) las granjas industriales, van listos los toros :o)
Palenzuela lo expresa mejor que yo:
Me parece muy raro defender las corridas de toros por el hecho de que algunos animales sean maltratados de otras formas. Es como decir que nos oponemos a que se acabe con el hambre en Mali si no se acaba con ella simultáneamente en Etiopía.
Evitemos el amariconamiento de las sociedades.
ResponderEliminar¿Para qué? Mientras los Estados Unidos mantengan un ejército que nos saque las castañas del culo, aquí podemos alardear de pacifistas y esas cosas.
Ah, y para que se peguen con esos ayatolas ahorcamaricas que tanto gustan a la progresía nacional y, cosa curiosa, a la beatería patria.
De todos modos, veo que confundes diagnóstico con prescripción. Sí, yo creo que estoy rodeado de mindundis, protomaricas y criptomaricas (hay tres o cuatro categorías más, pero me las reservo para sazonar algún futuro comentario). Pero eso no es malo: ¡es muy bueno!
En lo que vosotros estáis protestando contra la invasión de Gaza, luchando por la abolición de las corridas y haciendo dieta vegetariana, yo disfruto con vuestras mujeres.
... es lo bueno que tiene ser un individualista. No tengo que preocuparme por salvar al mundo (cosa que probablemente haría muy mal, y considerando el despliegue de creatina que estáis demostrando, vosotros también).
ResponderEliminarPor no citar a filósofos muertos, me permitiréis que cite a Shrek. Cuando Fiona le pregunta, durante su rescate, cuando Shrek va a buscar al Asno, que qué narices está haciendo, el sabio ogro le responde: "I'm saving my ass!". Pero el detalle se pierde en la traducción...
Evitemos el amariconamiento de las sociedades
ResponderEliminarPor cierto, esta respuesta tuya delata el aspirante a ingeniero social (IS) que llevas dentro. Un IS es un tipo que ve problemas en todas partes... porque un problema, claro está, necesita una solución, ¡y para eso están él, sus teorías y sus circunstancias!
Yo, por el contrario, no intento arreglar nada, sino aprovechar lo que hay lo mejor que puedo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJoder, esto parecen las tomas falsas de "El halcón maltés".
ResponderEliminarEn serio, Freman, sólo te ha faltado llamarme "muñeca". ¿Qué se siente al ser tan duro? Eres un duro de los de verdad, de los que ya no quedan. Eres como Pérez Reverte pero con estudios matemáticos. Eres muy duro, durísimo de la muerte. Pero superduro, o sea.
¿Qué se siente al ser tan duro?
ResponderEliminarYo no siento nada. Lo sienten quienes tropiezan conmigo.
Ya lo creo, Humphrey. Impresionado me tienes. Y eso que desde aquí no puedo ver cómo enciendes una cerilla en la barba de tres días.
ResponderEliminarHechos de San Fremán, capítulo 69:
ResponderEliminar"Y he aquí que Freman les dijo: 'No temáis la grandeza, pequeñines'. Y continuó diciendo: 'No se puede hacer una peli porno sin que alguien salga jodido'... pero no terminó la frase pues lo acechaban abogados y fariseos."