9 de septiembre de 2008

EL SÍNDROME MCCARTNEY



Un test rápido:

- Tararéame una canción compuesta por Paul McCartney después de 1970.
. (Puedes probar con alguna de JM Serrat posterior a 1982)
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Si, como yo, tenéis dificultades para responder esta pregunta, sabréis a qué me refiero cuando hablo del "síndrome McCartney": muchos grandes creadores parecen serlo sólo hasta la treintena. Las creaciones sublimes, los descubrimientos espectaculares, por no hablar de los teoremas asombrosos, parece que se alcanzan en una "ventana" que está abierta sobre todo entre los veinticinco y los treinta y cinco años, aunque depende del ámbito del que estemos hablando (los buenos novelistas parecen ganar con la edad, aunque suelen volverse menos prolijos; los grandes compositores clásicos hacían auténticas maravillas a los cincuenta y tantos; los filósofos, afortunadamente, suelen producir sus obras maestras pasados -y a menudo olvidados- los cuarenta). Y, desde luego, siempre hay excepciones, como el Joaquín Sabina de 19 días y 500 noches.
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Pero, más extraño que el hecho de que haya un "pico" de creatividad alrededor de los treinta años (tal vez la edad perfecta, en la que aún hierven la insolencia y la valentía de la juventud, pero ya se han acumulado conocimientos y experiencias en buena cantidad), más extraño que la existencia de ese máximo, es su habitual ser sucedido por un descenso tan brusco hacia el abismo de la mediocridad.
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Seguro que hay muchas teorías que intentan explicar esta humana condición, pero ninguna es un consuelo (bueno, salvo si Armstrong vuelve a ganar el Tour).

5 comentarios:

  1. Bueno preciasamente Howard Gardner tiene un libro sobre la creatividad en el que estudia ese tema de la edad.

    Para él no es cuestion de tener una edad u otra, sino de llevar ejercitando la profesión un determinado tiempo (10 años generalmente) y luego, cuando ya se domina el campo, tener entonces una capacidad de invención y de creatividad que se agota, generalmente, en 10 años.

    En los matemáticos suele coincidir en la treintena pero, por ejemplo, en los novelistas que no publican su primera novela, como mínimo, hasta las treinta esa cúspide creativa les llega a los cuarenta.

    Saludos

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  2. Creo que el problema de la decadencia posterior es eso que se suele llamar "morir de éxito".
    Un artista se hace conocido, famoso y rico y la mayor parte de las veces su creatividad disminuye a causa de ello (de cómo lo vive, cómo lo encaja y como cambian sus valores y prioridades). Pienso que si no tiene tanto éxito no le sucede, o no le sucede a la misma edad (puede que si nunca le llega a ir bien, no hacia los treinta sino una o dos décadas más tarde "tire la toalla" interiormente por el cansancio y la tensión de intentarlo eternamente con la inseguridad vital que da eso). Hay muchos músicos (u otro tipo de artistas) que se lo toman en plan profesional y llegan a tener bastante reputación para vivir de ello (materialmente y en su ego) pero no son estrellas, y esos creo que tienen la vida creativa más larga. Pero no son por eso mismo los que nos viene a la mente su nombre en primer lugar.

    Por lo demás, estoy de acuerdo con Héctor. Seguir siendo creativo implicaria seguramente tener el valor y la falta de apego a la seguridad y a lo conseguido que implicaria empezar de nuevo en un campo distinto. Muy pocos somos capaces de eso o tenemos la motivación, en todos los campos de actividad vital, para hacerlo precisamente cuando nos va bien.

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  3. La explicación está en el cerebro, ya que con la edad vamos usando más el hemisferio izquierdo, en el que acumulamos los patrones cognitivos adquiridos que son la base de la maestría y sabiduría, y que nos sirven para aplicar soluciones conocidas a los problemas que se nos presentan. Por lo tanto, ese hemisferio se fortalecería con la edad. En cambio el hemisferio derecho, que usamos para afrontar situaciones nuevas para las que aún no disponemos de esquemas o patrones mentales, se va atrofiando. La creación artística requiere de este hemisferio derecho. Ello explicaría, al menos en parte, la mayor creatividad en la adultez temprana.
    No obstante, también podríamos hablar del "canto del cisne", una obra cumbre al final de la vida con la que el creador pone un broche de oro a su carrera. Ejemplos: la novena sinfonía o los últimos cuartetos de Beethoven, el Requiem de Mozart....

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  4. Alfredo, me vas a perdonar, pero lo de la atrofia del hemisferio derecho me suena más o menos lo mismo que "es que con el tiempo predomina el humor flemático sobre el sanguíneo" (nos hubiera sonado muy bien hasta hace cien años) o "es que son las chacras o los puntos chi de nuestra esencia creativa", que a mucha gente le suena igual de bien.
    Nos suena bien, está en el vocabulario de ahora, pero eso es muy simplista. ¿Que quiere decir que se atrofia un hemisferio, hablando empíricamente? ¿Y dónde está comprobado que sea eso? ¿Y eso le pasa a todo el mundo? ¿Y como lo sabes, si ni siquiera se puede diagnosticar con seguridad el Alzheimer hasta la autopsia, y eso sí que es una atrofia masiva? ¿Y se puede medir la creatividad de alguien con exactitud, y se puede medir además midiendo alguna cosa en su hemisferio derecho?
    Vale que las otras elucubraciones más o menos de sentido común no valen más tampoco, pero no lo pretenden.

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  5. Evidentemente ningún hemisferio se atrofia. Debí entrecomillar el término, me disculpo. Lo que quiero decir es que se usa menos, y pierde algo de volumen en relación con el izquierdo. Afortunadamente, hoy día además de los análisis postmortem, las técnicas de neuroimagen permiten estudiar el funcionamiento del cerebro ante distintas tareas. Con la edad usamos mucho más el izquierdo. Elkhono Golberg en su libro "La paradoja de la sabiduría" recoge bien estudios recientes al respecto.

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