Se anda estos días a vueltas con la propuesta del PP de que sean los propios jueces quienes elijan a sus representantes en el principal órgano de gobierno del poder judicial, "para mantener su independencia respecto alos políticos".
31 de enero de 2012
JUECES Y SOBERANÍA
Se anda estos días a vueltas con la propuesta del PP de que sean los propios jueces quienes elijan a sus representantes en el principal órgano de gobierno del poder judicial, "para mantener su independencia respecto alos políticos".
28 de enero de 2012
27 de enero de 2012
ENTREVISTA EN "A HOMBROS DE GIGANTES", RADIO NACIONAL
Esta noche a la 1:00, y el domingo a las 10:00, se emite en Radio 5, dentro del estupendo programa A hombros de gigantes, conducido por Manuel Seara, una entrevista conmigo, a propósito (en especial) del libro La caverna de Platón y los cuarenta ladrones.
26 de enero de 2012
MÁS SOBRE SI LOS PRINCIPIOS DE LA ESTÉTICA (Y DE OTRAS COSAS) SON VERDADES A PRIORI
Puesto que podemos considerar el hecho natural de que un organismo acepta ciertos criterios como algo que tiene causas naturales (y no sólo "razones transcendentales"), podemos legítimamente preguntarnos si hay razones (del tipo que sean) para pensar que la causa natural por la que el bicho tiene esos criterios está conectada sistemáticamente con la validez necesaria y universal de los criterios. Si vemos que no tenemos razones para pensar que existe esa conexión, eso será un motivo para sospechar que tal vez no haya conexión entre la aceptación de los criterios (como un hecho fáctico) y su validez objetiva.
.
Da igual, en realidad, que la teoría que tengamos sobre la causa de que fulano acepte ciertos criterios sea una teoría naturalista o sea una teoría metafísica. Tal vez fulano tiene ciertos criterios por un proceso de "participación" en el cielo platónico, con total independencia de lo que pasó con los genes de sus antepasados. La cuestión es que podemos razonablemente pensar que ese proceso de "participación" haya sido "chungo" en algunos aspectos, de forma que fulano, en vez de haber recibido una versión "homologada" de los criterios correctos, ha recibido una versión horrorosamente defectuosa, tan defectuosa que de hecho no hay ninguna relación entre su aceptación de los criterios y su validez (es decir, él está realmente equivocado sobre los criterios; tal vez ocurra, p.ej., que segun los verdaderos criterios estéticos que hay en el cielo platónico todo sea exactamente igual en términos de belleza, y se equivoca sistemáticamente quien piensa que hay cosas que son más bellas que otras).
.
Lo que está en cuestión no es el hecho de si el criterio actúa como un criterio para el sujeto (es decir, que es aquello que le hace preferir una cosa a otra, o creer una cosa en vez de otra), sino sólo si el criterio tiene que tener validez universal para tener la capacidad de actuar como un criterio (que es lo que yo niego).
.
2. ¿SON LOS PRINCIPIOS DE LA ESTÉTICA LÓGICAMENTE CONSISTENTES?
Naturalmente que puede haber criterios o "principios evidentes" que sean inconsistentes (tanto en sí mismos, como en relación a otros criterios); es decir, podemos descubrir que, siguiendo nuestros criterios, llegamos a contradicciones... Lo que a menudo nos dará una motivación para poner en duda algunos de nuestros criterios y sustituirlos por otros. P.ej., algunos principios usados tradicionalmente en matemáticas se vio que llevaban a contradicciones, y se tuvieron que abandonar (porque, ante el principio de contradicción, los demás principios ceden el paso). Lo mismo puede pasar con los principios morales y los principios estéticos, con la diferencia de que, al menos en la lógica y las matemáticas se ha analizado de manera bastante consciente el tema de la consistencia, mientras que saber si un conjunto de principios estéticos es internamente consistente o no, es algo que, por lo que yo sé, ni siquiera se ha intentado (y no tengo ni idea de por dónde cogerían los filósofos estéticos el problema para empezar a analizarlo). Lo que me hace sospechar todavía más de la universalidad de esos principios, ya que ni siquiera se tiene ni idea de si son consistentes o no.
..
3. ¿PUEDE HABER PRINCIPIOS ESTÉTICOS DIFERENTES DE LOS NUESTROS?
Es una constatación empírica la de que, de hecho, los seres humanos experimentamos como belleza lo que percibimos (más o menos) como algo así como "combinación de orden y unidad". Tal vez otras especies encuentren como "belleza" otras combinaciones distintas de propiedades formales, y no sólo de esos elementos en distintas proporciones a como nos gustan a nosotros, sino también de otros elementos (algunos de los cuales a nosotros tal vez ni siquiera se nos ocurran, porque no hemos desarrollado una capacidad para captarlos, mientras que para ellos sean algo que salte a la vista, y por lo tanto, a ellos las obras de bach, si resulta que les falta justo esa propiedad formal que para ellos es tan importante para atribuir "belleza" a algo, resulte que son insoportablemente horrorosas).
.
Así que aquí tienes otro buen reto: demuéstrese que no pueden existir otras propiedades formales, distintas a las que a nosotros nos producen la sensación de belleza, que a otros seres racionales sí les producirían sensación de belleza.
..
4. SORTEANDO LA FALACIA NATURALISTA.
¿Se puede reducir la normatividad a una historia biológica? Yo creo que sí se puede, en la medida en que sometamos el "debe" de la normatividad a una cura previa de desintoxicación metafísica. ¿En qué sentido "debe" el mandril sentirse atraído por el culo de la mandrila? El siente esa atracción como una fuerza normativa insuperable. Si hay un juicio-sintético-a-priori-imperativo-categórico para un mandril, es el de "vuélvete loco por un culo así". Para el mandril, no hay otro deber por encima de ése. (No será, tal vez, normatividad moral, como la normatividad estética o la humorística tampoco lo es; es pura y dura normatividad sexual).
Ahora bien, ¿qué nos dice la "historia factual" de la evolución de los gustos del mandril sobre la fuerza normativa de esos gustos? Pues, obviamente, que no tenemos ninguna razón para tomarnos "en serio" la normatividad mandrílica, es decir, como si tuviera en sí mismo importancia el que los culos de las mandrilas fueran "intrínsecamente" sexis. Si tenemos una explicación causal de por qué los mandriles experimentan esa normatividad, y esa explicación causal no requiere la presuposición de que lo que experimentan los mandriles como normativo es intrínsecamente normativo para cualquier sujeto racional, pues entonces el problema es de los mandriles, no nuestro: su normatividad (en la medida en que algún mandril platónico piense que la forma del culo de las mandrilas "es la que tiene que ser objetivamente"), es decir, su interpretación "realista transcendental" de esa normatividad, será una ficción; naturalmente, lo que no es una ficción es el hecho natural, tan objetivo como cualquier otro, de que los mandriles se sienten atraídos por ese tipo de culos, y no por los que son parecidos a los de las leonas o a los de las humanas.
25 de enero de 2012
23 de enero de 2012
ESTA ENTRADA NO TIENE NI PUTA GRACIA
Andamos discutiendo estos días en Dialéctica y Analogía sobre si la belleza es una propiedad intrínseca de las cosas, y susceptible de comprensión apriorística como los enunciados matemáticos, o si es más bien un producto evolutivo dependiente de las características de cada especie, cultura, e incluso individuo.
No dudo de que todas estas cosas te harán mondarte de risa.
22 de enero de 2012
POR QUÉ EL BIEN Y LA BELLEZA NO SON LO MISMO QUE LA VERDAD
El argumento es muy sencillo. La verdad es esencialmente un concepto redundante, como muestra la teoría deflacionista de la verdad: decir "es verdad que mañana va a llover" es exactamente lo mismo que decir "mañana va a llover" (puede haber diferencias en implicaturas pragmáticas; p.ej., que la primera frase es más probable que la afirmes, y además dando un manotazo en la mesa, si has dicho la segunda varias veces y no te han hecho caso; pero no hay diferencias semánticas, es decir, las dos frases significan lo mismo). Por lo tanto, decir de un enunciado (o sea, de la predicación de un hecho) que es "verdadero", no añade nada, absolutamente nada, a la propia predicación de ese hecho.
19 de enero de 2012
INFERENCIALISMO: CREER Y ACEPTAR
Una de las principales nociones del inferencialismo (como teoría general de la racionalidad) es la diferencia entre "estado mental" y "estatus normativo".
16 de enero de 2012
¿ES LA BELLEZA UNA PROPIEDAD MATEMÁTICA?
De unos comentarios míos en el siempre jugoso blog Dialéctica y Analogía, esta vez sobre los fundamentos de la estética.
.
UNO.
.
Incluso asumiendo que la belleza es una propiedad de las entidades matemáticas, creo que es sensato admitir que es una propiedad MUY DIFERENTE DE AQUELLAS DE LA QUE SE OCUPAN LOS MATEMÁTICOS. Al fin y al cabo, que una teoría sea completa, o que sea consistente, o que un conjunto sea transfinito, o que un número sea transcendente, etc., etc., son propiedades de esas entidades, Y LOS MATEMÁTICOS SE ESFUERZAN POR ELABORAR PRUEBAS que demuestran que esas entidades las tienen o no las tienen. Pero no hay demostraciones matemáticas de que tal objeto matemático tiene la propiedad matemática de "ser más bello que tal otro objeto". Ahora bien, si la belleza fuera una propiedad matemática (o sea, abstracta, formal) EN EL MISMO SENTIDOEXACTAMENTE en que son propiedades formales las de ser "completo", "consistente", "transfinito", etc., pues lo lógico sería que fuera objeto de demostración EXPLÍCITA de la misma exactamenteque se demuestra si un conjunto es transfinito o una teoría es incompleta.
.
Luego, probablemente, la belleza, INCLUSO COMO PROPIEDAD MATEMÁTICA, es una propiedad bastante distinta de lo que entendemos normalmente (en las matemáticas) por "propiedad matemática".
.
.
DOS.
.
En los modelos sobre virtudes científicas que llevo elaborando muchos años, he llegado a la conclusión de que estas virtudes son básicamente dos: 1. la cantidad de información empíricamente confirmada que puede derivarse de una teoría (hipótesis, ley, modelo, etc.), y 2. la minimización del coste cognitivo que conlleva la aceptación de esa teoría (p.ej., lo fácil que resulta manejarla, y también lo que el hecho de aceptarla nos facilita el manejo de otros items de información); a este segundo punto le he llamado (en artículos con Xavier Donato) "enlightening" y "ergonomía cognitiva".
Pues bien, este rollo viene a cuento de que se me ocurre la conjetura (seguro que nada original) de que la "belleza" podría entenderse como la tendencia de los sistemas cognitivos a preferir representaciones con una proporción óptima entre cantidad de información y ergonomía cognitiva; aquellos objetos, situaciones, etc., que alcanzaran un máximo relativo de esta proporción tenderían a ser preferidos por los organismos en igualdad de otras condiciones(o sea, ceteris paribus; mejor una comida fea y nutritiva que otra bonita y venenosa, vaya). Esto permitiría explicar tanto la relativa homogeneidad de los "criterios básicos" de belleza, como su diferenciación contextual que tanto le gusta a J.A., pero todo ello sin necesidad de asumir que esa combinación particular de información+simplicidad que tanto les gusta a los bichos de toda laya sea en especial una propiedad abstracta "más profunda", una especie de "belleza intrínseca y en sí". Sencillamente, los bichos que evolucionan con un sistema cognitivo tendrían la tendencia a preferirlo así para que su procesamiento de la información sea lo más eficiente posible, igual que también evolucionan de forma que tienden a hacer el uso más eficiente posible de la energía.
.
.
TRES
.
Creo que no he insistido lo suficiente en que la importancia que tiene para esta discusión el que la "belleza" no sea UNA propiedad, sino una COMBINACIÓN de PROPIEDADES-GENERALMENTE-CONTRARIAS (en el sentido de que, estadísticamente, las cosas que tienen más de una de esas propiedades, tienden a tener menos de la otra o las otras).
.
Pongamos que las dos propiedades son "información" (I) y simplicidad (S), y que ambas cosas se pudieran medir (lo que no es así en muchos casos, de manera objetiva, quiero decir: se pueden medir, pero según muchos criterios DIFERENTES, y no hay un meta-criterio que diga cuál de los criterios es el necesariamente adecuado). La cuestión es que un objeto X vendría caracterizado por un vector (Ix, Sx); si otro objeto y es de tal manera que Iy es mayor que Ix y Sy es mayor que Sy, y será considerado más bello por cualquier sistema cognitivo (insisto, eso depende de la hipótesis INSUSTANCIADA de que es posible dar una medida objetiva de I y de S). Pero la mayoría de los objetos son tales que Ix es mayor que Iy mientras que Sy es mayor que Sx. ¿Es x más bello que y, o y más bello que x? Pues eso dependerá que QUÉ PONDERACIÓN den a I y a S cada sistema cognitivo: sistemas para los que I sea más importante que S, considerarán más bello x, pero sistemas para los que S sea más importante, considerarán más bello y. Entonces, ¿es y más bello que x "en sí mismo"? La propia DEFINICIÓN de belleza que estoy proponiendo muestra que, EN ESTOS CASOS, la pregunta no tiene sentido.
.
.
.
15 de enero de 2012
PERIODISMO, LITERATURA Y RELIGIÓN
De un comentario mío a la forma de redactar una noticia en el ABC de hoy (sobre el ataque armado a una iglesia católica en Nigeria, el pasado día de navidad):
14 de enero de 2012
VEINTE LIBROS MÁS
- 160. Causas sagradas: religión y política en Europa. Michael Burleigh. También demasiado largo. (6)
- 159. Emperadores y bárbaros: el primer milenio de la historia de Europa. Peter Heather. Un autor que parece no haber comprendido las virtudes de la concisión, aunque el libro es interesante. Demasiado centrado en el norte de Europa, eso sí. (6)
- 158. The better angels of our nature. Stephen Pinker. Excelente, aunque demasiado largo. (9)
- 157. El jardín de Antifonte. Juan Pablo Salamanca. La mejor novela de misterio y manuscritos que (todavía no) se puede leer hoy en día. (9)
- 156. Renacimiento. Kenzaburo Oé (oé, oé, oé). Lo siento, no he podido pasar de las cien primeras páginas. Tal vez en otra ocasión. (3,5)
- 155. Forged. Writing in the name of God. Bart D. Ehrman. Otro estupendo libro de mi filólogo bíblico favorito, éste sobre autorías falsas en la literatura paleocristiana y el Nuevo Testamento. (8)
- 154. Los Buddenbrook. Thomas Mann. El último gran novelón décimonónico, aunque no tan bueno como sus obras de madurez. (8,5).
- 153. Los tres jinetes del cambio climático. William Ruddiman. Estupenda exposición sobre la influencia de la actividad humana sobre el clima en los últimos 5000 años, y lo que nos espera. (9)
- 152. Supercontinente. Ted Nield. Creo que ya me lo había leído, pero es entretenido incluso para una segunda lectura (aunque serían de agradecer más imágenes). (7)
- 151. Diálogos de filosofía. Juan Antonio Negrete. Un cuento platónico. (6)
- 150. El gran retrato. Dino Buzzati. Encantadora vieja ciencia ficción surreal-kafkiana. (7)
- 149. Las partículas elementales. Michel Houllebecq. Porno pedante. (5)
- 148. La andadura del español por el mundo. Humberto López Morales. Más bien flojo. (5)
- 147. Civilization: the West and the Rest. Niall Ferguson. Amena explicación del auge (¿y caída?) de occidente en el último medio milenio, aunque un poco floja de tanto querer abarcar. (6)
- 146. Ciclos del tiempo. Roger Penrose. Ininteligible; sólo para profesionales. (4)
- 145. Cómo cambiar el mundo. Eric Hobsbawm. Una aburrida serie de inconexos escritos sobre Marx y el marxismo, por un historiador excelente en sus grandes obras. (4)
- 144. The hidden reality. Brian Greene. Un interesante paseo por las diversas especies de universos paralelos que implican algunas teorías físicas. (7)
- 143. El libro negro de los cuentos. A. S. Byatt. Un tostón. (3)
- 142. Africanus, el hijo del cónsul. Por fin he podido leer la primera parte de la trilogía, aunque me gustaron más las otras dos (tal vez estuviese ahora un poco cansado de romanos). (7)
- 141. Acqua alta. Donna Leon. Mi primera novela de esta autora. Poca intriga, pero muy bien escrito. (6,5)
- Libros del 121 al 140
12 de enero de 2012
11 de enero de 2012
5 de enero de 2012
4 de enero de 2012
COSAS QUE NO HABÍA EN MI CASA CUANDO YO NACÍ
...(o sea, en 1963), pero que sí que las había el año que nació mi hermano (1970).
Bañera.
Ducha.
Bidet.
Unos cuantos libros más.