3 de septiembre de 2008

LOS ENEMIGOS DE LA RAZÓN (3)

8 comentarios:

  1. No tengo que decir que disfruto con su blog, pues la insistencia en visitar y comentar, es prueba evidente y demostración suficiente.
    ¿Cómo podríamos evitar los excesos de la ciencia? Si es que se pueden evitar. ¿Mediante tribunales civiles?
    ¡Salud!

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  2. Visto así, parece increíble que alguien se deje engañar por la lectura fría, la imagen del tío lanzando flechas fuera de la diana resulta patética. Supongo que la predisposición con la que acude la gente a estos actos hace el 95% del trabajo, como mínimo. Por eso es tan importante transmitir al público cuáles son las diferencias de fondo entre el discurso científico y este tipo de charlatanería, Más que los contenidos específicos, lo que importa, a mi juicio, es la comprensión de los procesos implícitos en el discurso de la ciencia, aquello que otorga veracidad a las afirmaciones científicas frente al resto de creencias sobre la realidad. Si lográsemos transmitir a buena parte del público cuál es el verdadero mérito de la ciencia, aumentarían la probabilidades de que estos vendedores de humo anotasen es su agenda la visita semanal a las oficinas del INEM.

    Óscar

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  3. Jesús:

    Imagino que mucha gente necesita un asidero para el miedo y la incertidumbre.

    El miedo hizo los dioses, las supersticiones, la demagogia y muchas otras cosas.

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  4. Sursum:
    desconfío bastante del argumento de que la gente tiene fe porque "necesita" creer en algo. Yo no creo en nada (transcendento o sobrenatural), y vivo tan feliz o tan jodido (según la situación), igual que los que creen. El caso es que hay algunos mecanismos cognitivos que hacen que la gente tenga ese tipo de creencias; también sufrimos ilusiones ópticas que no podemos dejar de percibiraunque nos expliquen el truco. Y no creo que las ilusiones ópticas sean una "necesidad": más bien son un subproducto de un sistema cognitivo (o de ciertos detalles) que, en general, funciona bastante bien, pero a costa de estos pequeños desajustes.

    Por cierto, gracias por tu comentario del otro día sobre la frase acerca de los dogmáticos, crédulos y escépticos

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  6. Perdón, el comentario anterior era mío. Es que esto de la personalidad múltiple en internet es un lío de narices...

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  7. Yo he dejado de sorprenderme sobre la prosperidad de los vendedores de seudociencia en tiempos de éxito de la ciencia como éstos. Creo que una cosa va con la otra, o sea, que parasitan la ciencia precisamente por el éxito práctico de ésta en tantas tecnologias.
    Es como esos pececillos que se arriman a los tiburones, o los insectos a las vacas.
    Para vender crecepelos, una cosa que ayuda bastante es que la gente crea que las ciencias, que avanzan una barbaridad, pueden conseguir crecepelos, si han conseguido antibióticos, que parece algo de más envergadura.
    Vienen a ser como los rolex de mercadillo, que no se venderían si no hubiese rolex de verdad.

    Las seudociencias, por el otro lado, sí que entran en el territorio de lo sobrenatural, pero incluso ahí, toda la jerga parapsicologica la impresión que intenta dar es que hay como una "ciencia natural" de lo sobrenatural.

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  8. Jesús:

    Tenía que haberme expresado mejor.

    Parece que todo ser humano espera poder ordenar los hechos como consecuencias de una regla. Necesita comprender que hay una regularidad previsible que puede ayudarle a buscar lo que desea y evitar lo que no desea.

    Ahí entramos en lo de los crédulos, que se conforman con lo primero que tienen a mano y "explica" unos cuantos casos positivos, frente a los escépticos, que buscan poner al "cuentecito" en apuros para ver si choca contra las evidencias.

    La idea de que hay unos seres similares al ser humano en sus comportamientos, pero más poderosos y capaces de producir lo que vemos como fenómenos naturales, y con los que se pueden tener relaciones que los pongan a favor para conseguir de ellos tales o cuales cosas es la que, en mi opinión, es la más fácil para el ser humano.

    Al fin y al cabo, si un ser humano mueve una piedra, un "super ser humano" podría mover las "superpiedras" que son las montañas y explicar los terremotos. Si un ser humano te puede herir, un ser superior te puede hacer enfermar, matarte o sanarte.

    Antes de que todo se vea como regular en forma de leyes naturales, la única ley aparente es la de las acciones de tipo humano y por eso, probablemente, la primera fase de la comprensión humana del Universo tiene que incluir númenes, diosecillos, antepasados en el más allá y después dioses en su forma más elaborada.

    El progreso racional hace que del ser similar al humano se abstraiga la lógica de la regularidad en forma de metafísica y que poco a poco de ésta no quede más que la constatación de la mera regularidad entre fenómenos.

    Pero para el crédulo el miedo y la incertidumbre son motivos para que se aferre a lo primero que le da a unos cuantos hechos la apariencia de regularidad previsible y controlable.

    El crédulo quizá se pierde en las explicaciones complejas o quizá tiene prisa por creer que tiene el azar bajo cierto control. Por eso las supersticiones son tan difíciles de desarraigar pues el crédulo al renunciar a ellas debe pasar un cierto tiempo "a la intemperie" sin el apoyo de sus recetas o de sus dioses.

    surscrd

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