3 de octubre de 2009

A VUELTAS CON EL NUEVO MODELO PRODUCTIVO

21 comentarios:

  1. ¿Jesús, y tú por cual te inclinas? Por el "No es verdad" o por el "No es verdad que no sea verdad".

    Me refiero a los manifiestos educativos en pugna. Y aunque no tenga nada que ver con esta entrada.

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  2. Buscador:
    me temo que no sé a qué "manifiestos educativos" te refieres.

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  3. Hace tiempo salió un manifiesto “progresista” (para ser firmado en Internet) en contra de la imagen que se tiene en España de la educación y diciendo que la culpa no es de la pedagogía (La Logse) sino de una enseñanza tradicional que es inadecuada para los tiempos que corren.

    El manifiesto se llamaba “NO ES VERDAD”.

    Ricardo Moreno Castillo, autor del “Panfleto antipedagógico” que criticaba la Logse y la “invasión pedagógica” en la enseñanza ha escrito una réplica punto por punto al manifiesto “No es verdad”. Se llama “No es verdad que no es verdad”.

    En realidad el manifiesto NO ES VERDAD se puede entender que es la respuesta a la imagen de la educación que daba el libro de Ricardo Moreno Castillo.

    Te lo contaba como algo conocido por estos días he visto noticia del último documento en montones de blogs de profesores de Enseñanza Media.

    Los dos enlaces a ambos documentos, los puedes encontrar

    aquí

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  4. http://antesdelascenizas.blogspot.com/2009/10/no-es-verdad-que-no-es-verdad-por.html

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  5. elquebusca: Y los montones de blogs de profesores de secundaria que comentaban el escrito de Moreno (yo lo he visto en Libro de Notas) ¿de qué palo iban? ¿O ésta pregunta es como la del chiste del sermón del cura?

    Por si no te sabes el chiste, te lo cuento: Patxi no ha ido a misa ayer domingo pero no quiere que se sepa, así que le pregunta a su amigo Txomin: "Txomin, ¿de qué fue ayer el sermón del cura?" Este le contesta: "Pues, a ver que me acuerde... ah, sí, habló sobre el pecado y tal". "¿Sobre el pecado y tal? pero a ver ¿qué dijo, qué opiniones tiene?" "Pues... opinión... me parece que estaba en contra."

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  6. Muchas gracias por los enlaces. No estaba pensando en eso precisamente, pero supongo que te imaginarás, a poco que conozcas mi blog, que estoy más bien con los anti-pedagogos. Aunque reconozco que, en el fondo, lo que pienso es que las "teorías" pedagógicas, más que dañinas son irrelevantes.

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  7. "Libro de notas" no se como respira pero los que yo vi celebraban el escrito de Ricardo Moreno. Por ejemplo el de Pseudópodo y el de Serenus

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  8. ¡Ondia!
    A ver, Jesús Zamora, léete el "Manifiesto antipedagógico" y luego di que estás de acuerdo.
    Personalmente, el tal Moreno me parece un impresentable con diploma de honor. Y otras cosas que no pondré porque es tu blog, y además pa qué.
    O es que en cuanto se toca la fibra corporativa ya sólo se oye el cierre de filas, como cuando te preocupaba "quienes van a mojar" en una nueva asignatura...

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  9. Aloe, tus intervenciones tienen una característica, que es que no sueles plantear el debate de ideas como la confrontación de distintos puntos de vista entre interlocutores respetuosos unos con otros sino como el enfrentamiento de unos (listos y buenos) con otros (tontos o/y malos)

    Con semejante planteamiento no apetece debatir nada.

    Elquebusca

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  10. Al libro de Ricardo Moreno, que se leyó primero en la red, le hizo un prólogo, cuando se publicó en papel, Fernando Savater. Supongo que para Aloe otro impresentable.

    Elquebusca

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  11. Anónimo, no creo que tengas razón, o espero con verdadera aprensión que no la tengas, mejor dicho. Pero el caso es que Moreno ya me trató como a un enemigo (y me borró los comentarios que había hecho, que bien de trabajo me había costado escribirlos) en una página o blog que tenía y que se llamaba algo como MODELO.
    Y por lo tanto, es un caso especial: en justa reciprocidad, yo ya he acabado de considerarle una persona con la que intercambiar puntos de vista en desacuerdo pero civilizados, para pasar a considerarle un energúmeno fanático con un altavoz muy grande. No lo tiene porque él tenga muchos méritos, sino porque lo que dice le gusta a muchos colegas suyos, y él lo grita más alto y sin la menor fisura de duda.
    En cuanto a Savater, aunque desde "La infancia recuperada" no ha vuelto a escribir algo tan bueno ni tan interesante, no le tengo en mal concepto.
    Pero precisamente Savater es el rey de la polémica enconada, los panfletos contundentes (lo dijo él mismo y a mucha honra) y las posiciones provocadoras.
    Así que vaya referencia de la discusión sosegada que te has ido a buscar.
    Que luego se haya hecho de oro con "Ética para Amador" que es libro de texto en cantidad de instis y esté encantado por tanto con el gremio, es otra cosa.
    Y que se suela olvidar cuando le conviene de que es liberal según él mismo (como en el caso de la educación) también es cierto.
    Por otra parte, igual que todos los figuras y figurones que repiten las cosas de Moreno (u otras iguales) y las apoyan, no tiene hijos en edad escolar, y menos en la escuela pública.
    Y éste al menos tuvo uno, aunque ya ni se acuerde de cuando el chico estudiaba. Porque la mayoría no los tienen, o los llevan a coles privados. Que una cosa es apoyar a tus aliados corporativos y otra fiarse de ellos, o saber siquiera de qué se habla.
    Razón por la cual igual soy menos fría con esto que cuando se trata de si "algo puede venir de la nada o no". Es que esto me importa y me afecta, y lo conozco y padezco de primera mano.

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  12. Áloe: las "ciencias de la educación" me parecen sólo una pérdida de tiempo. Admitir esto no me obliga negar que el hecho de que los alumnos de secundaria no aprendan tanto como a mí me gustaría, se debe en muy buena parte a causa de lo mal que lo hacen los profesores (en individual y en colectivo).
    .
    No me he leído el manifesto antipedagógico con detalle, pero lo que leo me suena sensato. No dudo que puede haber detalles que se me pasarán.

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  13. Hmbre, Jesús: las ciencias en general son una pérdida de tiempo, y la ciencias sociales deben serlo más aún, ya que ni siquiera sirven para que otros vengan a hacer medicina o carreteras.
    Seguramente las "ciencias de la educación" tendrán un porcentaje de brujería, palabrería y "carrera académica" parecido al de las demás ciencias sociales, e incluso -dios nos asista- al de la filosofía.
    Digo yo.
    Pero si las Ciencias de la Educación no existen, va haciendo mucha falta que alguien las invente.

    Hablando en serio, hoy por hoy la pedagogía valiosa debe ser más bien una praxis, o un arte, o como se quiera decir, pero no es algo imaginario. A diferencia de lo que dicen los de la anti-pedagogía, los innovadores y personas verdaderamene valiosas en este ámbito, hasta donde yo sé, empezaron en el aula, y en lo peorcito y más dificil de la sociedad y de la profesión de maestro, y lo que elaboraron lo hicieron de abajo arriba, a partir de su experiencia (como Freire, por ejemplo). Quizá las nerociencias tendrán que avanzar mucho antes de que eso sea una ciencia sólida y sistemática, pero ya se hacían puentes antes de Newton.

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  14. Efectivamente, la enseñanza tiene mucho de arte (en el sentido de que es una técnica que se aprende más por el uso y la práctica que con un librillo de reglas, y que requiere de un tanto por ciento considerable de "inspiración", quiero decir, talento natural). No dudo que hay también unas cuantas cosas prácticas que conviene que el profesor sepa, pero pueden resumirse en un cuadernillo de cincuenta páginas que se estudie el sujeto el verano antes de empezar a dar clases.
    De ahí mi propuesta de que se sustituyeran los estudios de ciencias de la educación por unas prácticas largas tipo MIR: aprendiendo a través de la observación de cómo otros practican, y empezando a practicar poco a poco.
    Lo malo de la pedagogía es que se ha convertido en un poder institucional, y como dices, la buena práctica ha salido siempre de profesores practicantes, no de cátedras universitarias ni despachos ministeriales.

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  15. Los maestros de infantil consideran que casi todo su saber es pedagógico, y no he visto nunca en ellos ese desprecio por la pedagogía, ni esa dicotomía entre la teoría presuntamente vacía e inútil y la práctica "a lo que salga", que es la buena por lo visto.
    Los maestros de primaria dan menos importancia a los métodos de enseñar, la pedagogía, los ritmos y los procedimientos de aprendizaje de los niños, pero ni se les ocurre decir que eso sean tonterías, ni que todo lo que vale la pena leer sobre ello quepa en cincuenta páginas. Ni a los más cejijuntos y tradicionales.
    Los de secundaria en cambio ya son otra cosa, y aunque hay de todo, creo que predomina tu punto de vista. Seguro que también en la universidad.

    Luego hay otras enseñanzas, como la de la música y la de idiomas, que han dado un vuelco completo en unos treinta años, precisamente dando más importancia al "cómo" se produce el aprendizaje, cuales deben se los objetivos, y cómo se consiguen. (Por supuesto, ese vuelco no ha llegado a los conservatorios ni a los institutos más que en pequeña parte, pero por lo mismo, nadie cree que se aprenda inglés en el instituto, sino en otros sitios y de otras formas, y la mejor enseñanza de música no se da en los conservatorios tradicionales, o no en los de España).

    Extendiendo esa observación a la enseñanza reglada, yo diría que los profesores de infantil son lo mejorcito en cuanto a nivel y profesionalidad en la escuela pública, la primaria es regular pero mucho mejor que hace treinta o cuarenta años... y la secundaria y la universidad siguen como siempre, o sea, mal.
    Dejo las conclusiones para que se saquen solas.

    Alguna observación adicional: dado que se puede ser profesor de secundaria sin más que una pobre licenciatura y una más pobre oposición, y estar limpito de destrezas sociales, de conocimientos de pedagogía y hasta de sentido común, parce lógico que tantos profesores desprecien destrezas y conocimientos que ellos no tienen muchas veces. Ciertamente lo mismo se puede decir de las exigencias de reclutamiento para los maestros, pero ellos sí piensan que eso es parte de su curriculum necesario.

    En sentido contrario, también se puede alegar que, cuanto más edad tiene un alumno, menos énfasis hay que hacer en el "como" y más en el "qué", y que las ciencias que estudian el desarrollo y el aprendizaje han llegado a conocimientos más seguros sobre el dominio de esfinteres o la neumotricidad fina que sobre el dominio de teoremas y el razonamiento fino.
    Lo admito, pero es una excusa muy parcial. Disléxicos y similares hay a todas las edades. La adolescencia no es ni mucho menos una epoca tranquilita para el neocórtex y el resto del cerebro, ni se ha estabilizado. Y si la didáctica de las matemáticas (pongamos por caso) fuera algo que se aprende ello solito por la práctica, yo hubiera debido tener algún buen profesr de matemáticas, cosa que nunca tuve, en ningun curso oficial, entre más de una docena.

    Así que en mi opinión no tienes razón. Otra cosa es que la pedagogía esté en la epoca de Paracelso o Tycho Brahe, y no haya llegado ni a Galileo, que bien puede ser.
    A partir de ahí, uno esperaría que ls profesores, conscientes de esa dolorosa insuficiencia de la pedagogía existente, se esforzaran por mejorarla, aumentar el corpus de conocimiento, extender las prácticas exitosas y demás.
    Y ciertamente, eso es lo que veo en la red que hacen cierto número de ellos, en lugar de hacer como los que fingen que creen que "la pedagogía" tiene la culpa de su poco éxito profesional. Como quien dice "el hombre del saco". Y eso cuando a ellos nadie les impone ni les obliga a aplicar ningún método, y por tanto, si fuera dañina, bien poco daño haría.

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  16. Aloe:
    tal vez sea cierto que la enseñanza de primaria, secundaria y universidad pueda mejorar sustancialmente con la aplicación de conocimientos pedagógicos; pero si eso fuera cierto, creo que deberíamos ver florecer empresas privadas que ofrecieran ESO (no "la ESO"), no en las instituciones regladas, claro, pero sí en centros privados, y sobre todo, "academias". Igual que dices que ha mejorado mucho la enseñanza de la música y de los idiomas FUERA de los conservatorios y de los institutos, ¿por qué no hay algo así para las matemáticas, la física, la historia, la literatura, etc.? En cambio, el mercado sólo ofrece, o bien sustitutivos de los colegios públicos (o sea, los privados o concertados) que ofrecen más o menos el mismo producto, o bien profes y academias particulares cuya tasa de éxito es bastante menguada.

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  17. Jesús: No estoy de acuerdo en que la tasa de éxito de academias y profesores particulares sea tan menguada.
    De hecho, yo diría lo contrario: las academias y profesores particulares proliferan, porque demanda tienen mucha, ya que una gran proporción de los alumnos de la escuela pública recurre a ellos en uno u otro momento (los de la concertada también, pero en el propio centro por lo general, claro, pagando aparte, y si van muy mal el centro a la larga se deshace de ellos). Los que no pagan refuerzos particulares, es porque pertenecen a la minoría que no necesita más método que un libro y un poquito de explicación, o porque pertenecen a la parte de la población que no puede pagarlo y/o no tiene motivación alguna por el éxito académico (y esos son precisamente el grueso de las cifras del fracaso escolar, que serían mucho más altas sin los refuerzos pagados por tantas familias).
    En la práctica, los profesores particulares y academias tienen que hacer, en dos o tres horas a la semana, lo que el centro no hace en treinta. Que no consigan el cien por cien de éxito no es de sorprender, pero sí consiguen bastante.
    El verano está lleno en España de internados que ofrecen cursos intensivos de recuperación para septiembre, con una tasa de éxito muy alta: debería dar que pensar que en uno o dos meses consigan que el mastuercillo recupere cuatro o seis asignaturas, cuando el centro no lo consiguió en nueve.
    Un profesor particular conozco yo en mi barrio que tiene lista de espera y las tardes llenas de cuatro a ocho: porque consigue con los refuerzos que da, en grupos de cinco alumnos, más que los centros con muchos más medios y horario. Y cobra la hora a precio de abogado, el jodío.
    Por supuesto, la propia ley y la propia organización del sistema obligan a ir a un centro, obligan a que sea uno de los públicos o concertados si no se tiene mucho dinero, y obligan a seguir el mismo curriculo en cualquier centro de cualquier tipo. Así que los profesores y academias se quedan como refuerzo, más o menos parcheando el sistema, pero no lo pueden sustituir. Y no puede haber experimentación ninguna, porque el propio sistema lo impide por completo.

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  18. Aloe:
    por eso lo que yo propongo es acabar con el "sistema", que no haya sistema; que cada cual monte un colegio como le dé la gana,y mande sus hijos al colegio que más le guste. (Y que cada uno pague -o deje de pagar- en función de sus posibilidades).

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  19. Lo de educación sólo pagando a mi me parece muy mal. Ahora bien, tal y como están las cosas, no sería mucho peor que lo de ahora, y al menos podría empezar a mejorar a partir de ahí.
    Sin llegar a tanto, lo que yo querría ver es que el sistema no fuera obligatorio, al menos.

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  20. Aloe:
    al contrario; lo que yo digo es que la educación no la organice el estado, pero que la pague (en plan cheque escolar); mi propuesta sería que la cuantía del cheque variara inversamente con la renta de la familia, de modo que todo el mundo tuviera acceso a la educación con mejores medios.

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  21. Yo antes era contraria al cheque escolar, pero también entonces creía mucho más que ahora que el sistema escolar tenía remedio y era cuestión de un poco de tiempo.
    Ahora lo veo menos mal, pero sin lo fundamental (la abolición de los currículos hinchados y obligatorios al cien por cien) el cheque se quedaría en nada. En poco más o menos lo mismo que hay ahora con los colegios concertados.

    Por otra parte, si aboles (¿se dice aboles? suena raro) el sistema obligatorio, y das cheques escolares variables (o fijos), te expones a mucho fraude por parte de las mismas familias que ahora no ponen interés en la educacion de sus hijos, y que tendrían encima un incentivo para no dársela (lucrarse con el cheque).
    Si condicionas el pago a la consecución de objetivos, estás cerca del curriculo obligatorio.
    Si lo condicionas a que vayan a un centro autorizado o cualificado, estás en las mismas.
    La solución perfecta no existe.
    Aunque por supuesto, cuando el tema tiene tanto espacio para mejorar, cualquiera entre varias soluciones parciales serían una mejora.

    Pero también la educacion obligatoria empezó como una mejora, que extendía la educación sin los inconvenientes antedichos de fraude o educación fanática y/o extravagante.
    Y luego crea una red de intereses tal, que es muy difícil cambiar de camino y escoger otro.

    Yo con el tiempo me he hecho bastante partidaria de recordar que los caminos largos empiezan por un paso, y no se recorren al galope. Y de que los experimentos, mejor con gaseosa.
    Partiendo de ese conservadurismo lamentable que me caracteriza, lo que me gustaría es que el curriculum obligatorio se quedara en un mínimo, y no de cumplimiento anual sino por etapas más largas.
    Y que el sistema diera opciones: la de rechazar la escolarización en un centro reglado, la de presentarse por libre a los exámenes importantes de paso de etapa y titulación.
    Si además reembolsara los gastos efectuados (con el máximo del cheque de marras) contra justificantes, y sujeto a obtener unos resultados mínimos para no tener que devolver el dinero (que no tendrían que ser aprobar, sino dejar claro que se ha estado haciendo algo) eso probablemente sería una mejora prudente pero suficiente.
    No muchas familias se acogerían a ello al principio, pero sería bastante para que el resto del sistema tomara conciencia de que ya no podría ir de imposición cuartelera (podemos estar en casa y sentirnos libres de salir porque podríamos salir, aunque no lo hagamos) y además permitiría cierta experimentación, que ahora es simplemente imposible dentro de la ley.
    De paso, se acababan, sin más, todas las historias sobre la "alternativa" a la religión y el asunto de las lenguas comunitarias vs. castellano. Muerto el perro...

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