19 de mayo de 2008

MÁS SOBRE BOLONIA Y ANTI-BOLONIA

(Copio mi réplica a una respuesta de Jon Igelmo sobre mi entrada boloñesa)

Estimado Jon:

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Muchas gracias por tu mensaje. Como imagino que supondrás, no estoy de acuerdo con casi ninguna de las cosas que dices. Iré punto por punto mostrando mis argumentos.
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En primer lugar, no creo que haya nada en mi texto que sugiera que siento "reticencia a ser convertido en masa"; me considero parte de "la masa", pero no todos los que estamos "en un mismo lodo manoseaos" pensamos necesariamente igual. Lo que reconozco que no me gusta es el juntarme con más de dos personas (¿o una?) para manifestar mis ideas (prefiero manifestarlas solo), pero los gustos son libres, supongo, y no creo que haya nada criticable en eso.
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En segundo lugar, dudo mucho de la descripción que das del movimiento anti-Bolonia ("una organización... de la suma libre de individualidades"). ¡Toma ya, como todos los movimientos que en el mundo han sido! (al menos, los que yo recuerdo).
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En tercer lugar, claro que me felicito de que haya un movimiento de alumnos que reivindiquen una universidad pública y de calidad (lo de gratuita, ya no lo comparto tanto; no sé por qué el hijo de un millonario tiene que ir gratis a la universidad). En donde pongo mis dudas es en las creencias de esos reivindicadores sobre los MEDIOS para conseguir una universidad así. Al fin y al cabo, el Plan de Bolonia pretende PRECISAMENTE ESO (universidades públicas de calidad, y se supone que accesibles para todo el mundo). ¿Cuál es la diferencia, entonces? Yo creo que los redactores del Plan no saben muy bien qué hacer para conseguir esos fines, y que los manifestantes tampoco lo saben. (Yo tampoco lo tengo nada claro, pero propondré algunas ideas más abajo).
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En cuarto lugar, no veo por ningún lado en el diseño y la implementación del Plan de Bolonia que el objetivo consista en hacer que el Estado gaste MENOS dinero en la Universidad. En el caso de España, en particular, es totalmente improbable que la aplicación de éste o cualquier otro plan verosímil vaya a conducir a una reducción del gasto universitario. Tampoco se pone en duda (salvo tal vez Sinesperanza Aguirre y algunos otros de su calaña) que el gasto universitario sea y vaya a ser fundamentalmente del Estado (además de las carreteras y aeropuertos).
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En quinto lugar, quedan las propuestas alternativas. Dices que tú tiendes a "creer que hay muchas opciones para transformar la universidad". Estupendo: lo que necesitamos es una lista de esas opciones, pero tú no indicas ninguna. Aquí van algunas mías:
- que no entre en la universidad ningún alumno que cometa más de tres faltas de ortografía en una redacción de una página (y ningún profesor que cometa más de una); esta mera simpleza mejoraría la calidad de la universidad en un 50 %;
- que las universidades puedan competir por los alumnos (ofreciéndoles enseñanzas mejores que en otros sitios, o mejores instalaciones, o estudios más especializados) y por los profesores (ofreciéndoles salarios correspondientes a su calidad);
- que el Estado facilite a los estudiantes el irse a estudiar a la universidad que prefieran, en cualquier parte del mundo;
- que aquellos centros universitarios que ahora funcionan como meros centros de FP un poco maquillados, se reconviertan en verdaderos centros de FP, que es lo que desesperadamente necesitamos en este jodido país (abundantes cuadros medios sólidamente formados, y no abundantes licenciados con un barniz de aprendizaje). Demos a esos centros de FP de calidad una relación lo más fluída posible con las empresas, y dejemos el residuo de universidad de altísima calidad (que quede) con toda la vocación humanística, investigadora y anticrematística que se nos antoje.
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Por último, si los movimientos anti-Bolonia se limitan a criticar que "los creadores del Plan no saben lo que hacen", entonces de acuerdo. Pero nada de lo que he visto hasta ahora apoya esa interpretación.
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Mi crítica al plan de Bolonia es que ni por asomo va a conseguir una mejora en la calidad universitaria comparable a la que tendrían medidas tan tontas como éstas. Todo lo más, facilitará las convalidaciones (o lo que las sustituya), pero en el fondo, lo que se hará en las universidades seguirá más o menos igual.

Un cordial saludo

15 comentarios:

  1. Salud:

    Estoy, más o menos, de acuerdo con usted, Don Jesús. Bolonia no es más que un plan de homologación de titulaciones/estudios con el fin de reducir los costes y trámites de la libre circulación de trabajadores a través de la Unión, antes de que sus Tribunales se empiecen a inundar de denuncias al respecto (como el famoso caso Bowman en fútbol).

    El resto de anexos "pedagógicos" son accesorios, sin que ésto suponga una crítica al buen hacer de profesionales del ramo. Suelen ser "complementos" arribistas llenos de verborragia tecnocrática, sin que estudiantes -la otra parte de este asunto- participen (o la sociedad en sí). Es decir, son estudios interesados y sesgados.

    Por otra parte, la única manera de reducir el gasto universitario en España pasa por reducir el número de Universidades, con la distinción que no toda Educación Superior no es necesariamente Universitaria (como creo que apuntaba usted, Don Jesús). Ello no es óbice para que existan los protocolos de comunicación entre ellas. Tomemos un ejemplo. Todo el mundo estaría de acuerdo que para ser 'Contable' se necesita una educación técnica y superior (pongamos 4 semestres). La persona que sea 'Contable' puede homologar sus estudios y continuar una Licenciatura en Ciencias Económicas. Sin embargo, para ser 'Contable' de una PYME, no hace falta ser un Licenciado.

    Otra forma de reducir gastos es el e-Learning con plataformas de software libre (que no pagan royalties de licencias). Si quizás en las carreras técnicas, por el alto valor que suponen instalar simuladores 'ad hoc' para los examinandos, en muchas asignaturas sí que se puede hacer un seguimiento lo suficientemente válido como para realizar una sustitución parcial de la enseñanza presencial.

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  2. Interesantes reflexiones, Jesús. Aunque no tiene nada que ver con el tema de esta entrada quería preguntarte si conoces el libro de David Lodge "El mundo es un pañuelo" en el que hace una descripción muy curiosa de ciertos aspectos de la profesión de profesor universitario.

    Un saludo,

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  3. No lo conozco, pero muchas gracias por la recomendación. De Lodge sólo he leído "Pensamientos secretos", que me gustó mucho (como supongo que a casi todos los lectores aficionados a la filosofía de la mente).

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  4. ¡Qué bien! Yo no conocía el libro del que tú me hablas, así que ahora soy yo el que te da las gracias.

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  5. Aunque haría matizaciones a algunas de las cosas que comentas, estoy de acuerdo con el tono general y bastantes cosas en particular.
    Abundando en la tontería que también he oído repetir a conocidos míos (alumnos universitarios y militantes anti-Bolonia) de que la Universidad debiera ser gratuita aśi en general, me gustaría añadir lo siguiente:
    Las cifras muestran que los precios de las matrículas de las universidades públicas cubren una pequeña parte de su coste (el 20% en el mejor de los casos, un porcentaje muy inferior en el peor). Los estudios de progresividad o regresividad de los distintos capítulos de gasto público muestran además que el gasto público universitario por alumno es regresivo, globalmente considerado (técnicamente, contribuye a empeorar, no a mejorar, la distribución de la renta disponible): lo que quiere decir, hablando en plata, que los contribuyentes que no pueden ir a la universidad ellos o sus hijos le pagan la carrera a los que pueden (no solo ellos, claro).
    Aunque ir a la Universidad sea relativamente barato, no todo el mundo va (va alrededor de un tercio) y los que no van pertenecen mayoritariamente a las capas sociales que tienen menos ingresos.
    Este sesgo se debe tanto al coste directo de ir a la universidad (matrículas y otros gastos, desplazamiento y manutención que sigue haciendo falta en ocasiones a pesar de la proliferación de mini-universidades, clases suplementarias) como al coste indirecto (salarios perdidos), pero también al sesgo que ya traen de antes las diferentes clases de alumnos, dada la inexistente igualdad de oportunidades en secundaria, donde se reproducen las diferencias sociales y educacionales de la generación anterior sin apenas compensación.
    Por lo tanto, cobrar un diez o un veinte por ciento de la matrícula no es justo: a muchos se les debería cobrar un porcentaje bastante mayor.
    A otros se les debería no cobrar nada, y pagarles dinero mientras están estudiando (o sea, becas de verdad, de las que llegan para vivir y pagadas sin retrasos de varios meses).
    Lo de universidad gratuita, así en general, a mi me parece por tanto una reivindicación demagógica, contraproducente e inequitativa.

    A lo mejor me influye indebidamente la consideración de la vida que se pegan durante una buena serie de años bastantes estudiantes que no ven ningún problema en repetir, dedicar mucho más tiempo a salir de marcha que a estudiar y preparar en plan atracón cuatro exámenes pelaítos cada cuatrimestre tan convencidos de que eso es estudiar y hacer el gran esfuerzo. Lo digo sin acritú, y entiendo que lo hagan, porque se lo pueden permitir y están en la edad. No entiendo que les permitamos que se lo puedan permitir. Cada uno que juegue como quiera, pero las reglas del juego deberían ser limpias y equitativas.

    En otro orden de cosas, yo no creo que la ortograia sea tan importante. Saber entender, analizar y comentar un texto filtraría igual a los mangarranes, y sinceramente parece algo con más chicha que la meramente instrumental y convencional ortografía... a lo mejor pienso eso despueś de haber visto a estimables alumnos y profesores de ingeniería con una ortografía un poquito escasa. No es para tanto. El que esté libre de poner mal alguna tilde que tire la primera piedra.

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  6. Totalmente de acuerdo, Aloe: la universidad "barata" es de lo más regresivo que hay.
    Y sobre la ortografía, es un decir. La claridad en la redacción es muchísimo más importante, pero suele haber una correlación estadística muy fuerte entre ambas cosas.

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  7. Yo también creo que la Universidad hay que pagarla y aumentar las ayudas con becas más completas, de tal forma que todos puedan estudiar en las mismas condiciones.

    Pero no creo que cambiarían los porcentajes de universitarios provenientes de familias ricas; ya que considero que no es el dinero el factor más importante sino la cultura de la familia.

    Estoy de acuerdo con las medidas que propone Jesús, sobre todo con el aumento de la competencia. Aunque la situación final en estos casos es que los buenos profesores terminan cobrando más en unos primeros momentos y los malos terminan cobrando lo mismo al final de un período. Lo que nunca pasa es que se despida a nadie.

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  8. Lo de hacer que los hijos del albañil o del camarero vayan a la universidad en la misma proporción que los del notario es un objetivo imposible, por muchas razones. Pero si:
    a) la educación primaria y secundaria fuera mejor (más exigente),
    b) al estudiante universitario le dieran becas análogas a un salario, y
    c) hubiera mucha más oferta de formación profesional de grado superior,
    entonces seguro que habría más hijos de albañiles o camareros que estudiarían, tanto en la universidad, como esa FP superior.

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  9. ¿Y por qué ese empeño en la FP como algo metafísicamente diferente de la Universidad?
    Si se quiere hacer la distinción en que sea una enseñanza profesional ¿qué otra cosa es Derecho, Empresariales, Medicina y la mayoría de las carreras?
    Vale que está la investigación, el doctorado y todo eso, pero si puede convivir con Empresariales, Ingeniería Técnica Química y Derecho, puede convivir con cualquier otra enseñanza profesional.
    Las universidades americanas, ese cojomodelo de universidad según la mayoría, tienen de todo, desde el MIT a Fontanería, pasando por Literatura Inglesa Exquisita o Miscelánea de Culturilla General. No veo cual es el problema.

    Por el contrario, con el aroma a clasismo rancio y la afición al encuadre en categorías burocráticas que hay por aquí, sería mucho más saludable meter TODAS las enseñanzas de grado superior en la misma categoría administrativa, que es la única forma de que no corten todas las pasarelas entre ellas según tribus y status, como ahora.

    Que no quiere decir homogeneizarlas, como no es homogéneo ahora Medicina con Graduado Social, ni la superior de Telecos con Magisterio.
    Claro, para eso habŕia que empezar por apearse de la idiotez de que el grado tenga cuatro años porque sí, cuando con tres años para muchos títulos sería suficiente. Pero parece que si cambian calidad por cantidad compensan algo, y sobre todo, parece que ningún Departamento admite sin sacar los cuchillos que le quiten créditos de las troncales obligatorias (donde está el público cautivo que no hay que ganarse)
    O sea, como de costumbre, los intereses corporativistas de los endiosados de siempre y el incrementalismo presupuestario descarnado.

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  10. Efectivamente, Aloe. Precisamente con motivo de esta discusión estaba pensando que lo mejor y más fácil sería convertir buena parte de la universidad en centros de formación profesional superior; si nos queremos seguir llamando "universidad", pues bueno, pero que haya una diferencia en los títulos que se dan.

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  11. Jesús,
    No me parece mala idea el sistema de FP de grado superior para crear cuadros con alto conocimiento técnico, pero considero que también en la empresa o en la administración es necesario que haya personas con mente muy abierta, flexible, capaces de cambiar el rumbo, innovativas (este término está tan manido que se hace rancio); y esto último no lo dan los meros conocimientos tecnologícos. ¿Sabías que está de moda en USA poner a filósofos en la dirección de empresas?

    Abundando en el tema, si miramos en el mundo de la investigación científica, nos damos cuenta que una buena dirección es más importante que la mera acumulación de conocimientos. Una buena gestión de pocos conocimientos y recursos da mejores resultados que una mala gestión de grandes conocimientos sin rumbo. Por supuesto una buena gestión con grandes recursos y los mejores científicos es la mejor solución.

    Nota: la última frase la he pensado yo solito.

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  12. Perdón, es tecnológicos en vez de tecnologícos. Espero que me dejen entrar en la Universidad.

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  13. Íñigo:
    totalmente de acuerdo; no digo que haya que sustituir TODOS los estudios "universitarios" por estudios de "FP superior". Pero el caso es que una empresa puede necesitar un filósofo (o dos) y en cambio 100 "técnicos" (con 1 técnico y 100 filósofos ya tenemos la facultad de filosofía, y así nos va).

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  14. Las empresas valorarán los curriculos como les pete, supongo, y para eso da igual, o debería dar igual, cómo se les llame.
    Una Ingeniería Técnica o una Licenciatura en Derecho son estudios eminentemente técnicos, o deberían serlo, orientados al ejercicio profesional, o así deberían estarlo. Ni más ni menos que los estudios ahora calificados como FP de grado superior, aunque los contenidos serán distintos en cada caso (como debe ser en los mencionados, si no no serían eminentemente técnicos y especializados).
    Pero si les llamas a unos "universitarios" y a otros no,de manera eminentemente clasista y academicista (la diferencia fundamental yo creo que está en cuánto te manchas las manos o la bata en cada una, siguiendo con la tradición hidalgüela aquella de que un señor no podía hacer trabajo manual, hasta Velázquez se las vio con ese prejuicio irritante) suprimes la flexibilidad para ampliar estudios, obtener convalidaciones, derivar a disciplinas conexas, discriminas absurdamente en cuanto al empleo público (que se rige por la titulitis más inane en cuanto a la posibilidad de presentarse a los puestos)...

    Nadie va a pensar por ello que una titulación profesional con tal cual curriculum en Electrónica vale para diagnosticar flebitis o analizar balances, ni siquiera para diseñar circuitos si no se ha estudiado eso.
    Sin embargo, una gran parte de los titulados en tal o cual cosa acaban haciendo un trabajo más o menos cualificado pero que no tiene nada que ver con Historia Medieval o Psicología, en lo que se titularon. Se supone que la valoración de las empresas, para muchos puestos, tiene en cuenta solo relativamente la supuesta especialidad del título, valorando el hecho en sí de tener estudios (que se supone que añaden algo, aunque sea una capacidad generica) y luego otras cosas, desde idiomas hasta capacidad de trabajo en equipo o de ser un cabroncete, según el puesto.

    No creo que la Universidad pierda nada por incluir mayormente estudios profesionales. Es lo que siempre ha hecho, y lo que debería es hacerlo mejor, por un lado, y dejar a la gente que elija, por otro, sin limitarla con gilipolleces burocräticas y clasismos de cuando Felipe IV se rizaba el bigote.

    La suposición de que una buena enseñanza técnica, del tipo ahora encuadrado en FP, es más barata, es falsa. Lo barato es dar Derecho O Empresariales como se dan ahora, que solo hace falta una pizarra y ciento cincuenta pupitres. Una enseñanza profesional decente exige grupos pequeños, abundancia de material y laboratorios, clases orientadas a talleres y seminarios, trabajo personal del alumno pero tutelado... lo mismo por cierto que exigiría Derecho dado como Dios manda, con la excepción de las probetas y las batas.

    En cuanto al espíritu universitario, sea eso lo que sea, tan presente o tan ausente puede estar como sucede ahora mismo, salvo que alguien defienda que abunda en este momento o que haya abundado en algún momento del pasado. Que no creo.

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