21 de mayo de 2009

PREGUNTA PARA MÚSICOS: ¿QUÉ ES LA ARQUITECTURA?


Acabo de terminar de leer (y de disfrutar) un nuevo libro del neurólogo Oliver Sacks, Musicofilia. Descontando lo apasionante (y, a menudo, intensamente dramático) de los casos que relata (no os perdáis la anécdota de la mano derecha de Witggenstein), el libro ha servido para despertar una vez más mi vieja frustración con la música.
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No sólo es a propósito de las genialidades (o, a veces, meras capacidades sorprendentes) que describe en el libro, sino, en particular, por mi absoluta incapacidad para comprender algunos de los conceptos de los que habla. Pienso, sobre todo, en una comparación que establece, de pasada, entre Beethoven, Chaikovski y Puccini (sobre el último recuerda el dicho de que "dios le concedió el único don musical que los cielos habían negado a Beethoven: la melodía"). Sacks afirma que Chaikovski y Puccini escriben toda su música en base a la pura melodía, mientras que Beethoven, por el contrario, es un compositor "arquitectónico".
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¿Arquitectónico? ¡¿Arquitectónico?! Obviamente ESO es una metáfora. Arquitectónicos será Foster o Moneo, literalmente hablando. Pero ¿qué demonios quiere decir EXACTAMENTE, no metafóricamente, eso de que Beethoven es un compositor "arquitectónico"? Supongo que el hecho de no tener ni pajolera idea de lo que es la armonía ni de en qué se distingue un acorde de otro tiene algo que ver con mi incapacidad para entender esa metáfora. Pero me gustaría que algunos de los musicófilos asiduos del Otto Neurath pudieran responderme a la pregunta, a un nivel en el que alguien con la incapacidad que yo padezco para la armonía pudiera entender.
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(Y de paso, ¿es cierto eso de que Beethoven "no estaba dotado para la melodía"?).
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38 comentarios:

  1. Ay, ay, ay. Parece mentira que un señor que es profesor de filosofía de la ciencia caiga en esas simples trampas del lenguaje.

    Jerigonza, jerga, germanía, ganas de darse el pote, yo lo entiendo y tú no porque soy más guapo, la arquitectura arquitectea, Beethoven beethonvea y Bach bachea. De lo que no se pué hablar, rajemos a destajo.

    Léase el impresionante estudio de Vicisitud y Sordidez sobre la jerga de las críticas cinematográficas y como penitencia léase a partir de ahora las míticas críticas de Jordi Costa.

    Y luego dicen de Heidegger... Si en comparación con algunos era Demóstenes...

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  2. A ver...

    La música es como las pulgas, que tienen a su vez pulgas más pequeñas que las parasitan. Un compositor "arquitectónico" (que es uno de los extremos ideales de una posible clasificación) piensa en términos de la estructura de alto nivel.

    Ejemplo, el famoso 3er Concierto de Brandenburg:

    - Bach diseña una frase melódica no muy larga: GF#G,DCD; GF#G,BAB; etc. Esa frase tiene su propia estructura lógica interna: observa que he usado comas y puntos y comas. En realidad, la frase contiene una sección principal "ascendente" y una "descendente".
    - Eso da para unos pocos compases. ¿Cómo creas una pieza más larga? Creas variaciones armónicas y melódicas del tema principal. En este ejemplo, Bach primero modula a la dominante: "traduce" el tema moviéndolo siete semitonos hacia arriba (o cinco hacia abajo).
    - Naturalmente, el truco está en hacerlo agradablemente, por lo que no se cambia directamente la tonalidad, sino que la frase empieza en sol y a mitad de camino "muta" (a través de la mayor) para terminar en re mayor.
    - Y ese truco se sigue aplicando hasta terminar el Allegro.

    ¿Por qué este procedimiento se percibe como "arquitectónico"? Porque hay bloques, y subbloques, y conectores, y obreros chapuceros, y viejos jubilatas mirando y opinando.

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  3. Y ese truco se sigue aplicando hasta terminar el Allegro.

    ... se trata, evidentemente de una simplificación. En realidad, hay una megaestructura parecida a la de la sonata (cronológicamente posterior):

    - Yo te presento un "tema". El tema es "alegre" (significa, en música occidental, que está en tono mayor).
    - Pero te conduzco gradualmente a la "zona chunga". Introduzco tonos menores, acordes de séptima disminuida, y alguna que otra disonancia.
    - Finalmente, hay un happy end: regresamos a la tónica, al tono mayor.

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  4. Cogno! el Freman también sabe de música.

    Pues Jesús, te iba a dar la misma explicación o casi, sólo que no estoy muy de acuerdo en que Puccini sea un compositor sólo de melodías o que Beethoven no tenga melodías.

    Pero si llegas a comprender un poco lo que son la armonía y el contrapunto y las formas musicales verás que un melodista estilo Verdi hace un preludio de La Traviata con una melodía que puedes silbar tíii, rí ra ríiii ro ríiii, y abajo Pum chin chin, pum pum, chin chin. Beethoven es más armónico pero tambén melódico. Puedes ver algún movimiento lento de su sinfonías en que una melodía arrebatadora es seguida por una fuga.

    Bach es el supremo arquitecto de todos los músicos, masones o no. Deberías ver los cánones en todos los intervalos de la Variaciones Goldberg, las variaciones canónicas para organo o La Ofrenda Musical, con alguien que te lo explique al lado, claro.

    ¿Cuenta cosas como los últimos años de Ravel en que podía concebir la música pero no escribirla?

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  5. Vaya, los dos enlaces aparecen pegados, pero funcionan ¿eh?

    LO pongo más fácil


    Preludio de La Traviata, Verdi



    Sinfonía 3, Heroica,Segundo mov; Beethoven con la fuga desde el minuto 2.40

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  6. Dije doble fuga y es fuga con contrasujeto. Perdón a los que notaron la diferencia. El resto ¿qué hacen que no lo están buscando en la wiki? Venga, venga, venga...

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  7. Doy mi versión del asunto, que básicamente coincide con lo que se ha dicho. Aunque he oído a menudo lo de “arquitectónico” referido a los músicos (y también a otros artes) nunca me he parado a buscar el origen de la analogía, tal vez porque siempre he creído que entendía a qué se quería referir.

    Una obra musical, normalmente, no se limita a una simple melodía, o más bien, habría que decir, a un tema (porque melodía, al fin y al cabo, es toda la obra, desde el principio hasta el final), sino que se construyen diferentes estructuras, con el tema o los temas elegidos: variaciones, modulaciones, etc. Esto da lugar a estructuras mayores que la del simple tema. Entiendo que un compositor arquitectónico es aquel que se fija principalmente en esto, más que en las melodías e incluso que en las armonías (estas las da por algo se segundo rango). (Un análogo en la poesía sería, por ejemplo, lo que hacían algunos poetas barrocos, cuando cogían un cantar popular o refrán, y escribían ellos mismos desarrollos de ese motivo (“poderoso caballero…”, “buena orina y buen color…”).)

    De hecho, muchos músicos “clásicos”, entre ellos Beethoven, usaban melodías populares, o temas muy breves (como el de la quinta sinfonía). Y, en cuanto a las armonías, hay mucha diferencia entre unos y otros en cuanto a la atención que le dedican. Por ejemplo, Bach presta mucha más atención a la armonía (y más aún al contrapunto), y a las estructuras, que a la melodía (lo cual no quiere decir que sus melodías sean poco melódicas, al menos para mi gusto).
    Voy a decir una provocación, pero creo que a la mayoría de los compositores clásicos les falta el don de la melodía, porque una melodía no se inventa así como así (bueno, ninguna se inventa, se descubren, en el mundo de las ideas). Hay pocas melodías en el mundo, realmente (la mayoría de cosas que parecen melodías son ya melodías simples recargadas con notas de paso y adornos). (Puccini, más que autor de buenas melodías, es “melodioso”, que no es lo mismo (para mí).). Las melodías las ha ido descubriendo (o creando, venga) el “pueblo”, es decir, son antes (en sentido lógico y cronológico) que los juegos formales de los músicos cultos.

    Pero, ahora que lo planteas, ¿por qué se llamará a esa prioridad de la estructura, arquitectónica? Supongo que viene de considerar a la arquitectura como un arte de estructuras formales, que deja espacios huecos para que lo rellenen los amuebladores o amueblistas, o algo así. O sea, a una pobre concepción de la propia arquitectura. En ese sentido, la matemática sería más arquitectónica que nadie.

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  8. No creo que con "arquitectónico" se refiera a lo que dice Freman, puesto que Beethoven se ceñía a las formas clásicas y eso te guía por una estructura de alto nivel predefinida, más o menos variada (que también).

    Creo que con "arquitectónico" se refiere a la armonía, a poner unas notas encima de otras, acordes. Se refiere a que, mientras los otros eran muy creativos horizontalmente (la melodía), Beethoven por su parte era más creativo verticalmente (la armonía). En eso coincido. No es cierto que Beethoven no tenga melodía, que la tiene. Pero creo que su mayor creatividad se hallaba en la armonía, la construcción de los acordes (la distribución de las voces), las sucesiones de acordes y los cambios de tono. La texturas horizontales que consigue.

    Esto se ve bien en sus fugas. Las fugas son contrapunto, un tipo de escritura fundamentalmente horizontal, motívica, pero en la que hay que cuidar que verticalmente todo vaya casando bien. Los motivos de las fugas de Beethoven por separado no me parecen en general excesivamente atractivos (como sí lo son en Bach), sin embargo, va añadiendo voces, creando mayor y mayor densidad vertical sin que el oído se resienta por ello. Y eso, es complicadísimo.

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  9. En el comentario anterior, en "las texturas horizontales que consigue" quería decir "las texturas verticales que consigue".

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  10. Sursum: cuando dices "si llegas a comprender un poco lo que son la armonía y el contrapunto", me suena casi lo mismo que "si ganas un millón de euros al mes"... No sé cuál de las dos cosas está más lejos de mis posibilidades.
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    ¿Cuál es ese "poco" de armonía y contrapunto que hay que entender?

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  11. Juanantonio:
    aunque tal vez te sorprenda, coincido totalmente en el "platonismo musical". Puedes comprobarlo en esta entrada:

    http://abordodelottoneurath.blogspot.com/search?q=mozart+decimonónicoAl fin y al cabo, las obras musicales son básicamente ejercicios de combinatoria.

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  12. Jesús,

    No me sorprende tanto tu “platonismo” musical (eso demuestra, para mí, que te gusta la música –no es que crea que no te gusta la ética, por contra…-), como me sorprende la explicación de ese platonismo. ¿Quieres decir que “aceptas” que la combinatoria es “platónica”? (Esto es un chiste, no hace falta que te piques).

    Otro asunto: Aunque te parezca mentira, creo que aprender la suficiente armonía como para entender mucho de lo que hacen los músicos clásicos, no es tan difícil. Al fin y al cabo, la base es increíblemente simple: Todo se juega en unos pocos acordes, sobre todo los siguientes: el de tónica (el acorde de la tonalidad), el de dominante (el acorde que se construye sobre la quinta nota de la escala de la tónica correspondiente, y que es el acorde que más contrasta con el de tónica –en las cadencias más corrientes los dos últimos acordes son Dominante – Tónica (o sea, chin pon)), el de subdominante (que es el acorde construido sobre la cuarta nota de la escala, y respecto del cual el acorde de tónica ejerce de dominante, como puedes comprobar con los dedos), y los relativos menores (es decir, los acordes en tono menor que más se “parecen” a otros mayores, por ejemplo, MI menor (mi, sol, si) es el “relativo menor” de Sol mayor (sol, si, re). Evidentemente, hay más (acordes con septimas, acordes disminuidos, etc), pero cabe en tres comentarios más. Hay un libro de Ottó Károlyi, “Introducción a la música”, en Alianza, que tiene una presentación increíblemente fácil de esto y otros temas.

    Si tienes sólo la milésima parte de probabilidades de ganar la lotería, te ofrezco un trato: tú compra un décimo para los dos, y yo me hago relativista.

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  13. ¿Sabíais que el embajador de Prusia en la corte de Dresde, el Conde Hermann Carl von Keyserlingk sufría insomnio? Su médico le aconsejó escuchar para dormir música relajante y éste en seguida se puso en contacto con su admirado Bach y le solicitó una obra lo suficientemente larga como quedarse dormido mientras la escuchaba. Una vez terminada, fue Johann Gottlieb Goldberg, joven alumno de Bach, el encargado de interpretarla al clave todas las noches, en una habitación lo suficientemente cercana al dormitorio del Conde como para que éste pudiese oírla y quedarse dormido. Por esta razón la obra pasaría a la posteridad no con el nombre de la persona a la que iba dirigida, lo habitual, sino con el del clavecinista que la tocaba: Goldberg.
    No puedo por menos que hacerme algunas preguntas.

    ¿Existirán estudios experimentales debidamente documentados sobre si esta obra induce al sueño con más efectividad que otra composición del mismo autor?
    El hecho de que esta obra se hiciera para combatir el insomnio ¿dice algo a favor o en contra de ella?
    ¿Debería estar prohibido escuchar las variaciones Goldberg mientras se conduce? ¿Será más peligroso que hablar por el móvil?
    ¿Seria un buen tema para una tesis encontrar las similitudes matemáticas entre la partitura de las Variaciones Goldberg y el hecho de contar ovejitas?
    ¿Es cierto, como sostienen algunos estudiosos, que la última parte de la obra está mucho peor construida que la primera debido a que J. S. Bach confiaba en que a esa altura de la obra el oyente estaría ya dormido?
    O por el contrario, como sostienen otros ¿la obra está tan bien hecha que el oyente sólo queda profundamente dormido cuando escucha la última nota?

    En fin, os parecerá mentira, pero todas estas preguntas me han hecho perder el sueño. Probaré con "las variaciones Goldberg".

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  14. Juanantonio:
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    El libro de Karoly lo tengo desde hace unos 25 años (lo regalaban con el primer fascículo de una colección de música clásica de Salvat), pero esa parte siempre se me atraganta. He estudiado música en una escuela municipal durante cinco años, y todo lo que he conseguido aprender de armonía (tampoco me explicaron más) fue lo que me acabas de contar tú... pero ahí me quedo. Es como si en matemáticas me enseñan los números naturales y las cuatro operaciones básicas, y en la clase siguiente empiezan con números complejos: no consigo ver (o mejor dicho, oír) cómo llegar de lo primero a lo segundo.
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    Y con respecto al platonismo musical, no creo que se deba a que me gusta la música, porque de hecho, las piezas musicales HORRIBLEMENTE FEAS también existen en forma platónica, y además superan en número por muchos órdenes de magnitud a las obras hermosas.

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  15. Muy bueno, buscador.
    Tengo que confesar que a mí me duerme mucho más la voz humana que el sonido del clave, así que las cantatas serían para mí un somnífero mejor (y sobre todo la Pasión según San Juan, que me parece un poco plúmbea).

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  16. Probaré con "las variaciones Goldberg".

    ... y si te falla, prueba con la melatonina. Uno o dos miligramos antes de ir a dormir, por vía sublingual, preferiblemente combinados con la misma cantidad de piridoxina (nuestra vieja conocida, la vitamina B6).

    Tendrás sueños en colores. Quizás incluso sueñes con las variaciones Goldberg.

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  17. Paréntesis: ahora sí que me cae bien la Bruni.

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  18. Por lo visto a los músicos no se les puede hacer esta pregunta porque terminan hablando de música, y el autor del libro parece querer expresar algo en términos reales de arquitectura e ingeniería, esto es, que los ingenieros se preocupan de la estructura, de la solidez de la construcción, y del proceso de ejecución, mientras que los arquitectos podrían sacrificar esos aspectos en pro de la estética. Así pues, para Beethoven lo importante es la belleza final de la pieza musical independientemente de cómo se realice (según el autor), mientras que otros músicos son muy cuidadosos en todas y cada una de las etapas de la creación artística en cuestión.
    Un saludo.

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  19. No, Dean, lo que quiero es precisamente que me respondan EN TÉRMINOS DE MÚSICA, es decir, que, en vez de usar una metáfora, me expliquen qué quiere decir eso LITERALMENTE.

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  20. Para echar mi cuarto a espadas y colaborar al (des)concierto de Jesús, intentaré decir en forma muy ratonera:
    En una música predominantemente melódica, la sucesión temporal que constituye la "narración" musical (lo digo como metáfora igualmente ratonera) recae sobre la melodía, sobre una voz o línea principal. El resto es acompañamiento, y esto no es metáfora, sino que se llama así. Si tú oyes el acompañamiento sin la melodía, le encuentras muy pocos pies y cabeza, o te suena siimplemente trivial: por ejemplo, tónica, tónica, cuarta, quinta, tónica, chimpun. En cambio, si oyes la melodía sin e acompañamiento, suena básicamente lo mismo, aunque con menos riqueza o resonanacia, o como se queira decir.

    En la música que hace hincapié en la armonía, la "narración", el desarrollo temporal de la música, es idealmente no una sucesión de notas simples, sino una sucesión de acordes: es como si le añadieras una tercera dimensión a la música, de ahí supongo la metáfora arquitectónica. Aunque la línea superior, que es la que más se oye, debe ser agradable y estar hilada coherentemente de modo melódico, el "argumento" principal del asunto está en la sucesión de acordes como tal. Por eso las notas que se añaden a la melodía para que suene mejor pero no forman parte de la estructura armónica (que es el asunto principal) se llaman "notas de paso", como puentecitos o andamios entre un pilar y el siguiente. Y por eso la voz superior sola suena bien pero pierde casi todo el interés, es corta y/o repetitiva.

    La música contrapuntística es una forma de componer música en este estilo armónico de dar predominio a la sucesión de acordes, pero con la particualridad de que todas las voces (o líneas, o instrumentos) se pueden oir horizontalmente como melodías coherentes de manera independiente.
    Esto es como rizar el rizo: tú pones a sonar cuatro melodías simultáneamente et voilá, como quien no quiere la cosa, suenan como una sucesión de acordes armónicamente integrados, interesantes, y que van desplegando una "narración" en términos de acordes y armonías, que vas oyendo porque oyes una sucesión de acordes de cuatro notas y a la vez cuatro melodías cada una a su bola. (Cuatro, o tres, o las que sean, aunque cuatro es como el número canónico, supongo que porque los acordes quedan definidos por tres notas, y así hay una más de margen para dar variedad e inventiva, sin pasar normalmente de cinco, donde la complejidad se hace inmanejable).

    A mi me parece muy fácil de entender el concepto, aunque es una música muy compleja para oirla y no perderse nada de lo que ofrece.
    Pero será como todo: yo soy incapaz de oir bien todas las "es" del inglés o del catalán, por mucho que me las repitan, y me pierdo en la M-50 inexorablmente. No se pueden tener neuronas calificadas ISO para todo.

    PS: Viva Juan Sebastian Bach, sus Preludios y Fugas y las Suites para Cello. Ahí seguirán, cuando las catedrales sean polvo.

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  21. aunque es una música muy compleja para oirla y no perderse nada de lo que ofrece.

    Es también interesante tocarla. Una pieza a dos voces se toca fácilmente, porque asignas cada voz a una mano, y precisamente, el pianista se entrena para lograr esa independencia. Cuando aumenta el número de voces, hasta cuatro, al menos en mi caso, lo que ocurre es que cada mano se "divide" mentalmente, aunque la división no es tan clara como en el caso de las manos, porque es muy frecuente que las voces de una misma mano se crucen. Por supuesto, en muchos casos resuelves la papeleta interpretando ciertos pasajes "verticalmente" (como armonía en vez de contrapunto).

    Lo bueno de esto es que la técnica te sirve luego para el rock, el blues y esas cosas, para realizar el "hocketing" con una mano durante los solos. El hocketing, en definitiva, es una variedad muy simple de contrapunto, cuya simplicidad la hace especialmente apropiada para enriquecer las improvisaciones sin quemarte demasiado el cerebro.

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  22. ¡Buaaaaa!
    Áloe: yo no OIGO los acordes; oigo QUE suenan muchas notas, pero no oigo LAS notas que suenan; soy incapaz de DISTINGUIR si está sonando un acorde o está sonando otro (aparte de cuando toco el de tónica y el de dominante APOSTA). Lo que quisiera saber es si hay algún "truco" para aprender a distinguirlo por el oído, o si me tengo que conformar con esta incapacidad.
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    Freman:
    lo de que las dos manos "se independizan" (por no decir los dedos), estoy empezando a sospechar que es un cuento como el de los reyes magos, que los que saben tocar el piano nos dicen a los niños que no sabemos (aunque las pruebas empíricas son poderosas, uuuhhmmm).
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    Supongo que no le he echado suficientes horas a lo del piano. ¿O no es sólo cuestión de horas? En mis clases lo único que me han ido diciendo es: apréndete esta pieza, y ya está; pero nunca nada que me permitiera hacerme CONSCIENTE de qué era lo que tenía que aprender, y de si lo había aprendido. Supongo que las buenas técnicas pedagógicas de la música las tiene poca gente, o que a los que íbamos a las escuelas municipales no merecía la pena enseñarnos demasiadas cosas.

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  23. Áloe:
    no te culpes, la M-50 está diseñada EX PROFESO para que nos perdamos y gastemos más gasolina.

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  24. Jesús Zamora: no sé que´decirte. Yo distingo sin pensar los acordes esenciales, como tónica, dominante, subdominante y séptima, y también si estamos en modo mayor o menor (si distingues el modo no estás tan lejos de lo otro, porque el modo menor es diferente en que la tríada del acorde tiene la nota central desplazada un semitono hacia abajo; bueno y tonalmente se diferencia tambien en otras cosas mas liosas) pero los demás tendría que pensarlos para adjudicarles un nombre, y cuando me invierten los acordes también tengo que pensarlo un poco.
    Como el oído musical en general, creo que en parte es innato y en parte fruto del entrenamiento. Puedes entrenarte, y una forma sería dar clases de acompañamiento, que es una forma de introducirse en la práctica de tocar acordes sin partitura completa delante (con cifrado o a pelo) que mantengan la lógica tonal y acostumbrar al oído a "lo que pide" la tonalidad.

    Freman, mis habilidades nunca pasaron de destrozar Invenciones a tres o cuatro voces, aunque eso ya es bastante para disfrutar el doble oyendo tocar bien. Y los últimos años he intentado aprender informalmente (con una amiga que es profesional del asunto) lo que le recomiendo a Jesús, es decir, que estoy un paso por detrás de lo que tú dices (hoy en día me falta mucha autonomía en la mano izquierda para improvisar a dos manos)
    Se pasa estupendamente, eso sí.

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  25. Jesús:

    Te están enseñando sólo a interpretar piezas sencillas, no música. Podrían hacer todo a la vez con piezas sencillas a dos voces o con acordes, pero no todo el mundo tiene tu inquietud sino que se conforma con saber interpretar algo sencillo al piano.

    Los acordes se reconocen inmediatamente: domisol, acorde de tono de do modo mayor; domibsol, tono de do modo menor. Inmediatamente oyes algo diferente, que suena "triste" en el modo menor.

    Si tocas el acorde ladomi, inmediatamente lo reconocerás como algo similar al domibsol porque tiene la misma estructura de intervalos, y si tocas lado#mi, al domibsol. Partiendo de la primera nota en semitonos es 0-4-7 y 0-3-7.

    LO decisivo en los dos modos lo puedes ver en la versión de Frère Jacques en modo menor en la sinfonía 1 Titan de Mahler con una explicación muy buena de Leonard Bernstein.

    Pero explicar más ES explicar armonía, que es lo que no te enseñan. La idea es sencilla: explicar qué sucesiones de acordes suenan "bien" y propias del estilo. Por ejemplo, que no permitan las quintas paralelas, en la música desde el barroco al siglo XIX. Un buen profesor te va explicando todo paso a paso pues no hay más diferencia que con las matemáticas pues todo se explica desde los números naturales y sus operaciones.

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  26. Y, ya puestos, ¿sabéis de algún libro con ejercicios que sea recomendable? ¿O de algo descargable en la web?

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  27. Puede resultar un tostón, pero empieza a leerlo tocando los ejemplo en el piano.

    Tratado Practico de Armonia N-Rimsky-KorsakovA ver si te interesa.

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  28. Jesús:

    Peor la arquitectura también incluye las formas musicales: los temas de la forma sonata, el desarrollo de temas y partes orquestales de los conciertos.

    La arquitectura es construir estructuras bellas combinando elementos y en la música no se trata de componer melodías bellas sino conjuntos armoniosos por su estructura.

    La música dodecafónica o la serial tienen el compromiso de no repetir estructuras. Rompen con la intuición humana que elabora la retórica sobre al base de la permanencia y el cambio. En un concierto hay unos elementos que permanecen, pero aparecen combinados en diversas estructuras que se presentan a lo largo del tiempo. Sin cambio sería aburrido. Sin permanencia sería caótico.

    LO contrario es esto:

    Anton Webern Cinco piezas 3

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  29. Debería decir

    no se trata SÓLO de componer melodías bellas

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  30. pero nunca nada que me permitiera hacerme CONSCIENTE de qué era lo que tenía que aprender, y de si lo había aprendido.

    Cuesta encontrar un buen profesor. A la gente le cuesta aprenderlo, como para después saber explicar cómo y por qué lo ha aprendido.

    aunque eso ya es bastante para disfrutar el doble oyendo tocar bien.

    Al final, de eso es de lo que se trata.

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  31. Jesús Zamora: Mi experiencia como alumna de la enseñanza tradicional de música en España es que esta era (es) bastante mala, en gran parte por lo que tú señalas, que la verdad es que pones el dedo en la llaga: no te enseñan a hacer música, ni a comprenderla, sino a adquirir, en el mejor de los casos, habilidad instrumentísitica (y por los pelos).
    He comprendido esto cuando de mayor he retomado la música con ánimo de dsfruta de ella, no de tocar Estudios de Chopin, que queda fuera de mi alcance y casi de mis intereses. Y también lo he comprendido viendo y hablando con parientes y amigos músicos profesionales. En el curriculum tipo conservatorio, que sigue siendo el que aplican muchos profesores de escuelas municipales porque ellos tampoco saben más, lo interesante: acompañamiento, formas musicales, rudimentos de armonía, tocar en grupo, tocar a primera vista o con cifrado... sólo se enseña, y a medias, en los cursos superiores, cuando llevas 7 u 8 cursos de instrumento. Lo cual es aberrante.
    Creo que, pudiendolo pagar, es mejor encontrar una escuela que enseñe música en otro plan, o un profesor adecuado. En Madrid hay escuelas excelentes.

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  32. Jo, qué tema tan interesante. Siento haber llegado tan tarde. Veo que se ha diversificado, pero yo voy a contestar a la pregunta principal. ¿Por qué Beethoven es un músico arquitectónico?
    Porque se preocupa por la forma. La coherencia de sus obras no se basa en un sólo hilo melódico, en una línea, sino en bloques, o pequeños elementos formales que le dan coherencia a todo.
    Ejemplo: piensa en el primer movimiento de la 5ª sinfonía. tatata pum. Un tresillo y una figura más larga. Cuatro notas en total. Ese sencillo motivo se repite de nuevo y sirve como "tema" a tooooooooodo el movimiento de la Sinfonía. Luego va variando de diferentes maneras, pero si la buscas siempre hallarás la relación con la célula original. Esa célula es el arco: aquello que da coherencia a todo y se repite a distintos niveles, aquello sobre lo que se sustenta todo. Pero, realmente, carece de interés "melódico" (jamás lo cantarías en la ducha). El arco, a su vez y las arquerías que forma, el motivo original y las frases que origina encajan a la perfección en una forma musical preestablecida: sonata, concerto... Muchas sonatas de Beethoven tienen motivos que unifican, incluso, varios movimientos diferentes. Este tipo de "coherencias", este interés formal, este "todo encaja", es lo que entiendo yo por arquitectura musical.
    Estoy, de hecho, bastante de acuerdo con la idea de que Beethoven carecía del don de la melodía. Quizás por ello sólo compuso una ópera... aunque también es cierto que tiene algunos lieder.
    Por lo demás, intentaré publicar en Enchufa2 algo sobre la diferencia entre Contrapunto, Homofonía, melodía acompañada y demás. Es un tema interesante.

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  33. Lo de reconocer los acordes es una cuestión complicada... Yo los principales (tónica, subdominante, superdominante, dominante o sensible), suelo reconocerlos. También puedo oír cuándo se producen modulaciones...
    En cualquier caso, te diría que probases primero con canciones de música "ligera" (pop, vaya) o música popular (clavelitos). Casi mejor, incluso, música popular. Así puedes practicar a oír exclusivamente tónicas, subdominantes y dominantes. O sacarlas con el piano, incluso.
    La tónica es el centro: si cantas "chimpón" mentalmente y te quedas a gusto, te quedas estable, probablemente estés escuchando una tónica. Es el más fácil de reconocer, desde mi punto de vista: la canción se podría acabar ahí. La dominante es el impulso, es un acorde tensivo. Si la música parase ahí, necesitarías algo más. Es la interrogación, el pero. Suele resolver en la tónica. La subdominante es la preparación de la dominante, en general, o un adorno de la tónica. No es tensiva realmente, sino que "matiza", da interés a un acorde de tónica, aporta cierto giro "elegante".

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  34. Muchas gracias, Almudena; espero tu entrada en tu blog.
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    Lo del criterio de la ducha me ha parecido muy útil (aunque, pensándolo un poco, creo que el principal motivo por el que es difícil cantar a Beethoven en la ducha es porque el cuerpo te pide llevar la batuta, y te quedas sin mano para frotar - o sea, que tiene que ver más con el ritmo que con la armonía... o no).

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  35. Tenía un profesor que decía, que podías estar seguro de estar tocando una buena melodía cuando la señora de la limpieza se ponía a cantarla desde fuera del aula.
    Mh... sin duda el ritmo es fundamental en Beethoven y en Bach (dos constructores por excelencia: se suele hablar de la triple B: Bach, Beethoven, Brahms). Y, sin duda, los momentos más melódicos, más líricos, son los que más invitan a rubatear y jugar con el tempo. Sin embargo, no consiste sólo en eso. El ritmo riguroso es un efecto colateral, quizás. Tampoco creo que la armonía sea lo principal del asunto, aunque sin una armonía interesante no puedes ser un buen arquitecto. Yo lo entiendo como una cuestión formal: componer desde la planificación y el intelecto, antes que desde el instinto, partir de motivos pequeños para dar coherencia a la obra globalmente, la armonía son los niveles, los andamios para colocar y jerarquizar estos motivos.
    Creo que si cantas la quinta de Beethoven en la ducha, te pierdes lo mejor de la obra, (esto no pasaría con una melodía de Chopin, por ejemplo, o de Rachmaninov). Estoy pensando en otra melodía de Beethoven incantable: el primer movimiento de la sonata Claro de luna. ¡Todo se construye con la mano izquierda! (con la evolución de la armonía y el arpegio de 3 notas). Otra mala melodía: el tercer movimiento de la Tempestad, es incantable: aquí, la construcción se levanta sobre un motivo de 4 notas que se repiten incansablemente, pero melodía... no hay por ningún lado.

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