De otro comentario mío en la página del Manifiesto de Maestros y Profesores.
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Antes que abordar la cuestión de la disciplina, es imprescindible reflexionar sobre los currículos. Tres cuartas partes de lo que contienen los currículos oficiales es absolutamente inútil (si aprendido bien; si aprendido malamente, como lo es por la mayoría de los que titulan en la ESO, p.ej., entonces será una proporción mayor), así que tampoco es de extrañar que los chicos (que ven a su alrededor cosas mucho más interesantes que las que les cuentan sus profesores, y que no perciben en la sociedad de fuera del aula que se imponga mucha disciplina) reaccionen de mala gana ante la perspectiva de pasarse toda la mañana, cinco días a la semana, escuchando cosas que no les interesan en absoluto.¿Cómo reaccionaría un profesor normal, si se le condenara a pasar los próximos doce años de su vida asistiendo todos los días siete horas a cursillos del CEP -o similar-? Yo, al menos, supongo que sería bastante rebelde, y pondría más interés en ligar con las compañeras que en las chorradas que me cuenta el liberado de turno.
Así que hay que empezar por hacer UNA REFLEXIÓN SERIA acerca de PARA QUÉ, EXACTAMENTE, queremos que estén los chavales de ocho y media de la mañana a cinco de la tarde (o el horario que toque). Y no hay que pensarlo, por supuesto, en función de cuáles son las asignaturas de las que tenemos profesores ahora, sino exclusivamente en función de qué es lo que interesa a los ciudadanos.
Si asumimos que una gran parte de ese horario infernal está justificado básicamente por el hecho de que los padres no tienen dónde dejar a los niños mientras ellos trabajan, tal vez resulte que sólo harían falta tres o cuatro horas al día de “estudio” (y estudiando cosas realmente importantes), y el resto se podían dedicar a actividades más “lúdicas”, y que fueran formativas en un sentido no académico, sino social, cívico, artístico, físico, emocional, etc.
Felicidades por tu post, muy bueno. No solo lo aplaudo y lo apoyo sino que creo que debe ser escuchado y por tanto lo "meneo".
ResponderEliminar.
ResponderEliminarHola Jesús.
Estoy a bordo desde hace poco; y aún no me he mareado. Será que el timonel es ducho?
Ó es que aún no navegamos por aguas procelosas? Recuerdo Escila y Caribdis de aquél ciego inmortal: Homero (como bocadillo me pregunto; qué habrá opinado Shakespeare de Homero?)
Al grano:
En este post; http://serpensador.blogspot.com/2010/03/hay-que-incentivar-la-curiosidad-por.html -- Bayo sugiere "Hay que incentivar la curiosidad por aprender e investigar de los niños" y los lectores tratamos de aportar...
¿Qué opinas de las escuelas, la educación, los profesores, el sistema, etc. etc.?
Algunos pocos sostenemos que mejor es el ejemplo y bastante Disciplina (aquella sin disciplina); y así.
Espero no distraer el tema de este post tuyo: Qué tienen que hacer los chicos en la escuela?
Respondo: Casi nada; salvo EJERCITAR HABILIDADES SOCIALES (COMPULSARLAS) EN ESE PEQUEÑO MICROCOSMOS LLAMADO AULA Y RECREO.
Los conocimientos y su transmisión; están siendo cambiados (casi arrasados) por la red virtual mundial; pues ella (la red y sus usos) está cambiando literalmente el cerebro de los navegantes; incluso de los más creciditos. Ni qué decir de l@s niñ@s.
Algunos reportes:
¿Cambia la web cómo pensamos? Por
Sharon Begley (Editora de Newsweek) http://www.newsweek.com/id/229843
La búsqueda en Internet aumenta la función cerebral. Por Rachel Champeau (UCLA) http://www.eurekalert.org/pub_releases/2008-10/uoc--usf100708.php
Y el Dr. Gary Small, en su libro "iBrain" (Octubre 2008) ya lo adelantó y reportó con estudios de laboratorio. http://drgarysmall.com/products-page/#prod_14
En suma: La escuela -si no cambia- va a desaparecer como tal.
¿Qué deben hacer los niños ahí? Casi nada. Salvo practicar y aprender habilidades para la vida. Una buena alternativa? No lo sé.
Atte. José Carlos Maguiña.
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Carlos y José Carlos:
ResponderEliminares que el barco lleva incorporada la biodramina.
Gracias por vuestros comentarios.
Antonio:
ResponderEliminardices,
no sé qué tiene que ver aquí la opinión o las emociones de los alumnos
Hombre, reconoce que ALGO tiene que ver. No por el hecho de tener 15 años, estar hasta arriba de hormonas sexuales, y ser un adolescente maleducado y respondón, uno deja de ser un ciudadano con derechos. Lo ÚNICO que estoy sugiriendo es que TAL VEZ nos estamos equivocando al pensar que el tiempo de escolarización tiene que rellenarse obligatoriamente con actividades ACADÉMICAS.
También sugeriría (lo he hecho en otros sitios, no explícitamente en este comentario) que tampoco hay razones de peso para que TODOS los chavales tengan que hacer lo mismo en la escuela. Tal vez a los que puedan "aguantar" (o disfrutar) más tiempo las actividades "académicas", estaría bien darles más de ese alimento que a los que las aguantan (o disfrutan) menos.
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La comparación entre un profesor en un curso del CEP ... y un alumno en clase no es pertinente
Sobre todo no te parece pertinente porque tú estás en la primera posición, y no en la segunda. Pero a priori, no hay TANTA diferencia como para que la comparación sí sea pertinente. Y, en efecto, hay profes que disfrutan con los cursillos, y ellos, al contrario que los niños, tienen la libertad de ir o no ir (al menos, la de no pasar doce años de 9 a 3 metidos en ellos), y también hay niños que disfrutan en el cole, o que disfrutarían si estuviera organizado de otra manera. ¡Pues que se pueda organizar de acuerdo a lo que a cada uno le hace disfrutar, o le beneficia, más!
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desde la implantación de la LOGSE se han organizado los cuerpos de profesores a tenor de lo que requería la Ley
Pues el caso es que yo sigo viendo que se siguen convocando MOGOLLÓN de plazas de profesores de griego, de latín, de francés, de filosofía, y de TODAS las asignaturas de las que los profes se quejan que "se quieren extinguir"; lo que hizo la LOGSE ha sido aumentar el número de categorías de profesionales que defenderán su nicho ecológico con uñas y dientes (informáticos, orientadores, y en FP ni te cuento...), pero no eliminar los que había.
El caso es que nadie me ha respondido a lo que dije en mi primera intervención: la aplicación del "Manifiesto" al pie de la letra (lo que es difícil, porque detalles de CÓMO hacerlo no da casi ninguno) dejaría sin función a un tercio del profesorado de secundaria: ¿qué haríamos con esos profesores SI se aplicara lo que pide el "Manifiesto"?
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la reorganización de las asignaturas en la Universidad sí depende de los profesores que se encuentren en el despacho
ResponderEliminarNo te voy a llevar la contraria en nada que critiques del estado de la universidad, que posiblemente es más calamitoso que el de la enseñanza primaria y secundaria (porque afecta a menos gente y a los que afecta no se quejan tanto). Así que lo te puedes ahorrar: ya te digo que sí a todo. Pero sabes perfectamente que nada de lo que digas sobre lo mal que está la universidad sirve para responder a lo que digo sobre la enseñanza primaria y secundaria.
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no sería factible (no hay algo concreto determinable que sea “lo que interesa ahora a los ciudadanos”
Es que partes del mismo prejuicio que combato en el vínculo que copié arriba: no tiene por qué haber UN currículo común para todos. ¡Claro que no hay "lo que interesa a TODOS los ciudadanos"!. Pero sí que hay lo que interesa a CADA ciudadano: a unos les interesan unas cosas, y a otros otras, pero a cada uno hay ALGO que le interesa. Y el sistema educativo tiene, en mi opinión, la OBLIGACIÓN de responder a los intereses de CADA ciudadano, en la medida de lo posible. Por otro lado, tampoco es tan difícil ponerse de acuerdo en unos POCOS contenidos académicos que son "fundamentales": que uno sepa leer entendiendo lo que lee, que sea capaz de comunicarse con soltura (en su idioma y en algún otro), que sea capaz de entender ciertos aspectos básicos de las matemáticas y de otras ciencias, y que sea capaz de enterarse de TODO lo demás por su cuenta si, llegado el tiempo (no necesariamente a los 14, a lo mejor a los 34) le sale de los güevos empaparse de la historia de Roma. Creo que esto también responde a lo que dices de que tampoco sería académicamente recomendable, porque no atinamos a entender que un supuesto “interés de los ciudadanos”, de existir, tenga que coincidir con algo que fuese digno de ser enseñado en un sistema público de enseñanza. Pero la cosa es que esto, bien hecho, se puede hacer en la mitad del tiempo que los niños pasan en el cole.
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Supongamos que en efecto los ciudadanos tienen un interés común por el fútbol y por las películas porno
Cuando hablo de "interés" no me refiero a los GUSTOS, sino a lo que uno (y, cuanto más pequeños, obviamente delegando en mayor medida la responsabilidad en sus padres) considera que LE CONVIENE. Fíjate, podemos llevar tu argumento justo en sentido contrario: a la mayoría le apasiona el fútbol, en buena medida, porque la sociedad que les rodea les lleva a compartir ese interés (si los demás hablan sólo de fútbol, ¿de qué vas a hablar tú con ellos?), mientras que podríamos aprovechar las muchas horas que los niños pasan en el cole para "INTERESARLES" (ahora en el sentido de "despertarles el GUSTO") por otras cosas. Pero ¿qué actividades escolares están planificadas y realizadas de tal manera que pueda justificarse que su objetivo es "despertar interés" en los alumnos? Si nos fijamos en CÓMO se hacen, más bien parecería que han sido diseñadas A PROPÓSITO para que los chicos lo aborrezcan.
Y con respecto al porno, pues efectivamente, en el tiempo que los chicos pasan en el cole se podrían hacer cosas que favorecieran el desarrollo de una actitud más saludable y reponsable frente al sexo. Insisto, de todas formas, en que manipulas lo que digo sobre lo que a los ciudadanos les INTERESA, haciendo como si lo que yo dijera fuese que habría que responder a lo que a la gente "le gusta". Al contrario, la educación (PAIDEIA) SIEMPRE ha consistido en buena medida en FORMAR LOS GUSTOS de la gente, papel que nuestro sistema "educativo" parece haber olvidado.
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a pesar de la patente falta de seriedad y vergüenza con la que se lleva a cabo
ResponderEliminarSe lleva a cabo "mal", precisamente porque seguimos pensando que, cada cosa nueva que parece importante, hay que METAMORFOSEARLA en una "asignatura", con niños escuchando lo que dice el profe. Y es ESE ESQUEMA de "clase de 45 minutos con alumnos mirando hacia la pizarra y profesor en frente" el que no tendría por qué ser el aplicable DE NUEVE A CINCO. Es decir, lo que pregunto es, ¿tan poca IMAGINACIÓN tenemos que no somos capaces de pensar en OTRA alternativa más que en que los niños estén esas horas "DANDO CLASE"?
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no me voy a poner a indicar aquí, para no cansar, la imposibilidad de determinar qué sean “los ciudadanos”, sujeto trascendental de su discurso
Yo soy un filósofo positivista, y por definición, no creo en "sujetos colectivos". Lo que existe es cada persona de carne y hueso, cada una con sus peculiaridades, gustos e intereses, cada una con su derecho a que el sistema se adapte lo mejor posible a esas peculiaridades, en vez de tener que pasar él por el lecho de Procusto
El Caso del Horario Misterioso es todavía más estupefaciente, en la secundaria.
ResponderEliminarPorque (salvo parcialmente en alguna CA), es de 8.30 a 14.15 (y algunos días, para algunos cursos, de 8.30 a 15).
¿Cómo se dan 12 asignaturas en ese horario?
¿Cómo se soporta la mañana, mes tras mes, año tras año, con un recreo de 20 minutos y otro de 10 minutos por todo descanso?
¿Cómo se presta atención y se soporta sentado y callado 6 clases diarias de 45 minutos seguidas sin parar? ¿cómo se pasa en treinta segundos, cada 45 minutos, de Historia a Mates, de Economía a Inglés, y así seis horas?
No lo pregunto por hacer de madre complaciente con sus caprichosos hijos. Lo pregunto, y me maravillo, porque yo he dado clase, y he recibido clase, para adultos, presuntamente motivados, sobre temas de actualización laboral, en cursos intensivos de 20 horas repartidos en tres días, y el tercer día ya no hay quien aguante con concentración seis u ocho horas, sin hacer un gran esfuerzo o sin tomarse descansos.
Por supuesto, yo hice el bachillerato y pasé lo mío en ese aspecto de aburrimiento y esfuerzo en concentrarse y estarse quieta tanto tiempo (y luego en la Universidad y otros sitios). Pero, yo tenía horario partido con dos horas para comer, clases de una hora que lógicamente se quedaban en 45 o 50 minutos con el cambio de hora generoso que había, y solo tenía que preocuparme de seis asignaturas, las dos o tres marías eran para relajarse un poco. Además había "horas libres" intercaladas en el horario.
De que los padres tengamos muchas horas a los nenes en el cole para malvadamente poder trabajar, nones. A partir de los doce años tienen que tener su llave colgando del cuello y volver a casa solos, porque no existen las jornadas de 9 a 2, salvo que seas profesor.
Pero, por supuesto, los horarios escolares no deben ser los que nos convengan a las familias: deben ser los que convengan a los profesores, que así tienen su jornada laboral concentrada y sus equis horas de trabajo jibarizadas a 40 minutos.
Gracias a que la naturaleza es sabia y nos da mucho aguante cuando somos jóvenes: así, los adolescentes pueden sobrevivir a la caza del león, los rituales de iniciación con cuchillos y tatuajes, los ayunos en el desierto y la secundaria española.
Hola Jesús,
ResponderEliminarlo que planteas no tiene fácil respuesta. Así de entrada diría que el currículo no tiene por qué conectar con los intereses de los alumnos por la sencilla razón de que los alumnos no tienen por qué saber cuáles son sus verdaderos intereses. De hecho, uno de los objetivos de la escuela debería ser ampliar los horizontes de los chicos. Vamos, que a lo mejor no les interesa el jazz porque sólo conocen la música de Camela pero si conocieran y aprendieran a disfrutar del jazz quizás sus vidas se enriquecerían. Así, por analogía, sería un error “camelizarlo” todo porque les privaríamos de un montón de experiencias que de otro modo no tendrían. Una cosa es conectar con los conocimientos previos y las experiencias de los alumnos como recurso pedagógico y otra es condenarlos a repetir sus propias experiencias una y otra vez. Claro, que quizás el drama es precisamente ese, que dados los estímulos que ofrece la calle, la escuela realmente lo que hace es empobrecer y no al revés. En cualquier caso, lo cierto es que paradójicamente la escuela es uno de los ámbitos con mayor inercia y resistencia al cambio (la escuela en el lugar donde a chicos del siglo XXI tratan de enseñales profesores del siglo XX usando métodos del siglo XIX – la frase no es mía, la escuché una vez y me gustó). Pienso por ejemplo en la asignatura de tecnología que por lo que me cuentan se ha convertido en una especie de clase de manualidades cuando la idea original es que fuera una clase de ciencia práctica. La clave supongo que está en la formación del profesorado quizás más que en el propio currículo. Con un poquito menos de corporativismo (es absurdo inventar asignaturas para colocar a los profesores), menos inercia (también es absurdo dar clase con los mismos métodos que usaron nuestros profesores) y más entusiasmo (nadie que no tuviera vocación se debería dedicar a la enseñanza) nos iría mejor. Pero del dicho al hecho...
Y respecto a la utilidad de los saberes, remito a un artículo de Javier Marías que en su día me pareció muy interesante.
http://javiermarias.es/wordpressblog/index.php/2009/11/29/la-zona-fantasma-29-de-noviembre-de-2009-esos-saberes-irrelevantes/
Cristina: claro que "los alumnos no tienen por qué saber cuáles son sus verdaderos intereses" (aunque esto no nos debe servir de excusa para tener en cuenta que algunos sí que saben ALGO sobre el tema), pero para eso estamos los adultos, para FORMAR sus intereses (y sus gustos, como decía en otra respuesta), y para ser demostrar que somos más SABIOS que ellos y que podemos organizar el "tiempo de escuela" de manera que les convierta en ciudadanos más felices (en el sentido aristotélico).
ResponderEliminar.
Así que si mi entrada puede llevar a concluir que no estoy de acuerdo con lo que propones después, me he debido de explicar muy mal.
Gracias, Carlos
ResponderEliminarEl Caso del Horario Misterioso es todavía más estupefaciente de lo que dices, en la secundaria.
ResponderEliminarPorque (salvo parcialmente en alguna CA), es de 8.30 a 14.15 (y algunos días, para algunos cursos, de 8.30 a 15; de 9 a 5 nada, salvo en la concertada).
¿Cómo se dan 12 asignaturas en ese horario?
¿Cómo se soporta la mañana, mes tras mes, año tras año, con un recreo de 20 minutos y otro de 10 minutos por todo descanso?
¿Cómo se presta atención y se soporta sentado y callado 6 clases diarias de 45 minutos seguidas sin parar? ¿Cómo se pasa en treinta segundos, cada 45 minutos, de Historia a Mates, de Economía a Inglés, y así seis veces sin descansar?
No lo pregunto por hacer de madre complaciente con sus caprichosos hijos. Lo pregunto, y me maravillo, porque yo he dado clase, y he recibido clase, para adultos, presuntamente motivados, sobre temas de actualización laboral, en cursos intensivos de 24 horas repartidas en tres o cuatro días, y el tercer día ya no hay quien aguante con concentración seis u ocho horas, sin hacer un gran esfuerzo o sin tomarse descansos.
Por supuesto, yo hice el bachillerato y pasé lo mío en ese aspecto de aburrimiento y esfuerzo en concentrarse y estarse quieta tanto tiempo (y luego en la Universidad y otros sitios). Pero…, yo tenía horario partido con dos horas para comer, clases de una hora que lógicamente se quedaban en unos 50 minutos con el consiguiente cambio de hora generoso de un cuartito de hora, y solo tenía que preocuparme de seis asignaturas, las dos o tres marías adicionales eran para relajarse un poco. Además había "horas libres" intercaladas en el horario, casi todos los días. Concepto ahora desconocido para los alumnos.
De que los padres tengamos muchas horas a los nenes en el cole para malvadamente poder trabajar, nasti de plasti: A partir de los doce años tienen que tener su llave colgando del cuello y volver a casa solos, porque no existen las jornadas de 9 a 2, salvo que seas profesor.
Pero, por supuesto, los horarios escolares no deben ser los que nos convengan a las familias: deben ser los que convengan a los profesores, que así tienen su jornada laboral concentrada y sus equis horas de trabajo jibarizadas a 40 minutos.
Gracias a que la naturaleza es sabia y nos da mucho aguante cuando somos jóvenes: así, los adolescentes pueden sobrevivir a la caza del león, los rituales de iniciación con cuchillos y tatuajes, los ayunos en el desierto y la secundaria española.
Glups.
ResponderEliminarCreía que no había salido mi comentario y lo volví a mandar, y ahora está repe. Sorry
Como de cada 100 horas de clase solo se aprovechan 10, tengamos a los chicos 10 horas en clase y el resto en otras cosas.
ResponderEliminar¡Ojalá las cosas funcionaran así! Pero mucho me temo que para aprovechar 10 horas hacen falta esas otras 90. Si ponemos 10 horas, sólo se aprovechará una (bueno, tal vez 2, pero no mucho más).
El símil con meter a un adulto a hacer lo mismo es poco esclarecedor. El coste de oportunidad (evaluando cada uno el suyo) es mucho menor cuanto más joven se es. Lo mismo con los seminarios para adultos. La concentración en las clases de primaria es muy poca, y solo es alta en momentos puntuales. En el bachillerato es un poco más. Esto es cierto en cualquier método docente, bueno o malo.
Así que en la escuela tienen que hacer lo de toda la vida. Lo que se hacía antes de inventar los libros, las enciclopedias y los cuadernos y lo que harán después de inventar los superordenadores portátiles con internet galáctico. Convivir, aprender y perder mucho tiempo. Después de todo, en casi cualquier actividad que hacemos perdemos mucho tiempo.
Pero mucho me temo que para aprovechar 10 horas hacen falta esas otras 90.
ResponderEliminarEs casi seguro que tengas razón. Lo jodido es que es muy difícil, o imposible, verificarlo sin cagarla.
My two cents: cualquier arreglo del sistema "desde dentro" es muy peligroso. El problema del sistema educativo español no lo produce el propio sistema educativo, sino la economía y la sociedad con la que se conecta uno de sus extremos.
Es muy tentador pensar que se puede arreglar el desastre partiendo de la escuela. Quien tiene un martillo, ve clavos en todas partes. Y las roscas deben creerse la parte más importante de un ordenador.
Estoy en desacuerdo, Freman: los problemas peores del sistema educativo español los produce el propio sistema educativo.
ResponderEliminarLos peores son la mala y escasa formación del profesorado, y la inexistente evaluación de su desempeño y de incentivos en consecuencia con éste. El complejo de rentista hidalgo que tiene el funcionariado en general, acrecentado en este caso porque los profesores tienen que tratar con los hijos de la plebe (que van a regañadientes y no están mentalizados para ser alumnos buenos de enseñanzas inútiles y pesadísimas) y servir teóricamente a sus familias, y no se hicieron licenciados y funcionarios para eso. Por dios.
Y, desde luego, el paternalismo, autoritarismo e ignorancia de los burócratas y políticos de los que depende el propio sistema educativo. Al menos en su legislación y organización.
En cuanto al resto de la sociedad, no ha incendiado las consejerías de educación todavía porque su propia educación fue igual de mala o peor, o inexistente, por lo que le resulta difícil comparar lo que hay con lo que debiera de haber. Y porque somos súbditos dóciles y aguantamos carros y carretas, en un centro de enseñanza como en cualquier ventanilla o como respecto a la clase política y a los corruptos.
José Luis:
ResponderEliminares que no propongo que se dé el 10 % de lo que se da ahora en cada asignatura. Más bien estoy pensando en algo así como dejar la lengua y las matemáticas (incluso aumentando el número de horas que se les dedican; eso sí, cambiando bastante de la forma como se "enseñan" en general), y sustituir todo lo demás por algo COMPLETAMENTE distinto (es decir, algo que no CONSISTIERA en "actividades académicas en forma de clase").
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Freman: estoy deseando leer tus alternativas.
No las tengo: no siempre el diagnóstico implica el tratamiento. E incluso es posible que no tenga razón, y que mi opinión sea cosa de la única neurona marxista-harrista-marvinista que aún sobrevive en mi cráneo.
ResponderEliminarCreo que se pueden ver las cosas de otra manera.
ResponderEliminarLos que tenemos más de 40 años somos, en general, bastante competentes en lengua (al menos escribimos sin faltas de ortografía) y, algunos, también en matemáticas.
Nosotros estudiamos en aulas con hasta 40 alumnos, y sin otros medios que la clase magistral y el libro de texto. Ahora hay la mitad de alumnos por clase, laboratorios y bibliotecas en muchos colegios. Pero los resultados son peores, a juzgar por las quejas.
¿Era mejor el sistema educativo antiguo? ¿Eran mejores los maestros? Yo diría que no. Por lo tanto, la causa del fracaso debe estar en algo externo al colegio. Y no se solucionará con sistemas "más modernos".
Desde luego, no se solucionará reduciendo los contenidos obligatorios. Con eso sólo se esconde el problema bajo la alfombra. Estoy de acuerdo con que para que se aprovechen 10 horas hacen falta las otras 90.
Sobre todo, no estoy de acuerdo con lo que dice Jesús Zamora, que es dejar sólo matemáticas y lengua. Si dice esto, será porque piensa que son las asignaturas más importantes, y que la clase es una forma eficaz de aprender. Pero no se puede estudiar matemáticas y lengua "en el vacío". Para aprender a leer y a escribir es necesario aprender también literatura, historia, geografía e historia natural. Y si no se aprende también física y química resulta mucho más difícil aprender algo tan abstracto como las matemáticas. ¿Confiamos todo eso a las actividades "que no son clases"?
Epicuro: no digo que no se APRENDA biología, historia, música, etc. Lo que digo es que NO SE DÉ "CLASE" de esas cosas (al menos en primaria y tal vez parte de la ESO), sino otro tipo de actividades.
ResponderEliminarPor lo tanto, la causa del fracaso debe estar en algo externo al colegio.
ResponderEliminarYa somos dos...
Sin embargo, de verme obligado a inventar una solución "desde dentro", la verdad es que sentiría simpatía por las recetas simplificadoras, como las de JZ.
Le puedo incluso buscar una justificación liberal a una simplificación de contenidos. Pero reconozco que no creo que sea tan sencillo cambiar las tornas.
Jesús Zamora:
ResponderEliminarEso lo había entendido. Lo que yo quería decir es esto: si crees que son necesarias clases para aprender lengua y matemáticas ¿por qué piensas que para lo demás no?
Alguien podría decir que son precisamente estas cosas "abstractas" las que más cuesta enseñar directamente, y las clases deberían limitarse a las materias concretas, por ejemplo las que antes dije. Lo abstracto se deduciría a partir de ellas.
Yo no digo ni una cosa ni otra. Creo que las dos cosas hay que enseñarlas. Las clases han funcionado en el pasado. Los otros sistemas están por probar.
Freman:
Claro que se puede buscar una justificación liberal a la simplificación de contenidos, y a cualquier otra cosa. Incluso puede buscarse (creo que de hecho se encontró) una justificación liberal a la esclavitud.
Encuentro más difícil encontrar una justificación racional para ese retroceso. La única que se me ocurre es que la mente de los niños no puede asimilar tantas materias, pero, salvo que la especie haya degenerado en los últimos 50 años, está claro que es falsa.
Lo que sí puede discutirse es una actualización de los contenidos: quizá algunas materias que se explican sean innecesarias (si no nos preocupa convertir a Wikipedia en un oráculo) y faltan otras que pueden ser más útiles (no todas son modernas; si se enseñara retórica a todos, como hace siglos, sería mucho más difícil que se dejaran engañar por los políticos... y quizá por eso no se enseña).
Y luego, lo que creo que es lo principal: los incentivos para estudiar. Parece mentira que nadie lo haya dicho, pero el problema principal es que los alumnos no tienen motivos para esforzarse, y aprender cuesta. El suspenso no tiene consecuencias negativas, el sobresaliente no tiene consecuencias positivas, ni en el colegio ni en casa. En esas condiciones no hay nada que hacer.
Al contrario, Epicuro: lo "concreto" (p.ej., en qué año se descubrió América, cuáles son las partes del estómago de los rumiantes) es sencillísimo de aprender sin ayuda, sólo si la cosa se organiza de tal modo que a uno le entren (por el motivo que sea) ganas de aprenderlo. P.ej., pueden hacerse "concursos" de historia, geografía, y ciencias naturales, y dejar que los chicos busquen la información por su cuenta.
ResponderEliminarEn cambio, con respecto a lo "abstracto", la verdad es que sólo una minúscula minoría de gente (bastante genial, generalmente) es capaz de "abstraerlo" ella solita sin ayuda de nadie a partir de los "casos concretos". (Yo, desde luego, sería incapaz de "abstraer" las reglas para hacer una división, p.ej.). Eso sí que requiere que a uno se lo expliquen, y machacarlo con ejercicios.
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Por cierto, las clases "han funcionado en el pasado" muy relativamente (gran parte de la población, incluso la que iba a clase, NO aprendía), y porque se daban ciertas condiciones sociales y culturales que ahora no se dan.
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Lo de que "hace siglos se enseñaba retórica A TODOS" demuestra que, o bien ignoras que hace siglos (y no tanto) el 90 % de la gente no recibía NINGUNA educación académica de ningún tipo, o bien te parece que sólo merece la pena seguir enseñando a los que menos lo necesitan. Por otro lado, a la vista de la historia, no parece que el haber estudiado retórica y latín haya permitido que la gente de los siglos pasados se liberase de tiranías y viviera gracias a esos conocimientos en democracias chanchipiruli.
Incluso puede buscarse (creo que de hecho se encontró
ResponderEliminar:) Of course! (para eso, y para tomar Somalia como modelo). Lo que quería decir, sin embargo, es que la medida no tendría un sesgo ideológico específico, y que sería aceptable para muchos.
Por cierto, los romanos pudieron conquistar medio mundo conocido precisamente porque no tenían que perder tiempo estudiando latín como segundo idioma.
Quizá tengas razón con lo de que las cosas abstractas hay que estudiarlas... no sé.
ResponderEliminarEvidentemente me refería con lo de la retórica a todos los que estudiaban, que eran una minoría. Y, a la vista de la historia, quizá nadie se habría liberado de la tiranía de no ser por algunos filósofos y políticos que, claro que sí, estudiaron retórica. Todos los imperios europeos (después del romano) fueron creados por gente que estudió latín como segundo idioma. Ahora que no se estudia no tenemos imperios.
Me quedo con lo que dices de que las clases funcionaban antes porque se daban unas condiciones sociales y culturales que ahora no se dan. Es precisamente lo que pienso: las condiciones sociales y culturales de ahora no facilitan que los niños, en general, aprendan. Ni con clases a la antigua ni de ninguna otra manera más moderna.
Para aprender se necesita motivación, porque aprender cuesta esfuerzo. Para los niños de primaria la motivación tiene que ser inmediata: premios y castigos, además de hacer la actividad de aprender tan grata como sea posible (aunque esto último no suele ser suficiente). Lo malo es que ya no se puede castigar a los niños, porque los traumas, y tampoco se los puede premiar, ya que les dan todo lo que quieren en el momento en que lo piden, porque si no los frustras.
Cuando ya son mayores, puede haber una motivación a largo plazo: que se den cuenta de que estudiar les facilita un mejor futuro. Pero tampoco, porque los modelos actuales en España son Belén Estéban y los futbolistas de primera división. Una carrera universitaria con máster y todo sólo ofrece la posibilidad de un sueldo mileurista, y eso si tienes suerte.
Epicuro
ResponderEliminarTodos los imperios europeos (después del romano) fueron creados por gente que estudió latín como segundo idioma. Ahora que no se estudia no tenemos imperios
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Ahí le has dado. Lo que tenemos que hacer es volver a los tiempos de Felipe III, la reina Victoria de Inglaterra o Luis XIV de Francia. Vámonos por ahí a conquistar el mundo, y olvidémonos de mezquindades como la democracia, la libertad de expresión, y la igualdad de oportunidades (y menos para los pobrecitos indios y negros, que esos ya nos deben agradecer bastante nuestra política imperial, como para encima reclamar otras cosas).
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las condiciones sociales y culturales de ahora no facilitan que los niños, en general, aprendan. Ni con clases a la antigua ni de ninguna otra manera más moderna
¿Con CUÁNTAS "maneras" se ha probado, además de con la de tenerlos encerrados en clase con un profesor contando coñazos?
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Para aprender se necesita motivación, porque aprender cuesta esfuerzo.
TOTALMENTE DE ACUERDO. Lo que pasa es que para estar motivado hace falta que se perciban con claridad los beneficios de obtener aquello a lo que vas a dedicar el esfuerzo. Ni la escuela, ni la sociedad en general, son muy eficaces en CONVENCER a los alumnos de que merece la pena estar motivado en el cole. ¿Se te ocurre alguna forma de conseguirlo, que no sea la de ECHAR de la escuela a los que no se motivan solos?
Jesús:
ResponderEliminarNo se mucho de pedagogía, pero creo que ha habido muchas experiencias de "enseñanza moderna". Y no me consta que hayan dado resultados espectaculares.
Si hubiera que echar de la escuela a los que no se motivan solos, las escuelas se quedarían casi vacías. Ya he dicho las formas que se me ocurren de motivar a los demás: castigar a los que suspenden o molestan y premiar a los que desempeñan bien. Tampoco estaría mal que los científicos ganaran más que los futbolistas, pero eso es más difícil.
Epicuro:
ResponderEliminartodas las reformas educativas que se han llevado a la práctica y de las que yo he tenido noticia han consistido en cambiar algunos detalles de las CLASES (desde mezclar a chicos y chicas, hasta introducir nuevas asignaturas, o introducir la evaluación continua), pero lo que yo estoy proponiendo, creo que no se ha llevado a la práctica nunca (tal vez con buen juicio).
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Sobre tus formas de "motivar", pues veo que se reducen a la disciplina del suspenso (que no me parece mal: ya he dicho en otros lugares que una de las cosas peores de nuestro sistema educativo es que "se aprueba al que no sabe"), pero estoy intentado pedir a la gente que se esfuerce las meninges un poquito más, ya que vemos que la perspectiva de quedarse sin el título de la ESO deja a un 30 % de los alumnos (sobre todo varones) tan fríos como un mármol en cuanto a motivación para aprobar.
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Y sobre el sueldo de los científicos y los futbolistas, pues te veo muy desinformado. El sueldo MEDIO de los científicos en el mundo (y en España en particular) es MÁS ALTO que el sueldo MEDIO de los futbolistas (la inmensa mayoría de los cuales no cobran nada, o casi nada). El sueldo PERCIBIDO A LO LARGO DE LA VIDA de los científicos "estrella" es seguramente del mismo orden de magnitud que el sueldo percibido a lo largo de la vida por los futbolistas estrella (que concentran sus sueldazos en un período de quince años como mucho).
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Y lo peor de todo: ¿por qué debe ser "el científico" el IDEAL ÚNICO Y ABSOLUTO sobre el que centrar el éxito de un niño tras su paso por la escuela? La sociedad no necesita TANTOS científicos (aunque necesita MUCHOS), y no podemos diseñar el sistema educativo de tal manera que el que no lo termine habiendo alcanzado la capacidad de convertirse en un científico, lo consideraremos "un pequeño fracasado".
A los niños que pueden convertirse en científicos, hay que darles la oportunidad de que lo consigan, pero también hay que pensar en QUÉ VENTAJAS SACA UNO DE SU PASO POR LA ESCUELA si lo que pretendemos es que la sociedad esté formada por cientos de miles de vendedores, de técnicos, de empresarios, de deportistas, de músicos, de conductores, de oficinistas, de limpiadores, de azafatos, etc., etc., etc.
Creo que precisamente uno de los males de la educación (siempre) ha sido el instinto latente de los profesores en que lo MEJOR en que podía CONVERTIRSE un alumno era en algo lo más parecido posible al profesor.
Jesús:
ResponderEliminarVeo que aquí siguió el tema, y Aloe menciona algo que debatíamos en tu otra entrada: la de los profesores funcionarios como hidalgos rentistas.
Vaya la nota aclaratoria de que yo había mencionado que la educación en España viene lastrada por el modelo social tardomedieval de nobles y nobleza baja e hidalgos, que debían acudir con sus armas y sus caballos a la llamada del rey a la guerra y que tenían las rentas de sus tierras para financiarse. Y que, mientras no había guerra, a cazar y a leer libros de caballerías.
Como en España los amos de ese modelo social impidieron todas las renovaciones posibles y, entre otras, las que llevaron a la ciencia moderna (imaginemos a Descartes y a Espinosa pasados por la batidora de la Inquisición), nuestro país no sale de ese modelo hasta anteayer y a nadie le parece conveniente crear empresas, mejorar las máquinas para la industria y todo lo demás.
Pues, al hilo de eso, decía que los profesores se comportan como esos rentistas sin guerra. Aloe lo sintetizaba en una muy buena frase: los profes que creen que ganaron su sueldo en las oposiciones y no cada día de trabajo. Un catedrático de universidad decía que tres votos en un tribunal dan derecho a treinta años de vacaciones. Y así ha sido en muchos casos.
Bueno, al grano. Hemos disfrutado un modelo productivo desde la entrada en la UE con grandes subidas de sueldo para trabajadores de la construcción y de las industrias, con respecto a los anteriores y a los de trabajadores especializados y titulados medios y superiores. Eso ha hecho que muchos chavales hayan ido a trabajar sin apenas estudios y que a todos les haya parecido una pérdida de tiempo ir a los institutos.
Por otro lado, como se ha difundido la idea de que la formación profesional es para perdedores, para inútiles en el estudio, y se requeteinflan los curriculums y los horarios, los que creen que están perdiendo el tiempo, de hecho ESTÁN perdiendo MUCHO tiempo.
Los profesores se encuentran con que los alumnos no vienen con inmensas ganas de aprender y de soportar incluso los malos métodos y escasas dotes para enseñar de algunos de sus colegas, y que, en definitiva, no hay ambiente.
Pero también es cierto que si la disciplina huele a algo antidemocrático y hay auténticos bandoleros obligados a ESTAR en los institutos y campando por los pasillos y patios de los centros de barrios "poco selectos", el ambiente, si lo hay, es PENOSO.
¿No habrá que reconsiderar los curriculums, la disciplina, los itinerarios, el estímulo de la iniciativa profesional y empresarial? Ayer en Antena 3 entrevistaban a un chico que trabajaba buscando agujeros de seguridad informática. ¿No se pone a esos casos como ejemplo?
De todos modos, hay gente que tiene malas cartas y que las juega peor, con el mejor de los sistemas. Y eso también hay que preverlo y prevenirlo.
Excelente post, y es un tema muy serio para reflexionar, no es ninguna tontería. En Alemania existen hace ya mucho tiempo diferentes tipos de escuelas oficiales donde los niños apenas tienen asignaturas, sino que la mayor parte de las horas las pasan "trabajando" habilidades psicomotrices y el desarrollo en sociedad (es decir, activo, no pasivo sentado en una silla escuchando a un profesor).
ResponderEliminarNo sé si tienes contacto con la llamada "crianza natural", que tiene mucho que ver con todo esto y mucho más (verdadera promoción de la lactancia materna, el apego, horas con los padres, educación sin castigo, etc., para lo que hace falta políticas sociales que lo incentiven, como permisos por maternidad largos y sufragados por el Estado, algo que en los países nórdicos o Alemania se toman muy en serio).
Un cordial saludo.
Muchas gracias, Bonino.
ResponderEliminarLo que no me gusta es el nombre "crianza NATURAL": nada que haga el hombre es natural, o todo lo es.
con la llamada "crianza natural"
ResponderEliminar¿Verdadero contacto con las enfermedades "naturales" de la infancia? ¿Sarampión sin vacunas, que ya sabemos que son un negocio de las multinacionales imperialistas? ¿Supervivencia del más apto, etc, etc?
Estoy de acuerdo con lo que dices, Jesús, pero el nombre viene ya de viejo y cambiar algo así de repente es más bien difícil... En todo caso creo que tampoco está tan mal viendo lo de moda que está el dejar a nuestros cachorros llorar solos por la noche para que "aprendan a dormir", a dejarles en guarderías lejos de la seguridad de sus madres (y de sus pechos, el mejor alimento -más que un alimento, en realidad- que existe y que aún no ha podido ser sustituido), etc. Choca bastante contra nuestra naturaleza mamífera y lo que sabemos sobre estas cuestiones y sobre nosotros mismos.
ResponderEliminarFreman, la "crianza natural" no entra en esas cuestiones, la historia va de otra cosa, puedes buscar información googleando muy rápidamente. Digo porque tiene pinta de que puedes estar a punto de incurrir en un "hombre de paja".
Un cordial saludo.
la "crianza natural" no entra en esas cuestiones, la historia va de otra cosa
ResponderEliminarEs decir, es una tontería, ma non troppo. Porque, o nos estamos guiando ahora mismo por nuestra "naturaleza mamífera"... o se trata de algún tipo de regreso a algún tipo de raíces. Esto es, la típica oposición culture/nature. Todos somos mamíferos, aunque algunos vayan más mamados que otros.
viendo lo de moda que está el dejar a nuestros cachorros llorar solos por la noche para que "aprendan a dormir"
ResponderEliminarDe entrada, no creo que en nuestra etapa mamífera importase mucho que un churumbel perdiese las cuerdas vocales chillando... excepto cuando había un oso pardo rondando la cueva. Pero entonces no creo que acunasen al bebé y tal: más bien, apostaría a que le taparían las vías respiratorias. ¿Eso también sería, entonces, "crianza natural"?
Los bebés lloran si tienen hambre, sed, frío o calor, como puedes imaginar, y estas son buenas razones para estar atentos a su llanto. Pero también si tienen miedo al sentirse solos, como un mecanismo de defensa: si el bebé no llora se puede perder en el bosque (o donde sea), y estará más indefenso frente a los depredadores o ante la posibilidad de que la madre no pueda encontrarle y acabe pereciendo. Son también buenas razones para estar atentos y calmar ese tipo de llanto, que produce un exceso de estrés en los bebés (y en las madres, por supuesto). Busca información sobre el tema del lloro y la producción de oxitocina y el estrés en bebés, si quieres más datos.
ResponderEliminarLo de la posición culture/nature no lo he entendido en este contexto. Tampoco tu frase "es decir, una tontería" respondiendo a la mía que citas. Así enunciada es un "non sequitur", pero no sé si quieres decir alguna cosa que no explicas en la misma.
Un saludo.
En todo caso, y por situarnos, ¿qué discutes exactamente? Porque mi impresión (que puede estar equivocada, por supuesto) es que discutes sobre la impresión que te produce el nombre, y no sobre los contenidos de la "crianza natural". Entiendo perfectamente que el nombre pueda producir rechazo de entrada en gente racionalista y positivista, pero si indagas en los contenidos verás que se basan precisamente en esos principios.
ResponderEliminarUn saludo.
Manuel Bonino:
ResponderEliminarParece que está de moda zurrar al método Estivill de "duérmete niño".
La respuesta que dan algunos psicólogos infantiles es que el niño necesita sentirse acompañado y que se le niega a base de dejarle que se desgañite llorando hasta que se da cuenta de que todo lloro es inútil.
No creo que la historia va de eso.
Se trata de que el niño sepa que sus padres ESTÁN AHÍ a pesar de que tarden un minuto, luego dos etcétera en llegar.
Para eso se va aumentando el tiempo.
No sé si se ha leído el libro, yo sí, y va de mucho más que eso. En el libro este señor afirma que si un bebé de seis meses llora, lo hace para engañarnos. Incluso hasta el extremo de afirmar que si vomita, no le pasa nada, que se lo sabe provocar. ¿Imagina algo más peligroso que esas afirmaciones?
ResponderEliminarY el caso es que el bebé lo que ve es que necesita a sus padres, y ellos entran y le dicen que no pasa nada (y cada vez tardan más en entrar hasta acabar dejándole solo porque cae agotado), que duerma tranquilo, mientras el bebé sigue llorando. Intente imaginar a un bebé llorando por hambre o sed (los bebés necesitan alimentación por la noche, como todos los padres hemos podido comprobar), frío, calor, miedo o enfermedad, y ve a sus padres diciéndole cosas que no entiende mientras le dejan llorar sin atender sus necesidades más básicas (entre las que se incluye algo tan sencillo como sentir el contacto físico, que es también fundamental en su desarrollo intelectual y emocional). El niño sólo aprende que cuando llora los padres no le hacen caso, y finalmente, al cabo de unos días, deja de llorar por las noches rendido ante la evidencia. Puro conductismo llevado al extremo con bebés olvidando sus necesidades básicas.
Eso es sencillamente un disparate, como puede comprender. Le puedo traer citas literales del libro tan tremebundas como las que le digo y más, si quiere comprobar lo que digo y no lo tiene.
Un cordial saludo.
Algunas citas del libro de este señor:
ResponderEliminarA partir de los 6-7 meses, todos los niños deberían ser capaces de:
.Acostarse sin llorar y con alegría.
.Conciliar el sueño por sí mismos.
.Dormir entre 11 y 12 horas de un tirón.1
.Hacerlo en su cuna y sin luz.
¿Un bebé de seis meses ser capaz de todo eso? ¿Por qué? ¿De dónde lo saca? ¿Qué estudios avalan esas afirmaciones tan extraordinarias y que van contra cuanto sabemos?
quien entre en su habitación se quedará a una distancia prudencial de la cuna (para que no se le agarre) o lo volverá a meter en ella o en la cama, si es que
ha salido
¿No tocar al bebé? ¿Y cómo saber si tiene fiebre, hambre o sed? ¿Qué disparate es ese?
Todo ello lo tranquilizará, le dará la seguridad que tanto necesita y, finalmente, logrará conciliar el sueño. Nos parece oír vuestra pregunta: «¿Cuánto tardará en dormirse?» A algunos niños les
cuesta más que a otros captar el mensaje, pero lo habitual es que como máximo tarden 2 horas.
¿Les dará seguridad? No parece que un bebé que cae dormido agotado tras haber estado llorando dos largas horas (que para ellos son más largas que para nosotros) duerma seguro, sino precisamente lo contrario: no le han tranquilizado y se duerme agotado por el enorme esfuerzo y estrés.
Es frecuente que un niño, en medio de su llanto y a fin de lograr una «reacción» de los adultos, vomite. Los niños saben (aprenden) a provocarse el vómito y, aunque no lo haya hecho nunca, puede que lo haga cuando le estéis enseñando a
dormir. Por lo tanto, no os preocupéis.
¿"Enseñar a dormir"? Guau, millones de años de evolución para que nos enseñen a dormir. Creo que quiere decir otra cosa, pero prefiere no hacerlo. Por otra parte, ¿cómo se puede decir eso? ¿Qué irresponsabilidad tan enorme y disparate tan grande es ese de decirle a sus padres que si su bebé vomita es porque se lo provoca para engañarles?
A los niños se les debe dar agua durante el día, pero desde el momento en que han terminado su cena, no debe ofrecérseles más.
Lo mismo vale para el hambre: si come bien durante el día y su curva de peso es la adecuada, a partir de los 6 o 7 meses no debería necesitar alimentarse en medio de la noche
Contra todo lo que sabemos, nuevamente afirmaciones disparatadas y gratuitas. ¿De dónde saca todas estas tonterías tan peligrosas?
Hay más, pero creo que con esto tenemos una idea.
Un cordial saludo.
Manuel Bonino:
ResponderEliminarTraiga las citas porque no tengo el libro. Sólo familiares que lo han aplicado.
Lo difícil es interpretar la conducta en términos psicológicos y eso nos llevaría al debate entre conductismo y psicologismo.
Es razonable creer que el llanto es una señal que dispara la alarma de los padres, sobre todo de la madre que tiene que amamantar al niño. Es muy difícil no atender a un niño que llora y las madres dicen que lo que sienten es algo tan instintivo que no conocían esa faceta suya ni la imaginaban antes de tener el niño.
Pero usted también puede imaginar que la conducta del niño puede acabar siendo caprichosa o inadaptada. Por ejemplo, que el niño llore aunque usted lo tenga en brazos toda la noche o que llore en cuanto usted lo deja, salvo que esté dormido.
Así que tiene que haber algún proceso educativo por el que el niño aprenda a modular su conducta y no sufra un supuesto abandono atroz porque usted se ha ido un momento.
Posiblemente las madres en otras épocas y culturas llevaban al niño consigo las 24 horas del día, pero aún así, debe haber algún momento en que el niño aprenda que no está solo.
Usted dice que se deja al niño llorar. Yo entendí por las explicaciones que me dieron que se calma al niño y que cuando deja de llorar uno se va, sólo que a la segunda se tarda un poco más en ir, se va, se le calma y así aumentando el tiempo de espera se consigue que el niño no sienta ansiedad al verse solo sino que aprenda que sus padres están cerca.
Los psicólogos -y una buena dosis de sentido común- argumentan que el niño necesita interacción con los adultos, que necesita algún adulto de referencia y que si le falta desarrolla problemas afectivos para toda su vida. Pero que el niño es capaz de chantajear lo sabe cualquier madre o cualquiera que haya contemplado de lejos una llorera. Si usted corre a atender cualquier demanda del niño a la menor llantina, se convierte en manipulado y lo convierte en manipulador.
Me gustaría conocer sus opiniones. No tengo niños, pero es interesante de todos modos.
Ahora veo las citas.
ResponderEliminarEn cuanto tenga un ratito le comento.
Efectivamente, los niños a partir de los 3 años (más o menos, como siempre dependerá del niño, cada uno se desarrolla a diferente "velocidad") aprenden a emplear métodos para conseguir sus objetivos. Pero si sus objetivos son estar con los padres es porque realmente lo necesitan. Colmar ese objetivo por la noche no es muy difícil: el niño puede dormir con los padres, y así se colma esa necesidad, que no es ninguna tontería si el niño la pide. Y no hay que preocuparse, ellos solos querrán irse a su propia cama tarde o temprano, y entonces serán los padres quienes les echen de menos ;-)
ResponderEliminarLa cuestión es que esto son técnicas agresivas de manipulación de la conducta que ignoran la naturaleza humana, sus necesidades más básicas en momentos muy cruciales de su desarrollo y que pueden afectar (diferentes estudios apuntan en esa dirección) su desarrollo de diferentes maneras: desde ralentizarlo hasta alterarlo por completo. Bueno, no es sólo que la ignoren, es que se basa sobre premisas completamente falsas.
Un cordial saludo.
que ignoran la naturaleza humana
ResponderEliminarCada vez que escucho hablar de "la naturaleza humana", me entran ganas de sacar la pistola... pero me contengo y opto por la risa.
No hay comodín más sobado y mal definido, y que se utilice para justificar casi cualquier cosa.
Creo que no hace falta sacar pistolas, y que es fácilmente entendible viendo el contexto, que me refiero a cuestiones como que los bebés necesitan el contacto físico con sus padres (lo cual incluye el pecho de su madre el cual es, además, no sólo el mejor alimento que conocemos para ellos, sino su principal fuente para protegerse de enfermedades), la seguridad que les da el mismo y su simple presencia, y que el dejarles llorar simplemente genera estrés y agotamiento físico y nervioso. Todo ello forma parte de nuestra naturaleza, producto de millones de años de evolución que nos confieren una serie de características que convendría no ignorar. Forma parte también de nuestra naturaleza la necesidad de respirar e ingerir alimentos para sobrevivir. Pero espero que si se usa esta expresión no entren también ganas de sacar pistolas.
ResponderEliminarSi se quieren buscar los tres pies al gato ignorando el contexto de una expresión en una discusión llevada, además, en un blog, siempre será fácil recurrir a esos recursos para ignorar todo lo demás que se está diciendo. Pero esto es lo que se suele entender como "quedarse mirando el dedo".
Un saludo.
Manuel Bonino:
ResponderEliminarNo tengo ningún inconveniente con le concepto de naturaleza humana siempre que se entienda que es la del ser humano individual y que puede ser variable de unos a otros.
Teniendo esto en cuenta podemos imaginar que la naturaleza de la mayoría de nosotros es el resultado de cómo hemos vivido en los millones de años de evolución, de los cuales sólo unos pocos en condiciones "modernas". Y podemos imaginar que los humanos se cobijaban en sitios pequeños, las madres con sus niños lactantes. No tan claro que los padres o los adultos compartieran espacios, como se ve en pueblos de culturas similares a las primitivas.
Así que es posible que el niño lactante, o en edad de serlo, exija lo que le reclaman sus genes de conducta. Pero creo que todos los seres humanos tenemos la capacidad de modular nuestro comportamiento por el ambiente y que el niño se puede adaptar a que quien le cuida va dejando de estar en todo momento en contacto físico con él.
Además, la vida de los padres también tiene su instinto y si el niño va a estar a lado de una pareja en acto sexual o que se mueve en la cama y puede asfixiarlo, me parece molesto o peligroso.
Los niños duermen a esas edades un montón de horas en las que pueden estar en sus cunas sin que la madre les toque a cada instante. Otra cosa es que se les quiera llevar a una habitación diferente y no tener que hacerles caso en toda la noche porque en esa circunstancia hay que preguntarse si se puede y se debe compatibilizar la vida laboral con la familiar.
De todos modos tenemos la tendencia a poner nuestras interpretaciones en lugar de los hechos. ¿Realmente el niño necesita todo el rato tener a su madre en contacto con él? ¿O su instinto tiene que ver con el calor, con las texturas, con los olores? Por ejemplo, la interpretación de que el pequeño macaco quiere amor cuando lo que abraza es una madre de felpa se acaba desmontando en que el amor es un tacto peludo y caliente.
Quizá todo es cuestión de edades y como usted dice, se puede dejar que los niños pidan lo que necesitan y se vayan desarrollando según su programa "naturaleza del niño Pepito", pero si vamos a esperar a los tres años para que los niños dejen a sus padres a solas en su cama, más de una pareja va a protestar.
Por supuesto que los humanos nos adaptamos a todo. Hay niños que siguen viviendo y desarrollan vidas más o menos normales incluso tras pasar guerras, hambrunas o incluso torturas y vejaciones. Pero que eso sea posible no quiere decir que lo permitamos porque sabemos que no es lo más apropiado, creo. ¿No es mejor que ellos solos vayan madurando mientras se acrecienta su seguridad y confianza sintiendo la protección familiar mientras lo necesiten?
ResponderEliminarSalvo casos extremos, como que hayas bebido alcohol o tomado drogas, si tomas las mismas precauciones que tomas con una cuna (mirar el tipo de colchón empleado, que las sábanas no le tapen la cabeza, etc.), las condiciones son mejores en aquella que en esta. Y no sólo se reducen los riesgos de padecer el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, sino cualquier problema o complicación que pudiera surgir (como, precisamente, que se enrede en una sábana) y del que los padres no pudieran ser conscientes al estar separado.
Y sí, el bebé necesita el contacto físico de sus padres y por eso lo demanda llorando. Mire el método Estivill, por poner un ejemplo rápido: le ponen un osito (sí, los padres tienen que decirle al bebé que el osito va a estar con él y que no le pasará nada mientras el niño llora) y a pesar de eso sigue llorando. Si no se tranquiliza ese lloro le produce estrés y agotamiento, que no son precisamente beneficiosos para su salud, sino más bien al contrario, además de que no estarás colmando sus necesidades, de cualquier tipo. ¿Por qué hacerle eso a un bebé? ¿De dónde salen todas esas afirmaciones de Estivill para construir un proceso de modificación de conducta enormemente agresivo?
Y no entiendo por qué las parejas protestarían porque sus niños duerman con ellos, sinceramente, si no les han dicho previamente que eso es malo (afirmación que va contra toda la información que tenemos, insisto). Y aún en el caso de que no sea su opción preferida, ¿acaso no es lo mejor para el bebé, e incluso otras opciones pueden ser contraproducentes? En todo caso, hay opciones, como pegar la cuna a la cama por un lado al que se le hayan retirado los barrotes, y varias más. La cuestión sigue siendo que no es sólo que sea la mejor opción, sino que las otras acarrean cargar ciertos riesgos. La de Estivill, directamente, es atacar al bebé, es agredirle aislándole y haciendo caso omiso de sus necesidades incluso en casos extremos, con un método construido sobre afirmaciones rotundamente falsas.
Pongamos otro ejemplo: ¿veríamos normal que unos padres encerraran durante el día a su bebé en una habitación con pan y agua, sin importarles que lloren? Digamos que al principio van tras diez minutos a decirles que no pasa nada. Luego tras veinte minutos, y así hasta que los niños se callen y dejen de llorar. La excusa, el motivo, dicen, es para que aprendan a estar solos, sin necesitar a los padres.
¿Parece cruel? Pues el método Estivill hace eso pero por las noches, a oscuras, y sin llevarles ni pan ni agua, sin dejarles tocar al bebé y sin comprobar que están enfermos. Eso, se ha convertido en normal. Y es un completo disparate, siento decirlo.
Un cordial saludo.
Manuel Bonino:
ResponderEliminarClaro. No se trata de forjar psicópatas incapaces de amar. Parece que los niños de hospicios que han sido alimentados, lavados, vestidos, pero a los que nadie ha dado cariño, acaban con graves carencias emocionales si no son capaces de reconstruir su afectividad de alguna manera.
No se trata de dejar que el niño se agote llorando, pero es que recién nacido el niño llora en cuanto tiene una molestia porque sólo sus padres pueden solucionársela. Pero hay un momento en que tiene que ir a la escuela.
Ya sabe el chiste de la madre que dice a su hijo que tiene que ir a la escuela por tres razones: una, porque es su deber; dos, porque tiene 45 años y tres, porque es el director.
Seguramente algo antes el niño tiene que aprender a separarse de sus padres no sólo cuando va a infantil.
Yo también creo que el niño debe ser atendido como prioridad, pero no hasta el punto de que le condicionemos comportamientos de chantaje: si no quiere dormir o prefiere jugar y pide agua, comer, el tren, un cuento... y son las tres.
Y no entiendo por qué las parejas protestarían porque sus niños duerman con ellos
ResponderEliminarHombre... un día está bien, pero como costumbre, sin comentarios...
Bueno, pero aquí ya comenzamos con otros niveles y otras cuestiones. Lo que espero es haber mostrado por qué lo que dice Estivill es completamente disparatado, antes de seguir adelante.
ResponderEliminarEn países como Noruega o Suecia, la educación obligatoria no comienza hasta los siete años, lo hacen bien porque son conscientes de estas cuestiones. Tienen tiempo de sobra para que el niño adquiera esa independencia sin necesidad de forzarle como se pretende por aquí en demasiadas ocasiones (tampoco nos lo ponen fácil, que digamos). Pero es importante que los niños sean quienes vayan tomando esas decisiones por su cuenta a medida que se van sintiendo preparados. Ellos solos saben hacerlo si se han sentido arropados y han recibido cuanto necesitan.
Y sí, a veces los niños se acuestan tarde. Como nosotros. Si uno quiere que los niños adquieran hábitos más o menos rutinarios, también los adultos tienen que tenerlos. Si se observan en casa con normalidad, salvo que haya casos muy específicos, los niños harán lo mismo por su cuenta. Si no lo hacen, es probable que sea porque observan lo mismo en casa. En una minoría será por cuestiones más particulares. Y para casos específicos sólo puedo recomendar los libros de Rosa Jové, una especialista que trata estos temas con rigor y bastante amenidad, lo cual es de agradecer tras los de señores como Estivill.
Un cordial saludo.
Estimado señor Bonino, la frustración forma parte inherente e inevitable de la vida. La cuestión será determinar qué grado de frustración es tolerable para un niño y qué grado ya es perjudicial. Conozco a infinidad de personas adultas, perfectamente normales, que, cuando eran niños, lloraron y lloraron hasta quedarse agotados y dormidos. No porque sus padres fueran malos padres. Ellos, los varones, estaban gran parte del día en el campo, detrás de una mula. Ellas, las madres, simplemente no podían atender a su numerosa prole, pues se lo impedía sus muchas obligaciones domésticas: lavar a mano, fregar, ir por leña, ir por agua, hacer la comida… Era materialmente imposible atender el llanto de un bebé, incluso aunque la demanda fuera por cosas importantes, como hambre o sed. Usted dirá, y con razón, que esto no es lo ideal, y que, a ser posible, debe evitarse. Sí, pero también hay que saber evitar en extremos inversos. Le pongo algún ejemplo. Tengo dos amigos médicos que forman matrimonio. Tienen dos hijos, uno de cuatro y el otro de dos años. Cuando era bebé el primero, mi amiga no le quitaba ojo de encima. Literalmente hablando. Era incapaz de levantar la mirada del crío más allá de 20 segundos. El niño creció con la mirada de su madre permanentemente encima, a tal punto de que, cuando ésta le faltaba, el niño rompía a llorar con gran desconsuelo. Pero ella, lógicamente, tenía que hacer cosas que le impedían mantener esta permanente atención. Un día (o muchos días), agotada por no poder estar en todas partes, le dijo a su marido: “Yo no sé cómo hay mujeres que tienen más de dos hijos, o hijos gemelos”. Su marido, que no es precisamente el padre de piedra, le contestó: “Pues pueden tenerlos porque no se ponen de los nervios como tú cuando lloran por cualquier cosa. Porque no están mirándolos cada momento.” Hoy, esos niños son incapaces de jugar solos. Si hay un padre presente, lloran y lloran hasta que juega con ellos durante mucho tiempo. Todos los días gastan como una hora en acostarlos, leyéndoles cuentos hasta que les vence el sueño. Sus padres reconocen que viven esclavos de sus dos hijos.
ResponderEliminarRecuerdo una escena entre una madre y un niño de no más de dos años. El niño tiró un papel al suelo en una tienda. La madre le pidió que cogiera el papel. El niño se negó. La madre insistió, sin vocear, sin usar ninguna fuerza física. El niño que no. La madre que sí. Pasaron largos minutos de berreos y más berreos. La madre se mostró firme. Tras ese tiempo, el crío se agachó y cogió el papel. Obviamente, el niño, tras su largo berrido también había pasado por un momento de estrés y, al fin, de agotamiento. ¿Debió la madre cogerle el papel después de ver que el crío no lo quería coger?
Madre juez. Padre banquero. Una hija. La niña es incapaz de dormirse sola. Los padres están desesperados. Cuando hablé con ellos, me dijeron que cuando intentaban dejar a su niña dormir sola, la cría berreaba como si la estuvieran matando. Así que acudían a ella para que no se traumatizara. Esa cría tiene hoy ocho años. Sigue llorando como si la mataran cuando la dejan sola para dormir. Sus padres acaban cediendo.
Hay una cosa clara, señor Bonino, antes o después los padres deberán dejar que su hijo pequeño duerma solo. Sea antes o sea después, el niño va a llorar con desesperación, y acabará durmiéndose tras un llanto agotador. En tal caso –y siempre es así- uno puede decir: “vaya, pues si llora es porque la naturaleza lo ha preparado para que llore. Por tanto, no debe ser bueno que llore.” Pues, de acuerdo, acúdase a consolar a ese niño, pero cuidado con que ese niño llegue a los 40 años, como en el chiste de Sursum Corda.
Los seres humanos somos seres sociales (salvo los psicópatas y otros sujetos con taras cerebrales). Eso significa que un bebé, normalmente, va a acostumbrarse de mil amores a la presencia de su madre. Y que cuando ésta falte, el pequeño llorará amargamente. Pero ese llanto no indica, en principio, nada alarmante. Una cosa es que el crío sufra el terrible fenómeno llamado “hospitalismo”, y otra que se vaya a traumatizar por el hecho de que su madre no esté mirándolo y haciéndole carantoñas todo el día. La idea de que “si llora es por algo”, es cierta, pero trivial. Claro que llora porque echa de menos a su progenitor, y seguirá llorando y llorando mientras éste no le enseñe a soportar y superar solo su miedo o ansiedad. Es falso que cuando el niño va creciendo deja de pedir la presencia de su padre. No es así. O el padre corta poco a poco con el lazo de dependencia establecido con el hijo o el hijo crecerá siendo un niño dependiente. Quizá no todos, y no todos en la misma medida, pero dependiente en general.
ResponderEliminarLo que demanda un bebé o un niño pequeño no es siempre lo más adecuado para él. Si le das cosas dulces a un niño pequeño, rara vez las rechazará. Si le das alimentos grasientos y muy calóricos, los engullirá encantado. Normalmente comen mejor el bollo que la verdura. Si caemos en el error de creer que la demanda del niño es “sabia” o adecuada porque es natural, lo que obtenemos es un niño gordo gordísimo. De hecho, eso es lo que hoy tenemos: niños gordos gordísimos. Los terceros más gordos del mundo. Igualmente, la naturaleza humana hace que los alimentos muy calóricos y grasientos estén muy ricos al paladar. Sin embargo, no es bueno dejarse llevar en exceso por esa tendencia natural. Si a un niño se le acostumbra a comer chucherías y bollos de contino, los comerá con deleite. El día que se lo niegues, te montará una escena de lloros y berreos de aquí te espero. Su gusto natural le pide ese tipo de alimento. Y llora por naturaleza cuando una demanda no es satisfecha. ¿Qué ha de hacerse entonces? ¿Darle ese bollo para que no se traumatice? Análogamente, si a un niño lo acostumbras a la presencia continua de la madre, romperá a llorar como un condenado cuando ella falte. ¿Qué debe hacerse entonces? ¿Acudir a él para que no se traumatice?
Obviamente, cuando hablamos de bebés, los padres deben atender casi cualquier demanda. Pero antes o después llegará el momento en que el niño tendrá que aprender a quedarse solo. Ese momento será frustrante, sin duda, pero no traumatizante. No algo que la misma naturaleza no esté preparada para superar.
Cordiales saludos.
Hay mucho niño cabrón, efectivamente
ResponderEliminarHay mucho niño cabrón, efectivamente
ResponderEliminarMe temo que hablamos de cuestiones diferentes, estimado anónimo, o que al menos las estamos mezclando: yo por ahora me estoy refiriendo a las afirmaciones del señor Stivill, que no sé de dónde las saca para construir luego su "técnica". Yo exigiría que, antes que dejar a un bebé de seis meses solo llorando, sin comida ni bebida durante 11 horas seguidas, afirmando que si vomita es normal, que no puede tener hambre ni sed, que no se le debe tocar bajo ningún concepto y toda esa larga lista de afirmaciones, se me dijera de dónde salen. Porque contradicen abiertamente cuanto sabemos de estos temas, desde la cuestión del sueño hasta la del hambre, pasando por lo que sabemos en cómo puede afectar el exceso de cortisol producido por el llanto en su desarrollo neuronal y emocional, durante tantas horas seguidas a tan temprana edad. Por eso ponía el ejemplo contrario, haciéndolo durante el día con la afirmación (también gratuita y falsa, por reducción al absurdo) de que los bebés de seis meses deben ser capaces de estar 11 horas seguidas sin los padres, solos en una habitación, sin comida ni bebida, durante el día, con el fin de que aprendan a ser independientes. Creo que en lo que se refiere a este punto estamos de acuerdo por lo que comenta de que, efectivamente, hay que atender casi cualquier demanda de los bebés.
ResponderEliminarEso por una parte, que es a lo que me he referido hasta el momento y en lo que creo que estamos de acuerdo. No he hablado de la gestión de las llamadas rabietas, que es capítulo aparte y sobre las que cada padre debe reflexionar hasta qué punto y cómo puede ser flexible o inflexible. Ahí podemos entrar en tema de recomendaciones sobre formas de afrontarlas, pero efectivamente, tan dañina puede ser la sobreprotección y la permisividad absoluta como el castigo físico y el grito como forma de solución de conflictos. En esto estamos completamente de acuerdo también, pero insisto en que no he entrado a discutir este punto, sino que me estoy limitando a las afirmaciones de Estivill porque ha sido sacado a colación. Digo, por aclarar posibles confusiones.
Y efectivamente, sabemos que no todos los deseos del niño son buenos. El ejemplo que trae es bueno, muy bueno y es uno de los que pongo muchas veces cuando discuto sobre estos temas. Vuelvo a decir que el problema que se da es cuando se construye nuestra forma de educar al niño sobre premisas como las que da Estivill, que pueden ser incluso muy contraproducentes. Precisamente por no tener ningún rigor en la afirmación de las mismas.
Y si un niño ve colmadas sus necesidades, con unos padres que al mismo tiempo van fomentando su independencia, respetando sus espacios y sus particularidades, pero sabiendo también jugar con los límites, todos los niños acaban reclamando dicha independencia, más tarde o más temprano acorde se vayan satisfaciendo sus necesidades de protección y cariño. ¿O alguien conoce a a adolescentes que duerman en la cama de sus padres y se los lleven de marcha con sus amigos? Al contrario, se irán yendo precisamente con la autoestima alta, sin sentirse forzados en ningún momento a hacerlo, y serán los padres quienes les acaben echando de menos. Hasta cierto punto :-p
Un cordial saludo.
Estimado Bonino, muy probablemente lleve usted razón en sus observaciones sobre el libro de Estivil. Con seguridad he interpretado mal su argumentación. He creído que quizá fuera usted un defensor de la sobreprotección y la permisividad, las cuales, como usted sabe, son hoy abundantes y predominantes en nuestros hogares (sin que ello signifique que no haya terribles casos de abandono y negligencia paternos. Más de los que creemos). Bien entendido esto, creo que concordamos en lo principal. No obstante, tenga usted en cuenta que, si bien es cierto que no hay adolescentes que pidan dormir con sus padres, sí es cierto que hay niños de 4, 6 y 8 años que lo demandan, precisamente porque sus padres no han sabido cortar ciertos lazos a tiempo. Y, por otro lado, la dependencia emocional de un chaval adolescente no se manifiesta, ciertamente, a través de una demanda de dormir acompañado de sus padres, pero sí de otras muchas maneras. Sé de casos en que, por ejemplo, un "niño" de 18 años acude a la universidad acompañado de su madre para hacer la matrícula. Sé, por supuesto, que son casos extremosos, pero no crea usted que tan infrecuentes como cabría pensar. O de chavales que se muestran muy rebeldes con sus padres y muy a disgustos con ellos pero que no tienen la menor intención de abandonar el nido, ni siquiera cuando alcanzan la mayoría de edad y mucho más.
ResponderEliminarEn cualquier caso, disculpe mi errónea interpretación de sus argumentos.
Un cordial saludo.
Perdón por la confusión de nombres. Soy Raus, el anónimo de antes. Así nos entenderemos mejor.
ResponderEliminarHay mucho niño cabrón, efectivamente
ResponderEliminarSí, son adorables, pero mirándolos objetivamente, son maquinillas que consumen alimentos y los transforman eficientemente en mierda. Eso sí, llevan tus genes... en una buena parte de los casos. Y pretenden llevarse el 100% de tu atención a cambio del 50% o menos de la suya (inversión parental), en detrimento de tu vida y de la de sus potenciales hermanos.
Pero es muy fácil, sobre todo para el padre varón primerizo, volverse neurótico respecto a las necesidades de un hijo. Sobre todo, si la que cambia pañales y se despierta por las madrugadas es mamá.
Efectivamente, hay padres que confunden el "no obligar a los hijos", con "hacerles todo". En esos casos no se está fomentando la independencia ni se está respetando el desarrollo normal del niño y por eso surgen esos problemas. Pero no es por darles demasiado cariño, si no por no haberles enseñado a hacer cosas por su cuenta y por querer hacérselo todo los padres. Si no se ha hecho nada parecido, si se le presta la debida atención durante el día (es decir, pasar muchas horas con él animándole a probar, jugando), el niño acaba yéndose por su cuenta. De hecho, acaba exigiendo su propio espacio.
ResponderEliminarMe temo que es el único punto en el que estamos en desacuerdo: si los padres pasan el día fuera trabajando y, cuando llegan agotados a casa, juegan media horita con él (o una hora, o incluso sólo dos horas) y luego le ponen unos dibujos animados, ese niño no ha recibido la atención necesaria, y la busca durmiendo con los padres, queriendo por la noche al menos ese contacto físico tan necesario para él, su tranquilizadora presencia que ha echado de menos durante muchísimas horas. Los niños necesitan pasar horas diarias con los padres para colmar esas necesidades y llegar al momento en que han tenido suficiente y quieren probar a hacer las cosas por su cuenta.
Un cordial saludo.
Yo creo que los que no han criado hijos deberían ser prudentes diciendo a los demás cómo se hace.
ResponderEliminarY los que han tenido suerte con sus niños (porque han dormido siempre bien, comido con apetito, sacado buenas notas y sido tranquilitos y obedientes) harían bien es ser prudentes a la hora de mirar por encima del hombro a los demás cuyos hijos han sido más tocapelotas y han dado más trabajo.
YO me he dado cuenta porque me han tocado de ambos tipos.
Y otra cosa, Freman: Criar hijos tiene beneficios colaterales que no tienes en cuenta. Uno es que descubres tesoros de paciencia insospechados en tu interior, aunque antes hayas sido muy intolerante con la tonteria humana. Otro es que aprendes a negociar a cara de perro pero con buena voluntad.
Y el principal es que se te quitan muchos melindres, muchos caprichos y muchas manías.
En resumen: criar hijos es lo que le educa a uno mismo como adulto y le saca definitivamente de la adolescencia.
Sale caro, sí. Pero es que una buena educación es tan cara...
Aloe, aunque imagino que no va por mí, me gustaría aclararlo: no miro por encima del hombro a nadie, y soy consciente de que muchos padres han hecho cosas como estas porque realmente piensan que es lo mejor para sus hijos. Creo sinceramente que se equivocan, que les han engañado, y las razones ya las he dado. Por eso en cuanto alguien nombra a Estivill salto, porque me gustaría prevenir sobre lo que este hombre dice a padres desprevenidos, mostrar el escaso, por no decir nulo rigor de sus premisas, y por tanto el error que supone llevar a cabo sus planteamientos. Existen formas mucho mejores de afrontar problemas si se tienen casos en los que la situación se vuelve difícil. Yo me he equivocado también en cosas que he ido descubriendo con el tiempo y tras muchísimas lecturas (y me equivocaré en muchas más aún, lo sé). Y bueno, esto es así, nadie dijo nunca que sería fácil ni que lo haríamos todo bien :-)
ResponderEliminarY también por si acaso, aunque creo que tampoco va por mí: mi caso no ha sido de los fáciles, precisamente. Mi bebé ha sido lo que se suele denominar "bebé de alta demanda", y ha sido muy, muy duro en muchísimas ocasiones. Pero tuve la suerte de obtener documentación que me evitó caer en las "técnicas" de gente como Estivill. También sé que habrá cosas sobre las que no encontraré documentación o la encontraré tarde, y lo intento asumir de antemano (sé que será duro cuando lo descubra). No me arrepiento en absoluto de los esfuerzos que nos ha costado lo que hemos hecho. Porque además (y aquí salta el inevitable orgullo de padre ;-)) los resultados por lo pronto me parecen estupendos :-)
Un cordial saludo.
Por cierto, muy de acuerdo con lo que le dice a Freman.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Manuel Bonino (y los demás):
ResponderEliminarSegún he leído, los niños duermen mejor o concilian el sueño mejor con ruido que en soledad. Si esto es verdad -que no lo sé pero me parece verosímil por la cosa de los niños tranquilitos en su cueva con el clan frente al niño que se queda solo que y atención y ayuda- la receta no consiste en aislarlos para que duerman pues lloran cuando se despiertan y se encuentran sin el ruido de "adultos cerca, tranquilo tío".
No soy un defensor del método Estivill porque sólo conozco el libro a través de quienes de mi familia lo han aplicado, y no creo que hayan sido tan torturabebés como lo que dices de Estivill. Lo que saqué en conclusión hablando del tema es que se trataba de enseñar al niño que el adulto está cerca aunque no lo sienta en el momento de despertarse. Y para eso se le atiende, pero cada vez con intervalos más largos de espera. Si de lo que se tratase es de que el niño llore, se desgañite, se desespere y se calle de una vez, de entrada no se va y, mira, que llore hasta que se seque.
Mi interpretación fue ésa y creo que la de mis familiares era ésa también. Se trata de que el niño no se habitúe a pedir y a llorar si no se le satisface en la primera décima de segundo. Modulación de la ansiedad.
Me ha gustado lo que dice Raus sobre estar sin quitar ojo a los niños. Eso se traslada al resto de la vida: neuróticos si el niño tiene algo de fiebre, si no tiene mil juguetes, si llora, si protesta porque no se le deja saltar encima de los sillones de los amigos que visitan los padres (probablemente por última vez...)
ResponderEliminarEl problema se convierte en un círculo vicioso: se tiene un solo hijo porque se le da tanta atención que no es posible seguir ese ritmo con dos o tres, uno se vuelca con él porque es la única opción y le da todo, todo, todo.
Criar hijos tiene beneficios colaterales que no tienes en cuenta
ResponderEliminarAloe: te sorprenderá, pero los conozco. Eso sí, me he evitado lo de las madrugadas despierto ;) Por eso me cuido mucho de hablar por las madres.
se tiene un solo hijo porque se le da tanta atención
ResponderEliminarThat's my point.
(y suele ser un síntoma neurótico)
Freman:
ResponderEliminar"suele ser un síntoma neurótico"
Es lamentable pero hay gente que tiene hijos como si tuviera mascotas y gente que tiene mascotas como si tuviera hijos. O que los considera soluciones para problemas de pareja y los niños pagan lo que no es suyo...
Sursum Corda, la ventaja es que nos podemos ahorrar interpretaciones sobre lo que quiere decir Estivill porque podemos leerle literalmente: dice que los bebés de seis meses tienen que dormir 11 horas seguidas por la noche sin comer ni beber, que no se les debe tocar bajo ningún concepto durante ese tiempo, que lloran para manipularnos (no porque tengan sed, hambre, frío, calor, fiebre, miedo, necesidad de contacto físico...) que si vomitan lo hacen porque se lo provocan para manipularnos, que después de estar dos horas seguidas llorando al final se duermen porque se han quedado tranquilos y relajados...
ResponderEliminarTodo eso no es interpretación, es lo que dice. Y es una locura: tanto sus premisas, como la forma de actuar, como la explicación de por qué se quedan dormidos, del resultado de aplicar su método.
Un cordial saludo.
Increíble... estoy de acuerdo en algo con Aloe (23 de marzo de 2010 21:10).
ResponderEliminarEstimado señor Bonino, sí, es cierto, en eso no estamos de acuerdo. Es evidente que los padres deben ser muy afectuosos con sus hijos. No debe faltar el cariño ni el afecto. No sé si esto lo debo recalcar. Sí, pero eso de jugar horas y horas con el niño para que satisfaga su deseo de contacto… uf, eso ya no me convence mucho. Quizá usted lleve razón, pero yo tengo las siguientes experiencias (no me voy a lecturas de libros, porque sé que los hay para todos los gustos y disgustos):
ResponderEliminar1. Mis padres muy rara vez jugaron conmigo, ni con mi hermano. Digo rara vez por ser prudente. No recuerdo que jugaran nunca. Quizá sí de muy muy pequeños. Cuando les pregunto a ellos, a mis padrs, me dicen que nunca. Pero nosotros no crecimos con carencias emocionales. Ni los reclamamos para dormir por la noche. Nuestros padres siempre nos han querido y nosotros a ellos.
2. Me consta que los padres “de antes” (de la generación de mis padres, que ya son muy ancianos) no jugaban con sus hijos. Si lo hicieron, no fue durante horas y horas. Los padres de hoy están ausentes por cuestiones de trabajo, pero las madres de antes tampoco podían jugar con sus hijos, precisamente también por el mucho trabajo y los muchos niños a quienes atender (pero no en el juego). Literalmente hablando: no podían. Los padres tampoco. Venían cansados del trabajo y, muchos, mal comidos, y no estaban para juegos. Eso no quiere decir que alguno de ellos no jugara ocasionalmente. Pero no era la regla ni podía serlo.
3. Por lo que observo en amigos y conocidos: cuanto más juega un padre con su hijo pequeño, más necesita éste de la presencia de aquél para conciliar el sueño y demás actividades. ¿Por qué? porque se ha hecho más dependiente de la presencia del progenitor. Mis amigos médicos se tiran horas y horas jugando con sus críos de dos y cuatro años todos los días. Pero cuando llega la noche no están saturados de papás. Demandan su presencia con ahínco. Uno de ellos, el mayor, cuando se despierta a media noche, corre a dormir a la cama de sus padres. Esto pasa con todos los amigos que tengo. Yo diría que esa presencia paterna es adictiva para el niño. Cuanto más la tienen, más la necesitan. De hecho, a estos amigos no se les puede hacer visitas por la tarde, porque me dicen que tienen que jugar con los niños porque son muy “absorbentes”. Hay que esperar a que los acuesten.
4. A uno de mis amigos le dije que la mayor parte del caso que les prestan a sus hijos es contraproducente. Resignado me dijo: “No sabes hasta qué punto llevas razón. Cuando vamos de viaje, se tiran todo el rato diciéndonos: “no nos hacéis caso, no nos hacéis caso”. Es muy pesado”. Este amigo también se tira largas horas jugando con los niños por la tarde.
5. Y otro amigo (es que todos pecan de lo mismo). Hace unos días se iban a de viaje a Murcia. Me despido de ellos y me dice la madre: “Esto es lo que le tienes que regalar a tu chica”. Se estaba refiriendo a una televisión u ordenador acoplado al asiento del copiloto que los niños pueden ver mientras viajan. “Así –añadió la madre- se acaba el follón, hazme caso”.
En fin, no veo que los hechos avalen la teoría de que a más presencia lúdica del padre menor dependencia por la noche (o por el día). Lo veo justo al contrario, señor Bonino. Estoy de acuerdo con el amigo Sursum Corda: lo que veo en los padres, en general, es mucha histeria: por los juguetes, por el cumpleaños, por organizarle el tiempo libre… ¿Cuándo se ha visto que los padres planifiquen las actividades con los hijos para que no se aburran? Me parece insólito. A los niños de mi generación nos bastaban cuatro indios o una pelota para jugar horas y horas solos o acompañados de otros niños. Y jamás nos aburríamos por no jugar con nuestros padres.
Un cordial saludo.
Raus.
Raus, tendría que saber de muchos factores (de qué edades estamos hablando, por ejemplo, o hasta qué punto los padres fomentan la independencia de esos niños y no se los cargan por completo a sus espaldas, que por lo que dice parece ser el caso) para poder situar el debate sobre casos concretos. También tengo la tentación de darle la vuelta a la tortilla, pero me reservaré eso por ahora.
ResponderEliminarYo asisto a grupos de crianza natural, y ahí no veo esos problemas que menciona, por ejemplo, en niños de edades entre los seis meses y los cinco años. Los niños juegan solos y con sus padres (los más pequeños), y los más grandes juegan entre ellos. Los niños más pequeños quieren dormir con sus padres, sí, como todos los niños, pero nadie ve eso como un problema (¿por qué es un problema?) y se hace con normalidad. Los niños más grandes ya no quieren dormir con sus padres y estos dicen que les echan de menos, y todos comentan siempre el momento en el que el niño les dice que quiere su propia cama y su propio cuarto.
Sobre el tema de "las madres de antes" también habría mucho que ver y muchos datos a tener en cuenta: ¿de qué zonas hablamos? ¿de qué sector socio-económico? ¿eran las mejores condiciones, con todo? Antes las madres, por ejemplo, daban el pecho hasta bastante tarde, cosa que se ha perdido mucho en la actualidad aunque afortunadamente se vuelve a recuperar paulatinamente (no sólo es el mejor alimento que conocemos para ellos, también es salud física -se traspasan anticuerpos- y emocional, y además otorga también a la madre múltiples beneficios, la evolución es lo que tiene). Pues bien, dar el pecho inhibe la ovulación hasta que el cuerpo decide que ya puede volverse a procrear, y las madres antes tenían los niños con más separación entre ellos que ahora, con lo cual cuando llegaba el nuevo hijo ya el anterior tenía la suficiente independencia como para poder dejar de necesitar dedicarse a él por completo. Al mismo tiempo las madres conformaban pequeñas comunidades en las cuales entre todas cuidaban a los niños, y a la vez esos niños se entretenían entre ellos, por lo que sentían a la madre siempre cerca pero a su vez podían jugar libremente. Por tanto los niños sí que estaban con su familia, a veces en entornos muy parecidos a lo que podría definirse casi como "tribu", y tenían lo que necesitaban respecto al juego. En ese ámbito (en otros, ya sabemos que no: educación, alimentación, sanidad) estaban cubiertos.
Un cordial saludo.
A mi me molesta cuando se dice que "los niños son así o asá" o "los padres se equivocan en esto o aquello".
ResponderEliminarLos niños son diferentes unos de otros, y los padres también. Eso para empezar. Un buen pediatra se distingue (creo yo) entre otras cosas porque pregunta cosas para saber como es TU niño, ese que tiene delante, en lugar de mirar el manual.
Y al libro de Estivill parece pasarle lo mismo: va de dogmas y de manual infalible, y eso no existe. Me parece buena idea acostumbrar a los niños a que se duerman solos en la medida de lo posible, pero sin dogmas: por ejemplo, hay niños más hambrientos que no perdonan la toma de la madrugada hasta los nueve o diez meses (me tocó uno) y otros que duermen como cestos desde los cinco (me tocó otro).
Hay épocas de pesadillas y miedos, de celos y desconfianza porque hay un hermanito, de enfermedades infantiles y sus convalecencias, y en esas épocas un niño pequeño demanda más atención y tiene más dificultad en dormir solo. Hay que ser flexible con ello.
Hay niños que se acostumbran mal porque sus padres no siguen una rutina de horario, y yo con lo de la rutina sí que creo que hay que ser un sargento: pero por uno mismo, más que por el niño, porque estirar la agradable cañita en la terraza hasta las 11 de la noche varios días seguidos se paga luego en amargura varias semanas.
En resumen: que hay que amoldarse al caracter del niño, amoldarle a él poquito a poco a la clase de padres que le han tocado (ah, niño, se siente, haberte pedido hijo de la Sagrada Familia), estar dispuesto a las excepciones y la flexibilidad pero sin perder de vista el objetivo de horario fijo y autonomía para comer y dormir, y en fin, equivocarse mucho y pagar las consecuencias.
Yo creo que es mejor equivocarse por demasiada atención y cariño que por lo contrario, pero lo mejor de todo es acertar con el punto justo, claro.
Por cierto, es verdad que la función de los padres no ha sido en general pasar horas jugando con sus hijos: pero esa función la cumplían de sobra los hermanos, primos, tíos solteros, vecinos adolescentes, abuelos y población no currante en general que anduviera cerca. Ahora los padres tenemos que llenar ese papel, o hacer muchas horas de segurata en el parque para que los niños puedan jugar al aire libre con otros.
Y, afortunadamente, los niños son muy resistentes. Siempre que se les quiera sinceramente y se les atienda, y lo sepan, muchos errores que podamos cometer se van arreglando solos con el tiempo. Mientras tanto, los que no pegamos ojo y nos desesperamos somos los adultos, que salimos adelante como podemos: ah, se siente, haberte pedido de hijo al repelente niño Vicente.
Por cierto, Manuel Bonino, gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarEn cualquier caso, como anticonceptivo los modernos son preferibles a la lactancia hasta los dos años, de verdad te lo digo, y lo de estarse en casa criando toda la vida tampoco es nada envidiable. Y lo de dar el pecho... para más de seis meses los inconvenientes superan a las ventajas, en lo que a la madre se refiere, porque a la evolución nuestro bienestar como individuo le importa un carajo.
Pero en lo del entorno familiar más amplio y los recursos sociales, sí creo que tienes razón.
Aloe, creo que estamos de acuerdo prácticamente en todo, con pequeños matices que no vale la pena ni destacar.
ResponderEliminarSólo dos apuntes: el primero, que ni se me pasa por la cabeza la idea de pasarse toda la vida en casa dedicado a la crianza ;-) ; y lo segundo es que sé bien que en el caso de bebés de alta demanda puede ser duro para la madre (e incluso muy, muy duro en esos casos, lo he vivido en casa), pero los beneficios para el bebé y para la madre (sí, para ambos, no son solo para el bebé) superan con creces la dureza de aguantar más que esos seis meses. En todo caso, respeto muchísimo, porque sé lo duro que puede ser en esos casos de bebés de alta demanda, a aquellas madres que a los seis meses deciden cortar la lactancia materna, simplemente apunto ese detalle. Aunque también estaría bien ver por qué se pueden dar esos casos en nuestras sociedades, qué podemos estar haciendo para que ocurran.
Un cordial saludo.
Para Jesús Zamora, quizá le interese esto, relacionado con el post:
ResponderEliminarhttps://docs.google.com/viewer?url=http://deco.alc.upv.es/laserrada2/articulos/ciudad08de14.pdf
Y de paso, esto, no tan directamente relacionado:
http://asociacionsina.org/2009/11/24/%E2%80%9Cla-guarderia-no-puede-criar-saludablemente-a-un-bebe%E2%80%9D-entrevista-a-eulalia-torras-de-bea-medica-psiquiatra-infantil-y-psicoanalista/