31 de octubre de 2009

¿DISEÑO INTELIGENTE? ¿TRADUCCIÓN INTELIGENTE?


Ayer leí de un tirón, en un estado de furia casi constante, el libro Diseño inteligente, de William Dembski (publicado en español por Homo Legens, la editorial del Grupo Intereconomía; ahí es na). Daré una charla en Florencia sobre el tema el próximo mes, de la que tendréis más noticias y detalles. Ahora sólo quiero mencionar una de las cosas que incidió en mi cabreo, aunque no sin un toque de maligna satisfacción.
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Como tal vez sabréis, uno de los prestiargumentos de Dembski es lo que llama "filtro explicativo": para explicar un fenómeno, acudimos (supuestamente) a tres tipos de explicaciones, por este orden: "necesidad", "azar" y "diseño". Pues bien, en la página 95 (y luego repetido en la 218), se reproduce un bonito cuadro en la que los conceptos que aparecen son "necesidad", "oportunidad" y "diseño". ¿Tal vez ha cambiado en estos últimos años Dembski su teoría, y ha añadido una alternativa empresarial a las posibles explicaciones? ¿Tal vez es que la lotería se ha convertido en la principal fuente de oportunidades con los tiempos de crisis?
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No: la explicación más sencilla es, en este caso, una mezcla de azar y diseño (mal diseño). La traductora, Carmen García Trevijano, ha debido de confundirse al traducir el original "chance", haciendo que el argumento entero perdiese el poco sentido que ya tenía.
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Ironías de la "traducción (digo, el diseño) inteligente".
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P.D.: La traducción del Espejismo de Dios, hay que confesar que todavía era peor; de hecho, parecía estar hecha por algún creacionista.
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Más:
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29 de octubre de 2009

EL ARGUMENTO FARYLÓGICO (DE "EL FARY") PARA DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS)


Muchos intentos de prestiargumentación se han ingeniado a lo largo de la historia, para conseguir demostrar la existencia de dios. Todos ellos se basan en la COMPULSIÓN que experimenta la víctima... perdón, el razonador, a considerar como "natural" algún "principio" de los que se utilizan en el argumento.
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De todas estas "pruebas", la que me parece más entrañable es la que podemos llamar, en homenaje al eximio cantante de coplas José Luis Cantero, "El Fary", "EL ARGUMENTO FARYLÓGICO". Un ejemplo de el "principio compulsivo" que opera en este caso lo comentaba El Buscador en un entrada reciente de su blog, a propósito del desbarre punsetiano sobre si "sería un desperdicio" el que estuviéramos solos en el universo.
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Una utilización reciente de este principio la critiqué en el artículo "La cruzada de las librerías", a propósito en particular del teólogo Hans Küng, cuyo principal argumento para predisponer al lector a favor de la existencia de Dios en el libro El principio de todas las cosas, es, de nuevo, la tesis de que "sería un desperdicio" el que un universo tan majestuoso, complejo y espectacular como el nuestro, incluyendo nuestras apasionantes o anodinas biografías, estuviera condenado a NO SER CONTEMPLADO ETERNAMENTE POR NADIE.
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¿Y qué tiene que ver "El Fary" con todo esto? Pues no puede estar más claro. Es conocida su aventura de una noche con la actriz Ava Gardner, cuando él trabajaba de taxista en el Madrid de principios de los sesenta. ¿Y qué fue lo primero que hizo, tras tan holliwoodiense polvazo? ¡¡¡Pues ir a contárselo a sus amiguetes!!! Porque, evidentemente, un casquete con tan fastuosa sex symbol "carece de sentido" si no es para contárselo a alguien.
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Más:
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28 de octubre de 2009

ADIVINANZA PARA MATEMÁTICOS


[n*(n+1)]+1

¿Qué tienen en común los números que pueden representarse mediante esta fórmula (siendo n un número natural) y sólo ellos?
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27 de octubre de 2009

FISICALISMO BIEN ENTENDIDO


De una (larga) discusión en el blog "El libro de la almohada".
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Héctor: si existe un fenómeno no deducible de las leyes físicas, entonces éstas no configuran todo lo real como pretende el fisicalismo.
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Jesús: El "fisicalismo" del que hablas es el fisicalismo que no tiene en cuenta el argumento de Jesús Zamora de que dos sistemas distintos que satisfacen las mismas fórmulas, se deben distinguir en algo, y ese algo (trivialmente) no se puede describir con esas fórmulas. Así que yo soy "fisicalista" NO en el sentido de que diga que TODA la realidad se puede reducir a las FÓRMULAS de la física, sino en el sentido de que toda la realidad se reduce a LOS OBJETOS que son descritos por las fórmulas de la física, objetos que, INEVITABLE Y TRIVIALMENTE, tendrán propiedades no descritas por dichas fórmulas (p.ej., los qualia).
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22 de octubre de 2009

HISTORIA CRIMINAL DEL CRISTIANISMO

La magna obra (aún inacabada) del alemán Karlheinz Deschner, la tenéis disponible en Scribd. Son varios tomos, que podéis encontrar poniendo el título de la obra en el cuadro de búsquedas. Se trata de un lectura imprescindible para saber con más claridad de lo que hablamos cuando hablamos del cristianismo en tiempos de Amenábar, digo de Hipatia. Así que ánimo, a los que hayáis seguido la discusión sobre la película Ágora en nuestras entradas anteriores.



En fin, y para los que quieran una versión más angelical:
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21 de octubre de 2009

MÁS ALLÁ DEL BIG BANG

Artículo de Ismael Pérez (alumno del Máster de Periodismo Científico de la UNED), publicado en Divulgauned.
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Gabriele Veneciano, padre de la teoría de cuerdas y su equipo, han propuesto un modelo cosmológico en el cual el denominado Big Bang no sería el principio del universo. Por lo tanto, el tiempo no tendría su inicio en él. Su modelo, basado en la teoría de cuerdas, expone que el Universo ha existido desde siempre. La materia en él estaba muy enrarecida, y con el paso del tiempo dicha materia fue agrupándose poco a poco. En algunos lugares se llegó a acumular tanta materia que se formaron agujeros negros. La materia que caía en su interior quedaba para siempre separada del Universo.

Esto sucedía en todos los agujeros negros; así pues, el Universo primigenio quedaba dividido en fragmentos desconectados de él. Este proceso seguía inexorablemente y la materia continuaba acumulándose, aumentando así su densidad en el interior de dichos agujeros, pero según la teoría de cuerdas existe un límite para la densidad de materia que no puede ser rebasado. Cuando se alcanzó dicho límite la materia rebotó, comenzando así a expandirse. Ese momento sería lo que nosotros hemos denominado Big Bang. Según este modelo, nuestro universo, sería el interior de un agujero negro.

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20 de octubre de 2009

LECCIONES DE ARITMÉTICA PARA TELEMADRID Y OTROS RACIONALISTAS

(Del periódico "La Razón", se entiende).
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Véase este estupendo artículo en El Plural.
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ALGO TIENE QUE HABER... ¿O NO? (ASÍ EMPEZAMOS)


Con esta entrada botamos el Otto Neurath hace dos años, el uno de octubre de 2007. Se me ha pasado celebrarlo.




"Por lo que puedo distinguir, están peleándose por cuál es la religión más pacífica"


Comentario sobre el libro de Richard Dawkins, El Espejismo de Dios, Madrid, Espasa, 2006.

Bien conocido por sus obras de divulgación científica en el campo de la biología, y más especialmente en la teoría de la evolución (El gen egoísta, Destejiendo el arco iris...), el catedrático de “Comprensión Pública de la Ciencia” en la Universidad de Oxford, Richard Dawkins, ha tomado una decisión arriesgada al escribir su última obra. El espejismo de Dios no es un libro ciencia, aunque el conocimiento científico desempeña un papel importante en buena parte de sus argumentos, y por supuesto en la visión general sobre la realidad que subyace en toda la obra. En cierta medida, este menor protagonismo de la ciencia hace que el libro sea más accesible para el lector medio que otros títulos de Dawkins (quien, por otro lado, es un maestro consumado de la comunicación científica, tal vez, tras la muerte de Stephen Gould, el mayor divulgador vivo de la biología), pero también ha tenido la consecuencia no tan favorable de que su virtuosismo argumental “marca de la casa” se echa bastantes veces de menos en el nuevo libro. Ocurre un poco como cuando un gran intérprete de un instrumento musical se mete a director de orquesta: el resultado puede ser agradable, pero resulta un tanto desigual, pues el artista acusa la falta de familiaridad con algunos matices y del dominio de ciertas técnicas. Con todo (y con algunos otros problemillas de los que hablaré pronto), El espejismo de Dios es simplemente una de esas obras que se necesitaban, cuyo éxito editorial es tan comprensible como deseable, y cuya recepción enfurecida por parte de los medios creyentes y tradicionalistas no deja de ser síntoma de su vigor intelectual. Lástima, dicho sea de paso, que la traducción encargada por Espasa-Calpe haya hecho tan poca justicia a la prosa fluida del autor, hasta hacerle decir en algunos puntos lo contrario de lo que dice.
Pero vayamos al contenido de la obra. Richard Dawkins no ha escrito un libro para los profesionales de la argumentación religiosa (teólogos y filósofos), sino para el gran público, para esa masa de personas que, en muchos casos, profesan una religión por el mero hecho de haber sido educados así, y porque nunca han considerado la idea de que podía ser factible (e incluso saludable) el rechazar esas creencias. Es, sobre todo, un libro para quienes el argumento teólogico fundamental ha sido siempre el campechano “¡Algo tiene que haber!” que estamos tan acostumbrados a oir cuando nos ponemos metafísicos en una charla de café. Por supuesto, las multinacionales religiosas (sobre todo las de Occidente, con sus sofisticados departamentos de investigación, también llamados “facultades de teología”, y sus múltiples concesionarios –con ce, no efe–), han ensamblado argumentos dialécticos enormemente sofisticados para demostrar que es razonable creer en Dios, en la resurrección, y en la perversidad moral de la masturbación; pero, puesto que la mayoría de los mortales no creen en estas cosas porque hayan sido convencidos mediante tales argumentos de teólogo profesional, sino más bien por razonamientos o intuiciones de amateur, un libro dirigido al gran público tiene que concentrarse en debates mucho más a ras de tierra.
A este nivel, la primera y fundamental cuestión es la de si Dios existe. La estrategia de Dawkins es la de mostrar que no se trata de una cuestión ante la que sólo quepan tres posturas: la del creyente, la del ateo y la del agnóstico, sino que, como con cualquier otra afirmación sobre la existencia de cierta entidad o fenómeno, lo que tenemos es un amplio abanico de posibilidades: uno puede estar totalmente convencido de que Dios existe, o de que Dios no existe, pero entre ambas convicciones extremas caben muchos matices. Por ejemplo, uno puede decir, “yo no sé si Dios existe, pero creo que es más probale que exista que lo contrario”, y por supuesto también puede dudar de su existencia con la misma intensidad. En realidad, si uno lo hace pensar un poco a sus compañeros de charla de café, ¿por qué van a ser exactamente igual de probables ambas posibilidades? Al fin y al cabo, yo no sé si algún barco del Antiguo Egipto navegó alguna vez hasta América del Sur, pero pienso que probablemente no; en cambio, pienso que es más probable que alguno viajase hasta España, aunque tampoco lo sé. Esta precisión le sirve a Dawkins para sugerir que ser ateo no equivale a “negar” a secas la existencia de Dios, sino sólo a pensar que es bastante improbable. Dawkins dedica un capítulo a ridiculizar la mayoría de los argumentos teístas habituales (no todos “filosóficos”), mostrando que no garantizan en ningún caso una alta probabilidad a la existencia de Dios, lo que no es muy nuevo, por otra parte.
En cambio, el capítulo central de la obra ofrece un argumento más original, aunque el mismo Dawkins reconoce que consiste ni más ni menos que en tomarse en serio la eterna pregunta infantil de “¿quién creó a Dios?”. Muchos teólogos (sin ir más lejos, el bueno de Hans Küng en su muy reciente El principio de todas las cosas) afirman que la hipótesis de Dios es la mejor explicación “científica” de la existencia del mundo y de su sorprendente orden. Dawkins muestra, en cambio, que esta hipótesis no explica nada, si por “explicar” entendemos lo que hacen las teorías científicas cuando explican correctamente ciertos fenómenos (hurgaré en los detalles en otra ocasión, si me dejan), y lo que es más importante, que esta hipótesis requiere un Creador al menos tan complejo como el mundo que ha creado. Pensemos en el viejo argumento del reloj encontrado en una playa desierta, el cual nos lleva lógicamente a la conclusión de que alguien lo fabricó; imaginemos que lo que hallamos es un hacha prehistórica, mucho más simple que un reloj. La conclusión a la que llegaremos es que la sociedad que ha construido el reloj es más sofisticada que la que ha fabricado el hacha (pues necesita una división social del trabajo mucho más extensa); y si lo que encontramos es un ordenador, pensaremos correctamente que ha sido creado por una sociedad aún más compleja. Pues bien: si el universo hubiera sido creado por alguien, ese “alguien” debería ser muchísimo más complejo que quien ha creado el hacha, el reloj, o el ordenador. Hasta aquí, no hay problema; de hecho, muchos teólogos de café, como usted y como yo, tendrán la intuición de que Dios es un ser bastante complicado, y no el intelecto simplísimo que postulan algunos teólogos, tan simple que no necesita de nada que lo haya creado. Pero fijémonos en que queríamos un Dios porque el mundo nos parecía tan complejo que necesitaba un creador. Por tanto, la misma razón que nos llevó a pensar que debía existir un creador del mundo, nos llevará también a exigir que este creador haya sido creado... por otro creador aún más complejo, y así sucesivamente. Y esta cadena de creadores cada vez más complejos es todo menos simple, que es la virtud que deben tener las buenas explicaciones científicas.
Tras los capítulos de teología de café, Dawkins dedica más de la mitad del libro a defender una tesis que es la que sin duda ha suscitado la intensa animadversión a la que nos referíamos. La tesis de que la religión es básicamente perjudicial. Es justo indicar que la mayoría de los creyentes no son como los terroristas islámicos del 11-M o los “talibanes cristianos” de la América profunda. Dawkins lo reconoce, pero insiste en que el fundamentalismo es la consecuencia natural de la propia esencia de la fe religiosa, pues al fin y al cabo la fe consiste en la voluntad de creer cosas irracionales sencillamente por la autoridad de quien nos las enseña. Cuando la fe no ha desembocado en el fundamentalismo, ha sido porque otras convicciones individuales y otras fuerzas legales se lo han impedido. Entre los muchos ejemplos que pone Dawkins, destaca el de la fuerza moral de las Escrituras: cualquiera que lea hoy la Biblia con la sensibilidad ética de nuestros días, sentirá repugnancia por la crueldad que Yahvé y sus muestran en la mayor parte del Antiguo Testamento, y no menos por el capricho divino de someter a su propio Hijo a una tortura terrible en el prime time del Nuevo. La Biblia misma no puede ser tomada, por tanto, como una guía moral en sentido primario, pues empleamos nuestra moral para decidir qué interpretación ética tenemos que dar de los mensajes que la Biblia contiene. Por tanto, es nuestra moral (nuestra moral laica, diríamos) la que forma el dique de contención que impide que las creencias religiosas “respetables” se desborden hacia un fundamentalismo “criminal”, como harían si sólo obedecieran sus propias fuerzas.
Hay muchas otras tesis igual de interesantes y provocadoras en El espejismo de Dios, esperando a la curiosidad de los lectores. No puedo comentarlas todas, pero no me resisto a mencionar las dos que pueden tener una mayor repercusión política, y que ojalá propicien un debate social sosegado pero intenso. La primera es la de que las creencias religiosas no deberían merecer más respeto que cualesquiera otras opiniones. Se trata, en el fondo, de que una persona religiosa no debe tener más derechos que una no religiosa (por ejemplo, el derecho a que no se discuta la verdad de sus creencias, el derecho a aducirlas como justificación de sus actos, por muy poco razonables que estos sean, etc.). La segunda tesis es la de que los niños tienen derecho a no ser adoctrinados, ni siquiera por sus familias, y por lo tanto no deberían sufrir una educación religiosa tendenciosa, al menos hasta alcanzar el debido uso de razón gracias a una enseñanza basada en el fomento de la capacidad crítica y en la valoración del conocimiento racional. ¿Alguien se atreve a llevar estas propuestas al debate político español?

19 de octubre de 2009

ELINOR OSTROM, PRIMERA MUJER EN GANAR EL PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA


Transcripción de una entrevista mantenida con motivo de la concesión del premio (Sin Permiso), con Adam Smith, director de Nobelprize.org.
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[Adam Smith] Buenos días. ¿Puedo hablar con Elinor Ostrom, por favor?

[EO] Sí, diga.

[AS] Hola. Me llamo Adam Smith. La llamo en nombre del sitio web oficial de la Fundación Nobel, en Estocolmo.

[EO] ¡Ja! Adam Smith, ¡Qué nombre! Me temo que le toman mucho el pelo, ¿no es así?

[AS] Así es, y a veces pienso que los galardonados con el Nobel de Economía piensan, cuando los llamo, que soy un bromista. Tenemos la tradición de grabar una breve entrevista telefónica para la Fundación Nobel con los recién galardonados. ¿Le importaría que conversáramos durante unos minutos?

[EO] Ah, bien. Adelante.

[AS] Muchas gracias. Por supuesto, primero quiero felicitarla por el premio.

[EO] Es un honor increíble, sí.

[AS] Tal como ha sido señalado hace unos instantes en la conferencia de prensa, usted es la primera mujer en la historia del Premio Nobel de Economía en recibir el premio. ¿Lo convierte ello en un honor más grande?

[EO] Sí. Piense en la época en que he vivido. Cuando me planteé la posibilidad de matricularme en la universidad, me desanimaban diciéndome que nunca sería capaz de ir más allá de dar clases en alguna escuela técnica universitaria de provincias. ¡Ja, ja, ja! ¡Cómo han cambiado las cosas!

[AS] ¿Cree que la proporción de galardonados con el Nobel de Economía –la ratio de género– es en algún modo representativa de la proporción de personas que trabajan actualmente en el tema o, por el contrario, esas proporciones han variado?

[EO] Todo esto ha ido cambiando lentamente. He asistido a clases de economía en las que era la única mujer en el aula, pero esto ha ido cambiando lentamente, y creo que hay un creciente respeto hacia las mujeres, sobre todo ahora que podemos hacer aportaciones verdaderamente importantes. Y me gustaría creer que este reconocimiento ayudará en esta dirección.

[AS] Imagino que esto supone un claro mensaje al mundo, sí. Veamos. Usted trabaja en la gestión de la propiedad común a partir de la común posesión, contrastándola con los efectos…

[EO] Entre otras cosas, sí.

[AS] ¿Estaríamos en lo cierto si afirmáramos que, dicho en términos generales, usted ha descubierto que la posesión común puede ser más eficaz que lo que la gente pensó que podría serlo?

[EO] ¡Así es! No es que sea una panacea, pero es mucho más eficaz que lo que nuestros razonamientos comunes nos dan a entender.

[AS] ¿Hay algún ejemplo que le gustaría poner al respecto?

[EO] Bueno, déjeme recurrir al ejemplo de los pescadores de langostas del estado de Maine. En la década de 1920, los pescadores prácticamente destruyeron la pesca de la langosta. Se reagruparon y se dispusieron a pensar con detenimiento qué hacer. Con el paso del tiempo, desarrollaron una serie de reglas ingeniosas y de formas de gestión que han permitido que el sector de la pesca de la langosta de Maine se convierta en uno de los más exitosos del mundo. La gran amenaza que los acecha en la actualidad radica en el hecho de que las pesquerías del entorno han sido tan sobreexplotadas, que la langosta se ha convertido en un ejemplo extremo de… Si hubiera una enfermedad o algo similar que llegara, como una bacteria o lo que fuera que las pudiera infectar, sufrirían grandes peligros. Pero han sido increíblemente eficaces durante muchos años. Hay muchos otros grupos, de tamaño pequeño y mediano, que se han encargado de dirigir la gestión de los recursos. Hemos estudiado varios cientos de sistemas de irrigación en el Nepal. Y sabemos que los sistemas de irrigación gestionados por los campesinos son más eficaces en términos de aprovisionamiento de agua hasta todos los rincones y presentan una mayor productividad y unos costes menores que los fabulosos sistemas de irrigación construidos con la ayuda del Banco Asiático para el Desarrollo, del Banco Mundial, de la Agencia Norteamericana para la Ayuda al Desarrollo, etc. Así, sabemos que muchos grupos locales son muy eficaces. Pero esto no es universal, de modo que no podemos ser tan ingenuos como para pensar “Oh, fíjate, limitémonos a entregar las cosas a la gente, que siempre se organizará”. Existen muchos escenarios que desestimulan la autoorganización.

[AS] Ya veo.

[EO] Por lo tanto, hemos de tomar nota tanto del hecho de que la gente puede autoorganizarse como de las condiciones bajo las cuales lo hacen.

[AS] Precisamente iba a preguntarle si su investigación se ha centrado también en las condiciones que conducen a la buena autoorganización. ¿Hay algunas condiciones que tengan que darse, como, por ejemplo, la disposición, por parte de los participantes, de una cantidad de tiempo suficiente para decidir qué naturaleza deben tener sus regulaciones?

[EO] Sí, y tengo un artículo en Science, en el número de julio del año pasado, que dibuja un amplio marco de análisis y de diagnóstico y que identifica un buen puñado de variables que se hallan asociadas con la autoorganización.

[AS] ¿Diría que, en términos generales, debemos confiar más en la autoorganización de lo que lo hacemos en la actualidad? ¿Que la sociedad debe avanzar hacia la implantación de estructuras que se autoorganicen?

[EO] Sí, pero sin que veamos en ello una fórmula. Actualmente, muchos de los numerosísimos procesos de descentralización que con gran esfuerzo se emprenden van de la mano de una fórmula rígida a través de la cual se dan reglas a la gente desde arriba que dicen: “Ahora es vuestro”. Y esto tampoco ha funcionado demasiado bien.

[AS] Así que, de nuevo, se precisan grandes dosis de sutileza…

[EO] Así es. Y piense, además, en la cuestión de la diversidad. Si se fija en el campo, se dará cuenta de la enorme diversidad ecológica que hallamos en él. Pues bien, si la gente se dispone a gestionar la diversidad ecológica, no encontraremos un solo conjunto de reglas que funcione lo mismo en una región semiárida que en una región tropical húmeda. Ha de haber reglas distintas.

[AS] Claro. Otra cosa que ha hecho usted ha sido dirigir experimentos de laboratorio.

[EO] ¡Sí, claro!

[AS] Lo cual, creo, ha mostrado que la gente resulta estar más dispuesta a obedecer reglas mutuamente pactadas de lo que podíamos esperar.

[EO] Sí, estamos demostrando estas cosas. Pero también estamos demostrando la existencia de un importante mecanismo para la comunicación cara a cara e incluso escrita. La predicción era que nadie se autogestionaría, como consecuencia de un dilema social de segundo grado, por decirlo en los términos de la teoría de juegos. Pero lo que hemos hallado es que la gente que puede adentrarse en una escalada del tipo “te castigo, tú lo castigas a él, etc.”, con lo que las cosas van a peor y a peor; lo que hemos descubierto es que estos mismos individuos, a través de la comunicación, a través de la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre lo que van a hacer conjuntamente, construyen un nosotros bien definido que les permite seguir normas, cooperar y, en ocasiones, sancionarse los unos a los otros y ayudar a que todo esto se mantenga.

[AS] Ha mencionado la teoría de juegos. ¿Cuánto de lo que usted hace es, de hecho, una extensión de la teoría de juegos? ¿Hasta qué punto estos desarrollos de estas estructuras son juegos repetidos?

[EO] La teoría de juegos fue muy, muy importante para nuestro trabajo, puesto que hemos podido recurrir a modelos de teoría de juegos y examinarlos en un laboratorio. En este sentido, mi toma de contacto, en la década de 1980, con los trabajos de Reinhardt Selten, que también fue Premio Nobel, fue muy, muy importante para mi formación. Ahora bien, la teoría de juegos clásica harto predictiva en ciertos entornos, pero no es plenamente predictiva, en ningún caso, en entornos en los que opere un dilema social. Pero ha sido de gran ayuda para nosotros, en la medida en que nos ayuda a analizar y a desarrollar una teoría del comportamiento humano, del mismo modo que también lo son otros mecanismos formales que coadyuvan también a entender por qué la gente coopera en determinados escenarios y en otros no lo hace.

[AS] Ya veo. Quisiera terminar preguntándole si considera usted que su trabajo es teoría económica, ciencia política o teoría social, si es que importa qué es o cómo es etiquetado.

[EO] Lo que yo hago podría llamarse economía política o estudio de dilemas sociales. Tuve una sólida formación en el campo de la economía como estudiante universitaria. Luego estudié con Armen Alchian y otros, para trabajar después, en la década de 1980, con Reinhardt Selten. Trabajo con dos colegas, economistas, aquí en Bloomington, que han sido muy, muy importantes para mi trabajo. Mi marido trabajó con Charlie Tiebout, con el que desarrolló una teoría de la organización metropolitana que incluía elementos de la economía y de la ciencia política… Así que he cruzado los bordes de las disciplinas. ¡Eso no admite discusión!

[AS] Supongo que este premio tiene el potencial de despertar la imaginación de la gente, pues se habla de un premio a alguien que trabaja en el campo del gobierno de los asuntos económicos, y plantea usted de la necesidad de que la gente se involucre en su propio gobierno.

[EO] ¡Sí, claro!

[AS] Es probable que ocurra… Es probable que el premio desate la imaginación de la gente, y que la gente…

[EO] ¡Eso espero! ¡Ja, ja! ¡Esto es en lo que he estado trabajando durante toda mi vida! Los humanos tenemos grandes capacidades, y, en cierto modo, hemos participado de la idea según la cual los jefes tienen unas capacidades genéticas de las que el resto de nosotros carecemos. (1)

[AS] Mmmm…

[EO] Espero que eso lo podamos cambiar un poco.

[AS] Excelente. Es un lindo comentario con el que terminar. Muchas gracias por su atención. Cuando venga a Estocolmo en diciembre a recoger su premio tendremos la oportunidad de hablar de todo esto con más calma, así que…

[EO] Perfecto, será un placer hacerlo.

[AS] El placer será mío. Espero que tenga un feliz día y, una vez más, felicidades.

[EO] Muchas, muchas gracias.

[AS] Gracias, adiós.

Nota Ed. : (1) Dos recomendables textos a los que se puede accede desde internet y que dan una idea del trabajo científico de la profesora Ostrom: uno sobre economía ecológica y bienes comunes (Insights on linking forests, trees, and people from the air, on the ground, and in the laboratory), y otro sobre experimentos con instituciones de propiedad común (Trust in Private and Common Property Experiments). El libro acaso más importante de Ostrom, originalmente aparecido en inglés en 1990, fue traducido al castellano en México en 2000: El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva, traducción castellana de Corina de Iturbide Calvo y Adriana Sandoval revisada por Leticia Merino Pérez y Fabrice Lehoucq, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, F.C.E.

MÚSICA PARA LUNES



18 de octubre de 2009

ES MALO DE PEDIR...




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E LA NAVE VA


Amigos:
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ayer, día de la gloriosa manifestación a favor de la-encarcelación-de-las-mujeres-que-deciden-no-dejar-que-el-embrión-que-llevan-dentro-llegue-a-convertirse-en-una-persona (y de quienes las ayuden en esa dolorosa tarea), el Otto Neurath superó, por primera vez en su corta historia, la cifra de 1.000 visitas en un día.
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Gracias a todos los pasajeros (y a la tripulación, cada día más numerosa y activa). Este barco no sería nada sin vuestras visitas y vuestros comentarios.
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16 de octubre de 2009

VIVA LA VIDA (ALEGRE Y DIVERTIDA)


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Pregunta para manifestantes (con una sugerencia de respuesta): ¿cuándo TERMINA la vida? Cuando cesa la actividad cerebral, AUNQUE el resto de las células del cuerpo (incluso la mayoría de las neuronas) estén aún vivas. Cuando el cerebro se hunde en el silencio, ya no hay "nadie" ahí.
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Entonces, ¿cuándo EMPIEZA la vida? Obviamente, cuando comienza la actividad cerebral, o sea, al rededor de la semana 14ª de embarazo. Antes de esa fecha, "no hay nadie ahí" (no hay un "alguien", una persona con una MENTE humana; y posiblemente tampoco sea una mente humana lo que hay en un feto de algunas semanas más).
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Otra pregunta: ¿presionará Aznar al próximo presidente del gobierno del PP para que PROHIBA el aborto? Al fin y al cabo, está "por la vida", ¿no? Se admiten apuestas. Pero yo creo que antes volverá a ganar el Atleti el doblete.
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Y, por añadir un argumento más bien tópico: si la reproducción humana funcionara de tal manera que el hombre tuviera el embrión los tres primeros meses, y luego tuviera que pasárselo a la mujer (supongamos que por un proceso tan potencialmente agradable como el que llevó a su engendramiento), de tal modo que EN ESE MOMENTO el hombre pudiera decidir sin molestia fisiológica alguna si dejar caer el embrión al váter o depositarlo efectivamente en la matriz de su compañera... si la cosa funcionara así (y el resto de las diferencias entre hombres y mujeres fueran igual que son), me juego el escroto a que el aborto habría estado permitido desde hace milenios. ¿O no?
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[Postdata a mala leche: Claro, que si no son capaces de CONTAR el número de personas que hay en una calle (y se equivocan por un factor de 20), ¿cómo van a ser capaces de valorar el estado de desarrollo de una red neuronal?].
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Más sobre el aborto:
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UNA SANTA PARA LA MANI DEL ABORTO


¿Alguien se anima a ir a la manifestación contra el aborto de mañana, 17 de octubre, con una pancarta de la beata Teodora, emperatriz de Bizancio? (beata por la iglesia ortodoxa, cierto, pero seguro que está en el cielo también).
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Ahora que me estoy leyendo El Conde Belisario, de Robert Graves, me empieza a caer muy simpática esa inteligente exprostituta, creadora de la primera gran legislación de índole feminista (con despenalización del aborto incluída).
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Fue una pena que contrajera un cáncer que la hizo morir a los cuarenta y tantos, por haberse ido a recluir a un monasterio.
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Más sobre el aborto:
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15 de octubre de 2009

QUÉ SUERTE TENEMOS AQUÍ CON ROUCO


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...A la vista de lo que pasa por otros lugares. Ved, si no, lo que le ha pasado a la actriz porno Maria Ozawa en Indonesia.
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Si es que no nos podemos quejar.
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Claro, que tal vez los de la manifestación del aborto del sábado 18 la emprendan contra los quioscos que venden pelis porno.
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Por cierto, ¿alguien sabe si algunas asociaciones islámicas se han sumado a la manifestación?
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Más:
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13 de octubre de 2009

ÁGORA E HIPATIA (3): SOBRE LAS CARTAS DE SAN PABLO Y LAS FALSEDADES HISTÓRICAS

Seguramente no es una verdad histórica el que Cirilo de Alejandría alentara a las incontenibles bandas cristianas a terminar con la vida de la filósofa Hipatia, como Amenábar relata en una de las escenas más intensas de Agora. Seguramente tampoco es verdad que Hipatia tuviera alumnos negros.

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Pero lo que sí es verdad de la buena es que el texto con que Cirilo espeta en el filme a sus rebeldes patricios, es un fragmento canónico de la Primera Carta del (autodesignado) Apóstol San Pablo a Timoteo:
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"No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión. Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad."
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Un fragmento, éste, de los muchos que contiene la Biblia como invitación a las mentes racionales para no dejarse convencer por el cristianismo.
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Y un fragmento, por otro lado, que está entre los que la crítica filológica ha descartado como auténticos: parece que la verdad es, más bien, que San Pablo reconocía a hombres y mujeres en plena igualdad, alabando y fomentando el trabajo de las "mujeres apóstoles" y "diaconisas" ("Ya no hay judío ni griego, no ha esclavo ni libre, no hay varón ni mujer", Gálatas). La Epístola a Timoteo podría ser, más bien, una falsificación de algún seguidor paulino y cerril machista, que no soportaba recibir lecciones de las Priscilas o Hipatias de su época, y que "coló" en el siglo II su texto como si fuera de San Pablo. Los autodesignados defensores de la verdad histórica, también podrían lanzar sus dardos contra estas cosas que tiene la Biblia.
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Pero esta verdad filológica no oculta la verdad histórica de que, en tiempos de la Hipatia real, la falsificación en cuestión había sido aceptada como parte del canon dogmático, y podía ser usada impunemente para dar satisfacción a las siempre insaciables ansias de dominio falocéntrico.
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Claro, que "el cristianismo" no tiene culpa, el pobrecito, de que millones y millones de adictos a esa fe hayan preferido vivir según Timoteo que según Gálatas. Es lo bueno de los libros sagrados y las religiones: como mandan una cosa y la contraria, puedes elegir a tu gusto (o al de los Cirilos del momento, que al fin y al cabo, son los que tienen el evangelio por el mango).
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Más:
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.La Biblia en DVD (el montaje del director).
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.Si la cosa funciona.
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.Jesusismo: la nueva religión.
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.Los antiabortistas no creen que el aborto sea un asesinato.
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VIVA EL INSTRUMENTALISMO (WHATEVER WORKS, O SI LA COSA FUNCIONA)


Con tanto jaleo a propósito del estreno de Ágora, se me ha olvidado contar que una semana antes estuve viendo la última del gran maestro (o gran mago, capaz de hacer salir maravillosas obras de arte de un viejo sombrero vacío con menos presupuesto que el de muchas películas insoportables a uno y otro lado del Atlántico), el insustituible Woody Allen: Whatever works, traducida en España como "Si la cosa funciona".
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Dice mucho de nuestro carpetovetónico vicio de mirarnos el ombligo el que la discusión sobre religión y laicismo se haya centrado en la cinta de Amenábar, cuando la comedia del manhatanita es una crítica muchísimo más explícita y mordaz a las creencias religiosas y a (algunos de) los valores inspirados por ellas.
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No contaré nada sobre la trama, salvo que hay mucho sexo (implícito, no podía ser de otra manera), mucho humor (a menudo negro, o morado), y sobre todo, mucho epicureísmo nihilista.
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Más:
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10 de octubre de 2009

AGORA E HIPATIA: "CREO EN LA FILOSOFÍA"





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Creo que era en la película Cara de acelga, dirigida por José Sacristán, donde el personaje que interpretaba Paco Algora (uno de esos grandes secundarios del cine español), le espetaba al de Sacristán un "¡qué cabrón!" que le dejaba a éste patidifuso. A continuación aclaraba que el cabrón era Brahms, una de cuyas obras estaba escuchando por los auriculares. Algo así es lo que me sale como expresión de mi profundo juicio estético ante el último estreno de mi amado Amenábar: "¡qué cabrón!".
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Agora es toda una experiencia cinematográfica, y el hecho de que gran parte de la sala se haya puesto a aplaudir al final de la cinta (que termina, por cierto, en un anticlímax de estos que te dejan sin ganas de moverte), es una prueba del enorme talento de este chavalillo, el único director español que se merece un hueco en la historia del cine desde Buñuel (bueno, y Sáez de Heredia, nuestro Leni Riefenstahl).
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La cinta es, cuando menos, todo lo fiel a la historia que se puede pedir de una obra de arte; de hecho, es muchísimo más respetuosa con la verdad histórica que la inmensa mayoría de las películas "de época". Resulta cómico que le critiquen por falsear la historia precisamente quienes se distinguen por venerar un libro en el que las patrañas, invenciones y manipulaciones de los acontecimientos son, y nunca mejor dicho, el pan nuestro de cada día, y cuya literatura y filmografía hagiográficas son, por lo general, cursis y empalagosas hasta lo vomitivo. Por ejemplo, es ridículo que le acusen de presentar a una Hipatia joven y hermosa quienes han sublimado hasta el ridículo la belleza de la madre de su jefe.
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Seguro que la doña Jimena de carne y hueso no era un bombón tan extraordinario como Sofía Loren en El Cid, ni Marco Antonio tampoco sería un tipo tan atractivo como Richard Burton (al contrario, era más bien brutote), ni Moisés tenía el careto wasp de presidente de la Asociación Nacional del Rifle (aunque el de Miguelángel si que se le da un aire, la verdad), pero no nos vamos a quejar por eso: vamos a cine a contemplar belleza, entre otras cosas.
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La historia que relata Amenábar está perfectamente medida en la escalada de odios y venganzas que constituye el hilo principal de la trama (digna del mejor cine sobre la mafia), y en todo caso queda claro para el espectador no fanatizado que los contenidos de las creencias defendidas por cada facción no son presentados por el filme como los responsables de que algunos de sus defensores utilicen esas creencias para masacrar a los que se les oponen.
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Contra lo que la Hipatia de Amenábar ejerce su "resistencia pasiva" es contra el uso de la violencia y la restricción a la libertad de pensamiento; que de hecho la Hipatia histórica (de la cual cabe en cuatro líneas todo lo que sabemos) fuese una especie de Ghandi avant la lettre es tan dudoso como que de su cabeza surgieran con más de un milenio de adelanto las ideas con las que Galileo y Kepler revolucionaron la física (o como la existencia de negros en el consejo de "notables" de la Alejandría tardorromana). ¿Y qué? Me encanta ver que en una película del gusto del gran público se hable con total naturalidad, y sin demasiados errores conceptuales (creo que pillé alguno, pero ¿a quién le importa ahora?), de los modelos astronómicos de Ptolomeo y Aristarco, de las órbitas elípticas, del principio de inercia, y con demostraciones audiovisuales propias del mejor documental (el saco cayendo en el mástil, los diagramas dibujados en la arena, el tosco pero eficaz planetario construido por el esclavo Davo...).
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No sabemos si San Cirilo (a quien debemos en gran parte lo de "Santa María, madre de Dios") fue verdaderamente el instigador de la muerte de Hipatia. Lo que sí sabemos es que con la llegada al poder de los cristianos en el mundo mediterráneo, la luz de la filosofía (o sea, de lo que ahora llamamos ciencia, como investigación racional sobre el mundo, sin la tutela de ninguna fe religiosa, esa filosofía que, en el pasaje más trascendental de la película, Rachel Weisz, perdón, Hipatia afirma ser en lo único que cree), la luz de la filosofía, digo, se apagó por casi un milenio, salvo algún que otro rescoldo aislado y más bien chapucero.
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Y, en fin, para cerrar el círculo, hemos de recordar que el actor del que empezamos hablando, Paco Algora, es posiblemente el mejor ejemplo de fusión entre cine y astronomía: no en balde es el único actor del mundo -que se sepa- que ha tenido la suerte de nacer en un observatorio astronómico.
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P.D.: en cumplimiento de una promesa:
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De cuerpo tan perfecto como una estatua griega,
igual que el mejor vino de la mejor bodega,
en este nuevo filme de Alejandro nos llega
una Hipatia magnífica, que a la razón se entrega.
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Más:
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.Sobre las cartas de San Pablo.

9 de octubre de 2009

NOBEL-IMSERSO (2): PARA EL JEFE SÍ QUE HAY PRISAS


Comentaba el otro día lo deprimente del espectáculo de ver premiada con el Nobel una investigación de más de cuarenta años de antigüedad (no por ello menos merecido). En cambio, contrastan las prisas para darle un regalito al boss (tampoco digo que sin merecimiento), tal vez para compensar el reciente desaire nórdico que se llevó al otro lado del estrecho de Oresund.
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Insisto, no es por quitar méritos; sólo me chocan las diferencias de ritmo.
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Y a todo ello: ¿para cuándo un nobel español en ciencias? Al paso que vamos, será algún jovencito que lo recibirá cuando se jubile, dentro de treinta años.
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LAS TIJERAS ESPAÑOLAS NO NECESITAN CIENCIA


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¿Quién quiere científicos, con lo bien que se nos da el humor?
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Y eso por no hablar de las tijeras chilenas:
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